G77: La apuesta por un mundo multipolar
Sebastian Abrevaya – Desde Santa Cruz de la Sierra
Página/12
Evo Morales, Raúl Castro, Nicolás Maduro, José Mujica y otros presidentes destacaron la crisis generada por el neoliberalismo y cuestionaron el rol de los Estados Unidos. La declaración de la cumbre fijó la erradicación de la pobreza como el objetivo central.
“El neoliberalismo ha generado un crisis económica global que empujó a millones de personas hacia la pobreza extrema. Es hora de caminar en otro sentido para construir un orden social más justo”, aseguró el presidente de Cuba, Raúl Castro, uno de los jefes de Estado que participó ayer en la jornada de cierre de la cumbre del G-77+China. La representación de los mandatarios latinoamericanos se completó con las palabras del venezolano Nicolás Maduro, el uruguayo José “Pepe” Mujica, el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén y el anfitrión, Evo Morales, quienes coincidieron en las críticas al neoliberalismo, a los Estados Unidos y en la necesidad de establecer “un nuevo orden mundial para vivir bien”, tal como señala el lema de la convocatoria.
Luego de compartir el Encuentro Plurinacional de los Pueblos el sábado por la tarde, los presidentes latinoamericanos volvieron a mostrar sus coincidencias en el plenario del G-77+China, del que participaron delegaciones de cuatro continentes. “Esta aprobación de la declaración prácticamente es un relanzamiento del grupo más grande de las Naciones Unidas, relanzamiento para que siga trabajando con políticas de complementariedad y solidaridad, con mucha ética, con valores”, aseguró Morales durante la reunión extraordinaria convocada con motivo de los 50 años de la fundación del grupo de países en desarrollo, que actualmente alcanzó los 133 miembros.
La Declaración de Santa Cruz, aprobada por los participantes en la Cumbre del G-77+China, establece la erradicación de la pobreza como el objetivo central y conductor de la agenda de desarrollo post 2015, que será motivo de discusión el año próximo en la asamblea general de Naciones Unidas. Entre sus 242 puntos se destacan el problema de la desigualdad, los patrones de consumo y producción insostenibles de los países desarrollados y la excesiva orientación al lucro que no respeta al planeta.
El presidente de Bolivia aprovechó la ocasión para revalorizar a Fidel Castro –hermano del actual presidente cubano–, al calificarlo como “el hombre más solidario del mundo”. Raúl Castro, en su discurso, acusó a los Estados Unidos por “amenazar con acciones ilegales” a muchos de los pueblos representados en la cumbre y puntualmente trató el caso de Venezuela. “Es objeto de una campaña desestabilizadora basada en los principios de la guerra no convencional que alienta la subversión y la agitación interna”, aseguró, y reiteró que Cuba sufre desde hace décadas “atentados, provocaciones y un bloqueo injusto”.
Maduro planteó la necesidad de construir “una nueva humanidad” y aseguró que el G-77 es un instrumento para la creación de un mundo “multipolar, pluripolar y multicéntrico, sin imperios, sin hegemonismos, sin sistemas de dominación, ni de amenazas”. “Hay que retomar los proyectos del sur, el Banco del Sur para el desarrollo en condiciones justas de un nuevo orden económico internacional. Hay que retomar los proyectos culturales para la independencia cultural”, agregó en sintonía con las palabras de Mujica, que centró su discurso en la crítica a la “cultura de la acumulación y el despilfarro”.
“Si no cambia la cultura, no cambia nada. Tenemos que terminar con la teoría de la acumulación, propia de un capitalismo que invierte tantos recursos para socavar la vida del planeta”, sostuvo Mujica, en una intervención que significó una ruptura conceptual con el consumismo: “Otra humanidad es posible a partir de otros valores. Este enfrentamiento va mucho más allá de la fuerza material. Hemos visto construir las mejores hermosas utopías, los mejores sueños, y hemos visto que el peso sordo de las mercaderías en las aduanas termina destrozando los mejores sueños de solidaridad que los hombres pudimos construir”, sentenció.
Por fuera de los presidentes latinoamericanos, la participación del vicepresidente de la Asamblea Popular China fue relevante para la cumbre. Chen Zhu pidió insistir en el principio de responsabilidad común respecto del cambio climático y promover la reforma del sistema financiero internacional.
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