¿Qué es ser ciudadano? ¿Qué es la identidad como nación? ¿Qué es la resistencia de un pueblo? Ante esta indagación, los Árabes Palestinos están demostrando al mundo la resistencia como posibilidad política, bajo la esperanza ante la crueldad del colonialismo de Occidente en el siglo XXI
Autor/a: María Fernanda Quintero Alzate*
“Netanyahu que la vengeance de Dieu tombe sur toi “
Franja de Gaza-Norte
La gran implosión de la violencia sistemática contra Palestina en el centro urbano de Gaza y sus fronteras territoriales por parte de Israel, ha producido un Movimiento Internacional de protestas, la Nakba, catástrofe producida por Israel y sus aliados contra el pueblo de Palestina, establezco en consideración los siguientes puntos:
1. La Nakba es una catástrofe (1) que se extiende en el tiempo, Europa y otros gobiernos corporativistas e Israel amplían la apropiación territorial en este siglo XXI, contra el pueblo palestino. El mundo está sumergido en una catástrofe, no solo para Palestina por acción de Europa y Estados Unidos, sino en el objetivo de sometimiento hacia otros pueblos en este siglo XXI bajo, el colonialismo (2).
Durante la Primera Guerra Mundial, el Mandato de Palestina había permanecido bajo administración británica y luego el Reino Unido, permitiendo la llegada de numerosos inmigrantes judíos de todo el mundo. Entonces, la Franja de Gaza entró a formar parte del Mandato británico de Palestina, autorizado por la Sociedad de Naciones, que se extendió entre 1920 y 1948, autorizando la ocupación y dividiendo la región entre árabes e israelíes.
Actualmente, la acción bélica por parte de Israel tiene a su servicio gobiernos en Europa, las clases económicas dominantes y políticas en los Estados Unidos, apoyando los grandes dispositivos militares de Israel; hacia la zona urbana de Gaza y otros espacios geográficos en Palestina. En la Nakba de este siglo XXI, el objetivo del exterminio étnico por parte de Israel, implica entrar en toda la instrumentalización de violencia heredada del colonialismo europeo. De un lado, la eliminación física del pueblo árabe palestino y la segregación geográfica en Gaza, para el propio beneficio de Israel y las multinacionales colonialistas al servicio del corporativismo capitalista. En este punto, la agresión hacia Palestina no es solo, una representación física de ocupación por parte de Israel. Alrededor del objetivo político/ militar, existe una apropiación económica y a su vez un objetivo de desubjetivizar la población, con relación a la cosmogonía cultural y religiosa adherida al territorio Árabe Palestino. El territorio no es una suma de individuos, es una población plural que se impulsa mediante deseos, acciones y búsquedas adscritas al territorio. De hecho, la eliminación de una población, en algunas ocasiones se propone bajo un método cuántico, pero, aun así, no es tan fácil eliminar una nación. La eliminación física de individuos, no logra acabar el interés que, bajo la naturalidad de su deseo continúa como población, bien sea ante una agresión y/o una instrumentación de violencia territorial. La cuestión se basa en el interés colectivo, como se asume dentro del tiempo vivido. Es decir, donde quiera que la nación palestina vaya, lleva un tiempo ulterior, no solo propio de un pasado lejano sino, de una significación alrededor del pasado reciente con respecto al extermino que ha sido sometida (3).
El colonialismo del siglo XX, proyectó la Nakba (catástrofe), hacia Palestina bajo un presente de victimización de los judíos, creando la homogenización de un estado sionista : el progreso como acción del capitalismo (4). Es decir, a comienzos del siglo XX y mucho antes, bajo la dominación del imperio Otomano, solo por citar un tiempo que se extiende se pretende dejar al pueblo Árabe-Palestino por fuera del universo. De esta manera, el colonialismo británico del siglo XX, entrega el territorio de Palestina a Israel, con su narrativa del tiempo mesiánico bajo la aplicación de una desubjetivización territorial y cultural.
