INCONSTITUCIONAL, ABUSO, ESTUPIDEZ, INSESATEZ Y ARBITRARIEDAD
LA PENALIZACIÓN DE LA DOSIS MÍNIMA
Decreto contra la dosis mínima es una sobredosis de estupidez, insensatez y arbitrariedad
Algunos de los columnistas más destacados del día en los principales medios nacionales hacen varias críticas a la polémica medida del presidente Iván Duque.
Imagen de ilustración | HighGradeRoots - iStock
El profesor de la Universidad Nacional Rodrigo Uprimny sostiene que el decreto “sufre una sobredosis… de insensatez, pues reproduce algunos de los más arraigados errores y prejuicios de la política frente a las drogas de las últimas décadas”, y expone dos en su columna de El Espectador:
Uno, el prejuicio de tratar a todos los portadores de droga como “adictos o consumidores problemáticos y que por ello a todos hay que reprimirlos”; y dos, el error de suponer “que la represión es un buen instrumento para reducir el consumo de drogas”, pues la historia ha demostrado que las estrategias represivas solo aumentan el consumo de las sustancias que se pretende prohibir.
“Funcionan mucho mejor las políticas inteligentes de regulación estricta de las sustancias psicoactivas, con criterios de salud pública, pero respetando los derechos de los usuarios”.
Para María Jimena Duzán, el decreto es populista, innecesario, anacrónico, distrae al país de las reformas urgentes y “le abre campo a esa doble moral que siempre ha campeado en Colombia”.
Además, a la columnista de Semana le preocupa que la Policía se desgaste “parando taxis, carros y transeúntes, con base en ciertos fenotipos”, y no se ocupe de los graves problemas de seguridad que sufre el país.
“Desde que el decreto entró en vigencia la semana pasada, volvieron las redadas de la Policía, los retenes y con ellos el bajo mundo corrupto de los pagos bajo cuerda. Desde hace unos días, todas las estaciones de Policía –no solo las del Chicó– se llenaron de consumidores ocasionales castigados, de kilos de droga decomisada (vaya uno a saber dónde va a parar)… pero no de jíbaros”.
En la misma onda está Lola Salcedo, quien cita en su columna dominical —dedicada específicamente al uso de la marihuana en adultos— al gerente general de la IPS Restaura tu Vida*, Pablo Badel Rey: “Suben el presupuesto para comprar armas, bajan el de educación y la gente celebrando un decreto que le da poder a la policía para ser más arbitraria de lo que ya es. Tal como ocurrió en la época de la prohibición del alcohol en los Estados Unidos los indicadores de consumo se disparan, los ‘polijíbaros’ cobrarán por liberar zonas para el traqueteo local o se quedarán con el negocio”.
La escritora agrega a ese testimonio unas palabras de César Gaviria en una entrevista reciente: “Hacía la misma referencia de Badel pero añadía que fue esa prohibición la que fortaleció y constituyó la mafia italiana, viva hasta el día de hoy”.
Salcedo desestima los argumentos de protección a los niños: sostiene que “es muy difícil que le vendan un cigarrillo de marihuana a un niño y que lo prenda en el colegio, porque es como una boleta de captura”, y concluye que “la persecución del varillo” va a castigar injustificadamente a pacientes de cáncer o las denominadas enfermedades huérfanas, que han encontrado en el canabidiol que tiene la marihuana —recetada por muchos médicos— efectos positivos.
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*Institución especializada en atención a consumidores de sustancias sicoactivas en Sucre.
Fuentes consultadas
El Espectador
Semana
Fuente: https://www.pulzo.com/nacion/columnas-opinion-domingo-7-octubre-PP570412