DOSSIER:
Con el 40% de las actas escrutadas, la candidata de izquierda le saca casi 20 puntos al oficialismo
1. Elecciones en Honduras: Xiomara Castro ya festeja la presidencia
La candidata de izquierda Xiomara Castro, del Partido Libertad y Refundación (Libre), resultaba vencedora por casi 20 puntos de diferencia
Los hondureños eligieron en las urnas al sucesor del presidente Juan Orlando Hernández, cuestionado por corrupción y cuyo partido sería desbancado tras 12 años del poder, al que llegó tras el "golpe blando" contra Manuel Zelaya.
Xiomara Castro ya festeja la presidencia.
En unas elecciones presidenciales que se desarrollaron sin mayores incidentes y con una importante participación en torno al 69 por ciento en Honduras, la candidata de izquierda Xiomara Castro, del Partido Libertad y Refundación (Libre), resultaba vencedora por casi 20 puntos de diferencia, de acuerdo a los primeros resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE). Los resultados preliminares, que se demoraron casi una hora generando malestar en la población, le otorgaban a Castro 53,5 por ciento de los sufragios frente al 34 por ciento del candidato del Partido Nacional (PN) gobernante, el alcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura, con el 40 por ciento del total de las actas escrutadas.
Los primeros resultados oficiales coinciden con casi todos los boca de urna, que le daban a Castro una ventaja que se extendía hasta los 15 puntos de diferencia de acuerdo a la encuestadora LeVote. Ambos candidatos, que partían como favoritos a quedarse con la presidencia, se proclamaron ganadores antes de que se conozcan los resultados definitivos, que podrían llevar días en anunciarse. Los hondureños eligieron en las urnas al sucesor del presidente Juan Orlando Hernández, cuestionado por corrupción y cuyo partido sería desbancado tras 12 años en el poder.
Buena participación y tirón de orejas a los candidatos
Los comicios, en los que participaron 14 partidos y doce candidatos presidenciales, fueron observados por más de 400 enviados especiales de la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) y expresidentes latinoamericanos. No hubo "incidentes que lamentar" y participaron más de 3,2 millones de los 5,1 millones de votantes habilitados para votar, indicó Kelvin Aguirre, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Aguirre pidió a los candidatos presidenciales no declararse ganadores hasta que el CNE divulgue los resultados oficiales de las elecciones, las undécimas consecutivas desde 1980, cuando el país retornó al orden constitucional. Pero unas tres horas antes de que se cerraran las mesas de votación, los partidos Libre y Nacional daban como ganadores a sus respectivos candidatos.
El gesto de Castro y Asfura generó la inmediata reacción del CNE y la OEA. "Ayudémonos todos a salir bien de este proceso electoral, el pueblo merece actuar con tranquilidad y prudencia hasta que se produzca el resultado final", reclamó la magistrada del consejo electoral, Rixi Moncada, al anunciar el comienzo del escrutinio. Asimismo, la misión de la OEA exhortó "a los candidatos y actores políticos a que tengan una actitud responsable y eviten proclamaciones y pronunciamientos anticipados", mientras que la coordinadora residente de la ONU en Honduras, Alice Shackelford, exhortó a los actores políticos a "mantener la calma".
La masiva afluencia de votantes registrada en la capital hondureña se repitió en varias ciudades y municipios del país centroamericano. De hecho, los colegios electorales lucían repletos desde la primera hora del domingo. Xiomara Castro votó por la mañana en la ciudad de Catacamas, departamento de Olancho, en el este del país, y exhortó a sufragar de forma masiva. "Tengamos paz, no atendamos provocaciones, sabemos que van a intentar provocar al pueblo, hay desesperación, especialmente de aquellos que han estado gobernando estos 12 años", expresó.
Antes de votar en Tegucigalpa, Nasry Asfura, quien fue acusado en 2020 de malversar fondos públicos, nombrado en los Pandora Papers y vinculado al tráfico de influencias en Costa Rica, abogó por destacar la participación popular. "Lo que el pueblo hondureño quiere al final es el respeto", declaró Asfura y agregó, acaso abriendo el paraguas de lo que vendría luego: "Debemos, como caballeros y como hombres, aceptar las cosas, pero hasta que se cuente el último voto".
