Los científicos descubren cómo “recargar” las células humanas envejecidas
Las células sanas fueron entrenadas para compartir su energía con células más débiles
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zap.aeiou.pt
3 de diciembre de 2025
Un equipo de investigadores de la Universidad de Texas, en EE.UU., ha desarrollado una técnica que permite “recargar” las células humanas envejecidas fortaleciendo sus mitocondrias , las estructuras encargadas de producir energía en el interior de las células.
A medida que envejecemos, las mitocondrias disminuyen en número y eficiencia. Cuando estas "centrales energéticas" dejan de funcionar, surgen problemas en órganos como el corazón, el cerebro o los músculos.
El nuevo estudio, publicado en PNAS, muestra que es posible aumentar de forma controlable el número de mitocondrias en las células madre humanas y utilizar esta energía extra para reparar las células vecinas dañadas.
Los investigadores utilizaron partículas nanoestructuradas con forma de flor (« nanoflores ») hechas de disulfuro de molibdeno, según Science Alert . Estas partículas fueron diseñadas con poros diminutos que actúan como esponjas, atrapando moléculas de oxígeno altamente reactivas que causan estrés y daño celular. Al eliminar estas especies reactivas de oxígeno, las «nanoflores» activan genes que impulsan la producción de nuevas mitocondrias en las células madre.
Estas células madre tienen la capacidad natural de compartir mitocondrias con otras células. Sin embargo, según el estudio, ahora cuentan con un excedente de centros de energía, lo que ha aumentado el efecto de recarga en las células envejecidas o dañadas. Según el equipo, el intercambio de mitocondrias se ha duplicado en comparación con lo esperado en condiciones normales.
El impacto fue particularmente evidente en las células musculares lisas, como las del corazón, cuyo número se triplicó o cuadruplicó. En las células cardíacas expuestas a quimioterapia, la tasa de supervivencia mejoró claramente tras recibir mitocondrias adicionales.
El proceso no implica edición genética ni medicamentos, sólo la estimulación de la maquinaria natural de las células.
Los autores creen que el enfoque podría adaptarse a diversos tejidos: aplicarse cerca del corazón en casos de enfermedades cardiovasculares, directamente en el músculo en pacientes con distrofias musculares o en otras regiones donde el envejecimiento celular juega un papel central.
A pesar del entusiasmo, los científicos enfatizan que el trabajo aún se encuentra en sus etapas iniciales. El estudio se realizó en condiciones de laboratorio, y el siguiente paso será evaluar la seguridad, las dosis adecuadas y los efectos a largo plazo en modelos animales y, posteriormente, en humanos.
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Fuente: ZAP // en:
