La mayor amenaza para las plantas es la deforestación de hábitats naturales, como la selva tropical, para expandir la agricultura
1. Casi un 40 % de la plantas del planeta están en riesgo de extinción
La seguridad alimentaria también se ve amenazada
Los biólogos alertan de que el número de especies en peligro se ha duplicado desde el año 2016.
Imagen ilustrativaPxHere
Un nuevo informe del Real Jardín Botánico de Kew (Reino Unido) revela que dos quintas partes de las plantas del mundo están bajo la amenaza de extinción, entre estas especies se incluyen 723 que los humanos utilizan como medicina.
En total 140.000 tipos de plantas, un 39,4 % del total, están en peligro, lo que supone un importante aumento frente a la estimación del 21% de especies amenazadas que se realizó en 2016, dice la organización.
El informe anual sobre el Estado Actual de Plantas y Hongos reúne la experiencia de 210 científicos de 42 países que registraron las especies en peligro de extinción.
La mayor amenaza para las plantas es la deforestación de hábitats naturales, como la selva tropical, para expandir la agricultura, afirman los expertos.
Asimismo, los científicos aseguran que están perdiendo "la carrera contrarreloj" para encontrar y salvar nuevas especies antes de que desaparezcan, indica el informe.
El mejor curso de acción ahora es "acelerar" las evaluaciones de riesgos, lo que podría hacerse con inteligencia artificial, para que puedan protegerse las áreas clave y conservarse las especies.
El cambio climático, con el aumento de las temperaturas y catástrofes ambientales como la sequía, amenaza gravemente a nuevas especies que podrían tener gran importancia para la humanidad. "Muchas de ellas podrían contener pistas importantes para resolver muchos de los desafíos urgentes de la medicina y quizás incluso algunas de las pandemias emergentes o actuales", subrayó el profesor Alexandre Antonelli, director de ciencia del Real Jardín Botánico de Kew.
De las 5.411 plantas medicinales que han sido evaluadas por su estado de conservación, 723 están en peligro. De los hongos, solo 6 especies se han evaluado como medicinales, una de las cuales está al borde de la extinción.
La seguridad alimentaria también se ve amenazada según el informe, porque solo 15 plantas proporcionan el 90 % de la ingesta energética alimentaria de la humanidad, y 4.000 millones de personas dependen enteramente de tres cultivos: arroz, maíz y trigo. "Miles de especies de plantas subutilizadas y desatendidas son el sustento de millones de personas en la Tierra", indica el coautor, el Dr. Stefano Padulosi, de Bioversity International citado por Daily Mail.
El informe descubre que hay 7.039 plantas comestibles que tienen potencial como alimentos que podrían ayudar a lidiar con millones de personas desnutridas en todo el mundo y son "lo suficientemente robustas para un clima cambiante".
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2. El calentamiento y la acidificación oceánica perjudican a las comunidades de fitoplancton
Los efectos del calentamiento del mar Mediterráneo en las comunidades planctónicas se verán agravados por la acidificación oceánica, según un estudio liderado por el del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona.
SINC
Imágenes de los experimentos realizados en la isla de Creta (Grecia). / @ICTA-UAB
Un estudio, publicado en la revista Scientific Reports pone de manifiesto que algunos de los mayores cambios ambientales previstos para este siglo en el Mar Mediterráneo, tales como la acidificación y el calentamiento oceánico, y las cada vez más frecuentes olas de calor marinas en verano, pueden tener efectos adversos en la productividad de comunidades de fitoplancton con capacidad de calcificar (cocolitofóridos).
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) producidas por la actividad humana han aumentado de forma alarmante en las últimas décadas. Una cuarta parte de este CO2 antropogénico ha sido absorbido por los océanos, modificando la química del agua y disminuyendo el pH, fenómeno conocido como la acidificación de los océanos.
El calor atrapado en la atmósfera a causa de los gases de efecto invernadero también está provocando el aumento de la temperatura del agua del mar (que absorbe anualmente hasta un 90 %). Este proceso dificulta el aporte de nutrientes a las capas oceánicas superiores, debido a una pronunciada estratificación de la columna de agua superficial.
Las emisiones de dióxido de carbono producidas por la actividad humana han aumentado de forma alarmante en las últimas décadas
“Se espera que el calentamiento en el área mediterránea se produzca un 20 % más rápido que la media global y que las olas de calor marinas sean cada vez más frecuentes a finales del siglo XXI, con graves consecuencias para la biodiversidad y la producción marina”, indica Patrizia Ziveri, profesora de investigación de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) en el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) y directora del estudio.
Los cocolitóforos, un grupo marino muy abundante de fitoplancton calcificado, juegan un papel importante en los ciclos biogeoquímicos y en la regulación del clima del planeta. Estas algas diminutas de menos de una centésima de milímetro se encuentran en la base de la cadena trófica marina e interaccionan con el CO2 atmosférico y oceánico mediante su proceso de calcificación y de fotosíntesis.
“Hasta el momento, pocos estudios científicos han analizado cómo el calentamiento y la acidificación de manera combinada podrían afectar al comportamiento fisiológico y al éxito evolutivo de las comunidades de cocolitóforos”, explica Michaël Grelaud, coautor del estudio. La mayoría de estudios se han llevado a cabo en laboratorio considerando clones de las especies.
Muestras de especímenes de E.huxleyi (arriba) y R. Clavigera (abajo) formados correctamente (a, c) y con malformaciones (b, d). / ICTA-UAB
Comportamiento de las algas a más de 28 ºC
Los investigadores del ICTA-UAB, en colaboración con el Hellenic Centre for Marine Science Research llevaron a cabo experimentos en mesocosmos con comunidades de plancton recolectadas en aguas naturalmente pobres en nutrientes del este del Mediterráneo (la isla de Creta en Grecia) incluyendo células de fitoplancton calcificante.
Estas algas diminutas de menos de una centésima de milímetro se encuentran en la base de la cadena trófica marina e interaccionan con el CO2 atmosférico
Por primera vez, el estudio detalló el comportamiento de estas algas bajo condiciones de temperatura del mar superior a los 28 ºC y un pH de 7,8 unidades en el Mediterráneo Oriental, una región pobre en nutrientes.
Los resultados muestran un claro efecto negativo del estrés térmico en la productividad y la calcificación de los cocolitóforos. Asimismo, se detectaron porcentajes considerables de anomalías de calcificación asociadas a un pH bajo. Además, “por primera vez hemos registrado un interesante incremento de la productividad de Rabdosphaera clavigera, una especie típica del este del Mediterráneo, como respuesta a la acidificación”, indicó Barbara D’Amario, primera autora del estudio. Esto destaca la importancia de analizar las respuestas de especies específicas al cambio climático, y de abordar sus mecanismos de adaptación.
Los científicos consideran que, debido al incremento progresivo de las emisiones de CO2 en la atmósfera, los peligros derivados del calentamiento y la acidificación oceánica se agudizarán todavía más en las próximas décadas, transformando las comunidades de plancton del Mediterráneo.
En el futuro, será esencial comprender bien las interacciones entre los diferentes componentes de las comunidades de plancton para conocer mejor los futuros impactos de la crisis climática en su adaptación y productividad.
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Referencia:
D’Amario, B., Pérez, C., Grelaud, M., Pitta. P., Krasakopoulou E., Ziveri P. “Coccolithophore community response to ocean acidification and warming in the Eastern Mediterranean Sea: results from a mesocosm experiment”. Scientific Reports.
Fuente:
UNIVERSITAT AUTÒNOMA DE BARCELONA
Fuente final:
Derechos: Creative Commons.