Una investigación desarrollada en ratones descubre que los machos son más impredecibles
ASP/T21
Un estudio desarrollado en ratones termina con el mito de que el ciclo menstrual altera el estado emocional: en realidad, los ratones macho son más impredecibles que las hembras. La supuesta inestabilidad femenina ha condicionado la investigación clínica y neurocientífica en perjuicio de las mujeres.
Un estudio desarrollado en ratones está agitando el mundo de la investigación e incluso el de las redes sociales y la política.
La investigación, desarrollada por científicos de Escuela de Medicina de Harvard y publicada en Current Biology, ha puesto de manifiesto que, en contra de lo que se ha repetido hasta la saciedad, la menstruación no altera el estado emocional femenino.
Ha comprobado incluso que los ratones macho son más impredecibles que las hembras, lo que desafía las suposiciones centenarias utilizadas hasta ahora para excluir a las hembras roedoras de la investigación científica.
DATO CONTUNDENTE
Los datos obtenidos en esta investigación confirman que el ciclo menstrual tiene poco que ver con cómo cambian o no los comportamientos de las ratonas.
Ha establecido que el comportamiento espontáneo de los ratones hembra solo se ve afectado de manera insignificante por el estado de celo y que el comportamiento espontáneo femenino es menos variable que el comportamiento masculino, según explican los investigadores en su artículo.
Con cámaras capaces de tomar 30 imágenes por segundo, la Inteligencia Artificial pudo identificar una miríada de comportamientos "breves" (menos de medio segundo cada uno) en 16 machos y 26 hembras de ratón en un espacio cerrado, 20 minutos al día durante 15 días.
Ninguna variación en estos comportamientos podría estar relacionada con el ciclo menstrual femenino. Y la variabilidad o imprevisibilidad de estos comportamientos fue mayor en los machos. En su caso, no se ha identificado ninguna causa.
Rebecca Shansky ha estado desacreditando durante mucho tiempo el mito asociado a un vínculo entre "hormonas" e "inestabilidades" o "emociones". /GILLOOLY, KRISTIE
TAMBIÉN LAS MUJERES
Esto no es en sí mismo una revolución: durante mucho tiempo, los científicos han denunciado la falta de ratones hembra cuando se prueba, por ejemplo, un medicamento.
El pretexto de las “hormonas”, decía en 2019 Rebecca Shansky, del Departamento de Psicología de la Universidad Northeastern en Boston y coautora de la nueva investigación, debería aplicarse a la testosterona de los machos, ya que también está sujeta a altibajos.
El descubrimiento no es tampoco algo solamente curioso: hasta la década de 1990, las mujeres también fueron excluidas con mayor frecuencia de los ensayos clínicos de medicamentos, con base en la misma premisa.
Esta discriminación acarreó que algunos medicamentos, con el tiempo, hayan sido dosificados incorrectamente o mal adaptados a las mujeres. Un ejemplo citado a menudo: la pastilla para dormir Ambien que, hasta que se cambió la dosis en 2013, tenía más efectos secundarios en mujeres que en hombres.
Y LA NEUROCIENCIA
Shansky ha estado desacreditando durante mucho tiempo el mito asociado a un vínculo entre "hormonas" e "inestabilidades" o "emociones": además de haber impregnado la investigación de medicamentos, también se ha infiltrado en la investigación del cerebro.
Según un estudio de 2011, citado en un comunicado de la Universidad de Harvard, ha habido hasta cinco veces más estudios de neurociencia de un solo sexo en ratones macho que en ratones hembra.
Esta práctica ha provocado una comprensión deficiente del cerebro femenino a lo largo del tiempo, lo que probablemente contribuya al diagnóstico erróneo de afecciones mentales y neurológicas en las mujeres y al desarrollo de medicamentos con más efectos secundarios para las mujeres, problemas destacados por Shansky en una perspectiva de 2021 en Nature Neuroscience.
Por último, esta no es la primera vez que un estudio cuestiona la premisa de un vínculo entre la menstruación y los comportamientos en ratones.
Pero es quizás el primero en señalar con tanta precisión que, si hubiera que concluir que hay uno de los dos sexos que tiene un comportamiento más errático, sería más bien el macho.
REVUELO EN EL GALLINERO
Lo más curioso de todo esto es el revuelo que se ha armado en las redes sociales: está claro que no ha dejado indiferente a nadie.
Un ejemplo: el que ha causado en Twitter uno de los autores de esta investigación, Sandeep Robert Datta.
The New York Times le ha dedicado un artículo a este tema y, no menos importante, también la revista Político se ha fijado en el descubrimiento. Suma y sigue.
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REFERENCIA
Mouse spontaneous behavior reflects individual variation rather than estrous state. Dana Rubi Levy et al. Current Biology, March 07, 2023. DOI:https://doi.org/10.1016/j.cub.2023.02.035
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