DOSSIER:
1. EEUU confirma su salida del Acuerdo de París
1. EEUU confirma su salida del Acuerdo de París
En la tarde de ayer EEUU confirmaba su salida del Acuerdo de París, firmado en 2015, a tan solo un mes de la celebración de la próxima cumbre del clima de la ONU en Madrid. El documento impedía que los países firmantes lo abandonaran los tres primeros años de entrada en vigor.
Tras anunciar el 1 de junio de 2017 que se retiraría del acuerdo climático firmado en 2015, ayer se confirmó que EE UU ha iniciado el proceso formal para hacerlo realidad / flickr
Donald Trump ha cumplido con su intención manifiesta de salir del Acuerdo de París. Tras anunciar el 1 de junio de 2017 que se retiraría del acuerdo climático firmado en 2015, ayer se confirmó que EE UU ha iniciado el proceso formal para hacerlo realidad.
“Hoy comenzamos el proceso formal de retirada del Acuerdo de París. EE UU se enorgullece de nuestro historial como líder mundial en la reducción de todas las emisiones, el fomento de la resiliencia, el crecimiento de nuestra economía y la garantía de energía para nuestros ciudadanos. El nuestro es un modelo realista y pragmático”, declaraba ayer el Secretario de Estado, Mike Pompeo.
El anuncio se hace el mismo día que se cumplen los tres años de entrada en vigencia del acuerdo
El anuncio se hace el mismo día que se cumplen los tres años de entrada en vigencia del acuerdo, ya que el punto 28 del documento impedía que los países firmantes lo abandonasen antes de dicho período.
Chile, que ejerce la presidencia de la próxima cumbre climática COP25, y España, como país sede de la conferencia, han expresado conjuntamente su deseo de que EE UU reconsidere esta decisión lo antes posible.
“Chile, como Presidencia entrante de la 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), y España, como país sede de la conferencia, expresan conjuntamente su deseo de que Estados Unidos pueda reconsiderar esta decisión lo antes posible, con el fin de seguir contando con su contribución al Acuerdo de París y a la transición hacia una economía global baja en emisiones y resiliente a los efectos adversos del cambio climático”, han expresado en un comunicado conjunto.
La COP25 tendrá lugar en Madrid el próximo mes. Se espera que esta reunión, con marcado carácter técnico, represente una oportunidad para aumentar el nivel de ambición y de acción climática, elementos fundamentales para el cumplimiento efectivo del Acuerdo de París.
“La evidencia científica y la observación directa de la frecuencia de eventos climáticos extremos muestran claramente que el cambio climático debido a causas antropogénicas está ocurriendo, y que, frente a la crisis climática, es urgente que tomemos acción colectiva para hacerle frente”, continúa el documento.
La salida sería efectiva un día después de las elecciones en EE UU
La retirada se hará efectiva a partir del 4 de noviembre del 2020, el día siguiente a las elecciones presidenciales
Las organizaciones ecologistas también han reaccionado a esta decisión de los EE UU. “El aislacionismo de Trump en este momento crítico para el planeta y la humanidad es moralmente censurable, pero su intento de descarrilar el avance global en la lucha contra el cambio climático fracasará. El Acuerdo de París seguirá vigente, con o sin el Gobierno de Estados Unidos. La transición a la energía limpia continuará”, ha señalado la directora ejecutiva de Greenpeace en EE UU, Annie Leonard.
La retirada se hará efectiva un año después de la notificación, es decir, a partir del 4 de noviembre del 2020, lo que coincide con el día siguiente a las elecciones presidenciales en el país norteamericano. Por tanto, si Trump no gana esas elecciones, el presidente entrante podrá revertir la salida del Acuerdo de París en cuestión de un mes.
Zona geográfica: España
Fuente: SINC
https://www.agenciasinc.es/Noticias/Trump-retira-a-EEUU-del-Acuerdo-de-Paris
CRISIS CLIMÁTICA
“El hecho de que desde dentro propague la idea de que la lucha contra el cambio climático es una patraña es muy peligroso”
Qué supone la salida de EEUU del Acuerdo de París
El Gobierno de Trump ha comunicado de manera oficial a la ONU que abandona el tratado internacional contra el cambio climático. Su salida puede suponer un aumento de las emisiones y vuelve a activar las alertas por un posible efecto contagio en otros gobiernos negacionistas del planeta.
