El Pentágono será el último en cantar un réquiem por su querido mundo unipolar
Ex analista de la CIA: la entente China-Rusia es un cambio tectónico en el equilibrio del poder mundial
RAY MCGOVERN, EX ANALISTA DE LA CIA
18 mayo, 2024
La extremadamente cálida recepción que el presidente chino Xi Jinping dio al presidente Vladimir Putin en Beijing selló la cada vez más formidable relación estratégica entre Rusia y China. Equivale a un cambio tectónico en el equilibrio de poder mundial.
La entente Rusia-China también suena como una sentencia de muerte para los intentos de los neófitos del Departamento de Estado estadounidense que han pretendido abrir una brecha entre estas dos potencias. La relación triangular se ha convertido en dos contra uno, con graves implicaciones, en particular, para la guerra en Ucrania. Si los genios de la política exterior del presidente estadounidense Joe Biden siguen negando los hechos, la escalada es casi segura.
En una entrevista con la agencia de noticias Xinhua, Putin destacó el “nivel sin precedentes de asociación estratégica entre nuestros países”. Él y Xi se han reunido más de 40 veces en persona o virtualmente. En junio de 2018, Xi describió a Putin como “un viejo amigo del pueblo chino” y, personalmente, su “mejor amigo”.
Por su parte, Putin señaló el jueves pasado que él y Xi están “en contacto constante y personalmente sobre todas las cuestiones urgentes de la agenda ruso-china e internacional”.
Las declaraciones conjuntas importan
Xi y Putin firmaron el jueves una contundente declaración conjunta, similar a la que ambos emitieron el 4 de febrero de 2022 que describió su relación como “superior a las alianzas políticas y militares de la era de la Guerra Fría. La amistad entre los dos Estados no tiene límites, no existen áreas de cooperación ‘prohibidas’…”
La importancia de esa declaración no se hizo evidente hasta que Putin lanzó la Operación Militar Especial en el Donbass tres semanas después. La silenciosa reacción de China sorprendió a la mayoría de los analistas, que habían descartado la posibilidad que Xi le diera Putin una “dispensa” de la política de China de no interferencia en el extranjero.
En las semanas siguientes, las declaraciones oficiales chinas dejaron en claro que los principios de Westfalia habían pasado a un segundo plano frente a “la necesidad de que cada país defienda sus intereses fundamentales” y juzgue cada situación “por sus propios méritos”.
Guerra nuclear
La declaración de este jueves de Rusia y China expresó la preocupación por “el aumento de los riesgos estratégicos entre las potencias nucleares”, en referencia a la continua escalada de la guerra en Ucrania apoyada por la OTAN.
Condena, además, “la expansión de alianzas militares y la creación de cabezas de puente militares cerca de las fronteras de otras potencias nucleares, particularmente con el despliegue avanzado de armas nucleares y sus medios vectores, así como otros elementos”.
Sin duda, Putin ha informado a Xi sobre los misiles estadounidenses que ya se encuentran en Rumania y Polonia y que pueden lanzar lo que los rusos llaman “ataque ofensivos” con un tiempo de vuelo a Moscú de menos de 10 minutos.
Seguramente Putin, también le ha informado a Xi sobre las inconsistencias en las declaraciones de Estados Unidos sobre los misiles nucleares de alcance intermedio.
Xi Jinping sabe que el 30 de diciembre de 2021 durante conversación telefónica, Joe Biden aseguró a Vladimir Putin que “Washington no tenía intención de desplegar armas de ataque ofensivas en Ucrania”.
Esa víspera de Año Nuevo hubo regocijo en el Kremlin, ya que la afirmación de Biden fue entendida como una señal que Washington podría reconocer las preocupaciones de seguridad de Rusia.
De hecho, Biden abordó esta cuestión clave en al menos cinco de los ocho artículos del proyecto de tratado entregado por Rusia a los Estados Unidos el 17 de diciembre de 2021. Sin embargo, el regocijo ruso duró poco.
El Ministro de Asuntos Exteriores Lavrov ha revelado el mes pasado que cuando se reunió con Antony Blinken, en Ginebra en enero de 2022, el secretario de Estado fingió no haber oído hablar del compromiso de Biden con Putin del 30 de diciembre de 2021.
