Los Buitres de la Deuda: La capitulación final
Marcelo Ramal
Argenpress
“… La decisión de la Corte yanqui sanciona otra bancarrota política: la del gabinete nacional, que justificó los arreglos ruinosos con Repsol y el Club de París con el argumento de que ganarían la ‘comprensión’ de la Corte y el Departamento de Estado norteamericanos en la causa de los buitres. Esta política fue acompañada férreamente por la oposición, que viajó a Estados Unidos para refrendar la política oficial. Ahora, estos mismos opositores, junto con la totalidad de las cámaras patronales, exigen un arreglo rápido con los fondos buitres. Sergio Massa ha reclamado una bicameral, no para investigar la deuda ilegítima, sino para “monitorear” a los K en la negociación con Griesa y asegurar la capitulación ante los buitres. Los radicales se pusieron “a disposición” de lo que necesite el gobierno en el Congreso. Todos ellos, a coro, advierten contra ‘el peligro de un default’ y la necesidad de “preservar el acceso al crédito internacional”. Saben muy bien, sin embargo, que los arreglos con Repsol, el Club de París y los buitres llevarán la deuda externa argentina a los 300.000 millones de dólares. Con semejante hipoteca nacional, los nuevos préstamos sólo podrían llegar en condiciones usurarias, algo que ya ocurre con las emisiones de las provincias…”
Después del fallo colonial de la Corte americana contra Argentina, el pago a los fondos buitre sería la señal definitiva del derrumbe del kirchnerismo como experiencia política. En estos años, el intento de arbitrar entre el capital internacional y los intereses nacionales tuvo como principal argumento a la ‘negociación inteligente’ de la deuda externa, que abriría paso a una reconstrucción del país bajo la dirección de la burguesía nacional. Hace rato que ese relato se venía desmoronando, si se tiene en cuenta la cláusula que premia jugosamente a los bonistas que entraron al canje con el crecimiento del PBI y que terminó neutralizando las ‘quitas’ sobre la deuda argentina o, más recientemente, la decisión de resarcir a Repsol y de pagar con creces la deuda con el Club de París.
“Extorsión”
La deuda que reconoció el kirchnerismo en los sucesivos canjes es el resultado de un largo proceso usurario, donde se han pagado intereses sobre intereses. A esta hipoteca se agregaría ahora la de los llamados “fondos buitre”, según marcha la ‘negociación’ anunciada por Kicillof. Por lo pronto, la pretensión de trasladar a Buenos Aires el pago de los bonos ‘reestructurados’, para evitar la extorsión de los buitres, fue volteada por el juez Griesa en la primera reunión con los negociadores argentinos. Esa tentativa tardía e improvisada de cambio de jurisdicción -después de haber aceptado la cláusula colonial de someter los arreglos de la deuda a tribunales internacionales- murió antes de nacer. En cambio, los buitres sí apretarán a Argentina con la obligación de extender a los otros bonistas cualquier arreglo que supere las condiciones arrancadas en los canjes de 2005 y 2010, que estarán vigentes hasta fines de este año. En esas condiciones, la “negociación con dignidad” de Cristina-Kicillof será una copia de lo sucedido con Repsol y con el Club de París -o sea, el reconocimiento integral de la deuda exigida por los acreedores y una nueva emisión de bonos con rendimientos abusivos. Ello, sin que Argentina quede eximida de una nueva oleada de litigios; esta vez, de los bonistas que habían entrado al canje. Los que reclaman una rápida negociación y arreglo con los buitres, con la pretensión de cerrar el conflicto, no quieren ver que el camino de ese arreglo –e incluso su desenlace- estará minado de turbulencias y nuevas crisis.