Por su parte el presidente Juan Orlando Hernández, luego de emitir su voto en su municipio natal de Gracias en el oeste de Honduras, manifestó: "Estoy optimista con los resultados, yo recibí al país más violento en la faz de la tierra, ya no lo somos, nos entregamos un país quebrado y dejamos un país con unas finanzas robustas". Ortega logró la reelección cuatro años atrás en unas polémicas elecciones en las que enfrentó a un candidato de una alianza coordinada por el exmandatario Manuel Zelaya (2006-09), esposo de Castro, pese a acusaciones de fraude de la oposición y de observadores, lo que desató una ola de protestas y represión estatal que dejó una treintena de fallecidos.
"Hemos experimentado este gobierno por 12 años y hemos ido de mal en peor. Tenemos la expectativa de algo nuevo", consideró el comerciante Luis Gómez. "Esperemos que no haya violencia. Independientemente de quien gane, todos somos hondureños y tenemos que respetarnos unos a otros. Lastimosamente no entendemos eso", dijo por su parte Leonel Peña, un carpintero de 57 años, tras votar en el barrio de Nueva Suyapa, periferia de la capital.
Castro, quien asegura promover un "socialismo democrático" con una agenda progresista, ha sido tildada de comunista por sus rivales más reaccionarios, y ese discurso ha calado hondo en una parte de la sociedad. "Muchas características de Venezuela las quieren traer aquí a Honduras y no las aceptamos", decía Rosa Díaz, una ama de casa de 26 años que votó por Asfura porque cree que "es diferente". "¿Cuál comunismo, si aquí en Honduras el que no trabaja no come? Yo nunca he vivido por un partido", replicaba por su parte Guadalupe Rodríguez, una vendedora ambulante de comida de 54 años.
Jornada tranquila pese a los temores
Aunque existe un alto nivel de desconfianza hacia la política y muchos hondureños temen que vuelva a haber violencia gane quien gane, la jefa de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea, Zeljana Zovko, destacó que la jornada se desarrolló en un ambiente "tranquilo" y que la afluencia a los centros de votación fue "alta". Por su parte Estados Unidos envió al jefe de su diplomacia para América latina, Brian Nichols, a reunirse con los candidatos: no quiere que una nueva crisis aliente aún más las olas migratorias que constantemente llegan de Centroamérica.
Durante la jornada se registraron algunas denuncias de irregularidades como la caída del sitio web del CNE, el cierre temporal de al menos un centro de votación y una demora en la apertura de las mesas. Horas más tarde, el portal volvió a estar en funcionamiento y accesible al público, aunque el comité electoral prometió investigar lo sucedido.
Medios locales reseñaron también el cierre temporal por parte de las Fuerzas Armadas de un colegio electoral en Tela, en el departamento norteño de Atlántida, debido al movimiento ilegal de un escáner de huellas digitales, un sistema de identificación biométrica que se utiliza por primera vez en el país.
Además del nuevo presidente, los hondureños también debían elegir a los 128 miembros del Congreso Nacional y 20 representantes del parlamento centroamericano. Los resultados de estos comicios serán definitivos, ya que en Honduras no hay posibilidad de ballotage y se consagra presidente el candidato que más votos obtenga en una única vuelta.
Los temores de fraude y los reportes de al menos 31 muertos como parte de la violencia política en esta campaña avivaron las tensiones, mientras el país experimentó un salto del desempleo de 5,7 por ciento en 2019 a 10,9 por ciento en 2020, según la Universidad Nacional Autónoma, y tiene al 59 por ciento de sus diez millones de habitantes sumidos en la pobreza.
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Fuente:
Detrás de la elección en Honduras: choque China-Estados Unidos y Trump-Biden
por Alfredo Jalife-Rahme
Paradójicamente a Joe Biden le conviene más el triunfo de la candidata hondureña Xiomara Castro, pese a su mayor afinidad con China. En la imagen, escena en una barbería de la colonia Nueva Suyapa, en Tegucigalpa, Honduras. Foto AfpLa trascendencia geopolítica de Honduras radica en su "anillo marítimo" –en las entrañas del mar Caribe: el soft belly (bajo vientre) de Estados Unidos, según el analista israelí-estadunidense del Pentágono, Robert Kaplan (https://bit.ly/3pc5rOa)– que comprende ocho (sic) fronteras náuticas: México, Belice, Cuba, Islas Caimán, Guatemala, Jamaica, Colombia y Nicaragua.
