Reducir 40% del presupuesto de guerra para destinarlo a inversión social plantea el Polo Democrático Alternativo
Reducir en un 40% el presupuesto destinado a la guerra en 2011, lo cual equivale a 26.3 billones de pesos para encausarlos a generar una base social sólida en Colombia mediante inversión en salud, educación, reparación a las víctimas, vivienda, cultura y medio ambiente, planteó el Polo Democrático Alternativo (PDA) a través de su presidenta Clara López Obregón y la bancada parlamentaria.
Durante una rueda de prensa en el Senado de la República, la dirigencia del Polo Democrático explicó las razones por las cuales se opone en forma categórica al Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de Juan Manuel Santos, al tiempo que planteó una serie de alternativas.
Clara López Obregón en representación de la colectividad de izquierda afirmó que el Polo rechaza el Plan de Desarrollo santista porque profundiza el modelo neoliberal y consecuentemente abre aún más la brecha de la desigualdad social.
El Plan de Desarrollo constituye una contrarreforma social en los ámbitos laboral, social y económico cuando “lo que requiere Colombia es sentar bases sociales para construir la paz”, explicó la presidenta del PDA.
Al hacer una serie de glosas a la hoja de ruta del cuatrienio santista, López Obregón dijo que el Polo no puede apoyar un Plan que contempla una reforma territorial tardía y fragmentada que atrasa al país y entrega sus recursos estratégicos a las transnacionales, a los especuladores del capital financiero y a los grandes inversionistas.
Adicionalmente se entregan recursos estratégicos naturales y buen parte del territorio colombiano sin control ambiental ni social; se niega el desarrollo real de la producción y el acceso a tierra, crédito, educación y salarios justos.
No puede el Polo, señaló su presidenta, apoyar un Plan de Desarrollo que liquida la red hospitalaria, privatiza la educación universitaria, desmonta la cultura e introduce contrarreformas en los ámbitos tributario, laboral, prestacional y de tierras.
Tampoco, señaló, hay una política coherente de financiamiento a la reparación de las víctimas del conflicto armado.
REACCIONES DE LOS CONGRESISTAS
Por su parte, varios congresistas del Polo se pronunciaron en igual sentido contra el Plan de Desarrollo del gobierno de Santos.
El representante Iván Cepeda Castro advirtió sobre el carácter lesivo de varios puntos incluidos en este proyecto. Por ejemplo, señaló, no contempla el presupuesto para la reparación de las víctimas, y menos para cumplir con las políticas de restitución de tierras, y tampoco modifica las modalidades de ayuda humanitaria para los desplazados.
“¿Cómo aspira el Gobierno Nacional a ejecutar las medidas de reparación contenidas en Ley víctimas y de restitución de tierras, sin que se cree un sustento presupuestal en el Plan de Desarrollo?”, se preguntó el congresista.
Cepeda afirmó que el proyecto no reconoce la persistencia del conflicto armado y sus graves consecuencias para el país, y por lo tanto tampoco contempla políticas de Estado en esta materia. Dijo que el Plan es tolerante con el paramilitarismo, al darle la denominación de simples bandas delincuenciales (Bacrim), cuando “en realidad se trata de poderosas estructuras que dominan grandes territorios del país”.
Por su parte, el senador Alexander López se refirió a que el Plan santista contempla una serie de mecanismos para implementar una estrategia de privatización de los servicios públicos, así como prevé un incremento sostenido en la tarifa del impuesto predial unificado dirigido hacia la vivienda de interés social. De esta manera, explicó, se profundiza una estructura tarifaria regresiva y dirigida en contra de los más pobres.
A su turno, el representante Wilson Arias hizo énfasis en la manera de cómo el gobierno de Santos va afectar negativamente el derecho a la salud de los colombianos. Explicó que con el Plan de Desarrollo se fortalece la política pública en materia de reforma a la salud bajo la tendencia a descargar sobre los usuarios del sistema y la intermediación financiera los costos de la financiación de los servicios médicos no cubiertos por el régimen actual.
La senadora Gloria Inés Ramírez hizo hincapié en que con este plan de gobierno se desregulan y se flexibilizan aún más las condiciones laborales, dando posibilidad de contratar por meses, días y horas.
Entre tanto, el senador Jorge Enrique Robledo calificó el Plan de Desarrollo de Santos como “un plan para el subdesarrollo” y dijo que en él no hay nada nuevo, pues es lo mismo que en materia social y económica se viene haciendo desde hace 20 años cuando a Colombia lo metieron por la senda del neoliberalismo.
Advirtió que lo que se viene para Colombia es una recesión inmensa que se traducirá en menos empleo, en menos industria y desnacionalización de la economía.
Rechazó categóricamente la regresiva política de tierras que calificó de “reaccionaria”, por cuanto que entrega zonas baldías y de reserva a los grandes “cacaos” nacionales y al gran capital especulativa transnacional en perjuicio de los campesinos y los medianos agricultores del país.
De esta manera, concluyó Robledo, se ahonda el modelo neoliberal en Colombia, no obstante que Santos pretende maquillar su Plan de Desarrollo con frasecitas floridas, pero lo cierto es que es algo totalmente bochornoso para los intereses vitales del pueblo colombiano, puntualizó.
La bancada parlamentaria del Polo Democrático Alternativo hizo 50 propuestas alternativas durante la discusión del Plan Nacional de Desarrollo, que no fueron tenidas en cuenta por las mayorías del gobierno en el Congreso de la República que actúa como una verdadera aplanadora.
Bogotá, abril 27 de 2011
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