Unidad nacional para la deuda
La decisión de la Corte yanqui sanciona otra bancarrota política: la del gabinete nacional, que justificó los arreglos ruinosos con Repsol y el Club de París con el argumento de que ganarían la ‘comprensión’ de la Corte y el Departamento de Estado norteamericanos en la causa de los buitres. Esta política fue acompañada férreamente por la oposición, que viajó a Estados Unidos para refrendar la política oficial. Ahora, estos mismos opositores, junto con la totalidad de las cámaras patronales, exigen un arreglo rápido con los fondos buitres. Sergio Massa ha reclamado una bicameral, no para investigar la deuda ilegítima, sino para “monitorear” a los K en la negociación con Griesa y asegurar la capitulación ante los buitres. Los radicales se pusieron “a disposición” de lo que necesite el gobierno en el Congreso. Todos ellos, a coro, advierten contra ‘el peligro de un default’ y la necesidad de “preservar el acceso al crédito internacional”. Saben muy bien, sin embargo, que los arreglos con Repsol, el Club de París y los buitres llevarán la deuda externa argentina a los 300.000 millones de dólares. Con semejante hipoteca nacional, los nuevos préstamos sólo podrían llegar en condiciones usurarias, algo que ya ocurre con las emisiones de las provincias.
Ningún acuerdo con los buitres
Para abrirle camino al nuevo endeudamiento, los mismos que advierten contra un defol con el capital financiero reclaman a la vez un defol en regla contra trabajadores, jubilados y contribuyentes: a ello conduciría una megadevaluación de la moneda, pulverizando el valor de la deuda pública en pesos con los fondos jubilatorios y el Banco Central. Los agentes políticos de los bonistas exigen también un tarifazo para que los recursos del fisco se apliquen de lleno al pago de la deuda. Pero a la luz de los vencimientos de deuda de los próximos años, incluso esa confiscación social resultará inútil para evitar una nueva cesación de pagos.
En oposición a la unidad nacional de los K, Macri, Binner o Massa para llevarnos a ese rumbo de bancarrota, planteamos la investigación integral del conjunto de la deuda, el repudio general de todos los compromisos usuarios y un impuesto extraordinario al capital financiero para recapitalizar al Banco Central y a la Anses del saqueo cometido en estos años. En momentos en que la deuda internacional supera los 1.000 billones de dólares y está conduciendo a los explotados de distintos países del planeta a una verdadera catástrofe social, es necesario convocar una movilización internacional por el repudio de la deuda usuraria.
Artículo tomado de: http://www.argenpress.info/
Argentina pide "condiciones justas" para poder cumplir con el 100% de sus acreedores
© AFP PHOTO / NA
La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner ha pedido que se generen "condiciones para negociar" la parte de su deuda, comprada por los llamados 'fondos buitres', con el objetivo de "cumplir con el 100% de los acreedores".
Mientras Argentina busca el modo de impedir que el país caiga de nuevo en cesación de pagos, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha afirmado hoy su intención de cumplir las obligaciones del país con todos sus acreedores, incluso "con el 92,4% que aceptó los canjes de 2005 y de 2010", y también "con los que no ingresaron", según medios locales.
Nosotros no vamos a hacer lo mismo que hicieron con nosotros, que nos tiraron un país con las papas calientes y que se arreglen como puedanLa presidenta afirmó que no va a "hacer lo mismo" que sus predecesores y su difunto esposo, el presidente anterior Nestor Kirchner, refiriéndose al default del 2002. "Nosotros no vamos a hacer lo mismo que hicieron con nosotros, que nos tiraron un país con las papas calientes y que se arreglen como puedan", dijo. Buenos Aires ya ha enviado sus abogados a Nueva York para que el juez Thomas Griesa genere "condiciones de negociación justas acordes con la Constitución de Argentina, con las leyes internacionales y con los contratos que también firmamos como país con ese 92,4% de nuestros acreedores", afirma la presidenta.
Esta semana un tribunal de Nueva York falló a favor de los fondos especulativos en contra de Argentina que no se adhirieron a dichas reestructuraciones de la deuda, y exigen que el país pague la suma total acordada desde inicio. Tras la decisión, el ministro de economía argentino adelantó que el país no cumpliría con el siguiente vencimiento de 900 millones de dólares de la deuda reestructurada el 30 de junio en Nueva York, agregando que el canje podría ser realizado en Argentina.
En su discurso de hoy la mandataria no mencionó dicha declaración. En cambio, reiteró que el país siempre está dispuesto a dialogar, como ya había pasado con el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), el Club de París y la nacionalización de la petrolera YPF que poseía la española Repsol.
http://actualidad.rt.com/economia/view/131656-argentina-pide-condiciones-justas-cumplir-deuda