Análisis realizados en el Pacífico muestran un fuerte impacto de los desechos marinos de la actividad minera en el zooplancton, que podrían trasladarse al resto de la cadena alimentaria
Con IA Gemini, E.O
Pablo Javier Piacente /
T21/ 07 NOV 2025
Un nuevo estudio es el primero en su tipo en demostrar que los desechos descargados de las operaciones mineras de aguas profundas podrían alterar la vida marina en la "zona crepuscular" de aguas medias, una región vital ubicada entre 200 y 1.500 metros bajo el nivel del mar, que sustenta vastas comunidades de zooplancton.
Una investigación publicada en la revista Nature Communications advierte que los residuos generados por la minería de nódulos en el fondo marino podrían alterar profundamente las redes tróficas de la “zona crepuscular”, la franja que se extiende entre aproximadamente 200 y 1.500 metros de profundidad.

Nódulos en el fondo marino abisal, junto a una nube de lodo. / Crédito: Expedición DeepCCZ de la UH/NOAA.
El equipo científico de la Universidad de Hawái en Mānoa, en Estados Unidos, combinó análisis isotópicos específicos de aminoácidos con muestras recogidas durante una prueba de minería en la Clarion-Clipperton Zone (CCZ) del Pacífico, para evaluar cómo los desechos afectan la base alimentaria de la vida marina, sustentada en el zooplancton.
Los problemas pueden extenderse a toda la cadena alimentaria
Los investigadores hallaron que las partículas liberadas por la actividad minera son nutricionalmente pobres en comparación con las partículas naturales que sostienen la vida en profundidad. En las fracciones medias y grandes, las concentraciones de aminoácidos, indicadores clave del valor nutritivo, fueron muy inferiores en el material asociado a los desechos, sugiriendo que la descarga diluye o reemplaza alimentos de mayor calidad y podría reducir la eficiencia nutricional de los organismos que la consumen.
Además, los especialistas determinaron que aproximadamente el 53 % de los taxones de zooplancton en las profundidades en las cuales se realiza la descarga de desechos mineros se alimentan por captura de partículas, y cerca del 60 % de los organismos que habitan esa zona depende de ese zooplancton como recurso alimentario. Esas proporciones indican que los problemas podrían propagarse hacia otras especies, como peces mayores, aves marinas y mamíferos marinos.
En una nota de prensa, los especialistas describieron el agua empobrecida por los desechos mineros como “comida chatarra” asociada al zooplancton. También recordaron que muchas especies no pueden escapar del penacho o área de descarga de desechos.
Impacto socioeconómico
Teniendo en cuenta la situación, alertaron también sobre posibles consecuencias socioeconómicas: la CCZ se superpone o se encuentra próxima a zonas de pesca donde opera la flota atunera del Pacífico, de forma que impactos en la productividad de los organismos más pequeños podrían tener repercusiones en la pesca comercial y, en consecuencia, en las cadenas de suministro alimentario a escala global.
Los datos analizados provienen de una liberación experimental de efluentes en otoño de 2022, cuando el desecho fue descargado a aproximadamente 1.250 metros de profundidad. Aunque el evento fue breve, las mediciones de turbidez, el conteo de partículas y el análisis químico-isotópico permitieron modelar la contribución de los desechos a la base trófica y estimar las consecuencias.
Frente a estos resultados, los investigadores aconsejaron ampliar la monitorización del zooplancton, incluir los efectos de las descargas en las evaluaciones ambientales y, al mismo tiempo, priorizar la protección de los hábitats y las comunidades marinas interconectadas.
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Referencia
Deep-sea mining discharge can disrupt midwater food webs. Michael H. Dowd et al. Nature Communications (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-025-65411-w
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Fuente:
