(NC&T) El mapa celeste ha sido producido con datos que dos detectores del IBEX recolectaron durante seis meses de observaciones. Los detectores midieron y contaron átomos neutros energéticos.
Los átomos neutros energéticos proceden de la frontera entre nuestro sistema solar y el espacio interestelar. Es en esta región donde las partículas cargadas provenientes del Sol, llamadas viento solar, chocan con el material que existe entre las estrellas. Por su parte, los átomos neutros energéticos viajan hacia el interior del sistema solar procedentes del espacio interestelar a velocidades que van desde unos 150.000 kilómetros por hora a casi 4 millones de kilómetros por hora. Esta frontera interestelar no emite luz alguna que pueda ser captada por los telescopios convencionales.
El nuevo mapa revela la región que separa nuestro vecindario estelar, conocido como medio interestelar local, de nuestra heliosfera (una burbuja que protege nuestro sistema solar de la mayor parte de la radiación cósmica peligrosa que viaja por el espacio).
Los datos del IBEX fueron complementados y ampliados mediante informaciones reunidas por la sonda espacial Cassini. Ésta ha estado observando Saturno, sus lunas y sus anillos desde que entró en órbita al planeta en 2004.
Mapa del IBEX. (Foto: NASA/Goddard Space Flight Center) |
Los mapas celestes del IBEX también ponen en contexto observaciones provenientes de las sondas espaciales Voyager de la NASA. Las naves Voyager, lanzadas en 1977, viajaron a la región más exterior del sistema solar exterior para explorar Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. En 2007, la Voyager 2 se internó en la frontera interestelar, algo que ya hizo previamente la Voyager 1.
El satélite IBEX fue lanzado en Octubre de 2008. David J. McComas es el investigador principal del IBEX.