De regreso a la libertad
Alan Jara reiteró la urgencia de un Acuerdo Humanitario
4 Feb 2009 - 9:10 am
En su primer día de libertad, Alan Jara, reiteró que el Acuerdo es la única salida para traer a la libertad a los secuestrados que se están "pudriendo" en la selva.
Después de 2.760 días de cautiverio, a los que Jara ha calificado como un largo descanso, el ex gobernador de Meta atendió varios medios de comunicación en la mañana del miércoles. Después de su encuentro con el presidente Álvaro Uribe, que se llevó a cabo en la noche del martes, Jara se mantuvo en su posición de defender el Acuerdo Humanitario como única salida para la liberación de los secuestrados. Según dijo el ex gobernador del Meta Alan Jara, de regreso a la libertad los guerrilleros se enfrentaron con tropas del Ejército. "Me tiraron al suelo y ahí recordé lo que me dijo Jorge Briceño, alias 'El Mono Jojoy', en el sentido de que ellos no se dejaban quitar secuestrados..primero me moría...Me acordé de Alan Felipe (su hijo). Allá era el mundo al revés: la guerrilla protegiéndome y el Ejército disparándome". El ex gobernador del Meta dijo que junto a él también está Libio José Martínez, el general Luis Mendieta y varios uniformados que llevan más de una década secuestrados.
De acuerdo con el ex gobernador, su secuestro duró 2.760 noches, pues no prefirió contarlo en días. Eso, según sus cuentas, equivale a 394 semanas. Durante ese tiempo, sostuvo, compartió en la selva con casi todos los secuestrados: con los que ya liberaron y con los que siguen allí.
Sobre estos últimos sostuvo que no los reconoce por su rango militar sino por sus historias. Así, por ejemplo, habló del general Luis Mendieta, en poder de las Farc desde el primero de noviembre de 1998; del teniente Enrique Murillo, a quien le dicen "El Champion" por ser campeón en esgrima, de los cabos del Ejército Libio José Martínez y Pablo Emilio Moncayo, estos dos los uniformados que más tiempo llevan secuestrados (desde el 21 de diciembre de 1997).
"Intentar escapar es una ruleta rusa de seis balas, no hay esa opción", aseveró el ex gobernador, quien recordó que durante algunas pruebas de supervivencia que enviaron lució muy enfermo. De hecho recordó que cuando le dijeron que iba a ser libre estaba con 40 grados de fiebre y bajo los males típicos de la selva. En ese momento, contó conmovido, el general Mendieta y otros uniformados aplaudieron por su buena suerte. "Lo que viví con ellos espero compartirlos con su familia".
De otro lado, recordó Jara, "comí hasta mico....comí de todo, pero cuando se podía salir del arroz y lenteja o arroz y pasta". El ex gobernador del Meta también dijo que no ve televisión hace siete años y que leyó varias ediciones repetidas de revistas.
Respeto a las cadenas, Jara dijo que los guerrilleros las usan por seguridad, más no como método de tortura. "Hasta ellos arrugan la cara cuando cumplen esa misión", sostuvo. Sobre el particular dijo que él tuvo suerte, pues no lo amarraron del cuello, como a los demás, sino de la pierna izquierda.
En ese momento recordó que las cadenas son compartidas entre dos personas y que en cierta ocasión los hicieron pasar un río, así uno de ellos no supiera nadar. Esto por orden del guerrillero 'Martín Sombra', hoy en día en poder de las autoridades.
El ex dirigente político también recordó que caminó mucho, sin saber dónde estaba, y que los transportaron en lanchas. "Tienen una red de abastecimiento..está ingresando gente..van entrando y van entrando. Tuve la oportunidad de hablar con muchos de ellos. Hay muchas cosas causas que hacen que mucha gente joven esté ingresando a la guerrilla.
Su seguridad
Pasamos de los 150 kilómetros a pie. "Profesor Moncayo allá sí que es berraco", le dijo a Gustavo Moncayo, el denominado 'Caminante por la paz'. Según dijo, de regreso a la libertad los guerrilleros se enfrentaron con tropas del Ejército. "Me tiraron al suelo y ahí recordé lo que me dijo Jorge Briceño, alias 'El Mono Jojoy', en el sentido de que ellos no se dejaban quitar secuestrados..primero me moría...Me acordé de Alan Felipe (su hijo). Allá era el mundo al revés: la guerrilla protegiéndome y el Ejército disparándome".
"Nos cayeron bombas de aviones muy cerca...el mundo al revés. Y nosotros sabemos que un operativo no conduce a otra cosa que a nuestra muerte. Ya pasó en Urrao. La instrucción es clara: vivos no nos quitan".
El ex gobernador del Meta le agradeció a la senadora Piedad Córdoba; a Marleny Orjuela, presidenta de Asfamipaz; a los programas radiales deportivos y, especialmente, a 'Los dueños del Balón'. También a los medios de comunicación. "No quisiera dejar de nombrar a ninguno", dijo.
Jara fue enfático en decir que "hay necesidad de romper con esta indiferencia...yo compartí el sufrimiento más no la alegría del regreso". De hecho, reveló que los diputados del Valle murieron por "fuego amigo" entre las Farc, es decir entre combates entre los mismos guerrilleros.
"Pareciera que al presidente Uribe le convenga la guerra y pareciera que a la guerrilla le gusta que el presidente Uribe esté en el poder...De hecho el comandante de las Farc, alias Libertad, dijo que lo que necesitan es que haya crisis...Siento, de todo corazón, que Uribe no hizo nada por la libertad de nosotros".
A su llegada
Jara fue recibido en el aeropuerto de Villavicencio por su esposa Claudia Rugeles, su hijo Alan Felipe, de 14 años, por delegados de la Cruz Roja, autoridades locales del Meta y el director de la Policía, general Oscar Naranjo, además de amigos y otros familiares.
"Libre, libre" , fueron las primeras que el ex gobernador dijo a la prensa al pisar ese aeropuerto. "Ya descansé después de siete años y medio, ahora a trabajar" , agregó Jara en unas breves declaraciones, antes de reconocer que sufre "dos problemas de salud", que no precisó.
Con un sombrero azul y una mochila de las que usan los guerrillero de las Farc, Jara paseó por la pista de aterrizaje y se dirigió a los amigos y representantes de Colombianos por la Paz, organización liderada por la senadora Piedad Córdoba, quienes lo recibieron con ramos de margaritas blancas.
Córdoba formó parte de la misión humanitaria que lo recogió en un punto del selvático departamento del Guaviare, en el sur de Colombia, desde donde fue trasladado a Villavicencio.
"Papá, papá" gritó, entre sollozos, su hijo Alan Felipe, de 14 años, quien sólo tenía siete cuando su padre fue secuestrado por las Farc.
Su esposa Claudia, quien salió corriendo por la pista en el momento en que tomó tierra el aparato, tampoco pudo reprimir las lágrimas.
Lo primero que hizo Jara fue entregar a su esposa e hijo una foto que portó de ellos durante los más de siete años que vivió cautivo en las selvas colombianas.
Jara partió desde el aeropuerto de Villavicencio al Club del Meta, donde ofrecerá una rueda de prensa.
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