Gabriel Celaya o la poesía como herramienta política
Publicado en CULTURAS
cronicapopular
Paula Guerra || Periodista. Madrid.
Título: `La poesía es un arma cargada de Celaya´.
Autor: Varios.
Editorial: Atrapasueños.
Páginas: 102.
Precio: 10,40 €.
Año e ISBN: 2011 – 13: 978-84-615-2974-2.
El miércoles 17 de enero se presentó en el Ateneo de Madrid el libro `La poesía es un arma cargada de Celaya´, trabajo colectivo editado en 2011 para conmemorar el centenario del poeta. El acto, que fue organizado por la Agrupación Ateneísta Juan Negrín, forma parte de la gira “Huracán Celaya”, recorrido cuya finalidad es sacar del olvido al poeta indignado.
“Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse” Con estos versos, citados ayer en el Salón Ciudad de Úbeda del Ateneo de Madrid, se quiso reflejar el carácter ideológico de la poesía de Gabriel Celaya y su firme convicción de que ésta debe y puede jugar un rol político en la sociedad.
Fueron dos horas de un acto donde jóvenes y viejos poetas rindieron homenaje al que consideran un poeta injustamente olvidado. Mikel Méndez, de la Agrupación Ateneísta “Juan Negrín” y uno de los encargados de presentar el libro, afirmó que Celaya, al igual que poetas como Miguel Hernández o Pablo Neruda, apostó ferozmente por la poesía “no sólo como un pasatiempo o una manera de expresar sus ideas, sino como una profesión”, que defendió y dignificó.
Méndez recordó que Celaya lo dejó todo por la poesía: “A mediados de los cuarenta, tras conocer a Amparitxu Gastón, inauguró la colección de poesía Norte y, a partir de ese momento, utilizó la poesía como herramienta de servicio al ser humano”.
Atrás quedarían su profesión de ingeniero y su cargo de gerente en una importante empresa familiar. Para Celaya no había vuelta atrás. La poesía se convertiría en esa herramienta de lucha social que no sería jamás un fin en sí misma, sino un instrumento para transformar el mundo.
Felipe Alcaraz, Mikel Méndez en un momento de la lectura de poemas de Celaya en el Aetneo de Madrid. ©Paula Guerra
|El huracán
Otro de los ponentes, Joaquín Recio, coordinador de la editorial Atrapasueños, inició su presentación comentando que si en 2011 “soplaron vientos del pueblo” con Miguel Hernández, este año hacía falta provocar “un huracán” de la mano de Celaya. Más todavía en una época como ésta, en que los ciudadanos vuelven a tomar las calles, en que los jóvenes vuelven a comprometerse y a tomar partido.
Congreso anticapitalista
Felipe Alcaraz adelantó que la Agrupación Ateneísta “Juan Negrín” organizará en el mes de junio una congreso de intelectuales anticapitalistas. “Será una convocatoria abierta, no convocada por ningún partido en concreto, cuyo objetivo será concitar el compromiso de una serie de intelectuales para entrar en la batalla ideológica”. Adelantó que uno de los objetivos es la creación de una literatura con unas lógicas y unos contenidos propios, que escape del postmodernismo actual.
La iniciativa de publicar el libro surgió de una petición que el PCE hizo a la editorial Atrapasueños, propuesta que encajaba perfectamente con “nuestras ganas como editorial de decir y denunciar cosas”, comentó Recio, quien añadió que la gira se va el próximo mes a Almería y que ya ha pasado con gran éxito por San Fernando de Henares, Cádiz, Málaga, Córdoba y Donostia.
En todos estos lugares se está creando una red que involucra a entidades sociales, organizaciones y colectivos poéticos, con el fin de cristalizar un proyecto a largo plazo “que logre sacar del ostracismo a algunos poetas y a la poesía comprometida”, finalizó Recio.
El último en tomar la palabra fue Felipe Alcaraz, de la comisión de Cultura Federal del PCE. Alcaraz denunció que Celaya forma parte de ese grupo de poetas que han sufrido dos muertes, “la primera biológica y la segunda por olvido, por tergiversación, por tachadura”. En este sentido, Alcaraz reivindicó la actualidad de Celaya como un poeta indignado que llamaba a tomar las calles. Y recordó uno de sus versos: “A la calle que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que anunciamos algo nuevo”.
La poesía no es neutral
Hacia el final del acto subieron al estrado poetas, escritores y periodistas, quienes homenajearon al poeta recitando poemas o simplemente dedicándole algunas palabras. Entre otros, Alberto García-Teresa, Fernando Macías, Carlos Álvarez, Marta Sanz y Miguel Pastrana.
El acto finalizó con el visionado de un montaje audiovisual creado por José Antonio Sánchez y presentado por Elena Moratalla, miembros del grupo Poekas, colectivo de poetas de Vallecas.
Al terminar el vídeo se produjo un pequeño silencio antes de la ovación final. El mensaje de Celaya retumbaba en el salón como un eco más actual que nunca: “La poesía no es neutral. Ningún nombre puede ser hoy neutral, y un poeta es, por de pronto, un hombre”.
Un poeta comprometido
Gabriel Celaya nació el 18 de marzo de 1911 en Hernani, Guipúzcoa. Su nombre real era Rafael Gabriel Juan Múgica Celaya Leceta. Este largo nombre le sirvió para utilizar tres seudónimos diferentes, el de Rafael Múgica, Juan Leceta y Gabriel Celaya.Entre los años 1927 y 1935 vivió en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a Federico García Lorca y José Moreno Villa. Ingeniero de profesión, abandonó su carrera en 1946 cuando funda la colección de poesía Norte, con la que pretendía hacer de puente con la generación del 27.
Poeta español de la literaria de posguerra, Gabriel Celaya fue uno de los más destacados representantes de lo que se denominó “poesía comprometida”. Falleció el 18 de abril de 1991 en Madrid. Sus cenizas fueron esparcidas en su Hernani natal.
“Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse”. ©Javier del Valle
—•—
Adenda
Montaje audiovisual creado por José Antonio Sánchez, miembro del grupo “POEKAS”, colectivo que agrupa a poetas de Vallecas.