Estos ciclos geológicos “ocultos” tienen un impacto significativo en la diversidad de especies marinas, que se remonta al menos a 250 millones de años
Pablo Javier Piacente
Los cambios tectónicos alteran los niveles del mar y pueden crear "caldos de cultivo" para la vida, en un ciclo geológico que se repite cada 36 millones de años, según un nuevo estudio. Los científicos han comprobado que el movimiento en las placas tectónicas de la Tierra provoca indirectamente explosiones de biodiversidad en esos períodos.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Sydney, en Australia, y de la Universidad de la Sorbona de París, en Francia, entre otros centros académicos, ha descubierto en un nuevo estudio que ciclos geológicos hasta hoy inadvertidos provocan cambios en el nivel del mar: ocurren aproximadamente cada 36 millones de años y tienen un impacto significativo en la diversidad de especies marinas. Estos ciclos de “explosiones de biodiversidad” se vienen repitiendo en nuestro planeta al menos desde los últimos 250 millones de años.
FLUCTUACIONES EN EL NIVEL DEL MAR
Según indican los científicos en su investigación, publicada recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), estos ciclos similares e integrados en el nivel del mar y los procesos del interior de la Tierra, que tienen lugar cada 36 millones de años, sugieren que la biodiversidad marina estuvo influenciada a largo plazo por fluctuaciones globales en el nivel del mar impulsadas geodinámicamente, o sea mediante agentes o fuerzas que intervienen en los procesos dinámicos de la Tierra.
En concreto, a medida que los niveles del agua suben y bajan, diferentes hábitats en las plataformas continentales y en los mares poco profundos se expanden y contraen, brindando oportunidades para que los organismos prosperen o mueran. Luego de analizar el registro fósil, los científicos han demostrado que estos cambios desencadenan el surgimiento de nuevas formas de vida, dando paso a períodos de mayor biodiversidad.
ESTALLIDOS DE BIODIVERSIDAD
De esta manera, los movimiento en las placas tectónicas de la Tierra provocan indirectamente “estallidos” de biodiversidad en ciclos de 36 millones de años, al obligar a los niveles del mar a subir y bajar. "En términos de tectónica, el ciclo de 36 millones de años marca alteraciones entre la expansión más rápida y más lenta del fondo marino, lo que lleva a cambios cíclicos de profundidad en el océano”, indicó en una nota de prensa el profesor Dietmar Müller, uno de los autores principales del nuevo estudio.
“A su vez, esto genera alteraciones en las cuencas y en la transferencia tectónica de agua hacia las profundidades de la Tierra. Todos estos cambios integrados han provocado fluctuaciones en la inundación y sequía de los continentes, con períodos en los cuales los mares se tornan más extensos y menos profundos, fomentando así la biodiversidad”, agregó Müller.
CONDICIONES IDEALES PARA LA VIDA
En otras palabras, los niveles fluctuantes del mar alrededor de los continentes y en los mares interiores poco profundos proporcionan nuevos hábitats para que prospere la vida oceánica. Vale recordar que los entornos de aguas cálidas y poco profundas son las cunas principales de la biodiversidad marina y, según diversas teorías, podrían haber sido incluso los ambientes en los cuales surgió la vida en nuestro planeta.
El equipo basó sus hallazgos en el descubrimiento de ciclos sorprendentemente similares en las variaciones del nivel del mar, los mecanismos interiores de la Tierra y los registros de fósiles marinos, que fueron identificados con la ayuda de un software especializado y cuyo origen es aún un misterio. Por último, los científicos destacaron que estos ciclos no son fijos, y que otros factores, como por ejemplo el peso de la intervención humana sobre el ambiente, podrían modificarlos hacia el futuro.
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REFERENCIA
Earth’s interior dynamics drive marine fossil diversity cycles of tens of millions of years. Slah Boulila, Shanan E. Peters, R. Dietmar Müller, Bilal U. Haq and Nathan Hara. PNAS (2023). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2221149120
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