El presidente de los EEUU, Donald Trump. REUTERS/Yuri Gripas
ALEJANDRO TENA
Trump ha dado el paso. Lo que ya anunció hace dos años se hace oficial y Estados Unidos inicia los trámites para abandonar el Acuerdo de París, el acuerdo internacional contra la crisis climática que fue firmado por 195 estados en 2015 en el que se establecía una hoja de ruta para tratar de evitar que la temperatura del planeta aumente más de dos grados a finales del siglo XXI.
"Hoy comenzamos el proceso formal de retirada del Acuerdo de París. Estados Unidos está orgulloso de su tradicional liderazgo mundial en la reducción de todas las emisiones, impulso de la adaptación, crecimiento de nuestra economía y garantía de energía para todos nuestros ciudadanos", anunciaba este lunes Mike Pompeo, secretario de Estado del país norteamericano.
Nada más llegar al poder, el político republicano, en un alarde de sus planteamientos negacionistas, anunció que abandonaría los acuerdos de París de 2017 tan pronto como la legislación se lo permitiera. Y así ha sido, en tanto que este tratado expone que cualquiera de las partes puede retirarse a partir del 4 de noviembre de 2020, siempre y cuando envíe una notificación formal a la ONU un año antes. Trump no ha fallado en los tiempos y ha anunciado a las Naciones Unidas que abandona los compromisos climáticos que se acordaron en 2015 en la capital francesa. Pero, ¿qué supone la salida de EEUU?
Sin frenos a las emisiones
Estados Unidos es, a nivel mundial, el segundo país más contaminante del mundo, sólo por detrás de China. Tanto, que se calcula que el país norteamericano es el responsable de cerca del 15% de las emisiones globales. Ante esto, el Acuerdo de París se presenta como uno de los escasos mecanismos internacionales que establece mecanismos para la reducción de las emisiones. Tanto, que Obama –el presidente que firmó el tratado– fijó compromisos para una reducción de las emisiones de CO2 de algo más del 25% para 2030. Sin embargo, la retirada de EEUU hace que ese escenario se vuelva aún más lejano.
“En parte el negacionismo de Trump tiene que ver con los vínculos de su administración con la industria de los combustibles fósiles”, opina Héctor de Prado, responsable de Justicia Climática de la organización Amigos de la Tierra, que señala a las repercusiones que puede tener su salida en cuanto a los compromisos financieros del tratado parisino que establecía, a grandes rasgos, que los países más contaminantes deberían destinar un porcentaje de sus fondos a financiar la adaptación y la resiliencia al cambio climático de los estados del cono sur.
“Es importante porque Estados Unidos aporta cerca del 21% del replenishment de los fondos del Global Environment Facility (Fondo para el Medio Ambiente Mundial) que empezó en París. Su retirada puede tener consecuencias nefastas para muchos países”, expone el ecologista. "La moraleja aquí es que uno de los mayores 'donantes' se retira, y lo que es peor, antes de haber completado íntegramente su promesa, con las evidentes implicaciones que eso conlleva tanto a países como a inversores", añade.
"Trump tiene vocación de genocida y usa la salida del Acuerdo de París para desviar de los problemas político que enfrenta con el impeachment. Su decisión va a afectar a la vida de millones de personas en todo el mundo, perjudicando gravemente los derechos humanos, como el derecho al agua, a la alimentación, a la salud, entre otros", valora Tom Kucharz, miembro de Ecologistas en Acción.
La salida no es irrevocable
No todo es negro. En esta noticia que reafirma la línea discursiva de Trump en materia climática hay algunas aristas a las que la sociedad norteamericana –y el resto del mundo– puede agarrarse. Tanto es así que, el abandono del acuerdo no es irrevocable. Es decir, la llegada de un nuevo presidente a la Casa Blanca, sea de manera anticipada o no, podría suponer que los EEUU volvieran a ratificar los compromisos de París.
En cualquier caso, la decisión de abandonar el multilateralismo medioambiental podría contrarrestarse dentro de los propios poderes estatales de EEUU, ya que los gobiernos de los diferentes estados tienen capacidad de impulsar sus propias medidas anticontaminación, como el reciente caso de la ciudad de Nueva York, que ha prohibido la circulación de coches en una de las avenidas principales de Manhattan. “Vemos que hay estados con políticas ejemplares en cambio climático y otros que son todo lo contrario. Quizá, esa capacidad interna sea más relevante a veces que estar en el acuerdo de París”, opina Javier Andaluz, portavoz de Ecologistas en Acción.
