Este mineral estratégico para la alta tecnología, que ha causado muerte en África, está en la mira de las grandes potencias. Mientras Venezuela militarizó sus yacimientos, en Colombia están a merced de contrabandistas de la Orinoquía.
En Guainía, Vichada y Vaupés el coltan está siendo extraído por comunidades indígenas
Una nueva Vorágine está a punto de comenzar. Además de la forma rápida como la última gran reserva de tierra del mundo está empezando a ser comprada, colonizada y modificada, las evidencias de yacimientos de coltan en la Orinoquía, especialmente en Vichada, Guainía y Vaupés, han generado una ola de comerciantes, especuladores y grupos armados alrededor de un negocio que sólo este año podría mover más de 40 millones de dólares. Y es sólo la punta del iceberg.