El tiempo es ineludible en la medida que se representa históricamente, el espacio geográfico queda representado en aquí o allá, hacia la representación de los pueblos en su naturalidad. De esta manera, la población Árabe Palestina en su territorio, no son un recuerdo de postal, son una memoria viva que se eleva siglos atrás. Cada época tiene su reproducción de técnica e instrumentos, cada tiempo tiene instrumentos de atrocidad, crueldad, de un lado, lo que se establece son las representaciones y, de otro lado, como se asumen las diferencias en el espacio geográfico al interior de un territorio, quizás bajo racionalidades de crueldad impuestas. En nombre de la razón se asesina.
Actualmente, el colonialismo implica una acción de la tecnología al servicio militar, ello contrapone por parte de los pueblos Árabes Palestino, una resistencia popular ulterior. Precisamente, esas estructuras mentales de países colonialistas en Europa y Estados Unidos arrastran un tiempo operativo con un fin determinado, lejano al pretérito que se avizora como deseo y esperanza en el pueblo árabe palestino. Es decir, la apropiación económica y política total, hacia los territorios objetivos del proyecto económico israelí, genera una resistencia presente arraigada en la naturaleza del propio tiempo, ante ello el espacio geográfico en movimiento es crucial como lo asume la población Palestina, tema de difícil comprensión para Occidente. En este sentido, el enclave geográfico de explotación en la cuenca del mediterráneo, Palestina señala una resistencia adscrita y basada en un tiempo presente, pretérito, con un carácter ulterior (Agamben, 2006).
El poder dominante propuesto por Estados Unidos, y Europa entre otros, hegemoniza la alianza con Israel en su pretensión dominante. De hecho, Israel se sirve de una mentira bien abultada, con una narrativa de ser víctima y ejecuta en nombre de la razón y un tiempo mesiánico la vejación política sobre la nación Árabe-Palestina. Este trayecto territorial, con la cooperación de nuevos campos de información al servicio del sionismo, refleja toda la instrumentalización de guerra en este siglo.
El exterminio en el siglo XX, no fue solo de judíos, el sionismo capitalizó prospectivamente su condición de víctima. Actualmente, Israel realiza la repetición colonizadora y racial bajo una extensión de genocidio y crímenes de guerra que ejecuta contra el pueblo Árabe Palestino. En ese sentido, transfiere la repetición del siglo XX de manera consustancial hacia el siglo XXI, bajo su tiempo mesiánico para ejercer dolor a la población Árabe Palestina; liderando políticamente el revés de la historia. No es un tema cronológico de la historia, es un enclave de la historia en este caso, sobre la representación espacial genocida que ejerce Israel contra el pueblo palestino. Tema sensible, pero no obviado. Actualmente Israel, responde a la violencia con el proyecto militar de Europa, Estados Unidos y Occidente, parece que es una necesidad perentoria para el mundo, avalar el mal y el sufrimiento para otros, en este caso dirigido a la nación Palestina. Es decir, la homogenización del odio racial de Israel, instando a gobiernos a generar discursos de supremacía moral, odio racial, político, rechazo cultural contra el pueblo Árabe Palestino. Para Occidente el colonialismo significa, establecer espacialmente un trayecto esencialmente militar en todas sus vertientes económicas, políticas y culturales. Hoy el colonialismo, con su corporativismo económico, se basa en la física cuántica al interior del siglo XXI. En este siglo, para el colonialismo corporativista la física cuántica es el epicentro instrumental en la guerra hacia Palestina, es decir Israel ejecuta su plan de exterminio hacia la población del centro urbano de Gaza en Palestina: Los ataques aéreos han dejado al menos a 11.025 palestinos muertos, incluidos 4.506 niños, y herido a más de 27.000 hasta ahora, según el Ministerio de Salud palestino en Ramallah (5). Los escogieron para seguir en su torbellino colonialista, todo bajo su tiempo mesiánico (6).
3. La instrumentalización de la violencia, es una secuencia de un tiempo ulterior en el siglo XXI. Actualmente, Europa propicia conflictos bajo distintos rasgos, como la ocupación y apropiación territorial: aspectos como el desprecio hacia otras poblaciones migrantes de África y de la Europa misma, basados en estructuras mentales que responden al sentido colonialista y armamentista, idealizada por una supremacía moral, racial y laica (7). De este modo, la denominación de los pueblos de ser o no ser, está cuestionada en el propio territorio. En ese sentido, Palestina en esa representación no media de manera ontológica, sino dentro del tiempo del mundo árabe, el cual no corresponde al tiempo de Europa, ni de Occidente.