"Hay decisiones del gobierno de Estados Unidos que agravarán igual o mas el calentamiento global que la salida del Acuerdo de París, como por ejemplo la reactivación de proyectos como los oleoductos Keystone XL y Dakota Access Pipeline en tierras sioux o el Plan Energético América Primero, una apuesta decidida por la extracción y el uso sin límites de los combustibles fósiles. La administración Trump ha eliminado o está intentando eliminar restricciones a las tecnologías de perforación del fracking y reduciendo el gasto en las agencias públicas de regulación y control de temas medioambientales", añade Kucharz.
Efecto contagio
La posibilidad de que el discurso de Trump pueda calar en otros gobiernos conservadores como el de Bolsonaro en Brasil vuelve a saltar a la palestra. Pero no solo eso, sino que algunos estados euroescépticos pueden sumarse a la situación de bloqueo. Sobre todo, si se tiene en cuenta que EEUU no saldrá del acuerdo hasta el próximo año, por lo que Trump mantendrá su asiento en la próxima Cumbre del Clima de Madrid (COP 25) desde el que podrá incendiar los debates y frenar la ambición de los acuerdos que se puedan alcanzar. “El hecho de que desde dentro propague la idea de que la lucha contra el cambio climático es una patraña es muy peligroso”, argumenta De Prado.
En cualquier caso la salida de Trump, que hasta ahora era un gran escollo en este tipo de cumbres, puede tener aspectos positivos de cara a las futuras negociaciones. “No es necesariamente una mala noticia para el cambio climática. Él fortalece claramente los intereses negacionistas y, en ese sentido, que se vaya puede suponer que se desatasquen algunas de las negociaciones por el clima”, opina Andaluz, centrándose en cómo podrían transcurrir las futuras cumbres sin la presencia de representantes estadounidenses.
No obstante, el abandono de EEUU y de cualquier otro estado que decida seguir sus pasos debería llevar a la ONU, según los colectivos ecologistas, a activar mecanismos sancionadores para aquellos ejecutivos que no cumplan en materia climática.
Fuente:
https://www.publico.es/politica/crisis-climatica-supone-salida-eeuu-acuerdo-paris.html
CRISIS CLIMÁTICA
3. Solo el 20% de los países está en la senda para cumplir con el Acuerdo de París
Un informe alerta de que los planes de recorte que tienen sobre la mesa la mayoría de Estados no son suficientes para combatir el calentamiento
MANUEL PLANELLES
Planta de carbón en Jänschwalde, Alemania.
El inicio del proceso por parte del Gobierno de Donald Trump para retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París ha desencadenado una riada de declaraciones públicas de mandatarios en defensa de ese pacto. Así lo han hecho líderes de China, Francia, la Comisión Europea, España, Chile... Solo EE UU se ha retirado hasta ahora del acuerdo contra el cambio climático, firmado en 2015 en la capital francesa. El resto de los grandes emisores –China, la Unión Europea e India– sigue dentro. Pero una cosa es defenderlo a través de declaraciones y otra es estar en la senda de cumplir con la meta que establece ese pacto: que el calentamiento se quede dentro de unos límites manejables. Un grupo de expertos, encabezados por el expresidente del IPCC –el panel de científicos asesores de la ONU– Robert Watson, ha analizado los compromisos de los 184 países que han presentado planes de recorte de emisiones hasta ahora y el resultado es que menos del 20% de los mismos se consideran suficientes para cumplir con París.
Ese 20% de cumplidores está dominado por el bloque de la Unión Europea. A los 28 se añaden Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, Suiza, Ucrania y la República de Moldavia. Todos ellos, según este análisis auspiciado por la organización Fundación Ecológica Universal (FEU), tienen planes de recorte que fijan reducciones para 2030 de sus gases de efecto invernadero de al menos un 40% respecto a los niveles de 1990. En el caso de la UE, Liliana Hisas, directora ejecutiva de FEU, estima que algunas proyecciones apuntan a que las medidas aprobadas llevarán a una reducción de hasta el 58% de esas emisiones.
El Acuerdo de París obliga a todos los Estados que se suman al pacto a presentar planes de recortes de sus emisiones de gases de efecto invernadero, culpables del sobrecalentamiento del planeta según la mayoría de la comunidad científica y vinculados, principalmente, al uso de los combustibles fósiles. De momento, 184 Estados han presentado programas de recorte, que son dispares y en muchos casos difíciles de comparar. Esos planes de recorte de todos los países deben servir para que el incremento medio de la temperatura en el planeta se quede por debajo de los dos grados respecto a los niveles preindustriales y en la medida de lo posible por debajo de 1,5.
