LAS PROPUESTAS PARA EL DEBATE EN EL SEGUNDO CONGRESO DEL PDA

Declaración Polo Montreal y Quebec, Canadá
Por una política pública para los colombianos en el exterior
Miércoles 25 de febrero de 2009

En nombre de Quintín Lame, Benkos Biojo, María Cano, Jorge Eliécer Gaitán, Guadalupe Salcedo, Jaime Pardo Leal, Carlos Pizarro León Gómez, Jaime Bateman, Bernardo Jaramillo Ossa, Manuel Cepeda, Antonio García Nossa, Álvaro Fayad, Héctor Abad Gómez, Orlando Fals Borda, Francisco Mosquera, Sacerdote Camilo Torres Restrepo, Leonardo Posada; en nombre de quienes de manera anónima han dado hasta la vida misma por un país en paz, justicia y dignidad, nosotros afiliados al Polo Democrático en Montreal y Quebec Canada, saludamos el máximo evento de los demócratas colombianos que se cumple en Bogotá del 26 al 28 de febrero del presente año.

El Congreso del PDA se realiza en medio de nuevas y vigorosas acciones, donde se ha puesto de presente la lucha directa de amplios sectores de la sociedad colombiana al interior y exterior del país, contra el modelo neoliberal, por la soberanía económica, contra el despojo, la guerra, la violencia social, la impunidad y la corrupción.

En todos estos escenarios, el espíritu del Polo Democrático ha estado presente y se funde en los intereses del pueblo colombiano.

Por ello, las fuerzas y personas que han sido constructoras del proceso de unidad, desde los más distantes rincones de la patria, en lejanos puntos del planeta, en altos escenario de representación parlamentaria y en las direcciones del partido, tenemos la enorme responsabilidad de garantizar al pueblo colombiano que no seremos inferiores a la confianza depositada en la organización, la misma que ha permitido que el Polo Democrático se convierta en la segunda fuerza política del país.

Esta responsabilidad la portan hoy los 1500 delegados y delegadas que son voceros de los afiliados y electores del PDA. Sus decisiones no pueden ser afectadas por factores externos y ajenos a quienes nos hemos encontrado en el ideario de unidad.

Nos convoca la necesidad urgente de afirmar nuestros valores y construir un programa autónomo, objetivo y viable, como base de un nuevo proyecto de sociedad para enfrentar las pretensiones de perpetuación de Uribe y/o el uribismo, y responder a los intereses de la población colombiana, contra la violencia, por el respeto de los derechos humanos, los derechos sindicales, contra el desempleo, por la Salud, la educación, la integración de los jóvenes, por el derecho a la tierra, por una vivienda digna, por la autosuficiencia alimentaria, por la protección del medio ambiente, la defensa del patrimonio biogenético y la biodiversidad y por los derechos territoriales para las comunidades indígenas y afro colombianas.

En este orden de ideas, desde los colectivos de trabajo del Polo Democrático Alternativo en Montreal y Quebec.Q.C Canadá, los invitamos:

 A mantener la unidad de nuestra organización sin olvidar el papel fundamental que juega en el debate la diversidad que nos constituye, desde nuestras mejores tradiciones y memoria histórica, como demócratas y revolucionarios que nos proponemos construir un nuevo proyecto de país.

 A rodear y apoyar a los compañeros que han venido siendo atacados a través de diferentes medios informativos. Consideramos que las descalificaciones y las calumnias, vengan de donde vengan, no contribuyen a la controversia política e ideológica necesarias, en torno a la construcción del Polo Democrático, el programa, las candidaturas y la política de alianzas.

 En tal sentido, expresamos nuestra solidaridad frente a los asesinatos de líderes locales del PDA en distintas regiones del país y las amenazas de los paramilitares contra miembros del comité ejecutivo.

 A reconocer a los esfuerzos y acciones de los colectivos del Polo en Canadá y permitir la participación real de los afiliados del PDA en el exterior en los espacios de construcción y decisión del partido, respetando las autonomías territoriales consignadas en su estructura organizativa, tanto para la coordinación de las acciones, como para la elección de los delegados al Congreso. Lamentamos que por decisiones inconsultas y fallas técnicas reconocidas por el comité ejecutivo, el Polo Canadá no cuente hoy con delegados al congreso de unidad.

 Articular los comités del Polo en el exterior a la construcción de procesos solidarios con organismos internacionales y a la formación de una base económica y social desde las comunidades de colombianos en el extranjero, mediante la promoción de la participación y el estimulo a la auto-organización de comités, cooperativas y pequeñas y medianas empresas, y el vinculo de los profesionales que se forman en centros tecnológicos y universidades de diversos países con nuestras necesidades de desarrollo económico social y ambiental.

 A promover la construcción de los Concejos de Colombianos en el exterior, a través de un proyecto de ley que sea presentado por la bancada parlamentaria e incluido en el programa del PDA en el marco de una política pública para la diáspora colombiana. Estos Concejos de elección popular, estarán dirigidos a institucionalizar la participación activa y plural de nuestros compatriotas en el exterior, en la búsqueda de soluciones a los problemas de la emigración, reconociendo el enorme potencial que representa su contacto con otras culturas y experiencias democráticas en el mundo.

Llamamos a fortalecer la lucha contra la ratificación del TLC Colombia-Canadá, acuerdo económico de carácter antidemocrático, jamás consultados a los pueblos de estos dos países, mediante acciones más coordinadas y una agenda común con las organizaciones sociales y de solidaridad internacional, parlamentarios, militantes y ciudadanos tanto en Colombia como en Canadá.

Nos unimos a la indignación de todos los sectores que integran el Polo Democrático y demás fuerzas progresistas del país, frente a los hechos de violencia que han golpeado a los pobladores pacíficos y humildes de la comunidad Awa en el departamento de Nariño[1].

Frente a la degradación de la guerra, la lucha por la paz debe ser uno de los ejes fundamentales en nuestro programa de transformaciones políticas, económicas y sociales. En tal sentido, convocamos al Polo Democrático a fortalecer el Movimiento de colombianas y colombianos por la paz, trabajando junto a ellos en la construcción de alternativas que nos encaminen a la consolidación de un acuerdo humanitario y a la resolución política del conflicto armado en Colombia.

Ratificamos nuestro respaldo a la construcción orgánica de la unidad y saludamos desde una visión plural a los delegados y delegadas al Congreso, al comité ejecutivo del PDA, a la bancada parlamentaria, a los diputados, concejales, los ediles y sobre todo a los líderes y militantes locales que en los barrios y veredas construyen las bases de nuestra organización y nos ponen en contacto directo con el pueblo colombiano; ellos son imprescindibles para la victoria en las elecciones del 2010 y en la construcción del nuevo poder democrático que le proponemos al país, y deben ser objeto de particular atención por la nueva dirección del PDA.

En tanto creemos que la unidad será consolidada en el Congreso, aceptaremos las decisiones que allí se adopten y nos comprometemos a fortalecer el trabajo para, una vez más, lograr que el PDA sea la primera fuerza política de los colombianos en Montreal y en Canadá.

Solicitamos a la Mesa directiva del Congreso que el presente documento sea leído en la apertura del evento e incorporado como documento en el debate tanto en la Comisión internacional como en la plenaria. Agradecemos a quienes gentilmente se han ofrecido a hacer llegar nuestro saludo y nuestras propuestas al congreso.

Un abrazo fraterno y revolucionario,

Colectivos de Montreal y Quebec, Canadá, del Polo Democrático Alternativo

Fabián León Peñuela, Camilo Andrade, Ligia Beatriz Nino, Elías Pérez Ochoa, Beatriz Guarín, Julio César Robledo, Jorge Freyter, Jairo Millán, María del Socorro Alzate, Jorge Parra, Silvio Villegas,Jorge Marin, Gregorio Oviedo, Hobert Pérez, Roberto Jiménez[2].

[1] Véase : Cronología de violaciones de derechos humanos contra el pueblo Awá - Autoridades indígenas y pueblo Awá. http://www.polodemocratico.net/Cronologia-de-violaciones-de

[2] El compañero Roberto Jiménez es uno de los fundadores del Colectivo del Polo Democrático en la ciudad de Quebec Capital de la Provincia de Quebec, Canadá. Roberto Jiménez sufrió un muy lamentable accidente que lo dejó cuadrapléjico, situación que ha afectado profundamente a su familia. Desde su convalecencia, Roberto guarda el mismo espíritu de demócrata y revolucionario. Los compañeros de Quebec lo mantienen como miembro del colectivo. ¡Este mensaje es también un homenaje a su tenacidad y deseo de vivir y de luchar!

Propuesta de resolución del II Congreso Nacional del PDA de la tendencia Polo que Suma
Miércoles 25 de febrero de 2009

Por: Carlos Romero Jiménez, Polo que Suma.

“Por medio de la cual se resuelve el mecanismo de selección del candidato presidencial para el 2010 y se asume el compromiso de promover y concretar la convergencia democrática con otras fuerzas políticas”

Considerando:

1. Que las elecciones presidenciales de 2010 constituyen una coyuntura muy especial para alcanzar la Presidencia de la República, el Polo Democrático Alternativo debe presentar propuestas de soluciones para la paz que incluyan planes para el desarme de la guerrilla, los paramilitares y la puesta en marcha de un programa serio y riguroso de respeto a la Constitución Nacional y a los derechos humanos por parte de las Fuerzas Militares de Colombia.

2. Para la elección presidencial el PDA debe presentarle al país un proyecto de reingeniería de la economía nacional que incluya un profundo contenido de carácter social mediante un cambio total de las prioridades dentro del Plan Nacional de Desarrollo y el Presupuesto General de la Nación.

3. Esta es una excelente oportunidad para garantizar un Estado Social de Derecho en donde, al amparo de las más amplias libertades, avancemos en la lucha contra la pobreza, el desempleo y la violencia casi endémica que nos apabulla. El PDA será la fuerza política que lidere la reconciliación que anhelamos todos los colombianos.

4. El PDA, como la segunda fuerza política del país, debe prepararse y actuar para aprovechar al máximo la coyuntura electoral. Es evidente que la figura de Álvaro Uribe está en un proceso profundo de deterioro día a día. Su movimiento y su gobierno se están erosionando y los factores de poder en Colombia tienen una actitud contraria a la reelección presidencial.

5. El PDA debe actuar como la fuerza política que aglutine todas las fuerzas democráticas y progresistas del país con miras a enfrentar y derrotar el continuismo autoritario, violento y antidemocrático de Álvaro Uribe Vélez. Esta oportunidad tenemos que enfrentarla con criterio amplio y sin sectarismo, con una propuesta programática que recoja los anhelos de paz y de redención social que reafirme el carácter netamente civilista del PDA y su rechazo, categórico y sin ambigüedades, a todas las formas de lucha armada bajo el convencimiento de que es la vía electoral y pacífica, la única indicada y conveniente, para realizar las transformaciones sociales que demanda el país.

6. El PDA liderará una estrategia política que afirme la necesidad de rescatar la soberanía política y económica; aclare y module el papel del Estado y el sector privado en ese revolcón conceptual de la economía; apoye la industria, la agricultura y el comercio nacionales; reoriente la inversión social del presupuesto nacional y los entes territoriales como hemos hecho en Bogotá; democratice la TV. y todos los medios de comunicación; contribuya a una visión pluralista de la sociedad colombiana y de su vida política; fomente la integración latinoamericana; erradique la corrupción y se comprometa con los intereses sagrados de la Patria.

Resuelve:

Artículo primero . Convocar para el mes de Julio de 2009 la consulta popular abierta para la escogencia del candidato presidencial del Polo Democrático Alternativo.

Artículo segundo: El candidato que resulte ganador de la Consulta se comprometerá a trabajar, con las directivas del partido, en la conformación de un gran FRENTE DE CONVERGENCIA DEMCRATICA con un programa amplio de renovación patriótica. Las condiciones políticas para la constitución y puesta en marcha de dicho Frente lo concretará la dirección nacional del PDA que surja de este II Congreso, y, sus decisiones fundamentales en cuanto a candidato y programa, formas y contenidos, deberá contar con la aprobación de no menos del 65% de sus integrantes.