La nación Palestina tiene su propia ruta de existencia y de vida en la historia como tiempo escalar y no lineal como lo administra Occidente en su fundamentación racial. El mundo se diferencia por la coexistencia en la defensa de un territorio para los palestinos, no es el tiempo lineal lo que cuenta, sino una ruptura hacía tiempo ulterior, representado y de permanencia de su sentido como nación. En ese enclave, palestina es un territorio, entendido como aquello que acobija religiosamente, y se acentúa entre llanos, valles, tierras fértiles, agua, yacimientos de recursos naturales y energéticos, es decir un pueblo asentado en un enclave geográfico en esa gran riqueza cultural y musical que significa la identidad de la cuenca del mediterráneo (8). Esto no logra asimilarlo el mundo occidental.
El objetivo militar por parte de Estados Unidos y parte de Europa, es esencialmente que Israel se legitime ante el mundo, como el “nuevo poder militar en Medio Oriente”, tema que no se basa por el armamentismo, pues es una guerra de extensiones económicas, culturales y políticas en Oriente. No obstante, ante este colonialismo proclaman los Árabes Palestinos que los espacios que se agregan a un pueblo, es la representación de la realidad inherente a su territorio, es la resistencia en términos geográficos que los pueblos árabes realizan en la defensa de sus territorios y espacios geográficos como nación: la esperanza plural en su identidad (9). Esa distinción, los sostiene como pueblo árabe, la Nakba nace como crítica del mundo árabe, hacia lo que significó la colonización enclavada en el progreso del siglo XX, esa catástrofe precisamente continúa este siglo XXI, sin embargo, hay una resistencia del pueblo Árabe Palestino.
4. La violencia en la desubjetivización por parte de Israel hacia el pueblo palestino como nación, entendiendo que el ser humano no se ve, ni se representa como lo que debería ser: reconocidos en su territorio como nación. De este modo, Europa en alianza con Israel, en su capitalismo corporativista, implica una guerra económica, política de desubjetivización en este siglo XXI, en su hacer colonialista, los seres humanos no existen. Como lo diría Bertolt Brecht “el capitalismo no está casado con la democracia sino con el lucro”.
La desubjetivización no reconoce al otro, establece un campus diferencial entre dos mundos: el aquí y el otro allá, bajo una realidad del sujeto que vive el siglo XXI (10). La catástrofe moderna, la Nakba existe en este siglo, es la extensión de un tiempo operativo colonialista en el mundo occidental, es el trayecto que se le impone al otro en desubjetivizarlo. En otras palabras, se domina bajo la descalificación y eliminación del otro: la desubjetivización hacia el diferente, como sujeto (otro) bajo la propia tragedia, es desnaturalizar al otro en su existencia, humillarlo públicamente, someterlo a vejámenes de odio y supremacía moral (11). En otras palabras, es la homogenización de la violencia, mediante la eliminación, la humillación, el vejamen de sometimiento bajo el odio y el racismo ante la naturaleza del ser humano.
De este modo, Israel se sirve de una mentira y bien abultada en los nuevos campos y medios de información mundial. Ello parece una necesidad prioritaria para el mundo, avalar el mal y el sufrimiento que realiza Israel, contra el territorio del pueblo Árabe Palestino. Es decir, un unanimismo político en su esencialidad de figurar en la historia, ante el sufrimiento de otros, ello es la Nakba. Sin embargo, Israel no logra una visualización desde su campus ontológico, sino que entra en su tiempo mesiánico e ignora el propio tiempo de los palestinos, donde allí hay una comprensión territorial distinta que obedece más bien a la Esperanza (12). Esa Esperanza en la propia historia, es una respuesta unánime: es la resistencia del sujeto ante la resonancia del alba. De este modo, Palestina inteligentemente está advirtiendo a los pueblos del mundo sometidos, a mi modo de ver, diversos interrogantes: ¿Qué es ser ciudadano? ¿Qué es la identidad como nación? ¿Qué es la resistencia de un pueblo? Ante esta indagación, los Árabes Palestinos están demostrando al mundo la resistencia como posibilidad política, bajo la esperanza ante la crueldad del colonialismo de Occidente en el siglo XXI.