El informe elaborado por este grupo de especialistas fija como meta para evaluar a los Estados el objetivo de 1,5 grados. Y, según detallan, para conseguir que la temperatura se quede por debajo de ese umbral en 2030 se deberán haber reducido las emisiones mundiales un 50% respecto a las de 1990; y en 2050 se tendrán que alcanzar las emisiones cero. Al analizar los planes de recorte de los países para la próxima década, estos expertos concluyen que solo ese 20% de países está en la senda para cumplir con esa ruta de eliminación de sus emisiones. El resto, al menos en los compromisos presentados ante la ONU, no está bien encaminado.
"Estamos en una situación crítica", advierte Pablo Canziani, doctor en Ciencias Físicas y miembro del IPCC. Porque la suma de todas las contribuciones actuales llevará a un aumento de más de tres grados, como ya ha advertido la ONU. "Esto significa que las medidas para hacer frente al cambio climático deben duplicarse o triplicarse en la próxima década para reducir las emisiones en un 50% para 2030", explica el informe.
El estudio apunta a que el 75% de los 184 planes presentados hasta ahora son insuficientes para frenar el cambio climático. Luego existe un pequeño grupo de Estados, 12 países que representan el 5% del total, que el estudio determina que cuentan con unos planes "parcialmente suficientes".
Volumen de emisiones
El problema no es solo numérico, es decir, no reside solo en que el 75% de los países no están en la ruta correcta. El principal escollo es el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero de los países que no están siendo ambiciosos. Porque la UE solo representa ya el 9% de las emisiones globales, recuerda el informe. Los principales emisores ahora son, además de Europa: China (26,8%), Estados Unidos (13,1%), India (7%) y Rusia (4,6%). China e India están dentro de la categoría roja del informe, la de países con planes de recorte insuficientes. Rusia ni siquiera ha presentado el suyo. Y Estados Unidos –cuyo plan data de la época de Obama y también se considera insuficiente en el informe– ha iniciado el camino para salirse del acuerdo.
"Estamos muy lejos de llegar a los dos grados", advierte Canziani. "Y cuanto más se retrasen las medidas mayores serán los costes económicos y socioambientales". El informe recuerda, por ejemplo, que las pérdidas económicas y daños de los 690 fenómenos meteorológicos extremos de 2017 supusieron unas pérdidas de 330.000 millones de dólares. Para 2030, advierten los investigadores, se espera que se hayan doblado.
Aumento de la ambición
Pero no todo son malas noticias. El propio Acuerdo de París establece un calendario de revisión al alza de los planes nacionales de recorte de emisiones. En 2020 se producirá la primera revisión y hay unos 70 países que sostienen que presentarán nuevas contribuciones, aunque ni India, ni China, ni Rusia están aún dentro de ese bloque. La cumbre del clima que se celebrará en diciembre en Madrid debe servir para lograr el compromiso de más Estados a aumentar su ambición contra el calentamiento global.
El informe apunta a que "el 97% de las 184 promesas climáticas son las mismas que se presentaron inicialmente en 2015 y 2016", cuando se cerró el Acuerdo de París. De momento, solo seis países han revisado sus planes: cuatro han prometido recortes más fuertes y dos han debilitado sus metas.
"Este informe es una llamada de atención a los nuevos liderazgos", dice Canziani. "Se necesita un liderazgo de los países más emisores y de los ciudadanos que viven en los países con las emisiones per cápita más altas", concluye este investigador.
11.000 CIENTÍFICOS ALERTAN DE LA EMERGENCIA CLIMÁTICA
Un grupo de más de 11.000 científicos se han sumado a un manifiesto, publicado en la revista Bioscience, en el que alerta de que "el planeta Tierra se enfrenta a una emergencia climática". El escrito recuerda que hace 40 años, científicos de 50 naciones se reunieron en la primera conferencia mundial sobre el Clima en Ginebra (en 1979) y ya alertaron de las "tendencias alarmantes" sobre el cambio climático y la necesidad de actuar. Cuatro décadas y varias decenas de cumbres y dos acuerdos climáticos después, "las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando rápidamente, con efectos cada vez más perjudiciales en el clima de la Tierra".
Por ello, estos científicos piden que aumenten los esfuerzos para preservar el planeta. Y proponen que se apliquen medidas en seis campos concretos: energía, contaminantes de corta duración, naturaleza, alimentación, economía y alimentación. Los firmantes exponen que los cambios necesarios implican "grandes transformaciones en la forma en que nuestra sociedad global funciona e interactúa con los ecosistemas naturales". Y aplauden los movimientos globales liderados por los escolares que están haciendo que aumente la concienciación.
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