Sponsor

Recent

No solo no protestamos, sino que reelegimos a los políticos que nos han robado...

¿Por qué los colombianos nos aguantamos todo?

Por María Jimena Duzán

OPINIÓN

No solo no protestamos, sino que reelegimos a los políticos que nos han robado, a los alcaldes que se han enriquecido y a los aliados de los narcoparamilitares.

22 Enero 2011

En Barcelona, una ciudad que funciona bastante mejor que Bogotá, trataron de implantar el Pico y Placa por un día, pero los barceloneses salieron a protestar y lograron que el alcalde tumbara la medida en menos de una semana. En Ecuador, las petroleras están enfrentando importantes juicios por atentar contra el medio ambiente, por cuenta de los indígenas que salieron a protestar. En Estados Unidos, la BP quedó herida de muerte por cuenta de las protestas de cientos de pescadores que presionaron al gobierno de Obama para exigirle una millonaria indemnización y la salida de su país. Aquí en cambio, los colombianos nos seguimos aguantando todo, de manera estoica, sin protestar.

Las playas de Santa Marta las acabó la Drummond con su polvillo de carbón. ¿Alguien ha salido indignado a protestar por ese crimen ecológico? Cientos de niños tienen problemas respiratorios. ¿Acaso se escucharon las protestas de la gente? Los bogotanos seguimos aguantándonos un Pico y Placa que hace rato dejó de servir, y al cuestionado Alcalde nadie lo increpa. El problema con las losas de TransMilenio nos dejó una autopista inservible y en constante remiendo, pero el responsable de este descalabro es hoy uno de los candidatos más opcionados en las encuestas a la Alcaldía de Bogotá. ¿Quién nos entiende? El que va de primero en esos sondeos es el ex presidente Álvaro Uribe, a quien le debemos el desastre de Opain, la yidispolítica, las 'chuzadas' del DAS y el desastre del Inco, que nos devolvió al año de upa en materia de contratación y transparencia institucional. 

Sin embargo, fieles a nuestra forma de no protestar cuando hay que protestar, el ex presidente Uribe anda por toda Colombia lanzando sus talleres ideológicos promovidos por La U, sobre la base de sus tres huevitos: seguridad, lucha contra la corrupción y cohesión social. Yo sí quisiera asistir a uno de esos talleres democráticos financiados por La U cuando exponga su huevito de la lucha contra la corrupción, porque me imagino que debe ser una obra maestra de la ciencia política. Sus aportes en la materia serían tan iluminantes como si pusiéramos al propio Madoff a dar talleres de responsabilidad bancaria o a Berlusconi, talleres de ética. De todas las lecturas, quisiera asistir a la que hable de su legado en esa lucha contra la corrupción en el caso del aeropuerto El Dorado de Bogotá. Si fuera una de sus asistentes le preguntaría cómo fue que su gobierno consiguió otorgarle la concesión del aeropuerto a la oferta más barata (en la que coincidencialmente estaba de socio su cercano amigo William Vélez) para que después Opain empezara a pedir más dinero y la obra nos terminara costando una cifra muy superior a la más alta de las que ofertaron. Con un problemilla: con todas estas demoras y a pesar de todos los adendos, el aeropuerto que vaya a construir Opain nos va a quedar pequeño antes de que entre en funcionamiento. En esas circunstancias, lo que sí podría impartir el presidente Uribe en sus talleres ideológicos en materia de lucha contra la corrupción sería un taller sobre cómo reducir la corrupción no a sus mínimas sino a sus máximas proporciones. Ese taller podrían repartírselo con Júnior Turbay para que la cosa tenga algo de humor.

Pero no solo no protestamos, sino que terminamos reeligiendo a los políticos que nos han robado, a los alcaldes que se han enriquecido con el erario y a los que en los últimos 20 años se han aliado con los narcoparamilitares. Y como siempre, los pocos que sí protestan terminan como esos líderes de Córdoba que han sido asesinados por los paras en estos últimos meses luchando por su tierra. Lo más seguro es que en ese departamento se seguirá imponiendo la familia López Cabrales, y en Sucre los familiares de Álvaro García, así como en el Valle lo harán los títeres de Juan Carlos Martínez. Esas tres familias, a pesar de que han cohabitado a su manera con el narcoparamilitarismo siguen detentando el poder en sus regiones. Son los hombres de acero de la política colombiana: a ninguno le hace mella ni sus alianzas con el diablo, ni la precaria situación social que viven sus departamentos, ni el aumento de la violencia. 