Artículo tercero: Seleccionado el candidato único del PDA, su Comité Ejecutivo designará una Comisión integrada por no menos de 7 de sus integrantes, con criterio pluralista, encargada de adelantar las conversaciones con los distintos partidos y sectores políticos e informar permanentemente al Comité Ejecutivo con miras a proyectar las decisiones que nos permitan un buen desempeño político en la contienda de 2010 y en el futuro de nuestro accionar.

Artículo cuarto: La presente resolución deroga las disposiciones estatutarias que le sean contrarias.

Propuesta de Carlos Romero, coordinador nacional de la tendencia de la izquierda democrática El Polo que Suma
Miércoles 25 de febrero de 2009

CUATRO PUNTOS A DEBATIR EN EL II CONGRESO DEL PDA

A manera de introducción. El congreso se realizará en momentos muy difíciles de la vida política nacional. La violencia arrecia en todo el país, los datos oficiales confirman que se ha incrementado en más del 14%.- La muerte de José Edwin Legarde, esposo de la Consejera Mayor del CRIC y la actividad de agentes del Estado comprometidos en los falsos positivos y en las desapariciones forzosas pone en evidencia la peligrosidad de la situación agravándose con la insolencia e intemperancia presidencial que trata de arrollar la autonomía del poder judicial, inclinando el pulso a favor de sus aliados de la parapolítica, donde varios de los implicados recobran la libertad mientras los que permanecen en la cárcel actúan desde allí recomponiendo sus esquemas políticos que les permita continuar sus fechorías. La amenaza y la práctica criminal de los para-militares, apoyados desde sectores de las FA, continua, con las llamadas bandas emergentes. Mas recientemente ha estallado un nuevo escándalo en el DAS confirmándose como aposento del autoritarismo presidencial y centro de espionaje a opositores, periodistas y Corte Suprema de Justicia.

Pese a las enormes dificultades que afronta el Presidente Uribe para lograr su reelección, el futuro político del país es incierto. En contra de las reelección, en distintos tonos , se han pronunciado la Iglesia, la ANDI, voceros periodísticos de mucha influencia de los Estados Unidos, Vargas Lleras, uno de los uribistas mas connotados, sectores del partido de la U, el Partido Liberal, importantes destacamentos de la intelectualidad e incluso periódicos como EL TIEMPO, EL ESPECTADOR y el Nuevo Siglo, el PDA, el movimiento indígena, las centrales obreras, el PDA desde luego y los propios cambios en el gobierno norteamericano. Dado que los principales factores de poder se oponen a la reelección existen muchas posibilidades de que no se de la candidatura presidencial para el período 2010-2014.-

Toda esta crisis política y esta incertidumbre cabalga sobre el lomo de una crisis económica galopante.- Se reduce el crecimiento económico, crece el desempleo, es seguro que bajarán las exportaciones.- La inversión social por parte del Estado se congela con excepción de Bogotá en donde la misma alcanza ya, un 70%.- Se incrementa el número de desplazados a quienes no se les indemniza ni se les devuelven sus tierras y bienes arrebatados por el para-militarismo.-La cosa se pone fea, en especial para los trabajadores de la ciudad y el campo, pero también para empresarios industriales y rurales por reducción de la demanda.- Comerciantes de todos los tamaños serán afectados por esta recesión globalizada. Tendremos grandes dificultades para vender y comprar en el exterior.- La crisis global del modelo neoliberal nos afectará profundamente.- A estas horas del paseo los únicos que exhiben caudalosas utilidades es el sector financiero, en especial el bancario, que acaba de confesar que en 2008 obtuvieron utilidades astronómicas ( mas de 6 billones de pesos en 2008).

Apenas en el inicio de esta crisis económica, caracterizada por la llamada superproducción relativa y la escandalosa especulación financiera que ha puesto en peligro los ahorros de todos los pueblos del mundo, la protesta social se ha hecho sentir de manera escalonada.- La lucha de los funcionarios de la rama judicial, los cortadores de caña y las extraordinarias marchas de los indígenas, en pos de ajustes salariales, en batallas contra infames formas de contratación laboral y por la tierra y demás derechos de las minorías étnicas, muestran que estamos frente a un ascenso de la participación de los sectores explotados de la sociedad colombiana en la gran batalla por el cambio.-

Esta situación tan delicada, signada por la pretensión de darle continuidad a la política mal llamada de seguridad democrática, es favorable para imprimirle un vuelco a la vida política del país.- El PDA tiene que recoger y colocar a su favor este momento especial y trazar una táctica y una estrategia que movilice y conduzca a un relevo de carácter democrático aprovechando la coyuntura de 2010.-

1. Primer tema: programa de paz y democracia

El primer tema que debe discutir el Congreso es la propuesta de gobierno a todos los colombianos.- Esa propuesta inicial podría centrar su énfasis en tres temas, en su orden: a) l tema de la paz poniendo en movimiento solución política al conflicto sobre la base del desarme de la guerrilla y los paramilitares y poniendo orden en el seno de las FA y el DAS bastante deslegitimadas después de conocerse, entre otros, el crimen organizado a través de los falsos positivos y de las chuzadas.- Para lograr y garantizar este punto se requerirá de un acuerdo con todos los sectores políticos, sociales y empresariales del país b) el tema de la democracia mediante un verdadero estado social de derecho con vigencia y autonomía de los órganos del poder público y c) una reingeniería de la economía colombiana sobre la base del respeto y el estímulo de los empresarios comprometidos con un desarrollo económico nacional y con la justicia social. Una reforma agraria que libere las fuerzas de la economía campesina y restablezca el retorno de los desplazados. Se trata de un tema que apalanque una democracia avanzada y recupere el imperio de los derechos y las libertades atropellados en la era Uribe. Definir el nivel de participación del sector estatal y privado en todas las actividades económicas.-

2. Candidato propio o candidato de convergencia

Algunos compañeros consideran que es necesario buscar una candidatura presidencial que cuente con el apoyo de los liberales, de los conservadores, de parte del uribismo y desde luego del PDA.- Entiendo perfectamente la preocupación sobre la dispersión de las fuerzas democráticas en un confrontación electoral con Uribe.

Plantean escoger al candidato que apoyaría el PDA en una consulta inter-partidista que creo, podría conducirnos a situaciones muy complejas y peligrosas. Delicadas, para decir lo menos.- Podríamos terminar votando por un candidato liberal o de cambio radical, para decir algo, que sea continuista en materia de seguridad democrática y que represente lo mas crudo del neoliberalismo. De pronto terminaríamos votando por un candidato que con una política económica anti-nacional acentúe la pobreza de los colombianos.- Podría significar, si no somos consecuentes, el principio del fin del PDA cómo fuerza alternativa. Los afiliados, simpatizantes y los electores del PDA no entenderían, seguramente, ni acatarían un llamado a votar por alguien que no les brinde confianza.-En las elecciones presidenciales pasadas obtuvimos, con Carlos Gaviria, 2.660.000 votos, que aún sin mejorarla es un buen punto para estar por lo menos entre los dos primeros y pasar a la segunda vuelta.- Esto nos colocaría como una verdadera fuerza alternativa sin disolvernos en escaramuzas inciertas.-

Esto quiere decir que en las condiciones actuales tenemos posibilidades reales de llegar a la segunda vuelta en unas elecciones presidenciales.- Con o sin Uribe.- En la segunda vuelta necesitaremos demandar la conformación un gobierno de convergencia para hacer la paz y garantizar la democracia. Tendríamos que proponer un gobierno de convergencia, ojalá con un presidente del polo a la cabeza, con la participación en el gabinete de ministros liberales, conservadores demócratas y aún figuras del partido de la U no contaminados con el para-militarismo.- Esa sería la verdadera convergencia. Tenemos que jugárnosla por una verdadera salida democrática. Desde ahora pueden adelantarse procesos de consultas que permita con los posibles aliados evitar en el debate la confrontación extrema, colocando el acento en los temas coincidentes.

Esa es una consideración táctica general. No obstante es preciso dejar las puertas abiertas para las alianzas que le pongan freno a la guerra y al autoritarismo. Política de alianzas que se puede dar de distintas maneras y no es posible caracterizarlas todas desde ahora.

Nuestro gran compromiso, histórico, con todos los colombianos, es lograr la paz mediante el desarme pactado de guerrillas y paramilitares y poner orden en el seno de las FA para que todos nos sintamos protegidos por ellas. Para ello tenemos que recalcar y dejar bien claro, como ya lo hemos hecho, que rechazamos cualquier forma de lucha violenta, que somos ajenos y contrarios a la combinación de las formas de lucha pero que consideramos que es necesario encontrar el camino de la paz negociada. Además de la paz, nuestro compromiso es reconstruir el Estado Social de Derecho que garantice la democracia y la reestructuración social y económica del país.-

3. UN PDA al servicio de los colombianos

Es necesario actualizar el ideario de unidad y convertirlo en un ideario de paz y cambio democrático, un ideario que sirva de guía en le etapa que colapsa el modelo neo-liberal.-

Para ello necesitamos un Dirección Política eficaz que sea tribuna y antena para debatir todos los problemas económicos, sociales y políticos del país.- Una dirección atenta a toda la dinámica política del país.-

Para poder jugar ese papel, esa dirección debe ser verdaderamente representativa y pluralista.- Debe actuar recobrando el peso de las mayorías y respetando estrictamente y en forma sería a las minorías.- El voto mayoritario calificado debe establecerse solo para decisiones de fondo, estructurales.- La inmensa mayoría de sus decisiones deben hacerse por mayoría simple.

Proponemos un nuevo esquema de dirección política con Un Presidente, un vicepresidente y unos cuatro segundos vicepresidentes que se encarguen de importantes frentes como el de organización, las relaciones internacionales y las finanzas asesorados de comisiones dependientes del Comité Ejecutivo Nacional.- Un Secretario General y un Secretario Adjunto.-La Presidencia sería rotativa. Este núcleo contaría con funciones de liderazgo político para atender y adelantar las urgencias del día a día en materia política.

La propuesta tiene que ver con la necesidad de organizar una dirección colegiada y pluralista correspondiente a un Partido de Tendencias.-

El PDA debe mantener unas relaciones internacionales fluidas y dinámicas y esta debe estar a cargo de su dirección política.- En la actual etapa no es conveniente afiliar al PDA a ningún centro político internacional pero si mantener contactos y relaciones de colaboración con todos.-

La reforma a los estatutos debe preservar el espíritu de amplitud en la organización de los comités de base del Polo. No se trata de reproducir el esquema de los partidos Leninistas. El afiliado es un ciudadano libre por excelencia, con responsabilidades y derechos en el ejercicio de membrecía y en las decisiones políticas que el partido toma.

4. REGLAS DE JUEGO PARA ESCOGER CANDIDATO UNICO

Otro tema vital, dentro del debate y las decisiones, debe ser el establecimiento de reglas claras y democráticas para seleccionar nuestro candidato presidencial.- Se debe continuar con la consulta abierta en tanto que este es un asunto que interesa el amplio espectro de quienes quieren un cambio en 2010, pero debe quedar bien claro que la dirección política, por mayoría calificada, el 75%, puede retirarlo por razones de orden política y de conveniencia para el PDA y el país.-

*Carlos Romero, miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PDA, elegido 9 veces al Concejo de Bogotá, expresidentes de la Unión Patriótica, profesor Universitario y coordinador Nal. de la tendencia de Izquierda Democrática, “POLO QUE SUMA”

Sede en Bogotá, carrera 17 No. 33ª51.- Tels 2455674-3403580—email caromero26@hotmail.com.- www.carlosromero.org

El Segundo Congreso confirmará al Polo como la fuerza alternativa de poder
Martes 24 de febrero de 2009

Durante cinco años, las diversas corrientes de la izquierda democrática agrupadas en el PDA, transitamos un complejo camino de unidad. Desde los retos iniciales - como la búsqueda de la unidad programática y organizativa, selección de candidatos a la Presidencia de la República, conformación de listas únicas al congreso y el ejercicio de gobierno local y oposición nacional- se ha venido construyendo un partido que a través de un trabajo unitario y reflexivo ha logrado fortalecerse y resolver sus principales diferencias expresándolas en sus estatutos y en el Ideario de Unidad, conformando una importante estructura organizativa en los niveles nacional, territorial y local, ratificando su vocación democrática al elegir sus dirigentes y tomar las principales decisiones a través de amplios procesos participativos.

Con este legado democrático arribamos al Segundo Congreso del PDA, encuentro histórico en el cual debe prevalecer la unidad del partido, por encima de intereses particulares, para asumir los retos fundamentales, ser opción real de poder y alternativa de gobierno para regir los destinos del país, avanzar en la conquista de profundas reformas democráticas y lograr la Paz garantizando la reparación de las víctimas, la verdad y la justicia, para conducir el país hacia el desarrollo sostenible en términos económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales.

Para avanzar en estos propósitos se requiere que los delegados y tendencias presentes en el II Congreso renueven sus principales acuerdos para afianzar la unidad del partido. Estos acuerdos se construyen y reafirman a partir de criterios de inclusión, diálogo respetuoso, franco y constructivo, que permitan comprender y superar la controversia política y conviertan el PDA en los canales más influyentes para la activa participación política de la mayoría de ciudadanos colombianos y colombianos.

El PDA es un partido con vocación de poder

1. El PDA es un partido con posibilidad real de convertirse en la fuerza que aglutine una gran coalición democrática con sectores políticos y sociales que estén dispuestos a derrotar al modelo que representa el actual gobierno nacional y gobernar al país a partir del 7 de agosto del 2010.

2. El Polo escogerá su candidato a las próximas elecciones presidenciales en una amplia y abierta consulta ciudadana. La nueva dirección nacional elaborará un programa de gobierno y concitará una gran coalición democrática que gane la conducción del Estado colombiano, para ponerlo al servicio de pueblo.

3. Se hace necesario presentar un programa de gobierno que perfile y reivindique la defensa de las libertades democráticas, que propugne por la civilización de la contienda política, defienda la soberanía y la producción nacional y perfile una profunda transformación en el orden económico, político y sociocultural del país, acorde con los postulados y principios de los derechos humanos.

4. El PDA apoya irrestrictamente en la ciudad de Bogotá al gobierno del Alcalde Samuel Moreno Rojas y en el departamento de Nariño al gobernador Antonio Navarro Wolf, líderes de nuestro partido. Estos gobiernos han desencadenado procesos de gestión pública en las que se manifiesta una nueva forma de gobernar, centrada en el desarrollo de políticas públicas de inversión social, del cuidado de la vida, la seguridad humana y privilegiando el uso de la concertación sobre la fuerza, aspectos que con toda seguridad propenderán por avanzar hacia caminos de justicia social, respeto a los derechos humanos, esperanza y paz. En la misma medida, nuestro partido propiciará un acercamiento con otros gobiernos locales independientes, progresistas y democráticos con el propósito de valorar las diferentes experiencias de gobierno local y estrechar lazos de colaboración, cooperación y ayuda mutua.

5. El congreso deberá establecer como objetivo estratégico para la democracia colombiana la continuidad de las positivas transformaciones que se vienen dando en la ciudad de Bogotá y en especial de los importantes logros sociales alcanzados en las administraciones de Bogotá sin indiferencia y Bogotá Positiva.

Acuerdo Nacional para superar la crisis económica

6. La crisis financiera internacional y la desaceleración que se registra en la económica mundial, así como las expectativas de recesión o estancamiento tendrá repercusiones desfavorables en la economía nacional a pesar de los esfuerzos del gobierno uribista por soslayarlo.

7. Partidos políticos, organizaciones gremiales, sociales, universidades, ex funcionarios de gobierno e importantes investigadores advirtieron al gobierno y a la Junta del Banco Emisor las consecuencias negativas que para la economía nacional tendría la crisis. Esta se manifiesta en la pérdida de más de 500.000 puestos de trabajo durante el 2008; disminución del poder adquisitivo en términos reales a niveles del 2001, reducción significativa de la oferta del sector productivo, encarecimiento de los productos de la canasta básica, un déficit del 2,6 por ciento del PIB, reducción inevitable de los flujos de capital externo, incremento de las importaciones que generan aumento en el déficit comercial. En consecuencia se reducen los ingresos corrientes de la nación que impactan negativamente las transferencias en educación, salud, saneamiento básico y agua potable, reduciendo las reservas nacionales y aumentando el déficit fiscal.

8. El PDA considera que la solución a la crisis económica no es un problema solo de gobierno, es un problema del Estado que compromete al sector productivo y la sociedad civil. En consecuencia deben decretarse fuertes correctivos que nos permitan aliviar los impactos nefastos de la crisis: Reorientar las prioridades del gasto público nacional y regional hacia inversión social y medidas que aumenten el poder adquisitivo de los más pobres, reestructurar la deuda externa e interna, fomentar políticas que permitan mejorar la redistribución del gasto público, intensificar la inversión en infraestructura como variable del desarrollo y como medida para la creación de empleos, adelantar programas y subsidios que estimulen la construcción de vivienda social, aplicar medidas que regulen en forma estricta el mercado de capitales y el sector financiero y fomentar modelos de micro-finanzas para estimular el acceso al crédito al sector productivo y el sector agropecuario así como promover la diversificación del sector agrícola y su inserción protegida en el mercado internacional.

9. El PDA deberá estar dispuesto a participar con todas las fuerzas sociales y políticas en un gran acuerdo nacional para superar la crisis económica y social.

Todas las tendencias o corrientes políticas tenemos la responsabilidad de trabajar por el fortalecimiento del PDA.

10. Todas las tendencias o corrientes políticas tenemos la responsabilidad de trabajar por el fortalecimiento y la ampliación del polo como un partido de la izquierda democrática, moderno, vigoroso, con actitud y visión de poder y con capacidad de ganar el apoyo de la mayoría de los ciudadanos colombianos a nuestras propuestas programáticas.

11. El partido debe identificar la sociedad en su pluralidad, complejidad y exigencia, para ello debe incorporar efectivamente a sectores democráticos, empresarios, intelectuales, profesionales, trabajadores del campo y la ciudad y sobre todo hacer efectiva la participación de la mujer, la juventud y las etnias minoritarias.

12. El Polo proclama la urgencia y pertinencia de su ideario, que hace de la búsqueda de la equidad el instrumento para construir un país libre, democrático, plural, soberano y justo. Ser de izquierda es, cabalmente, hacer de la equidad la piedra angular de su accionar para alcanzar una democracia auténtica y una libertad real, no meramente retórica.

13. El partido debe organizar sus expresiones en tendencias políticas que actúen en concordancia con las decisiones generalmente acordadas y adoptar como su estructura esencial los comités de base y las redes de carácter temático, productivas, territoriales o de interés.

14. El partido debe modificar sus estatutos en lo relativos a: decisiones democráticas, dirección regional y nacional, comunicaciones y finanzas. En lo referente a las consultas, estas deben aprobarse en lo sucesivo, con las 2/3 partes de quienes adoptan esta clase de decisiones.

15. Debe levantarse la restricción estatutaria para que los parlamentarios o candidatos puedan ejercer la presidencia del partido.

16. Los candidatos a cargos de elección popular para poder representar el partido además de cumplir con los requisitos y procedimientos que permitan su elección, deben rendir cuentas de la gestión realizada en forma periódica y al final del mandato a la dirección territorial y a sus afiliados en la circunscripción para la cual fue elegido o elegida.

17. El Polo debe lograr acuerdos y consensos necesarios inclusive cediendo y aplazando decisiones políticas siempre que logremos un compromiso sincero de unidad y la decisión de ganar confianza que nos permita acertar en nuestras definiciones. En todo caso no podemos desconocer ninguna expresión por pequeña que ella sea y debemos evitar que se impongan posturas políticas excluyentes en el congreso.

El Polo debe ratificar en su congreso que la política de Paz serán las profundas reformas democráticas.

18. El partido ratifica en su congreso que, nuestra principal política de paz serán las profundas reformas democráticas de las estructuras de exclusión social, política y económica anteriormente descritas. Construiremos una política permanente de Estado, que garantice condiciones pacíficas de vida social a la población. En esta perspectiva y recurriendo a la búsqueda de una solución política negociada con la guerrilla, se emprenderá la concreción de un acuerdo nacional con base en el respeto a la soberanía y la vigencia de los principios democráticos, acuerdo en el que deben tener activa y decisoria participación todos los sectores de la sociedad.

19. Mientras persista el conflicto, se buscarán acuerdos humanitarios entre el Estado y la guerrilla para proteger a la población de los efectos de la guerra y poner fin a la agobiante e indigna situación de las personas que a causa de dicha contienda están secuestradas o se les ha privado arbitraria o injustamente de su libertad. Consideramos que el cese del fuego, de las hostilidades y de la práctica del secuestro, puede ayudar a propiciar condiciones para restablecer la credibilidad al diálogo tras las frustraciones del pasado.

20. El PDA rechaza el uso de las armas como instrumento de acción política para ganar la conducción del Estado y condena todos los actos criminales de los grupos armados como las FARC, el ELN, los paramilitares, así como los crímenes cometidos por agentes del Estado. Con ahincó defenderemos a las víctimas y exigiremos para ellas las garantías de verdad y reparación.

21. El conflicto armado interno que vive Colombia ha producido millones de víctimas como producto de violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario cometidas por las guerrillas, los paramilitares y agentes del Estado. Por mandato constitucional, el Estado tiene la responsabilidad de garantizar los derechos a la verdad, la justicia y la reparación integral de todas las victimas y la creación de garantías de no repetición de estos crímenes.

22. El PDA como partido para alcanzar la PAZ, debe proponer al país un plan de acción que conduzca a un proceso de negociación y solución con los actores armados. La propuesta del PDA a la sociedad y a los actores del conflicto se centra en pactar el fin de la confrontación armada contra el Estado y sobre las garantías para que ellas puedan adelantar la acción política.

Las Relaciones internacionales del PDA deben profundizarse

23. El partido apoya la Paz Mundial y condena todas las guerras, avanzará más efectivamente en sus relaciones internacionales con los partidos y gobiernos alternativos de América Latina y de otras latitudes. En la actualidad debe redefinir una política favorable de relaciones con el partido demócrata americano y debe propiciar acercamientos con el gobierno actual de los Estados Unidos en temas como: Respeto a nuestra soberanía y autodeterminación, Derechos Humanos, negociación de acuerdos comerciales favorables para nuestro país, lucha contra el narcotráfico, revisión del Plan Colombia, negociación del conflicto interno armado, relaciones con América Latina y convenios para el desarrollo científico tecnológico y cultural del país.

19 de Febrero 2009.

Firman: Iván Moreno Rojas, Parmenio Cuellar, Jaime Dussan, Jesús Bernal (Senadores), Pedro Obando, René Garzón, (Representantes), Álvaro Argote, Roberto Sáenz, Laureano García, Orlando Santiesteban (Concejales Bogotá), Carlina Sánchez, Senén Niño, Rafael Cuello, Néstor Enrique Rodríguez, Alba Luz Pinilla, Oscar González ,Orlando Zambrano, Felipe Celis, Luis Eduardo Molina, Lilia Avella, Diana Moreno, Clemencia Vanegas, Ismael Beltrán, Crisanto Torrez, Miriam Támara, José de Luque, Blanca Dilia Moreno Toro, Gustavo Suarez, Javier Orlando Suarez, José Acosta, Valmiro Rangel, Estela Olaya, Henry Rada, Crisanto Torrez, Carlos Arias, Pedro Rojas, Willington Rocha, Orlando Quintero, Carlos Carreño, Luis Gomes, Mauricio Ávila, Alex Gaitán, Wilson Rivera, Jaime Zubieta, Nelson Velasco, Carlos Jairo Neira, Miller García Camacho, Luz Heidi Quiroga, Desiree Díaz Peña …. Siguen firmas.