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Nakba en lengua árabe significa Catástrofe, término designado por los palestinos en relación a la violencia colonial impuesta en 1948 y secundada por Reino Unido, quien apoyaba a Israel para la ocupación del territorio de Palestina. En 1948 fueron expulsados más de 750.00 palestinos.
Se calcula que en 1918 la ocupación colonial de las potencias europeas abarcaba aproximadamente el 85 por ciento del planeta, del que un importante segmento pertenecía a las regiones en otro tiempo conocidas simplemente como orientales. (Said, La cuestión Palestina, 2013, pág. 53).
Ver sobre el “tiempo ulterior” que no responde una horizontalidad. Ver la obra del filósofo Giorgio Agamben.
Ver el concepto del progreso en Walter Benjamín, que lo relaciona con toda crítica desde la estética de un universo: lo antiguo ante lo nuevo, pero es precisamente esa modernidad q no logra superar ese pasado lejano. (Benjamin, 2000).
Información 12 de noviembre 2023 del Ministerio de Salud palestino en Ramallah, retomado de un medio de información. (Bloch, 2006, págs. 58-64)
Ver la obra del gran académico Edward Said, donde hace una disertación sobre Palestina. Resalto las paginas en su obra (Said, La cuestión Palestina , 2013, págs. 89-105)
(Barenboim, 2008) En 1999, el director de orquesta israelí-argentino Daniel Barenboim y el escritor estadounidense-palestino Edward Saïd constituyeron la West-Eastern Divan Orchestra con el fin de crear una institución musical que sería un factor de paz y acercamiento entre judíos y árabes. Lo resalto porque fue un gran encuentro cultural a través de la música.
Ver (Bloch, 2006).
Ver sobre este punto el trabajo de Gastón Bachelard: El aquí y el allá en su texto la Poética del espacio. (Bachelard, 1957) y ver la connotación de la Esperanza en el filósofo Ernest Bloch, como condición del deseo inherente al ser humano.
En ese contexto ente el día 2 de noviembre, fueron devueltos más de 5000 trabajadores de Israel a la franja de Gaza. Se creó un “lager”, un campo de concentración, es decir el sometimiento bajo un gueto durante 25 días, se les despojó de sus vestimentas, no se le alimentó debidamente, se les despojó de su dinero ganado, se les marcó con una numeración, muchos de ellos fueron torturados físicamente, psicológicamente y violados por militares judíos adscritos al ejército nacional de Israel, algunos trabajadores fueron asesinados. Los medios de información lo ocultaron al mundo. Preservación del Testimonio.
El movimiento Hamas, su origen está basado en la relación social y política con la población. Nace de la Intifada en 1987, jóvenes que se rebelan ante la ocupación, las masacres, la violación de los derechos civiles, políticos y el despojo por parte de Israel en Gaza-Palestina
María Fernanda Quintero Alzate*
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* Geógrafa –Magister UPTC en Colombia y Magister en Paris III en Sociedades en América Latina. Investigadora en temas de Territorio y Población, defensora en Derechos Humanos. Docente.
Bibliografía
– Agamben, G. (2006). El Tiempo Que Resta. Madrid: Editorila Trotta.
– Bachelard, G. (1957). La poétique de l’espace. Paris: Editorial Puf .
– Barenboim, D. (. (2008). sonido es vida. El poder de la música. Bogotá : Norma.
– Benjamin, W. (2000). Écrits Français. París: Peyot.
– Bloch, E. (2006). El Principio de la Esperanza . Madrid : Trotta .
– Said, E. (2007). Representaciones del Intelectual . Bogotá : Random House.
– Said, E. (2013). La cuestión Palestina . Madrid : Random House Mondadori .
– Sanchez, M. C. (2002). Hannah Arendt ¿ Jerusalen o América? La Fundación de la comunidad Política. Revista de Filosofía- Madrid , 57-75.
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Fuente: