El foro del miedo
José Blanco
A partir de mañana, durante cuatro días, tendrá lugar en Davos, el 48 World Economic Forum Annual Meeting. Se reunirán los llamados líderes globales a tomar decisiones sobre el mundo al que dañan, ambiental y socialmente, de modo profundo y permanente. Cada uno pagará 55 mil dólares por su admisión, asunto que, desde luego, no les roba ni un minuto de sueño.
La propaganda dice que asistirá un número récord de jefes de Estado y de gobierno, aunque el apartado en que presume del número de asistentes está ilustrado con las fotografías de Emmanuel Macron, Theresa May, Donald Trump, Narendra Modi (India) y Justin Trudeau. El inefable Donald está ubicado, con todo el reconocimiento que les merece, al centro.
Klaus Schwab, fundador y director ejecutivo del Foro Económico Mundial, ha escrito para esta reunión: Nuestro mundo se ha fracturado debido a la creciente competencia entre las naciones y por profundas divisiones dentro de las sociedades. Y la envergadura de los desafíos que enfrenta nuestro mundo hace que sea más esencial que nunca la acción concertada, colaborativa e integrada. Nuestra reunión anual tiene como objetivo vencer estas líneas de fractura al reafirmar los intereses compartidos por las naciones, asegurando el compromiso de múltiples actores en la renovación de contratos sociales por medio del crecimiento inclusivo.
Ya resultan hilarantes o indignantes o hipócritas, según sea su sensibilidad, las que serán las conclusiones del foro 2018: que se pondrán de acuerdo para ¡vencer! los desgarros que presenta un mundo fracturado, debido a la competencia, dicen, entre las naciones y a las profundas divisiones dentro de las sociedades.
Las naciones no están en competencia económica, lo están las empresas multinacionales cuyos dueños viven en los países industrialmente desarrollados, mientras expolian a inmensas poblaciones del mundo subdesarrollado y subordinado. ¿Van a vencer, o al menos morigerar, la competencia económica? Fake news.
Hay, sí, una geopolítica donde las grandes potencias económicas y militares están en ruta de colisión.
La nueva estrategia nacional de Trump se llama competencia estrategia interestatal, y es su principal preocupación y no los ataques yihadistas, reportó el pasado viernes el diario británico The Telegraph. De acuerdo con el mismo periódico, se trata de un punto de inflexión después de casi dos décadas en las que Estados Unidos se ha centrado en la lucha contra el terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre. China, Rusia, Corea del Norte e Irán son mencionados ahora como potencias que amenazan el orden internacional.
James Mattis, secretario de Defensa estadunidense, dijo en un discurso el viernes pasado: “Seguiremos procesando la campaña contra los terroristas, que estamos llevando a cabo hoy, pero la competencia de las grandes potencias –no el terrorismo– es ahora el foco principal de la seguridad nacional estadunidense”. Añadió, con el estilo del gorila macho que se golpea el pecho con los puños: Para todos aquellos que amenazan el experimento de un Estados Unidos en democracia: deben saber que, si nos desafían, será su peor y más largo día. China, dijo Mattis, “es un competidor estratégico que utiliza la economía depredadora para intimidar a sus vecinos, mientras militariza partes sustantivas del Mar del Sur de China..., y Rusia ha violado las fronteras de las naciones cercanas y persigue vetar el poder sobre las decisiones económicas, diplomáticas y de seguridad de sus vecinos”.John McCain, senador republicano de Arizona, dio la bienvenida a la nueva estrategia, diciendo: Construye bien [Trump] las grandes decisiones, da prioridad a las amenazas que enfrentamos y ofrece una guía clara para tomar decisiones difíciles.
Donald, primer presidente estadunidense que asiste a Davos desde Clinton, hace 18 años, dará el discurso principal antes del cierre del Foro. Desde luego, son muchos los que esperan que el centro de su diatriba sea: Make America great again; ya el pasado viernes ha anticipado su posición sobre cualquier iniciativa que procure dizque vencer las fracturas y divisiones de las sociedades del mundo. Antes, Trump había designado a Jerusalén como capital de Israel, con lo cual decidió no ser más un interlocutor de Medio Oriente y dejar (él no parece saberlo) el camino abierto a China.
Entre tanto, Rusia derrota militarmente a ISIS en Siria, con lo cual Putin no sólo ha elevado sus votos para volver a relegirse, sino que sube varios escalones como actor de la geopolítica internacional. Acto seguido, Turquía, según informa Reuters, citando a responsables destacados de las YPG (Unidades de Protección Popular) ha disparado desde la noche del jueves alrededor de 70 proyectiles contra posiciones kurdas en Afrin, Siria, región controlada por milicias kurdoárabes apoyadas por EU.
El Foro de Davos será el foro del miedo. Del miedo de las élites del planeta, cuyos escandalosos desvaríos pueden destruir al mundo mucho mayor de los hambrientos.
El informe principal de Davos, bajo el título general de Fracturas, temores y fracasos, destaca los riesgos globales, e incluye subtítulos como La parca, de cosecha, La muerte del comercio, Las hebillas de la democracia, La extinción de la precisión, Al abismo, Los temores de un Armagedón ecológico y Guerra sin reglas.
Y mientras las élites del mundo no cesan de vanagloriarse de las mil maravillas que tenemos y tendremos con la inteligencia artificial, el propio informe del foro subraya que ésta ha sido la más débil recuperación registrada tras una recesión, y el crecimiento de la productividad permanece extrañamente débil.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2018/01/23/opinion/017a1pol