Oportunidad histórica de ascenso sin trabas
El Decreto 1278 del junio 19 de 2002 dividió al magisterio oficial de Colombia en dos estatutos. A pesar de la dura pelea que dio la Federación Colombiana de Educadores, en ese momento, el gobierno de Andrés Pastrana logró aprobar este lesivo decreto que golpeó fuertemente buena parte de las condiciones laborales de la carrera docente.
Una vez asumió el cargo Uribe Vélez, él y su ministra Cecilia María Vélez se convirtieron en férreos defensores de este estatuto; sobre todo, por la extensa política de privatización de la educación que implementaron. Esta normatividad era propicia para ‘controlar’ a un maestro que ahora debía pensar en que si salía a la calle a protestar pondría en riesgo su evaluación de desempeño y, por ende, su estabilidad laboral. Con el tiempo, se demostró que estas trabas no fueron impedimento.
La Evaluación de Competencias se supone que fue creada para promover el ascenso y reubicación salarial; sin embargo, su verdadero propósito ha sido el opuesto. La verdad es que, sin importar el contenido de las preguntas en el examen, sólo la supera el porcentaje de maestros que el gobierno aprueba de acuerdo a disponibilidad presupuestal.
En mayo del 2014, Fecode logró que el Ministerio de Educación Nacional aceptara acabar con esta evaluación y buscar un nuevo modelo de ascenso. La última sería ese mismo año. Pactaron consensuar en los dos meses siguientes a la firma del acuerdo un nuevo sistema. Sin embargo, llegado noviembre, debido a que la propuesta del gobierno era demasiado contraproducente para los educadores y no había disposición en ceder, las partes se pararon de la mesa sin acuerdo alguno.
La discusión del Estatuto Único es un proceso que requiere tiempo y depende en parte de voluntad política. Hoy en día el debate está parado porque el Congreso no ha designado todavía a sus representantes; no obstante, Fecode no ha declinado en esta lucha y continúa en la dinámica de sacar este Estatuto cuando antes. Reemplazar una ley en Colombia no es una tarea para nada fácil. Así como se alcanzó el Estatuto 2277 en una lucha que duró más de una década, derogar el 1278 necesitará tiempo y esfuerzo. Pero es posible por pasos, con constancia y determinación. Acabar con la Evaluación de Competencias es un paso contundente y seguro en esa vía.
Bajo este contexto, teniendo en cuenta que por primera vez en 13 años existe una posibilidad real de que los maestros del 1278 puedan ascender sin trabas, Fecode incluyó la exigencia de un nuevo modelo en el Pliego de Peticiones que radicará ante el MEN el 26 de febrero. Este punto y el primero, Nivelación Salarial, están correlacionados. El proceso de nivelación no solo consiste en equiparar los salarios de los docentes a los demás funcionarios públicos, sino que el gobierno debe asegurar el presupuesto nacional para tal fin. Así que además de ascensos debe haber dinero para hacerlos efectivos.
Hay que dejar la Evaluación de Competencias en el pasado y propugnar por un sistema equitativo con base en reglas claras y accesibles. La consecución de este objetivo depende de la capacidad de movilización y unidad del magisterio.
Ascenso en el escalafón de acuerdo al crecimiento profesional
El modelo de ascenso y reubicación salarial que ha concebido Fecode para los maestros del estatuto 1278 se basa en tres criterios: título, experiencia y producción académica. ¿Qué quiere decir cada uno?
Actualmente la estructura del Escalafón Docente del Decreto 1278 se conforma por tres grados (1, 2 y 3) y cada grado está compuesto por cuatro niveles salariales (A-B-C-D). Tanto para ascender entre niveles como entre grados se requiere superar la Evaluación de Competencias. No solo es requisito el título académico y los tres años de servicio, es necesario sacar más de 80%. La propuesta de Fecode, construida en conjunto por una consulta con educadores del 1278 de todo el país, asesores jurídicos y el Comité Ejecutivo, quiere romper con esto.
El docente en el trabajo en su aula realiza una serie de actividades, ejercicios, capacitaciones. Así mismo, por fuera del aula el maestro es alumno, pues adelanta capacitaciones, diplomados, seminarios… estudios complementarios que le aportan instrumentos y conocimientos para trasmitir a sus estudiantes mediante sus enseñanzas. Todas estas son acciones que contribuyen en su formación profesional, como experiencia profesional
En su quehacer también produce artículos, textos, softwares, talleres, proyectos educativos, innovaciones pedagógicas, investigaciones, etc. Una serie de elementos que puede compartir con otros compañeros para contribuir a la progresión del sistema pedagógico nacional.
En estos momentos, al Ministerio no le interesa ninguna de estas actividades, todo se restringe al puntaje de la Evaluación. De hecho, en las negociaciones del año pasado, el gobierno dejó ver que no le gusta el tema de producción académica y fue una de las dificultades que entorpecieron los resultados.
Sin embargo, para Fecode cada uno de estos elementos sumaría al momento de ascender entre niveles. Los avances comprobados en producción académica o experiencia deben ser suficientes para escalar entre niveles. Ahora bien, los títulos de posgrado merecerían de por sí un rango aparte, pues un título de maestría o doctorado debería contar por sí solo para ascender entre grados.
Entonces, por ejemplo, si un maestro de Química ha realizado un seminario de actualización sobre nuevos polímeros, pero además desarrolla una investigación con sus alumnos en clase, participa en una feria de Ciencias con un proyecto y logra publicar un artículo con los resultados. Tal progreso debería ser suficiente para subir de una categoría de A a la C sin requisitos adicionales.
La anterior es la base conceptual de la propuesta que Fecode planteó en la negociación pasada y funcionaría como punto de partida para los conceptos de una próxima. Pero hasta el inicio de la negociación no hay nada certero. El nuevo proceso arrancará de cero. No obstante, una cosa es segura: La calidad de la educación pública sólo se alcanzará cuando se motive al maestro a crecer profesionalmente y, por supuesto, esto se vea reflejado en su reconocimiento salarial.
Sin embargo, para Fecode cada uno de estos elementos sumaría al momento de ascender entre niveles. Los avances comprobados en producción académica o experiencia deben ser suficientes para escalar entre niveles. Ahora bien, los títulos de posgrado merecerían de por sí un rango aparte, pues un título de maestría o doctorado debería contar por sí solo para ascender entre grados.
Entonces, por ejemplo, si un maestro de Química ha realizado un seminario de actualización sobre nuevos polímeros, pero además desarrolla una investigación con sus alumnos en clase, participa en una feria de Ciencias con un proyecto y logra publicar un artículo con los resultados. Tal progreso debería ser suficiente para subir de una categoría de A a la C sin requisitos adicionales.
La anterior es la base conceptual de la propuesta que Fecode planteó en la negociación pasada y funcionaría como punto de partida para los conceptos de una próxima. Pero hasta el inicio la negociación no hay nada certero. El nuevo proceso arrancará de cero. No obstante, una cosa es segura: La calidad de la educación pública sólo se alcanzará cuando se motive al maestro a crecer profesionalmente y, por supuesto, esto se vea reflejado en su reconocimiento salarial.
Fecode, comprometido con el 1278
El ascenso en el Estatuto 1278 no está congelado. FECODE y el MEN acordaron que la evaluación del 2014 sería la última y se espera que el gobierno cumpla con su palabra. Por lo tanto, se hace urgente la definición de nuevos criterios accesibles y concretos.
Alrededor de la evaluación hay una gran cantidad de injusticias y muchas desigualdades, por eso, Fecode tiene como prioridad definir y llegar a un acuerdo con el gobierno para establecer el nuevo sistema. En mayo del 2014, el Ministerio abrió la posibilidad de que los docentes tengan voz en la determinación de esos criterios. Esta es una oportunidad que no puede dejar pasarse. Sobre todo con un gobierno preocupado por mejorar los índices de calidad de la educación en el país.
El reto es pensar fuera de la caja y no conformarse con un sistema amañado; respaldar una propuesta presentada por y para el magisterio. La rapidez con la que se consiga ese nuevo modelo dependerá de la fuerza de la movilización y protesta social, en la que es importante el apoyo de la comunidad educativa.
Era necesario cerrar la vía de la evaluación para plantear un debate desde cero. Por eso, Fecode, con base en el acuerdo que se firmó en mayo, presentará nuevamente la discusión sobre los criterios buscando que este mismo año ascienda mucho más que el limitado número que restringe este examen. Y que los docentes del 1278 dejen de pensar en evaluación cada principio de año para comenzar a pensar en ascensos reales.
El llamado de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación al magisterio colombiano en pleno es a rodear a su Federación en una misma causa. La Fecode está convencida de que, como se caracteriza históricamente, puede sacar a 'buen puerto' todos y cada uno de los objetivos del pliego con la fuerza conjunta de miles de maestros y maestras decididos.
http://www.fecode.edu.co/index.php/es/boletines/boletin-encuentro/boletin-virtual/205-fecode-comprometido-con-el-1278 / http://www.fecode.edu.co/index.php/es/boletines/boletin-encuentro/boletin-virtual/206-ascenso-en-el-escalafon-de-acuerdo-al-crecimiento-profesional
http://www.fecode.edu.co/index.php/es/boletines/boletin-encuentro/boletin-virtual/204-oportunidad-historica-de-ascenso-sin-trabass