Se llevaron las 'culebras' de Armero - Guayabal
Desde la semana anterior el denominado Serpentario de Armero-Guayabal dejó de funcionar; hoy permanece un celador que cuida algunas pertenencias del anterior administrador y las instalaciones de lo que fuera uno de los sitios turísticos más emblemáticos de este municipio del norte tolimense.
Resulta que la Fundación Nativa, que estaba a cargo de este centro experimental, decidió irse de la región, dicen que para la Guajira.
¿Qué pasó?
Creado como un serpentario del orden nacional, la ONG Fundación Nativa llevaba varios años a cargo de este laboratorio con el propósito de proteger las especies de la región y generar conocimiento médico.
Sin embargo, el director de la ONG, Franz Kaston Florez, habría tomado la decisión de buscar un nuevo refugio después de tener conflictos con el Instituto Nacional de Salud.
Las diferencias con el organismo lo llevaron a que recogiera sus 'culebras' y se las llevara para la Guajira, solamente le quedó unas maletas que reposan en el establecimiento.
El éxodo se cumplió la semana anterior, y Kaston, en la actualidad, instala su Fundación Nativa en la Costa Atlántica. Dicen que se cansó de la falta de apoyo del Gobierno nacional y sus múltiples exigencias.
Habrá un nuevo
Este medio de comunicación consultó sobre el tema al alcalde de Armero – Guayabal, Gustavo Quiñónez Meneses, quien indicó que lo sucedido no es para alarmarse.
Explicó que “el serpentario funcionaba con base en un comodato que el Instituto Nacional de Salud, INS, le había entregado a la Administración municipal, y que a su vez le fue asignado a la Fundación Nativa que tiene esa vocación de experimentar con reptiles.
“Ahora bien, este proceso tuvo fecha de vencimiento desde hace un año, sin embargo, el doctor Kaston permaneció allí hasta ver qué pasaba y si era posible que le solucionaran la renovación del centro experimental.
“Finalmente, el INS le manifestó a la Fundación y al Municipio que no continuaría con ninguno de los dos. Eso obligó a Franz Kaston a buscar otras posibilidades y se fue con las serpientes para la Guajira.
“Sin embargo, el proyecto no será abandonado, pues a más tardar en un mes el Instituto entregará una concesión directa, sin intermediación del Municipio, a un nuevo biólogo para que establezca allí un nuevo serpentario”, sostuvo Quiñónez Meneses, quien agregó que “habrá un nuevo laboratorio con otras especificaciones”.
La prioridad
Según conoció este medio de comunicación, el INS no estaba a gusto con el biólogo, porque se había dedicado solamente a labores turísticas y de exhibición, cuando la prioridad del Gobierno era otra muy diferente.
El serpentario tenía la misión de convertirse en un productor de suero antiofídico para el Tolima y el centro del país, incluyendo a Bogotá, luego su prioridad estaba centrada en conservar el 'status quo' en la generación de antivenenos.
Sobre el tema, el alcalde Quiñónez, reconoció que “efectivamente no les estaba dando el suero que estaban requiriendo y eso fue lo que inclinó la balanza para que el Instituto tomara esa decisión”.
Para el Gobierno nacional, más allá del tema turístico, el cual no será abandonado, el nuevo centro experimental es una necesidad en salud pública, y su obligación será generar ciertas cantidades de inmunoglobulinas, a partir de las cuales se generan los sueros.
Hay que recordar que el veneno de la serpiente, cualquiera que sea su familia, trae su propio código molecular a partir del cual genera sus propios anticuerpos.
De todas maneras, el municipio de Armero-Guayabal, seguirá siendo sede del nuevo serpentario, pues el clima y la cantidad de especies que se encuentran en la región, constituye el sitio obligado para llevar a cabo la experimentación y la producción de la materia prima para medicamentos humanos.
HIPERTENSIÓN
No solo para crear sueros antiofidicos sirve el veneno de las serpientes.
Por ejemplo, el Captopril, es una droga derivada de la denominada 'Talla X' y su efecto benéfico para los humanos consiste en dilatar las venas y arterias en personas que tienen problemas de hipertensión.
La idea original para crear esta droga nació en el serpentario Butántan de Brasil, allí se aisló el veneno y esa fracción de dilatación se convirtió en medicina para quienes sufren de presión alta.
Además el Tolima cuenta con especies como Cascabel, Rabo de Ají, Cazadora, Granadilla, Coral y Toche, cuyos venenos todavía tienen secretos para la salud humana que están por ser descubiertos.
yo participe en ese trasteo hacia la guajira
ResponderEliminarivan_gonber@yahoo.es