Propuesta de programa político en seguridad social y salud para el Polo Democrático Alternativo
Martes 24 de febrero de 2009

Presentación

Con el ánimo de aportar a la consolidación del ideario político del Polo Democrático Alternativo (PDA), un grupo de afiliados y militantes del partido, provenientes de organizaciones sociales y académicas de distinto origen y trayectoria, presenta a consideración del II Congreso Nacional una propuesta de programa político en los ámbitos de la salud y la seguridad social. Después de recoger aportes previos, expresados en documentos e iniciativas desarrolladas en distintos momentos y contextos, el grupo ha debatido y depurado los aspectos fundamentales de la propuesta, buscando claridad, precisión y síntesis en el mensaje. Esta forma de presentación pretende facilitar el debate y propiciar la construcción de acuerdos políticos en el interior del Partido. La intención es contribuir a conformar un comité temático de base sobre seguridad social y salud en el PDA, que permita sostener la dinámica política que requiere esta propuesta.

El problema central

En varias oportunidades se ha debatido en el país el impacto de la reforma estructural del sistema de seguridad social establecida con la Ley 100 de 1993. Con frecuencia se llega a un punto muerto en el que unos ven el vaso medio lleno y, otros, medio vacío. La superación de este debate estéril comienza en un primer desplazamiento: la salud de una población no se reduce al sistema de servicios de atención en salud. La salud debe entenderse como un resultado de las condiciones de vida y de la acción colectiva. Las condiciones de vida incluyen asuntos tan importantes como acceso al alimento, al agua, a la vivienda, a la educación, al trabajo y a la recreación, y la preservación de la naturaleza. La acción colectiva implica democratización del ejercicio del poder para posibilitar la acción de la sociedad y del Estado, que permita distribuir según las necesidades y demandas de la población el conjunto de bienes y servicios que garantizan nuestra salud, entre ellos los servicios de salud. Por esto, la salud debemos entenderla como medio para alcanzar el buen vivir. La salud se relaciona con la calidad de vida y con la realización de los proyectos de vida de las personas, según su propia valoración de buena vida.

Para analizar los problemas de salud de una población y valorar qué tanto las políticas públicas y la acción colectiva contribuyen a la salud, es necesario ir más allá de la atención médica. Pero existen sistemas de servicios de atención mejores que otros. Unos contribuyen más que otros a lograr mejores resultados en salud, dependiendo de su universalidad, equidad, integralidad y adecuado uso de los recursos. De manera que, tanto el diagnóstico como las soluciones deben incluir la organización de la atención en salud e ir más allá de ésta, para ver qué tanto se logra producir y distribuir equitativamente la salud en la sociedad.

Cuando se valora desde esta óptica el sistema de seguridad social colombiano, con sus componentes de salud, pensiones y riesgos profesionales, el resultado es, sin lugar a dudas, lamentable. Es un sistema que se concentra en la atención de la enfermedad y descuida la prevención; se concentra en el corto plazo y descuida el largo plazo; consume muchos recursos para obtener pocos resultados; divide la población en ciudadanos de primera, de segunda y de tercera, según su capacidad de pago para acceder a los servicios ofrecidos; genera desigualdades injustas, sistemáticas y evitables, esto es, inequidades en los resultados en salud y las condiciones de vida de los grupos de la población en desventaja social frente a los recursos de poder, riqueza y prestigio por su pertenencia a una clase social, etnia u opción de género. En lugar de contribuir a superar la injusticia de la sociedad, el sistema de seguridad social colombiano la profundiza, y hace pensar a las personas humildes que es natural que los ricos vivan más y mejor que ellos. Esto ocurre porque es un sistema que privilegia la lógica de la rentabilidad económica por encima del derecho a la vida y a la salud de las personas, y porque es un sistema que ha confundido fines y medios, de manera que ha puesto la carreta delante de los caballos.

El problema central del actual sistema de atención en salud consiste en reducir este tipo de servicios a mercancías transables y, por lo tanto, obtenidas en los contratos entre agentes económicos, léase propietarios, que se encuentran en el mercado. Unos consumen y otros ofrecen. El Estado aparece allí como un garante de los contratos y un padre caritativo con los pobres. En el sistema colombiano, el Estado también establece unas reglas de juego que limitan el libre mercado. No se trata, entonces, de un mercado libre, sino de uno de “competencia regulada”. Aún así, la lógica del lucro por parte de los agentes que se encuentran en este mercado regulado se impone sobre las necesidades de atención de las personas. Y este problema seguirá por siempre si el derecho a la atención en salud sigue ligado a la propiedad y al ingreso de los individuos. Tengo derecho si pago y éste es el Régimen contributivo. Tengo derecho a un subsidio individual del Estado, si demuestro no tener con qué pagar, y éste es el Régimen Subsidiado. No existe, entonces, un derecho ciudadano a la atención en salud, sino un derecho individual ligado a la propiedad. Este es, pues, el problema generador de una lógica perversa que se expande en el sistema de salud y se convierte en un obstáculo estructural para producir salud y buen vivir. Como lo ha reconocido recientemente Oxfam, los sistemas de salud que profundizaron la mercantilización han demostrados mayor gatos y peores resultados en salud que aquellos que sostuvieron el predominio público.

Esto ocurrió así no por casualidad, sino por un conjunto de decisiones deliberadas de los gobiernos y de los sectores hegemónicos nacionales, que condujeron al país hacia un proceso continuo de vinculación y dependencia de la dinámica de globalización económica neoliberal, de financiación y desregulación extrema, que ha mostrado un estruendoso fracaso. El capitalismo global vive una de sus más profundas crisis, en todas las dimensiones. Es el momento de plantear alternativas que eviten que se sigan socializando las pérdidas y los costos, y reordenar la casa para poner la carreta detrás de los caballos. El fin del sistema de salud debe ser contribuir al buen vivir, a la vida digna de los seres humanos, y no el lucro económico. Los medios para lograrlo existen pero deben ser reorganizados para este fin.

LA PROPUESTA

El primer asunto que tendrá que resolver una política pública de salud que incluya el sistema de servicios de atención es entender, pactar políticamente y materializar en la sociedad, el derecho fundamental a la salud como un derecho individual y colectivo de ciudadanía social, no ligado a la propiedad o la capacidad de pago de las personas. A partir de allí, se deberá organizar un sistema de salud que ayude a la construcción colectiva de las mejores condiciones de vida para la población, que haga universal y gratuito el acceso a la atención sanitaria, que fortalezca la acción colectiva para la producción de salud, y que prevenga y atienda las enfermedades y los daños sin discriminación alguna, según las necesidades de la población y con criterio de equidad.

Se trata de un sistema de salud que, más allá de la atención de enfermedades, y articulado a otros sistemas, políticas y acciones colectivas, supere las condiciones que producen enfermedad y muerte, afecte la producción y la reproducción de las inequidades, y contribuya al logro de una sociedad más justa, solidaria y digna. Esto implica decisiones y opciones políticas radicalmente opuestas a la tendencia mercantilizante impuesta en las últimas dos décadas en materia de salud, seguridad social y políticas sociales en Colombia.

El PDA deberá comenzar, entonces, por separarse de la corriente neoliberal, para plantearle a la sociedad colombiana, y construir con ella, una nueva alternativa de organización de los sistemas de salud, atención en salud y seguridad social. Los principios orientadores

La construcción colectiva de un sistema de salud que contribuya al “buen vivir” en Colombia implica un cambio cultural profundo para salir del individualismo del “sálvese quien pueda” y de la búsqueda a ultranza del beneficio personal en contra del interés colectivo. Esta es la base fundamental de la llamada “cultura mafiosa”, la consecución del dinero fácil, la delación malintencionada en todos los órdenes y hasta los falsos positivos en las fuerzas armadas, producto de un capitalismo dependiente, excluyente y concentrador de riqueza. La convocatoria nacional a un cambio profundo, que se materializaría en un nuevo sistema de salud y de seguridad social, se basa, por tanto, en los siguientes principios:

• Equidad. Son insoportables tantas desigualdades injustas y evitables en nuestra sociedad. Podremos superarlas si logramos dar a cada cual según su necesidad y aportar cada cual según su capacidad. Una sociedad justa requiere una combinación sistemática entre la redistribución de medios para realizar la vida, y el reconocimiento de las diferentes maneras de ser y de vivir.

• Solidaridad. Somos iguales e interdependientes. Ponerse en el lugar del otro es el primer paso para considerarlo un igual. El segundo es actuar en consecuencia. La solidaridad implica acción colectiva para superar situaciones que afectan o podrían afectar a cualquiera, considerado como un igual.

• Universalidad. Todos los seres humanos, independiente de la clase social, etnia o género a la que pertenezcamos, o de la convicción política o religiosa que profesemos, nos merecemos un trato igual en la adversidad, en la enfermedad o en el sufrimiento, trato que no debe ser inferior a la dignidad humana.

• Interculturalidad. Aunque seamos iguales en dignidad, los seres humanos somos diferentes porque creamos cultura y la cultura nos define según nuestras particularidades territoriales, étnicas y populares. Interculturalidad significa reconocimiento, diálogo y construcción desde la diferencia.

• Prioridad de lo público. El buen vivir es un asunto público que debe garantizar el Estado Social de Derecho. La salud es una construcción social y un asunto de interés público. Por lo tanto, una organización que priorice el interés público es la mejor para producir salud.

• Democracia radical. El buen vivir requiere el máximo desarrollo de las potencialidades humanas. Esto exige acceso a medios (democratización económica), libre opción de vida (democratización cultural), y posibilidad de acción (democratización política).

• Integralidad: Las necesidades humanas son complejas y los derechos son interdependientes. No es posible lograr un buen vivir sin propiciar la articulación de procesos, bienes, servicios y acciones colectivas para construir soluciones íntegras y complejas.

Con base en estos principios ordenadores, es posible pasar al desarrollo práctico de una alternativa política en seguridad social y salud para el buen vivir. La articulación de los cambios en la salud con cambios estructurales

Si la calidad de vida, el buen vivir y la salud son resultados sociales, un avance significativo en salud no es posible sin afectar aspectos cruciales de la organización social, económica y política. El primero de ellos debe ser la salida política al conflicto armado. Al mismo tiempo, políticas económicas y sociales transformadoras son el mejor aporte a una paz duradera. En tal sentido y siguiendo un cierto orden jerárquico se propone:

• Avanzar en la construcción de nuevos modos de vida sustentables, soberanos en medio de la interdependencia global, comenzando por cuestionar las bases del proyecto civilizatorio capitalista de devastación y deterioro socio-ambiental.

• Iniciar un proceso decidido de democratización del acceso a los recursos económicos que permita una distribución justa de la riqueza y de los ingresos.

• Superar el actual régimen político, para dar curso al Estado Social de Derecho, y generar cambios profundos del régimen político e institucional, de los procesos de decisión en el interior del Estado, en el camino hacia una democratización política consistente que posibilite la emancipación y la participación social autónoma.

• Generar procesos de transformación cultural que garanticen acceso universal a la educación, respeto y promoción de la diversidad, y relaciones de interculturalidad entre las culturas ancestrales y populares, y la cultura occidental.

• Desarrollar una política sostenida de democratización de la propiedad agraria, de soberanía alimentaria y reforma urbana, como condición para el acceso y utilización equitativa de los alimentos y mejoramiento de la calidad de vida rural y urbana, clave de la reorientación del modelo económico, y pilar del buen vivir y del derecho fundamental a la salud.