Protestar en Colombia no solo desafía la cultura establecida, sino que lo convierte a uno en un perro a cuadros. Uno no encuentra ni los lugares precisos, ni las instituciones que reciban esa protesta y la tomen en serio. ¿A cuántos de ustedes no les ha pasado que cuando van a protestar por una cuenta de gas o de luz que supera lo normal, lo primero que hace la persona encarcagada es darle a uno a entender que la protesta no es válida y que uno es el equivocado? Las veces que yo he hecho el reclamo me ha tocado prácticamente probar que no soy una antisocial que quiere robarle chichiguas a la empresa en cuestión. ¿Han intentado hacer un reclamo en Comcel o en Movistar sin terminar convertidos en una especie de apátridas? 

Cuando ni siquiera las protestas cotidianas tienen cabida ni eco, es un síntoma preocupante de que la protesta no es valorada por la sociedad ni por las instituciones. Ahora, si lo único que hay para valorar realmente son esas tres güevas de Uribe, desde ya siento mi protesta, así me tachen de que estoy atentando contra todo un 'triplevarón'. 

http://www.semana.com/noticias-opinion/colombianos-aguantamos-todo/150545.aspx

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios

LO MÁS VISTO

¿CUÁNTO TIEMPO PASARÁ ANTES DE QUE ESTA TORMENTA SE VUELVA POLÍTICA?

Lo que está en juego en 2024: desde (Mi) América rural Por Andrea Mazzarino https://static.independentespanol.com/2024/06/26/22/EEUU-CLIMA_EXTREMO_28449.jpg?quality=75&width=1200&auto=webp Las imágenes de casas derrumbadas por aludes de lodo o árboles caídos, granjas anegadas y carreteras llenas de escombros me hicieron comprender recientemente el impacto del huracán Helene en las zonas rurales del sudeste de Estados Unidos. Ese huracán y el no menos devastador huracán Milton que lo siguió no hicieron más que exacerbar problemas subyacentes ya existentes en las zonas rurales de Estados Unidos, como los programas federales de seguros que priorizan el aumento del nivel del mar por sobre las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias, la profundización de la pobreza y la desigualdad en el acceso a seguros de vivienda privados, problemas que , en otras palabras, afrontan las comunidades agrícolas pobres del interior. Y para los millones de estadounidenses rurales afect

MARXISMO, TIERRA Y CLASE OBRERA

Para resolver la actual crisis ecológica global es necesario comenzar por comprender el modo en que el sistema capitalista ha transformado la relación de la humanidad con la tierra. El pensamiento de Karl Marx nos brinda las herramientas clave para ello. Matt Huber Traducción: Florencia Oroz Cosecha de albaricoques en el pueblo de al-Amar en la gobernación de Qalyubia, Egipto, el 21 de mayo de 2024. (Doaa Adel / NurPhoto vía Getty Images) Cuando se trata de la política ecológica y anticolonial contemporánea, quizá no haya un factor más central que la tierra. Los pueblos más oprimidos del mundo siguen siendo expulsados de la tierra y, del mismo modo, los movimientos sociales llevan mucho tiempo intentando expropiar las tierras controladas por poderosos capitalistas y Estados. La historia de las revoluciones y los movimientos anticoloniales del siglo XX giró en gran medida en torno a la tierra y a la reforma agraria. Por lo tanto, es vital que los socialistas comprendan la relación espec

EL AVANCE DE ROBOTS DE GUERRA CON IA: ¿EL FINAL DEL CONTROL HUMANO?

El uso de IA en drones militares, por ejemplo, plantea el dilema de si llegará un momento en el que la intervención humana no sea viable ni efectiva en medio de un combate veloz y dinámico. El desarrollo de robots autónomos y su uso en el ámbito militar es cada vez más común. Actualmente, los drones y vehículos autónomos permiten a los soldados realizar misiones a distancia, manteniéndolos fuera de peligro. Sin embargo, algunos expertos advierten sobre los riesgos de ceder a las máquinas decisiones tan delicadas como la de atacar objetivos humanos.  Terminator 2: el juicio final (1991).  Un precedente peligroso En 2020, en medio del conflicto en Libia, drones kamikazes atacaron un convoy del Ejército Nacional Libio sin intervención humana directa, destruyendo varios vehículos. Este ataque autónomo sin órdenes de humanos es un ejemplo del futuro que podría esperarse en los campos de batalla. La capacidad de tomar decisiones sin supervisión humana plantea la posibilidad de un conflicto e

ENTRADA DESTACADA

TRUMPONOMICS

TRUMPONOMICS

¿Qué tipo de política económica podríamos esperar de un segundo mandato de Trump? Doug Henwood No e…

Biblioteca Emancipación