La pugna entre las Fuerzas Armadas sudanesas y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) ha causado ya al menos un centenar de víctimas mortales en un país al borde del colapso.
Un grupo de militares sudaneses desplegados en el Aeropuerto Internacional de Goma, en el este de la República Democrática del Congo, a 2 de abril de 2023. — Glody Murhabazi / AFP
PÚBLICO / AGENCIAS
La situación en Sudán es insostenible. El grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y el Ejército sudanés se acusan mutuamente de haber atacado sus respectivas unidades después de semanas de tensión entre ambas partes, en lo que supone una grave escalada violenta en el país que ha causado ya decenas de muertos y miles de heridos.
El grueso de los combates se está desarrollando en la capital, Jartum, si bien ya se han ido extendiendo de forma progresiva a otras regiones del país, que se encuentra al borde de un conflicto general. Entretanto, se suceden los llamamientos al cese de las hostilidades, provenientes tanto de potencias regionales y mundiales, como de organizaciones internacionales.
El jefe del Ejército de Sudán, Abdelfatá al Burhan, ha ordenado este lunes la disolución de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y su catalogación como "grupo rebelde" a raíz de los enfrentamientos que estallaron este sábado. A continuación, analizamos las claves que han originado este conflicto:
¿Qué son las FAR?
Las Fuerzas de Apoyo Rápido son una fuerza paramilitar creada por el expresidente islamista Omar al Bashir y que depende de la Inteligencia sudanesa. Desde su reconversión en 2013 está liderada por Hemedti, que tras el golpe de Estado de 2021 es el vicepresidente del Consejo Soberano y número dos del Ejército.
Las FAR han sido acusadas de cometer matanzas y violaciones masivas en el conflicto de Darfur (2003-2008) y tras el derrocamiento de Al Bashir, en abril de 2019, se reconvirtió en una fuerza militar regular. También están en el punto de mira por su responsabilidad en el secuestro y asesinato de manifestantes durante la llamada revolución sudanesa, que derrocó al régimen del exdictador tras tres décadas en el poder.
Soldados del ejército sudanés, leales a al Burhan, posando para una foto en la ciudad de Puerto Sudán, en el Mar Rojo, a 16 de abril de 2023. — AFP
¿Quién se enfrenta?
El conflicto está protagonizado por las Fuerzas Armadas sudanesas y el grupo paramilitar llamado Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). El intento de constituir un Ejército unificado ha sido la espita que ha hecho estallar un conflicto que llevaba ya un tiempo en barbecho.
El grupo paramilitar FAR de Sudán afirma controlar el Palacio Presidencial tras un ataque de las Fuerzas Armadas. EFE
Al Burhan, que también es presidente del Consejo Soberano sudanés avisó a finales de marzo que unificar el Ejército era uno de los puntos del acuerdo marco alcanzado entre militares y civiles para resolver la crisis en el país, proceso que sería "largo y complicado".
Con la intención de crear un Ejército nacional unificado se llevó a cabo a comienzos de abril un taller de reforma militar y de seguridad, donde emergieron importantes divergencias entre Al Burhan y Hemedti, que han demorado una vez más el esperado acuerdo definitivo que culmine la transición en el país africano.
¿Cuándo se origina el conflicto entre Ejército y FAR?
Las desavenencias entre el Ejército sudanés y las FAR se remontan al año 2019, cuando estas últimas fueron acusadas de ser el brazo visible de la represión que acabó con la vida de cientos de manifestantes que acamparon frente a la sede del Ejército en protestas que propiciaron la caída de Al Bashir.
La plataforma opositora Fuerzas de la Libertad y el Cambio pidió entonces su disolución y recordó que este grupo cometió crímenes contra la humanidad en Darfur.
Fue entonces cuando Hemedti afirmó que el desalojo de esa sentada "fue una trampa y el objetivo eran las FAR", que según el líder de este grupo armado fueron víctimas de unos oficiales de diferentes rangos, si bien no acusó formalmente al Ejército.
Los sudaneses saludan a un grupo de soldados leales a al Burhan, en la ciudad de Puerto Sudán, en el Mar Rojo, a 16 de abril de 2023. — AFP
Un transición inconclusa
Sudán se encuentra inmerso en un proceso de transición democrática con el objetivo de poner fin a la crisis política desatada tras el golpe de Estado en octubre de 2021, con el que el líder militar Abdelfatah al Burhan –junto con Hemedti– depuso al gobierno civil de transición que dirigía el país tras la revolución sudanesa.
El pasado 8 de enero comenzó la fase final del proceso político entre los firmantes del "acuerdo marco", alcanzado el pasado 5 de diciembre entre militares y civiles y que definía los pasos para establecer un gobierno civil que sustituya al actual militar.
Sin embargo, la firma del acuerdo político definitivo entre las diferentes partes involucradas en el proceso de transición de Sudán, que estaba prevista que fuera rubricada el 1 de abril, quedó pospuesta hasta en dos ocasiones por falta de consenso sobre la creación de un Ejército unificado con las FAR.
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