• Articular una política de acceso a los servicios públicos, vivienda, saneamiento y agua potable que contribuya al logro de las mejores condiciones de vida de las poblaciones, con perspectiva territorial.

• Impulsar un compromiso nacional con el derecho al trabajo, la dignidad en el trabajo y la reivindicación de los derechos laborales, las libertades y garantías sindicales, con especial atención a los trabajadores de la salud y la seguridad social.

• Desarrollar un sistema fiscal de carácter progresivo en su recaudo y equitativo en su asignación, según territorios, clase social, género, etnia y generaciones. Los ejes de transformación esbozados anteriormente constituyen un esquema viable de articulación explícita entre política económica, política social, de seguridad social y de salud, en el marco de un programa político de verdadero cambio de orientación democrática para el país. Un sistema universal de seguridad social integral

Si bien la seguridad social se asocia a la relación salarial formal, la denominación “protección social”, usada en otros documentos y propuestas políticas puede ser confundida con la perspectiva asistencialista e individualista de las políticas sociales hegemónicas actuales. Por esto, el PDA debe hablar de “seguridad social integral” y hacer explícito que un sistema de este tipo no se reduce a servicios de salud y a contingencias económicas para trabajadores formales.

El nuevo sistema de seguridad social integral que se propone exige un cambio radical que implica varios niveles de acción de la sociedad y una nueva estructura organizativa de la administración pública. Así, el punto de partida consistiría en la derogatoria de la Ley 100 y sus relacionadas, un cambio constitucional y una base económica que reconozca la atención en salud como un derecho fundamental, de acceso gratuito, e interdependiente con los demás derechos económicos, sociales y culturales.

El nuevo sistema integral de seguridad social debe ser universal, público, ligado a la condición de ciudadano y no a la capacidad de pago, por tanto, no focalizado. La financiación del gasto será estatal con base en impuestos generales progresivos y cotizaciones de los-las trabajadores-as y empleadores-as. La asignación de recursos o beneficios será equitativa, según las necesidades de los territorios, y con enfoque diferencial por géneros e intercultural.

El nuevo sistema se reorganiza con la prioridad de lo público, con un papel rector del Estado como garante de derechos, a partir del financiamiento, el cual consiste en la integración de los recursos aportados por el mecanismo de cotización de trabajadores y empleadores, con los recursos provenientes de impuestos generales y de destinación específica, en el marco de una política fiscal progresiva. Esto es posible, a partir de la constitución de un Fondo público único de seguridad social integral, de administración pública, participativa y con amplio control social. El Fondo deberá además rescatar e integrar los recursos de las pensiones, para generar un esquema pensional verdaderamente solidario.

La asignación de los recursos sería territorial, con criterios de equidad, calidad y eficacia pública. Y su administración debe ser pública, por parte de entes regionales autónomos, con mecanismos de participación y control social explícitos. Estas entidades organizarán la provisión de los diferentes componentes correspondientes a los derechos económicos, sociales y culturales que establezca el sistema, con un componente central de evaluación de eficacia por sus impactos en equidad, calidad de atención e indicadores de salud y calidad de vida. La prestación de servicios a la población puede involucrar entidades estatales y privadas, en el marco de decisiones, compromisos y liderazgo público orientados por la equidad y la mejor atención de las necesidades de la población, con enfoque diferencial y de interculturalidad. La utilidad privada no debe afectar la dignidad de las personas ni la garantía de sus derechos.

La perspectiva territorial y poblacional permitirá integrar las acciones preventivas, curativas y de rehabilitación, propias de los servicios de salud, con acciones más amplias de mejoramiento de la calidad de vida de la población con mecanismos de gestión intersectorial, en particular, con servicios públicos, alimentación, educación y vivienda. La integralidad es posible si existe una visión integrada de los derechos, de los problemas y de los procesos para superarlos. De allí el planteamiento de la seguridad social integral.

En esta lógica, los servicios de salud deben estar cerca de las personas, construir vínculo con ellas y sus comunidades, organizarse en redes y garantizar el mejor éxito en el ciclo de atención. La fragmentación derivada de la super-especialización biomédica aumenta los costos y disminuye la eficacia del sistema. La accesibilidad, la integralidad, la continuidad de la atención, el vínculo, la acción intersectorial/transectorial y la participación comunitaria son los principios ordenadores de la Atención Primaria Integral en Salud (APIS) impulsada en la actualidad por muchas fuerzas sociales y políticas en el mundo. De allí que ésta sea una estrategia central para un nuevo sistema de salud orientado hacia el derecho y no al negocio. Esta nueva forma de organización ha demostrado además su capacidad para regular los costos de los medicamentos y de la tecnología biomédica, mejorar el acceso y obtener mejores resultados en salud. En este esquema, la participación social autónoma y con capacidad de decisión no sólo es posible sino fundamental para garantizar el derecho a tener derechos y superar colectivamente los problemas. Una estrategia de legitimidad pública

El PDA debe ser consciente de las dificultades políticas y prácticas del planteamiento de transformación radical del sistema de seguridad social existente. Los intereses económicos y los poderes de las clases dominantes se han instalado y se sostienen en actores, mecanismos institucionales y en una cultura hegemónica de la salud como mercancía. Pero también existen evidencias de la inconformidad y la saturación pública con la inequidad y la injusticia diaria del sistema. La crisis económica global está mostrando sus impactos y la viabilidad económica del sistema dual de cotización y subsidios crecientes es insostenible. En estas condiciones, es necesario desarrollar un proceso de debate público que recoja la movilización social necesaria para una transformación de tal envergadura, construya un verdadero plan de acción y presente las iniciativas más apropiadas para el cambio.

Un movimiento continuo y sistemático, constituido por trabajadores, pueblos indígenas, campesinos, jóvenes, académicos, mujeres, trabajadores de la salud, asociaciones de enfermos, adultos mayores, movimientos y partidos políticos, congresistas y funcionarios públicos, entre otros, puede lograr la voluntad política que se requiere. En las actuales circunstancias nacionales e internacionales, este cambio es posible. Y una movilización por el buen vivir, que resulte en transformaciones estructurales de las políticas económicas y sociales lideradas por el PDA, es la mejor política de paz para superar la guerra. Al mismo tiempo, una salida política del conflicto es un paso decisivo hacia una política orientada por el buen-vivir. Es hora de poner la carreta detrás de los caballos.

Firman:

Opción para firma por orden alfabético Abel Duarte, Alex Garcia, Amparo Hernandez, Ana Lucia Casallas, Astrid Zapata Carlos Ballesteros, César Cortes, Claudia Naranjo, Diana Garcia, Dora Hilda Aya Jaime Urrego, Juanco Cristancho, Fernando Galvan, Germán Blanco, German Reyes Gloria Jiménez, Giovanny Rodriguez, Luis Estupiñan, Mario Hernández, Mauricio Molina Mauricio Torres, Miguel Barrios, Nancy Molina, Nelly Caliz, Rafael Malagón, Rafael Vásquez. Roman Vega, Saúl Franco, Sergio Isaza, Sofia Jacome, Soledad Aguilar, Yenny Russy Yesid Camacho, … siguen firmas

l debate económico en el II Congreso del Polo
Martes 24 de febrero de 2009

El proceso político de Colombia estará signado por la crisis económica mundial que es una realidad entre nosotros. Se pueden nombrar al incremento del desempleo, a la recesión industrial, al encarecimiento de alimentos y combustibles, a la disminución de las exportaciones y a la tasa de inflación como los síntomas de que lo peor está por venir. La decisión de Glencore de salir del proyecto industrial más importante, un salto técnico en la petroquímica, es señal de que la “confianza inversionista” sufrió serio revés y que la avisada ayuda extranjera en la recesión no será tabla de salvación.

La amenaza de una crisis cambiaria con nefastas repercusiones sobre el crédito y las cuentas fiscales y las órdenes impartidas por el FMI en su reciente “misión de Consulta”, de dar prioridad a honrar la deuda pública, hacen necesaria la alerta roja sobre la estabilidad económica y social del país. La gravedad que puede tener, tal como aconteció en Estados Unidos, donde la crisis desplazó como tema a la guerra de Irak, puede relegar a un segundo plano los asuntos de seguridad. El que, por ahora, muchos piensan que es lo principal.

El despiste es tal que los medios oficiales hacen creer que “nuevos gurús” (sic), viejos predicadores del dogma neoliberal ahora en desgracia y que lo han practicado desde el Gobierno, el Banco Mundial y el FMI, tienen la pócima curativa. Recetan “recortar los aportes parafiscales para flexibilizar los mercados laborales”, un refrito ya fracasado; “bajar la tasa de interés”, volver a la solución en las simplezas de las teorías del dinero; “eliminar aranceles a las importaciones de alimentos”, seguir despreciando la producción nacional lo que ya ha traído terribles consecuencias; y “cifrar la recuperación en el sector financiero” como si en la especulación no estuviera uno de los virus del mal presente. En fin, combatir neoliberalismo con más neoliberalismo.

Surgen propuestas “centristas” que sin confrontar la política económica tratan de hacer una asepsia de sus más desgraciadas secuelas. “Separar lo social del mercado”, por ejemplo. ¿Quiere decir, ampliar el Sisben? ¿Crear regímenes especiales para nuevas categorías de desvalidos? ¿Por qué recurrir al galimatías en lugar de plantear la universalidad de los derechos sociales de educación, salud y de seguridad social integral? Otra más, “hacer de los alimentos un modelo desarrollo” y para esto expropiar “tierras de las mafias”. ¿Es la seguridad alimentaria nacional una opción de “modelo” o indispensable política de Estado, inclusive de seguridad nacional? ¿Es factible sin mover estructuras neoliberales, como TLC, libre flujo de capitales y mercancías, política cambiaria dictada por el mercado, Banco Central autónomo, así se expropien tales tierras? Las soluciones a medias terminan en eso, entelequias y fraude a la opinión.

Renunciar en la peor crisis en 80 años al cuestionamiento del neoliberalismo y a plantear una política económica autónoma y diferente, con nuevas instituciones, centrada en el empleo, la producción nacional, agraria e industrial, fundada en el ahorro y el mercado internos, con un comercio exterior diversificado y complementario, la universalización de derechos y la distribución del ingreso para reversarlo, sería una traición del Polo a su misión. Esto, desde luego, tiene que ver con la táctica electoral, no están desvinculadas las dos discusiones; al contrario, la una implica la otra. Una coalición, a la cola del Partido Liberal, con la seducción de “ser gobierno”, acarrearía la felonía del silencio o de las “mediatintas” frente a un asunto trascendental. No es la hora de acuerdos mínimos sino de los máximos, los que demandan millones de colombianos, del campo y la ciudad, sumidos en la desocupación, la pobreza, la informalidad y la ruina y que no aguantan más. A ellos se debe prioritariamente el Polo en su Congreso.

La unidad del partido es un patrimonio de la democracia
Martes 24 de febrero de 2009

Los abajo firmantes, Congresistas, Concejales y dirigentes del Polo Democrático Alternativo PDA, constituidos en la corriente de independientes en el partido, declaramos ante la opinión pública:

1- La unidad del partido es un patrimonio de la democracia, que debe ser preservado por encima de cualquier interés personal o particular y es requisito necesario para el triunfo de una alternativa democrática en el país. Significa lo anterior que las divergencias existentes entre diferentes corrientes de opinión en el partido, pueden ser tramitadas a su interior, con el respeto y el reconocimiento de las opiniones minoritarias.

2- Los debates públicos en que se han expresado las opiniones de algunos sectores del partido, no expresan la totalidad de las opiniones diversas que confluyen en el partido y ésta corriente de opiniones independientes representamos a 450 delegados al Congreso, un 30% de los delegados convocados al Congreso Nacional.

3- Los sectores independientes proponemos que se tienda puentes, que supere inamovibles, que facilite caminos de entendimiento y conciliación de todos los puntos de vista, privilegiando siempre el interés de la nación y de la democracia, que reclaman una izquierda unida.