La otra frontera marítima de Honduras con El Salvador y Nicaragua (además de su frontera caribeña) es del lado del océano Pacífico, en el golfo de Fonseca, lo cual le concede su atributo singular de ser un país bioceánico.
Honduras forma parte del malhadado "triángulo norte" con Guatemala y El Salvador con sus propias definiciones geopolíticas ("Latinoamérica fracturada por su dilema ontológico entre Estados Unidos y China", https://bit.ly/3FTC75u). El búnker de la embajada de Estados Unidos de una manzana de superficie y su aparatosa nueva construcción de otras dos manzanas destacan en su capital Tegucigalpa.
Mas allá de que en la actualidad Honduras ostente su primer ingreso por las remesas (7 mil 150 millones de dólares, https://bit.ly/314ksJt) de los alrededor 1.3 millones de hondureños en Estados Unidos –de sus casi 10 millones de habitantes–, se podría aducir que Colombia y Honduras son los supremos bastiones militares de protección del mare nostrum caribeño de Estados Unidos bajo la férula del Comando Sur.
Colombia ostenta "nueve bases cuasi militares" de Estados Unidos (https://bit.ly/32IyW2x), mientras Honduras alberga la base aérea (sic) estadunidense de Soto Cano, también conocida como Palmerola (https://bit.ly/3p4BgIy), cuyo objetivo benigno es el poco exitoso combate al narcotráfico y cuyo verdadero designio es la protección del "bajo vientre" caribeño de Estados Unidos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China arremetió contra la "torcedura de brazo" de Estados Unidos que desea que "Honduras mantenga sus relaciones diplomáticas con Taiwán" cuando "ha advertido" a Tegucigalpa de "algunos de los riesgos" (sic) de acercarse a China (https://bit.ly/3DaS5qp).
La agencia británica Reuters comenta que "Estados Unidos y China se pelean (sic) sobre Honduras y la ponderación de sus lazos con Taiwán" (https://reut.rs/3D26QLQ). Hoy solamente quedan 15 países en el mundo que reconocen a la isla renegada de Taiwán, mientras China irrumpe triunfalmente en "Sudamérica" (https://bit.ly/3p05hJs).
Según Reuters, un triunfo de Xiomara Castro (XC) derivaría a suculentas inversiones de China. Impactó la sorprendente visita del polémico saliente presidente Juan Orlando Hernández (JOH) a Taiwán durante tres días, a dos semanas de la elección presidencial, donde es favorita por amplio margen de 17 por ciento (sic) en las encuestas. XC, esposa del ex presidente Manuel Zelaya (MZ) –depuesto por la dupla Obama/Biden y su secretaria de Estado Hillary Clinton–, bajo el pretexto de la anatemizada ayuda petrolera de Venezuela y su ALBA chavista.
Shannon Tiezzi, del portal nipón The Diplomat, comenta que Taiwán "está preocupado" porque la probable presidenta XC podría romper sus relaciones y alternar sus lazos diplomáticos con Pekín (https://bit.ly/3cS4d4T). Cabe señalar la visita, a una semana de la elección, por una "misión de alto nivel" de Estados Unidos (https://bit.ly/30Zi5YM).
¿Estará dispuesto Biden a aceptar el triunfo de XC cuando es conocida su animadversión al saliente presidente JOH, partidario de Trump y su política sinófoba a ultranza? Tampoco se puede soslayar que el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, es también partidario del trumpismo, mientras el presidente palestino-salvadoreño Nayib Bukele se ha inclinado a favor de China, cuando colisiona con los intereses monetaristas de Estados Unidos debido a su adopción del bitcóin –no se diga la deslegitimización de la reciente elección presidencial en Nicaragua por Biden y su vilipendiado instrumento de la OEA–.
En medio de una vecinal ambientación hostil a los demócratas y más favorable al trumpismo, a Biden le conviene paradójicamente más el triunfo de XC, pese a su mayor afinidad con China. De paso, Biden podría resarcirse del golpe de Estado teledirigido contra el ex presidente MZ, esposo de XC.
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