Papel infame del parlamento yanqui
Netanyahu en Washington
El vergonzoso espectáculo dentro del Capitolio tuvo su contracara en lo que se vivió afuera, donde miles de manifestantes desafiaron el aparato represivo montado para defender a Netanyahu.
Silvio Schachter
28 De Julio, 2024
En su visita a EEUU, Netanyahu se reunió con Kamala Harris y Donald Trump, los candidatos presidenciales lo recibieron cordialmente y el gobernante israelí utilizó los encuentros en la búsqueda de legitimar sus políticas genocidas. El 24 de julio, el Congreso de Estados Unidos, recibió a Netanyahu, un criminal de guerra, buscado internacionalmente por practicar una masacre en Gaza y bloquear el alto el fuego, con una ovación de pie tanto de los demócratas como de los republicanos, mientras ofrecía un parloteo plagado de mentiras Pero su discurso se vio inmediatamente eclipsado por las acciones de decenas de miles de jóvenes que superaron la represión policial realizando manifestaciones masivas y simultáneas en la capital de ese país. Las protestas recibieron una amplia cobertura mediática en todo el mundo. Vino a Washington para superar su aislamiento global; pero en cambio, lo profundizó.
El hecho de que una figura globalmente despreciada haya recibido tal bienvenida sirve como una acusación contra el gobierno de Estados Unidos, ese poder bifronte, donde demócratas y republicanos confirman una vez más, su complicidad con los crímenes de del sionismo, lo cual confirma que el respaldo incondicional a Israel es desde siempre política de Estado, gobierne quien gobierne tanto en EEUU como en el país de medio oriente.
En 2023, Estados Unidos otorgó US$3.800 millones en ayudas a Israel como parte de un compromiso anual a largo plazo asumido bajo el gobierno de Barack Obama. Casi toda esta ayuda fue para asistencia militar. Obama, premiado con el Nobel de la Paz, a pesar que durante sus dos gobiernos no pasó un solo día sin intervenir en guerras en distintas partes del planeta, acordó en 2016 con el acuerdo del Congreso, un paquete total de US$38.000 millones en ayuda militar para la década 2017-2028. Esto representa un aumento de alrededor del 6%, ajustado a la inflación, sobre el compromiso de gasto de la década anterior. A lo largo de los años, el dinero de Estados Unidos ayudó a Israel a desarrollar uno de los ejércitos más avanzados del mundo, y los fondos le permiten comprar sofisticados equipos militares estadounidenses que usa para atacar a la población civil de Palestina y a quienes le brindan su apoyo. Desde la Segunda Guerra Mundial, Israel es el mayor receptor de la ayuda exterior estadounidense.
El vergonzoso espectáculo dentro del Capitolio tuvo su contracara en lo que se vivió afuera, donde miles de manifestantes desafiaron el aparato represivo montado para defender a Netanyahu. Enormes vallas y barricadas bloqueando todas las calles circundantes para privar a la gente de su derecho a protestar contra el criminal de guerra. Operativo reforzado con la llegada en autobuses con agentes de la policía de Nueva York para servir y proteger a Netanyahu para ese día.
Ese día quedará marcado, por un lado, por el papel infame del parlamento yanqui y por el otro por las valientes personas que protestaron poderosamente y defendieron a Palestina y a la humanidad. Personas que se reunieron en Washington, D.C. un miércoles por la mañana, de todos los ámbitos de la vida, procedentes de pueblos y ciudades de todo el país, de todos los orígenes religiosos (incluidas destacadas organizaciones musulmanas, cristianas y judías), desde importantes sindicatos hasta pequeños grupos comunitarios, estudiantes y activistas por la paz. Organizaciones, todas vestidas de rojo, para demostrar que los políticos que aplaudían vergonzosamente a Netanyahu no hablaban por ellos.
La determinación de los jóvenes de intervenir y perturbar la agenda de Netanyahu en cada oportunidad, desde el momento de su llegada, y de resistir la brutal represión policial para continuar protestando, arruinó por completo la visita de Netanyahu a Estados Unidos. El leve reproche de unos pocos representantes y algunas sillas vacías en el Congreso no fueron suficientes para causar impacto, fueron las protestas y acciones colectivas las que pusieron a prueba el apoyo de Estados Unidos al genocidio y demostraron la brutalidad del actual régimen de ocupación estadounidense-israelí.
Tan pronto como esta asamblea masiva comenzó a marchar hacia el Congreso, la policía atacó. La administración Biden-Harris no sólo destina el dinero de los impuestos estadounidenses a financiar la maquinaria de guerra israelí, sino que también lanza spray de pimienta sobre las personas que se oponen. Docenas de manifestantes que ejercían su derecho a a protestar e fueron objeto de un ataque policial brutal y no provocado. La Casa Blanca ha calumniando directamente la protesta como violenta y antisemita. Los intentos de algunos medios de comunicación y figuras políticas como Kamala Harris de demonizar a los manifestantes no pueden ocultar que esa máscara está diseñada para distraer al público de la violencia policial y de la verdadera violencia masiva que se ha cobrado más de 40.000 vidas palestinas y millones más en las guerras lideradas por Estados Unidos en todo el mundo. Se repite la misma monserga falaz que utilizaron para desacreditar a los miles de estudiantes que ocuparon los campus universitarios contra la masacre de Gaza, y en solidaridad con el pueblo palestino
El izamiento de la bandera palestina en múltiples mástiles frente a Union Station y a la sombra de los terrenos del Capitolio de Estados Unidos es una clara indicación de que la marea ha cambiado. La opinión pública se ha transformado tan dramáticamente a favor de la causa palestina y contra la política de Israel, que esta ha quedado expuesta como nunca en su verdadera barbarie.
Silvio Schachter
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