4- Proponemos que el debate político en el partido, permita construir un partido articulado a la lucha social, con una propuesta programática para gobernar desde un proyecto de nación, un partido para la paz de Colombia y que rechaza toda expresión violenta de los actores armados, condenando el secuestro y todos aquellos actos que vulneran las normas del derecho internacional humanitario.

5- Consideramos necesario que el PDA escoja un candidato propio para las próximas elecciones presidenciales, en un ejercicio de consulta abierta y que avancemos en un proceso de acuerdos con otras fuerzas políticas que permita lograr una gran confluencia de los demócratas para el cambio que necesita el país.

6- Trabajaremos por la organización del partido y para asegurar las reservas suficientes de autoridad política y moral, que nos permitan asumir el reto de gobernar a Colombia.

Senador Luis Carlos Avellaneda, Concejal de Bogotá Fernando Rojas, Carlos Romero (Polo que Suma), Giovani Parra (Poder y unidad popular), Germán Avila, Cesar Manrique, José Cuesta, Fernando Grisales (Fuerza Común), Edil Ernesto Orozco, Paulo Molina (Dirección Nacional de Jóvenes), Wilson Rivera (Líderes por Colombia).

Los ejes programáticos para un gobierno de transición
Jueves 19 de febrero de 2009

(Propuesta para el debate en el Congreso Nacional del PDA)

Presentada por : Alberto Téllez Iregui, Daniel Libreros y Pablo Castañeda.

Presentamos para el debate interno del Partido en la preparación Política del Segundo Congreso Nacional del PDA, a realizarse en Febrero 26,27 y 28 de 2009 los siguientes ejes de la programática, para un gobierno democrático que debe iniciarse con los espacios ganados en las elecciones de 2007 y que aspiramos a consolidar y profundizar, con la candidatura y elección presidencial de Carlos Gaviria, a partir del 7 de agosto del 2010.

LA SOBERANIA NACIONAL. Defendemos el derecho del Estado y la sociedad colombiana a decidir soberanamente sus políticas nacionales e internacionales. Sin perder de vista los ideales de integración latinoamericana y los derroteros del nuevo derecho internacional de las naciones libres y dignas.

LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA. Buscamos construir una democracia participativa, en la que las expresiones organizadas de las comunidades en los municipios, los departamentos, las regiones y la nación, asuman las decisiones para hacer mas justa, incluyente y equitativa su realidad social, política, cultural y económica

LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL. Mantendremos relaciones políticas, económicas y culturales con todos los países del mundo, dentro del respeto reciproco de la Soberanía. Pero para garantizar el desarrollo económico, la estabilidad política y la fraternidad de los pueblos similares, privilegiaremos las relaciones con los países de América Latina y su integración regional y subregional. En este sentido, respaldamos, entre otras iniciativas, el ALBA, el MERCOSUR, Andinota Comunidad Andina de Naciones, el Banco del Sur, Telesur y propugnamos por la comunidad de intereses políticos y económicos de Latinoamérica, en el marco del desarrollo, la complementariedad, la transferencia tecnológica y la integración (cesión recíproca de soberanías) con equidad y solidaridad. Esta forma de la Cooperación será fundamental para avanzar en la solución de graves problemas que aquejan a América Latina, como la sostenibilidad alimentaria y ambiental.

UNA NUEVA ÉTICA. Propugnaremos por la absoluta transparencia en el manejo de lo público y en la vida del partido. Promoveremos unas nuevas relaciones en la sociedad, basadas en principios de colaboración, eficiencia, autonomía, equidad, fraternidad, solidaridad , honestidad y respeto a la dignidad humana y la intimidad.

LA TRANSFORMACIÓN ECONÓMICA. Buscaremos un modelo de desarrollo que garantice el crecimiento sostenido de la economía con bienestar social. Para tal propósito, proponemos desarrollar el mercado interno, elevar la capacidad adquisitiva de la población, fortalecer el desarrollo industrial en las áreas más competitivas de acuerdo a nuestras ventajas comparativas, estimular las exportaciones de productos con valor agregado, desarrollar las redes de capital humano y capital intelectual como principio de apropiación del plusproducto social por sus creadores, estimular la integración económica y el mercado regional y realizar una reforma que le permita al Estado recuperar el control de sectores que, como la banca, los servicios públicos, la infraestructura vial, las comunicaciones, la inversión en investigación, ciencia y tecnología y la biodiversidad, son estratégicos y fundamentales para el desarrollo, el bienestar social y la equidad.

RENEGOCIAR Y REESTRUCTURAR LA DEUDA PÚBLICA EXTERNA E INTERNA. Como fuente fundamental de recursos para atender los requerimientos del desarrollo económico y la estabilidad social, el Estado Colombiano debe renegociar la deuda pública. Mientras cerca del 50% del PIB se siga destinando al servicio de la deuda, resulta imposible cualquier propósito de desarrollo sostenible y de justicia social.

El gobierno alternativo debe declarar la cesación de pagos y proceder a concertar con los acreedores internacionales la renegociación de la deuda externa, sobre la base de la suspensión de pagos y la congelación de intereses, en ambos casos, por un periodo no inferior a 10 años. Se requiere asimismo, renegociar la deuda pública interna, prorrogando los plazos y ajustando los intereses a la tasa más baja del mercado internacional. Sin renegociar la deuda pública no será posible garantizar recursos para el desarrollo económico sostenible y para la inclusión social.

LA REFORMA TRIBUTARIA Y FISCAL. Se requiere una reforma tributaría que permita hacer realidad la función redistributiva del Estado en el manejo del ingreso y el gasto públicos. Las cargas tributarias deben fijarse en relación directa con el ingreso y la riqueza, preferencialmente, por la vía de los impuestos directos.

LA REFORMA A LA SEGURIDAD SOCIAL. Para garantizar el bienestar de la población, se impone realizar profundas reformas sociales que permitan sentar las bases de una convivencia con equidad.

En la Salud, es necesario derogar la ley 100 de 1993 y establecer un sistema que garantice la cobertura total y la calidad de la seguridad social, como un derecho fundamental que debe ser garantizado por el Estado. La salud no puede seguir siendo un negocio.

En la Educación, se requiere garantizar la educación pública universal, de calidad, gratuita y obligatoria en todos sus niveles. Basada en políticas de estímulo a la investigación, a la apropiación y desarrollo de ciencia y tecnologías, a la formulación de un escalafón docente UNICO Y UNIVERSAL que haga de la actividad docente una opción de vida y desarrollo profesional con base en remuneraciones y estabilidad propias de la más importante actividad humana para el desarrollo social, cívico, cultural, intelectual y científico del país.

En vivienda, el Estado debe garantizar las políticas de reforma urbana, cambios de densidad y resocialización de los habitantes y recursos para resolver, en condiciones de confort y dignidad , el derecho a la propiedad para todos los hogares en el territorio nacional, lo cual implica un sistema de impuesto a la propiedad que elimine la concentración de la propiedad y la tendencia rentista del uso ineficiente del suelo urbano.

En inclusión social, es indispensable proteger la diversidad étnica y cultural, garantizar la igualdad de derechos y oportunidades de la mujer y fortalecer los derechos de la juventud, el adulto mayor y las minorías sexuales.

En trabajo, se requiere una reforma económica que estimule el desarrollo de las empresas que generen empleo de calidad, bien remunerado y estable, dando prelación a las de iniciativa solidaria, a las famiempresas, micro, pequeñas y medianas empresas que estén basadas en estrategias de incorporación de trabajo calificado, innovación, y creación de espacios de mercado local e internacional competitivos. Para ello apoyaremos la creación de banco de fomento con periodos de gracia, tasas nulas y plazos amplios soportadas en acompañamiento experto para garantizar eficiencia y efectividad

Reforma laboral, que restablezca a los trabajadores los derechos conculcados por el neoliberalismo y genere nuevas oportunidades de empleabilidad, elevación de las competencias y mejoramiento continuo de los ingresos asociado a una política de redistribución de excedentes.

En Servicios Públicos, es indispensable que el Estado garantice su cobertura total y su calidad, subsidiando, en la medida en que sea necesario, su prestación a los sectores pobres. Para ello los socialistas y el PDA se oponen a las políticas de privatización de las empresas del Estado como la ETB , EPM, y las demás que son la base del ejercicio de las responsabilidades del Estado y patrimonio social.

LA REFORMA AGRARIA INTEGRAL. Se requiere una reforma agraria integral, que garantice la sostenibilidad del medio ambiente y la racionalización y democratización del uso de la tierra, el crédito, la asistencia técnica, el mercadeo y el aprovechamiento de las ventajas comparativas del país. Para mantener niveles de competitividad en el mercado internacional (mientras subsistan las subvenciones y las restricciones arancelarias y fitosanitarias en otros países), el Estado debe subsidiar la producción agropecuaria. La Reforma Agraria debe atender, igualmente, la sustitución de cultivos y la reincorporación productiva de los desplazados. Las propiedades abandonadas o vendidas bajo la presión de la guerra deben volver a sus dueños y las adquiridas con dineros ilícitos serán expropiadas. Las tierras expropiadas al narcotráfico deben ser utilizadas, preferencialmente, para desarrollar formas asociativas de producción y cooperativas agroindustriales. Se define como política integrar al mercado bienes con valores agregados para superar la expoliación y la condición de constante atraso sectorial derivado de la explotación primaria.

Para la protección de los ecosistemas y la solución del problema social de los pequeños productores de cultivos de uso ilícito, se dará un manejo integral que incluya la erradicación manual y excluya las fumigaciones.

LA SOSTENIBLIDAD AMBIENTAL. Ejercer la protección del medio ambiente y la biodiversidad como bienes estratégicos de propiedad exclusiva de la Nación y sus nacionales. Limitar la explotación de las multinacionales a lo necesario para ejercer procesos de apropiación tecnológica en bienestar de la humanidad, es una tarea prioritaria y fundamental del Estado democrático.

LA REFORMA POLÍTICA. Se deben realizar reformas políticas estructurales que permitan ir construyendo las bases de un régimen político basado en una auténtica democracia, de participación y decisión ciudadanas.

En ese propósito consideramos importante:

La organización, fortalecimiento y democratización de los partidos políticos y el establecimiento del sistema gobierno – oposición.

La Reforma del Sistema Electoral, que asegure el voto libre y elimine las prácticas de corrupción y clientelismo que hoy imperan en los procesos electorales. En tal propósito, se requiere, particularmente, la financiación total y exclusiva de las campañas electorales por el Estado, los estímulos y sanciones que promuevan sensiblemente la participación electoral y la lista única cerrada, integrada mediante desición democrática de cada partido.

La democratización de la propiedad privada de los medios de comunicación y de su función en las campañas electorales.

Fortalecer y estimular el sistema de organización y participación ciudadana, con carácter decisorio, en los diferentes espacios territoriales y sociales, para desarrollar un sistema de democracia participativa basado en el empoderamiento de las comunidades.

Reformular el sistema del Ordenamiento Territorial del país, para avanzar, con participación ciudadana, en la descentralización y autonomía de las regiones, hacia la construcción de una República Regional Unitaria. La descentralización política, administrativa y fiscal debe incorporar en las grandes ciudades, la elección popular de Alcaldes Locales y la transformación de las Juntas Administradoras Locales o Comunas en Concejos Locales.

Devolverle al Constituyente Primario el Derecho Soberano a Reformar la Constitución mediante Referendo Directo.

LA GUERRA Y LA PAZ. Creemos que en la actual coyuntura de ascenso democrático la lucha política es el camino expedito para la construcción del modelo de sociedad y estado que proponemos, lo cual implica la confrontación ideológica y el ejercicio de la movilización social como materialización de la democracia y estrategia para derrotar la derecha neoliberal y alcanzar el poder.

