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Palestina: el voto de la dignidad
Ángel Guerra Cabrera
La Jornada.com
Se inicia la cuenta regresiva para el
reconocimiento del Estado palestino en el próximo periodo de sesiones de la
Asamblea General (AG) de la ONU. Un estimado conservador muestra que, no
obstante la férrea oposición de Barack Obama, entre 120 y 130 de 192 estados
miembros de la ONU votarían en ese órgano en septiembre de este año a favor de
la iniciativa de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Un cálculo optimista
eleva el número de votos favorables a entre 140 y 150. El caso es que
Washington ha llegado al extremo de amenazar con el retiro de su apoyo
económico al organismo internacional si se sometiera el asunto a la AG.
Y es que a la ANP no le queda más
alternativa, comprobada la inviabilidad de la apuesta de su dirección, tras el
derrumbe de la URSS, de apoyarse en Estados Unidos como mediador con los
ocupantes sionistas. Desde 1991, cuando, al margen de la ONU, se realizó en
Madrid la llamada Conferencia de Paz, auspiciada por Washington, todos los
intentos de avanzar en la negociación de un acuerdo de paz palestino-israelí se
han vuelto agua de borrajas. La causa está en la tenaz negativa de los
gobernantes de Israel a retirarse de las territorios ocupados, incluyendo
Jerusalén oriental, la represión que aplican contra la población palestina
–verdadero exterminio en cámara lenta– y la vertiginosa construcción de
colonias judías en los territorios ocupados. Israel se niega categóricamente al
regreso de los refugiados palestinos, se apodera de los acuíferos que van
quedando en Cisjordania, construye el muro delapartheid, demuele
olivares, viñedos y miles de casas de palestinos, se niega a siquiera detener
la construcción de asentamientos como un gesto que ayude a reanudar las
pláticas con la ANP. Practica un bloqueo cruel e ilegal contra Gaza que ha
levantado una ola de solidaridad internacional encarnada en las dos flotillas
de la Libertad, la primera con siete mártires a manos de la soldadesca israelí.
Los pacifistas integrantes de la segunda navegan ya rumbo a la zona más
martirizada del planeta a riesgo de ser reprimidos con saña. Podrá Tel Aviv
nuevamente impedir por la fuerza a los activistas que entreguen la carga
humanitaria a los palestinos de Gaza pero con ello evidencia más su indigencia
moral y la razón que asiste a aquéllos.
Obviamente, Israel comete impunemente
los crímenes enumerados, todos violatorios de las resoluciones de la ONU sobre
Palestina, debido exclusivamente al apoyo incondicional de Estados Unidos. Éste
le suministra la mayor ayuda económica que reciba un país extranjero, armamento
de última generación que no poseen sus demás aliados y veta en el Consejo de
Seguridad toda resolución en defensa de los derechos palestinos. No conforme
con eso, le ha dotado de un poderoso arsenal nuclear, que en manos de un grupo
gobernante fanático y agresivo lo han convertido en una grave amenaza contra la
paz y la seguridad regional e internacional. El Medio Oriente no se ha podido
declarar zona libre de armas nucleares debido a la posesión del arma atómica
por la entidad sionista.
Cuando Netanyahu, Obama y Ban Ki-moon
hablan de un Estado palestinoviable se refieren a una entidad amputada de
la mayor parte del territorio que le asigna la resolución 242 del Consejo de
Seguridad de la ONU, privada de recursos hídricos, sin soberanía nacional,
desarmada y sin derecho a defenderse de Israel, farsa que el pueblo palestino
nunca aceptará.
Volviendo al reconocimiento de
Palestina; por zonas geográficas, cuenta en América Latina con el voto de Cuba
y toda Unasur, excepto Colombia. En América Central con Nicaragua y Costa Rica
por ahora. México no ha anunciado su postura, pero si optara por el voto
favorable, podría influir en algunos indecisos. África se pronunciaría
positivamente por mayoría, así como Asia, incluyendo en ambos casos todos los
países árabes. En Europa se espera el voto positivo de los escandinavos, el
seguramente contrario de Alemania e Italia y queda la incógnita de países como
España, Francia e Inglaterra, que podrían dar una muestra de independencia si
rechazan las fuertes presiones yanquis y sufragan a favor.
Por más que Palestina obtuviera los votos
suficientes para ingresar a la ONU, queda la dictadura del veto, que Washington
aplica siempre en apoyo a Israel. ¿Y qué viene después? No menos que una gran intifada palestina
y de los rebeldes pueblos árabes. Adiós discurso del Cairo de Obama, si es que
todavía alguien lo cree.
aguerra_123@yahoo.com.mx