Más bien, Blinken insistió en que podrían desplegarse misiles estadounidenses de mediano alcance. en Ucrania, y que Estados Unidos solo estaba dispuesto a limitar su número, dijo Lavrov.
La madre de todos los errores de cálculo
Cuando Biden asumió el cargo en 2021, sus asesores le aseguraron que podía aprovechar el miedo (sic) de Rusia a China y abrir una brecha entre ellos. Esto quedó vergonzosamente claro cuando Biden indicó lo que le había dicho a Putin durante la cumbre de Ginebra del 16 de junio de 2021.
Esa reunión cumbre le confirmó Putin que Joe Biden y sus asesores estaban atrapados en una evaluación totalmente obsoleta de las relaciones entre Rusia y China.
Aquí está la extraña forma en que Biden describió como el veía las relaciones de Rusia con China:
“Sin citarlo [a Putin], lo cual no creo que sea apropiado, permítanme hacer una pregunta retórica: Rusia tiene una frontera de varios miles de kilómetros con China y los chinos buscan ser la economía más poderosa del mundo y tener ejército más grande y poderoso del mundo”.
El ‘apretón’
En el aeropuerto después de la cumbre, los asistentes de Biden hicieron todo lo posible para llevarlo rápidamente al avión, pero no lograron impedir que compartiera más de su “sabiduría” sobre China:
“Rusia se encuentra en una situación muy, muy difícil en este momento. China los está exprimiendo”.
Después de estos comentarios, Putin y Xi pasaron el resto de 2021 tratando de mostrar la realidad a Biden respecto al supuesto “apretón de China a Rusia”: en efecto, nunca hubo tal apretón chino, sino un gran abrazo fraternal. Este esfuerzo mutuo culminó en una cumbre virtual Xi-Putin el 15 de diciembre de ese año.
El vídeo del primer minuto de esa conversación fue recogido por The New York Times. Aún así, la mayoría de los comentaristas parecieron pasar por alto su significado:
Putin:
“Querido amigo, querido presidente Xi Jinping.
El próximo mes de febrero espero que finalmente podamos reunirnos personalmente en Beijing como acordamos. Mantendremos conversaciones y luego participaremos en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno. Agradezco su invitación a asistir a este evento histórico”.
XI:
“Estimado presidente Putin, mi viejo amigo. Es un placer para mí conversar con usted por segunda vez este año, es nuestra reunión número 37 desde 2013. Usted ha elogiado… las relaciones entre China y Rusia como un modelo de colaboración internacional en el siglo XXI, apoyando firmemente la posición de China y oponerse firmemente a los intentos de abrir una brecha entre nuestros dos países. Lo aprecio mucho”.
¿Biden aún no se ha dado cuenta de esto? ¿Le han dicho sus asesores que Rusia y China nunca han estado más cerca, de lo que equivale a una virtual alianza militar?
La elección
Putin ha dicho que es consciente que la política de Washington hacia Rusia “se ve afectada principalmente por procesos políticos internos”. Rusia y China ciertamente evalúan de manera similar la política de Biden hacia Ucrania. Esta postura está fuertemente influenciada por un imperativo: EEUU necesita ser visto como un país que enfrenta a Rusia.
Si los exaltados países de la OTAN envían “instructores” a Ucrania, la perspectiva de una enfrentamiento militar con Rusia siempre estará presente. Lo que Biden necesita saber es que, si se trata de hostilidades abiertas entre Rusia y Occidente, es probable que enfrente algo más que ruidos de sables en el Mar de China Meridional y el espectro de una guerra en dos frentes.
Los chinos saben que son los siguientes en la fila en los planes de la OTAN. De hecho, no es ningún secreto que el Pentágono ve a China como el enemigo número uno.
Según la planificación estratégica estadounidense: la prioridad es defender la patria de la creciente amenaza que plantea la República Popular China”.
El Pentágono será el último en cantar un réquiem por su querido mundo unipolar. Esperemos que prevalezca la cordura.
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