



- "No me puedo quejar. Con la vida que yo tuve, llegar a los 90 es un milagro. Tengo como siete balazos distintos en el cuerpo. Perdí el bazo, tengo un pulmón más chico, el corazón se me inclinó para allá, yo qué sé".
- "No es que quiera morirme, pero evidentemente, me voy arrimando".
- "Yo creo que a nadie le gusta morirse. Porque estamos programados para querer vivir, pero sabemos que al final nos morimos".
- "No le tengo miedo, tampoco la deseo. Pero por la edad que tengo, y las dolencias, es una compañera amarga que está cerca. La tengo que pastorear".
- "Varias veces me tiró besitos. Me anduvo dando vueltas alrededor del catre y no me quiso llevar, pero sé que en algún momento me va a llevar. Y bueno, es la única cosa democrática que hay en el mundo, hermano. Para todos parejitos".
- "Creo que la vida es la aventura de las moléculas, que no hay nada antes, ni nada después. Pero ojalá que me equivoque".
- "Me doy cuenta que el 'Homo sapiens' no se puede resignar a la nada de la muerte. Y es prisionero de su imaginación y de su inteligencia".
- "El hombre es el único bicho que entierra sus muertos. ¿Por qué será?".
- "Lo inevitable no se lloriquea. Lo inevitable hay que afrontarlo".
- "El hombrecito promedio a veces sueña con vacaciones y libertad. Siempre sueña con concluir las cuentas, hasta que un día el corazón se para y adiós".
- "Venimos de la nada y vamos a la nada. Pero ojalá que me equivoque. Y ojalá que exista un más allá y todo lo demás, pero no creo".
- "Prometemos una vida de derroche y despilfarro, que en el fondo constituye una cuenta regresiva contra la naturaleza y contra la humanidad como futuro".
- "Se me fue la juventud. Por eso, me peleo con los jóvenes: no le dan valor a lo que tienen, no se dan cuenta"."Si aspiráramos en esta humanidad a consumir como un americano promedio, son imprescindibles tres planetas para poder vivir".
- "Mi futuro destino está abajo de ese escollo, donde está enterrada Manuela. Cuando me muera me van a quemar y me van a enterrar ahí".
- "Estoy a cinco meses de los 90 y mi compañera tiene 80, y estamos juntos. Somos unos privilegiados. Y vos podés decir: Pepe, ¿sos feliz? Sí, hasta donde se puede ser feliz. He vivido con causa, con entusiasmo, con ganas ¿viste? Con compromiso. Y me he dado verdaderos lujos: esa escuela que está enfrente [por la Escuela Agraria], me costó un huevo [mucho dinero], pero se la doné al Estado. Y el 80% de mi sueldo como Presidente lo daba para hacer casas y me sentía orgulloso de eso. ¿Por qué? Porque decidí vivir acá, me voy a morir acá y no preciso más. ¿Qué te parece? Es un lujo".