El gobierno democrático, con sus reformas estructurales, construirá el camino para una paz duradera y estable. El autoritarismo neoliberal es el cultivo de la guerra. Solo un gobierno democrático puede darle salida a la guerra y esa es una de sus tareas fundamentales. El Gobierno Democrático no solo debe concertar el Acuerdo Humanitario para la liberación de todos los retenidos por la guerrilla, sino que, además debe, de manera inmediata, negociar los términos para la desmovilización de la insurgencia armada.

La movilización social agenciada por el PDA en el sentido de convocar una Constituyente para formular una Constitución que elimine las causas objetivas de la violencia y soporte los requerimientos de la paz y de un régimen de democracia participativa y equidad social.

Febrero 19 de 2009.

Por un Polo Democrático Alternativo "que respete la pluralidad, las minorías y la democracia"
Miércoles 18 de febrero de 2009

Desde Opción Siete como tendencia de base social, cultural y comunitaria y con otros compañeros de diferentes listas y tendencias minoritarias hemos estado analizando la situación política de nuestro partido y a través de múltiples encuentros de acercamiento ideológicos, hemos llegado a los siguientes análisis:

Que el Polo Democrático Alternativo es un partido plural, conformado por listas minoritarias, así quedó plasmado en el anterior mes de octubre cuando en la consulta participaron 44 listas nacionales que no nos vemos representado en los dos sectores que tradicionalmente se conocían en la opinión publica de “radicales” y “moderados”, los cuales se han venido enfrentando de manera pública por sus intereses de poder, dentro del PDA con lo cual solo se ve perjudicado el mismo Polo Democrático Alternativo, sobre todo en sus bases que se ven altamente desinformados por los medios de comunicación de la derecha.

Por eso hemos decidido, como sector independiente no aceptar ni participar en ningún tipo de acuerdos, ni consensos antes del II Congreso del PDA, sino que si se eligieron 1498 delegados por elección popular sean estos quienes deliberen, decidan, realicen acuerdos y consensos sobre el presente y el futuro de nuestro partido.

Porque si se llegan con todo acordado y consensuado por los dirigentes de los dos sectores aparentemente mayoritarios, pues el II Congreso no tendría ningún sentido de ser.

Nuestras propuestas puntuales y que estaremos en plena disposición de sustentar, concertar, acordar y votar en el II congreso sometiéndonos a la decisión democrática de los delegados del PDA.

Socializamos nuestros puntos para que sean analizados y enriquecidos por los diferentes sectores plurales, minoritarios e independientes que conforman el PDA.

1. Estamos por un partido unido, un Polo Democrático Alternativo de izquierda democrática. Que ejerza su acción política para llegar al poder de manera inmediata.

2. La Presidencia del Partido debe ser colegiada de 5 miembros elegidos por el II Congreso y que se rotaran anualmente, la presidencia y la secretaria del PDA dentro de los cinco miembros elegidos, esta metodología garantizara la pluralidad del partido y que las minorías este representadas en la presidencia y secretaria del PDA y no solo dos sectores por acuerdo como hasta el momento ha ocurrido con la presidencia y la Secretaria del PDA.

4. Que los delegados al II Congreso definan las reglas y directrices para las precandidaturas presidenciales y una vez se tengan claras estas reglas de juego se oficialicen las precandidaturas del PDA. Estamos de acuerdo con candidato único de nuestro partido, elegido en consulta interna abierta que se realice de Septiembre del 2009 a Marzo de 2010 y luego si realizar las alianzas con otros partidos o sectores que tengan alguna afinidad con el PDA

4- Reglamentar las tendencias, para poder acabar los organismos dentro del Partido; ya que algunos sectores tienen su propia agenda y sus propias dinámicas e ideologías, que la mayoría de veces terminan siendo contrarias a los estatutos e ideario y programas del Polo Democrático Alternativo. Lo cual hace que la unidad no se de plenamente y que el partido no se fortalezca para llegar al poder; porque estos organismos propios dentro del PDA, actúan como si el Polo fuera una federación de partidos y no un partido político único con tendencias a su interior.

(Vale la pena recordar que el PT Brasilero, solo llego al poder cuando acabo los partidos dentro del partido y dejo de ser una federación de partidos, para convertirse en un solo partido sin chapas propias al interior), sino que nos digan claramente si lo que quieren del Polo es convertirlo en una Federación o Coalición de partidos, para que así las reglas sean claras para todas las tendencias que están en el PDA.

5. Que los delegados elegidos para el II Congreso del PDA se conviertan en los coordinadores municipales, locales, departamentales y distritales, y que donde no se complete el número de coordinadores se elijan en una asamblea de miembros del PDA, para que no nos vayan a someter a otra elección para coordinadores que seria un desgaste para el partido.

6. Revisar los estatutos en el 80% para tomar decisiones, por una mayoría simple, o las tres quintas partes, mirar al Polo desde la base e impulsar la regionalización del partido a todo nivel.

7. La política del Polo Democrático Alternativo para llegar al poder debe enfrentar al modelo neoliberal, representado en el modelo uribista y su mayor exponente Álvaro Uribe o sus sucesores de derecha; el polo debe comenzar e incrementar el trabajo de base con lideres barriales, juntas de acción comunal, ediles, concejales municipales, diputados, organizaciones sociales, culturales, juveniles, de genero, victimas de la violencia, desplazados, entre otros, donde primen los temas sociales; con un firme compromiso de erradicar la pobreza a todo nivel.

A estas líneas políticas sumémosle continuar denunciando y combatiendo el paramilitarismo de frente. No estamos de acuerdo con la combinación de las diferentes formas de lucha, ni con ninguna acción armada o violenta. Impulsamos para lograr la paz, el dialogo, las negociaciones y los acuerdos humanitarios.

Con discusión, análisis y reflexiones esperamos aportar al enriquecimiento del II Congreso del PDA y lograr un partido plural de tendencias que respete las minorías y la democracia; para lograr el Polo Democrático Alternativo Unido, y Alternativa de poder, que los colombianos esperan y anhelan de todos nosotros.

*OPCION SIETE

TENDENCIA DE BASE SOCIAL, CULTURAL Y COMUNITARIA DEL PDA

VENUS ALBEIRO SILVA GOMEZ
CONGRESISTA DE LA REPUBLICA PDA

MAURICIO RODRIGUEZ
Ex Candidato al Consejo PDA

ORLANDO HERRAN
Dirigente de Transporte. Ex Concejal de Bogotá PDA

JORGE RONCANCIO
Dirigente comunitario. Ex Alcalde de Kennedy PDA

ARTURO SILVA
Dirigente Sindical – Bancario. Ex Candidato al Concejo PDA

Wilman Calderon
Ex diputado y Ex Candidato a la Gobernación del Tolima del PDA

CIPRIANO LEON.
Dirigente Social. Ex Candidato al Concejo PDA

JULIO BELTRAN
Dirigente Sindical EAABB. Ex Candidato al Consejo PDA

Luis Hernando Parra
Edil de Bosa PDA

Luis Eduardo valiente
Líder Social y Cultural de Fusa. Ex Candidato al Concejo de Fusa PDA

HECTOR ANIBAL QUINTERO
Empresario y Ex Candidato al Concejo de Bogotá PDA

JUAN MANUEL MUNERA VASQUEZ
Ex candidato al Concejo de Bello Antioquia PDA

DORIS MATURANA
Ex Candidata a la Alcaldía de Cúcuta PDA

YOBIS MANUEL ALVAREZ
Ex Candidato a la Concejo de Itagüí del PDA

HERNANDO
Ex Edil de ciudad Bolívar PDA LUCILA RUBIO
Comité Ejecutivo PDA

ROCIO MELENDEZ
Comité Ejecutivo PDA

JORGE RIVERA CUA
Ex Candidato al Concejo de Santa Marta PDA

ENRIQUE JIMENEZ
Ex Candidato ala Asamblea del Magdalena PDA JORGE IVAN SANCHEZ LOPEZ
Dirigente Sindical y Cooperativo del Caribe

GLORIA BAQUERO
Ex Candidata a la Asamblea del Tolima PDA

DAGOBERTO RODRIGUEZ
Ex Candidato al Concejo de Soacha PDA

MIGUEL BARRIGA
Dirigente Nacional LGBT – PDA

Jorge roncancio
Edil de Kennedy PDA

JUAN DIEGO GASPAR
Gestor Cultural. Ex Candidato al Consejo Armenia PDA

ALVARO PINTO
Ex Candidato al Concejo Bogotá PDA

Declaración del Partido Comunista Colombiano ante el II Congreso del PDA

Unidad para impulsar un cambio democrático

Rebelión

El PDA está frente a la opción de jugarse en la posibilidad de encabezar la creación de un gobierno democrático y de ser una fuerza del cambio. Asumir tales decisiones responsables exige actuar con inteligencia y acierto. La complejidad de hoy no es reductible a soluciones del tipo de los llamados “acuerdos sobre lo fundamental” con el establecimiento oligárquico, concebidos como medio para garantizar la sobrevivencia, “un lugar bajo el sol”, como decía en otrora Alfonso López Michelsen, sino para plantearse las convergencias indispensables a los cambios sociopolíticos, de orientación económica, de paz y soberanía que reclama el país.

El régimen vive la crisis política de su perfil dictatorial, la vergonzosa sumisión a la política neocolonialista del imperialismo, al TLC y al intervencionismo militar del Plan Colombia, la sustitución de las garantías sociales por limosnas, el ambiente de corruptela del narcoparamilitarismo y de los grandes negociados, en un momento de cambios democráticos en América Latina y de avances hacia la integración continental. Continuismo es el horizonte que ofrece el empeño de Uribe en su reelección. Pero, aún si Uribe no va más, los posibles sucesores se disputan entre sí por ver quién asume, más que los otros, la prolongación del modelo neoliberal y el guerrerismo de los últimos siete años, que consideran insustituible.
A esto se suma la quiebra del modelo económico capitalista neoliberal, en su versión narcoparamilitar mafiosa, en el contexto de la profunda crisis económica mundial capitalista. La crisis no es transitoria ni superficial. Acarrea materiales de fondo que remueven conformismo social, el asistencialismo demagógico destinado a propiciar la reelección de Uribe y la flamante “confianza inversionista”.

Ante esta decadencia del poder resulta mucho más dañino el peso de la guerra contrainsurgente, convertida en el centro de la política del Estado, que se agrega a las consecuencias desastrosas de la crisis económica general. Un cambio democrático tiene que modificar este rumbo para lograr una paz democrática, con reforma social agraria y urbana, apertura e inclusión democráticas, plena soberanía, alianza, amistad con los hermanos de América Latina y pasos decididos a la unidad continental.
El Polo es una confluencia de fuerzas diversas, aglutinadas en torno a un Ideario de Unidad, unos estatutos de partido y una táctica electoral. Es, inevitablemente, un componente básico de un proyecto mayor de unidad del pueblo en proceso de construcción.

El agravamiento de la situación social exige acciones inmediatas como el alza de salarios, subsidio a los desempleados, cese de las medidas de represión, detenciones masivas y agresiones del Esmad, restablecimiento pleno de los derechos laborales, control de capitales y de cambios, medidas dirigidas a estimular la creación de frentes de trabajo, estímulo a la producción nacional, a la pequeña y mediana industria, iniciativas de reforma agraria que favorezcan el retorno de los desplazados con garantías, crédito barato y protección del Estado, etc.

Superar las polémicas paralizantes que le hacen el juego al régimen.

Existen en sectores de la izquierda visiones negativistas frente a las posibilidades de superar el actual estado de cosas, bajo la iniciativa y con un papel proactivo y dirigente del Polo. Algunos proponen alianzas, en primera instancia y preferentemente, con núcleos críticos del establecimiento, sin ruptura con el eje principal de la política de clase contra los trabajadores, la represión, la polarización y el macartismo, vinculados a la guerra interior. En su lógica, piensan que cualquier propuesta independiente desde la izquierda sería inviable y terminaría haciéndole el juego a la segunda reelección de Uribe.

