En esta arremetida han caído 41 mil civiles, la mayoría mujeres y niños. En el contragolpe Israel se ha llevado triunfos que se traducen en muerte
Lo que hizo Hamas el pasado 7 de octubre del 2023 es imperdonable pero responder con 41 mil muertos no tiene ninguna justificación
Por: Redacción Pares
Foto tomada de: El País
Israel siempre se ha ufanado de la tecnología con la que ha contrarrestado -y atacado- a sus rivales en oriente medio. Sin embargo el 7 de octubre del 2023 no pudieron hacer nada ante el feroz ataque de Hamas en su territorio. La operación se llamó Inundación Al-Aqsa y constituyó una bofetada a la inteligencia israelita.Ya se tenía información sobre este ataque pero no se sabía ni el lugar ni la fecha en la que ocurriría. Además Israel subestimó la determinación de Hamas. Simplemente creyeron que era imposible que lo realizaran.
Nadie sospechó lo que sucedería esa madrugada. Al menos 1.300 personas en territorio israelita fueron masacradas con bombardeos e incursiones en tierra de militantes palestinos que cruzaron sin problema la frontera. El punto neuralgico del ataque fue un festival de música electrónica. Los asistentes jamás creyeron que el horror se sobrevendría sobre ellos. Además de los muertos Hamas tomó como rehenes a 251 civiles y militares israelitas. Era la primera vez que Israel perdía parte del control de su territorio. Fue la peor masacre de judíos desde el Holocausto.
La retaliación israelita no se haría esperar. No sólo las bombas cayeron sobre Gaza sino que el sur del Libano también ha sido devastado. Las bombas han caido en Yemen, buscando derrotar a los rebeldes hutíes e Irán también ha sido blanco de las bombas. En esta arremetida han caído 41 mil civiles, la mayoría mujeres y niños. En el contragolpe Israel se ha llevado triunfos que se traducen en muerte. Las cabezas de los líderes de Hamas Ismael Haniya, asesinado en irán a finales del julio del 2024 y de Hezbolá Hassan Nasrallah en el Líbano, es la justificación que estaba buscando Netanyahu ante su desproporcionada venganza. El ataque a hospitales en Gaza y a centros urbanos ha provocado la indignación mundial. Líderes como Joe Biden, quien se ha mostrado tibio a la hora de condenar los ataques a niños, han traído críticas unánimes.
Lo peor es que la confrontación ha dejado de ser contra Gaza y Hamas sino que israel ha buscado también asestarle golpes a Hezbolá e Irán. El atentado donde murió Ismael Haniya, en Teherán, ha provocado la ira santa de Irán. La semana pasada desplegó un ataque con más de 180 misiles a Israel. Biden dejó su acostumbrada tibieza y en su momento advirtió a Netanyahu que no apoyarían a su gobierno en el caso que decidieran atacar la infraestructura nuclear iraní. Eso sí, advirtió que tiene un arsenal listo para defender a Israel en caso tal de que Irán decida atacar con todo a ese país. Mientras tanto el mundo mira con expectación a China y Rusia, quienes hasta el momento guardan prudente distancia.
En un juicioso análisis de el diario El Tiempo publicado este domingo 6 de octubre se recuerda que se ha denominado como “tolerable” una estadística absolutamente atroz: Israel afirma que, como los líderes de Hamas están entre la población civil en Gaza, el promedio para dar de baja a uno de sus líderes sea el de 15 muertos que pueden ser mujeres y niños y que no tienen ninguna conexión con células terroristas. Esta estadística en los últimos meses se ha multiplicado y la pregunta que nos hacemos todos es, de los 41 mil muertos que ha dejado el contragolpe, ¿Cuántos en realidad eran miembros de Hamas?
En Latinoamerica este nuevo capítulo en la guerra en Oriente Medio ha dividido opiniones. Gobiernos como el de Gustavo Petro o Lula Da Silva han condenado la barbarie israelita mientras el argentino Javier Milei, quien se encuentra en el otro extremo político, lo primero como realizó como mandatario fue hacer una visita oficial a Israel. Mientras tanto en Europa países como España han decidido reconocer a Palestina como estado.
En esta guerra sin fin los que llevan la peor parte son los civiles, tanto en Gaza, como en Israel y el Líbano. La operación israelita ha dejado de enfocarse exclusivamente en el sur de este país y ahora se dirige a su capital, Beirut. En la noche del pasado sábado 5 de octubre se vivió lo que la BBC catalogó como “La peor noche de bombardeos en el Líbano”. Por lo menos 23 civiles murieron en ese ataque. Israel se defiende de la condena mundial afirmando que ya ha devastado 2.000 puntos terroristas de Hezbolá, pero eso, ¿a quién le importa cuando los que están muriendo son niños?
Para este 7 de octubre, día lunes, se están tomando las medidas necesarias, sobre todo en Estados Unidos, para evitar ataques en paises como Estados Unidos y Europa. Ante la desproporcionada respuesta de Israel, que ya apunta a una guerra global en Oriente Medio, células que operan de Hezbolá y Jamás en el mundo, podrían tomar una nueva venganza en este primer año de confrontación. Con las imágenes de ciudades en ruinas y de hombres llorando a sus hijos, vuelve a quedar claro que la guerra jamás será la respuesta adecuada a cualquier ataque, por más brutal que sea. Lo que hizo Hamas el pasado 7 de octubre del 2023 es imperdonable pero responder con 41 mil muertos no tiene ninguna justificación.
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