En aras del llamado “posibilismo”, se subestiman, en particular, los cambios en el movimiento popular y las nuevas dinámicas de la lucha social en desarrollo. Por el contrario, las acciones huelguísticas y movilizaciones como la Minga nacional, en el segundo semestre de 2008, muestran un nivel alto de persistencia, participación, combatividad y radicalización. No han sido movimientos rutinarios. Indican el punto en que emerge un nuevo espíritu y una nueva actitud en el movimiento popular. Cegarse, desde la izquierda, ante esta realidad es una mala señal.

Hay quienes insisten en condicionar la unidad de las fuerzas democráticas a la condena permanente y repetitiva de la lucha armada. Sin medir el significado de las palabras reclaman la condena de lo que llaman la combinación de todas las formas de lucha, en el supuesto entendido de que tal concepto se reduce a la lucha armada, lo que es totalmente equivocado. Una cosa es considerar que la lucha armada no constituye en la actualidad una vía factible para los cambios democráticos irrenunciables y que existen otras formas más adecuadas y menos dolorosas para conseguirlos. Otra muy distinta es condenar la combinación de las formas de lucha como si se refiriera exclusivamente a la lucha armada y, además, fuese sinónimo de terrorismo, según la doctrina de la ultraderecha. La experiencia de la lucha popular colombiana ha sido, es y será mucho más compleja como para despacharse en condenas, estigmatizaciones y referencias formales frente a realidades existentes que solo pueden superarse con cambios políticos también reales. El PCC ha rechazado por principio los métodos terroristas y por igual razón se ha opuesto al secuestro y a toda forma de retención arbitraria.

Para avanzar hacia la paz, no existe ningún sustituto razonable a la solución política con dos componentes indispensables: uno, el compromiso de reformas sociales, políticas y culturales que modifiquen las causas estructurales que originaron y siguen reproduciendo las condiciones del conflicto; dos, la inclusión de los insurgentes en los compromisos de reconstrucción, desarrollo, seguimiento, verificación y control de un proceso de paz a través del diálogo, la negociación y la creación de una nueva institucionalidad democrática con legitimación popular.

Sin renunciar a una actitud crítica frente a los movimientos guerrilleros, el Polo debe propiciar su reconocimiento como interlocutores de la sociedad y el Estado, en la búsqueda de una paz democrática, que es lo contrario de la paz romana.

Construir la fuerza de la convergencia para el cambio.

El Polo tiene que poner en práctica una acertada política de alianzas sin renunciar a las propuestas claras de cambio. Priorizar, por lo tanto, la propuesta de un programa básico de cambios en el modelo económico, el tema de la paz y la reforma política. Y plantear una consulta abierta para escoger su candidato (a) presidencial propio, que debe ir hasta la primera vuelta presidencial. Consideramos el nombre de Carlos Gaviria como el más indicado para esta tarea.

Cinco son los ejes de un programa básico democrático. Primero, la renuncia al modelo neoliberal y la adopción de una política económica con un importante papel del Estado en la recuperación del control social sobre los recursos energéticos, las riquezas naturales y ambientales, la concreción de reformas agraria y urbana, el fortalecimiento del empleo y el ingreso para los sectores populares, el reforzamiento de la educación pública en todos los niveles y todo el territorio del país. Este viraje implica la renuncia al TLC con Estados Unidos, el control de capitales y de cambios, la reorientación hacia una cooperación económica estratégica en el marco de la unidad e integración latinoamericanas.

Segundo, una actitud decidida a ponerle fin a la guerra interior por una vía política y pacífica, que asocie las propuestas de reformas sociales y políticas con compromisos claros y verificables, acompañamiento internacional y garantías plenas para el diálogo, la vida de los rebeldes y la integridad de la población civil. Un paso en firme serán las medidas para el intercambio humanitario. El reto de este eje es el logro de un tratado de paz justa y democrática, que se acompañe de un proceso de verdad, justicia, reparación y compromiso de no repetición para las víctimas del conflicto armado, en toda su dimensión histórica. Tal acuerdo deberá ser ratificado popularmente en un plebiscito.

Tercero, una reforma política incluyente, que restablezca el derecho del pueblo a gobernar y a decidir; que permita neutralizar el control del gran capital privado sobre la administración pública; depurar el Congreso, las fuerzas armadas y de policía y el poder ejecutivo de las mafias del narcoparamilitarismo; garantizar elecciones transparentes y libres; conformar un estatuto de la oposición. En todo momento deben regir el respeto por los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Cuarto, la posición del Polo en lo internacional no puede albergar la ambigüedad, la neutralidad ni las posturas de tercera vía. Proponemos que se exprese la solidaridad con los procesos de cambio democrático en América Latina y reafirmar el rechazo a toda forma de intervencionismo militar y la injerencia en los asuntos internos, la terminación definitiva del Plan Colombia y la prohibición de la extradición de nacionales a los Estados Unidos.

Quinto, las sucesivas reformas a la Constitución de 1991 han modificado en gran parte sus aspectos positivos y acentuado sus ambigüedades y falencias. Creemos que la construcción de un nuevo poder democrático y popular implica la necesidad de una Asamblea Nacional Constituyente, de composición incluyente y representativa, con sujeción de sus conclusiones a la sanción ciudadana.

El Congreso del Polo debe elaborar y presentar su programa básico como una propuesta abierta a la discusión del país y el pueblo, que inaugure un nuevo momento en la lucha por la democracia. Con esto, el Polo abre la puerta al diálogo, al debate público e invita a la construcción conjunta del modelo de país democrático al que aspira. Proponemos generar escenarios de convergencia en los planos local, departamental y nacional con corrientes sociales y políticas interesadas en la discusión de los objetivos del cambio democrático.

Proponemos diseñar iniciativas de convergencia y unidad de acción, dirigidas a los sectores más dinámicos del movimiento popular, en la perspectiva de construir la fuerza en la lucha por la solución y salida democráticas de la crisis. La idea de organizaciones populares de impulsar un gran Congreso del Pueblo, que incorpore nuevos destacamentos al compromiso hacia una nuevo poder amplía el horizonte de la política de alianzas y acerca el Polo a las dinámicas crecientes de la movilización social.

En lo organizativo proponemos que se elijan las direcciones departamentales y locales durante el proceso de la consulta presidencial. Así mismo, conservar el actual número de integrantes de la Dirección Nacional y el Comité Ejecutivo.

Unidad para un gobierno democrático de la izquierda hacia un nuevo poder popular.
La propuesta del Polo es la conformación de un gobierno para los cambios democráticos, con base en la convergencia pluralista de fuerzas en amplia coalición popular y abierto a la participación con las bases programáticas expuestas.

El Polo tiene la obligación de desarrollar un enfoque y un estilo de gobierno que gane credibilidad en la perspectiva del cambio democrático. Tiene que sortear las limitaciones del llamado gobierno permanente, que es una rígida camisa de fuerza con espacio solo para el posibilismo de la llamada “gobernabilidad”.

El gobierno temporal, está sometido al gobierno permanente y constreñido por las limitaciones del orden nacional y jurídico-político para desarrollar plenamente su propuesta. Sin embargo, no puede derivarse de allí que el gobierno temporal se reduzca a ser administrador de las políticas impuestas desde el poder económico transnacional y su modelo neoliberal en crisis.

La noción de un gobierno democrático alternativo, es decir, en vía de cambio y ruptura con el régimen actual, requiere de unos derroteros claros de orden programático. La clave es que sus propuestas estén sintonizadas con los derechos del pueblo, que actúe consecuentemente para materializarlas, contribuya a la organización y concientización de las bases.

Desafortunadamente el choque va a venir de las políticas dominantes para descargar el peso de la crisis en los trabajadores y medios populares. El Polo debe promover medidas alternativas para contrarrestar y tratar de revertir los efectos destructivos, creando consciencia y organización social para ir a la raiz de los problemas sin camuflajes, con propuestas viables en el corto plazo, sin pretensiones de democratizar el capitalismo, pero con visión de reformas de fondo en función de los intereses de las mayorías y de los sectores más depauperados. El reto de un gobierno de izquierda es apoyarse en el pueblo y no en el gobierno permanente del poder actualmente dominante. Debe pensar en estrategias para convertir el poder popular en el poder permanente en la sociedad.

El punto guía es el Ideario de Unidad. El gobierno de la izquierda no se reduce a la lucha contra la corrupción. Con un estilo de gobierno diferente del que se ha servido el sistema tradicional el Polo tiene que gobernar también y principalmente con la izquierda popular, como una forma de gobernar en contacto con el pueblo.

El debate en el Polo

Senador de la República Jorge Enrique Robledo, El Tiempo, Bogotá, febrero 26 de 2009

Como es natural que suceda, se discute sobre las decisiones que tomará el II Congreso del Polo Democrático Alternativo. Si se quitan ciertas infamias y astucias que ocultan el verdadero debate, la controversia se concentra en dos grandes temas: cómo actuar en las elecciones presidenciales del 2010 y qué hacer cuando no hay consenso.

Un sector bien escaso del Polo propone que aceptemos la propuesta de César Gaviria de escoger conjuntamente un candidato a la Presidencia. Las numerosas tendencias restantes pensamos que decirle sí nos resultaría autodestructivo, por razones de principios y de índole práctica.

El ex presidente ha dicho que su proyecto no es antiuribista, sino posuribista, juego de palabras cuyo significado se revela cuando explica: "Me parecen excelentes los logros" del gobierno "en mejorar el clima de inversión" (EL TIEMPO, 22-06-08), es decir, en la llamada ’confianza inversionista’ de Álvaro Uribe.

Consigna que resume el "libre comercio" que hace crisis en todas partes y que en Colombia, ¡tras 20 años de aplicación!, ha demostrado su incapacidad para poner la economía y a los colombianos en la senda del progreso. Y para que no queden dudas sobre el carácter del objetivo, el principal invitado a participar como precandidato es Germán Vargas Lleras, quien insiste en que en todo respalda a Uribe, menos en su propósito de reelegirse.

Aceptar esa alianza le significaría al Polo poner en duda su razón de existir, que consiste en modificar profundamente la desastrosa situación económica, social y política del país, de acuerdo con su programa de izquierda democrática. Y en la práctica amenaza su existencia, porque tan craso error seguramente llevaría a que lo abandonaran sus adherentes.

Además, se entiende que el ex secretario de la OEA intente reforzarse para paliar sus dificultades, pero el Polo es un partido joven, con más futuro que pasado, que en las elecciones presidenciales de hace tres años obtuvo 2,7 millones de votos, cifra que constituye una base excelente para triunfar en el 2010.

La inmensa mayoría del Polo está por escoger, entre nuestros dirigentes, un candidato presidencial para las elecciones de mayo del año entrante (para la segunda vuelta ya se verá) y por que ese candidato, con nuestras concepciones, encabece un gran proyecto de unidad nacional.

Las votaciones por Carlos Gaviria y Samuel Moreno demuestran que nuestras propuestas sí pueden ganar respaldos más allá de los polistas. Y también es falso que estemos por un Polo de puertas cerradas para quienes compartan su programa o que nos neguemos a llegar a acuerdos con otras fuerzas con las que existan coincidencias suficientes.

Por otra parte, tiene enorme respaldo en el Polo la posición de promover consensos para todas las conclusiones del II Congreso, pero también la de votar y decidir por mayorías en lo que no pueda coincidirse, según consagran los estatutos.

Y esto no significa atropellar a la minoría, cuyo vocero no ha debido intentar imponerse a las malas, incluso apelando a tergiversar los hechos y a utilizar decisiones suyas como mecanismos de presión para que se decida a favor de sus puntos de vista y hacerle daño así a la imagen del Polo entre los colombianos.

Pero, no obstante las diferencias, espero que el Polo salga unido de su II Congreso y que, nuevamente, se queden con los crespos hechos quienes, desde fuera del Partido, aúpan a que cambiemos de rumbo o nos dividamos.