¿Expansión de las Guerras como respuesta a la Crisis?. Si tomamos como inicio a un análisis de los efectos de las crisis que el capitalismo ha tenido a partir de la de 1929, podemos prever que los de la actual pueden ser similares: la extensión de los conflictos armados hasta convertirlos en otra guerra mundial.. Autor: Ulises Casas Jerez [casasulises@hotmail.com] Crítica Política Numero: 173. Fecha: 29 de Diciembre de 2008. |
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años siguientes a la crisis del 29 del siglo XX fueron tiempos durante los cuales los países europeos sostuvieron una importante inversión en elementos bélicos con el pretexto fundamentalmente defensivo. Sin embargo, el rearme alemán se desarrolló sobre la perspectiva de dominio de los mercados mundiales a efecto de mejorar su economía en crisis como reflejo de la crisis norteamericana propagada por toda Europa. Acontecimientos como la guerra civil española de 1936 sirvieron para que países como Alemania y Francia apoyaran la confrontación, la primera a favor de las fuerzas reaccionarias y la segunda, en forma relativa, al gobierno republicano. Luego viene todo ese acontecer que precipita al mundo en la Segunda Guerra Mundial. La crisis económica pasa a un segundo plano cuando los europeos se enfrentan en la Guerra. La producción de elementos bélicos se convierte en lo prioritario para cada uno de los actores y el resto del mundo en espectador y proveedor de productos alimenticios y materias primas. Los Estados Unidos de Norteamérica, que sufrían una profundización de la crisis en 1937, se convierten en prestatarios y proveedores de los países en guerra. En estas circunstancias la crisis se supera por la dinámica de la producción tanto de víveres como de elementos de guerra a semejanza de lo ocurrido en la Primera Guerra Mundial. Alemania recaudó entre 1933 y 1939 la suma de 16.000 millones de reichsmarks a través de “letras especiales” y 15.000 millones en bonos de Estado. Esas sumas se invierten en la industria bélica con la consiguiente “reactivación” económica en otros sectores relacionados con la misma. En marzo de 1937 los Estados Unidos disminuyen su producción metalúrgica en un 30% y posee 13 millones de desempleados. El presidente Roosevelt obtiene del Congreso la suma de 7.000 millones de dólares para prestarlos al sector industrial y 3.000 millones para reforzar la preparación bélica ante la posibilidad de ingresar a la guerra, al lado de los enemigos de Alemania, como en efecto sucede. La activación económica norteamericana se manifestó en marzo de 1934 cuando se enviaron a los aliados, en materiales, un valor de 750.000.000 millones de dólares dentro del mismo año. En 1940 el Congreso votó la suma de 17.692.000.000 de dólares para diversos tipos de defensa y en 1941, 50.000.000.000 de dólares. Millones de hombres y mujeres se ponen en acción “productiva” y la nación recupera su ritmo de desarrollo, perdido en la crisis. (Historia Económica de los Estados Unidos- Harold Underwood Faulkner- Editorial Nova- Buenos Aires-1956-página 783). Todo el mundo capitalista ingresa en una actividad febril de guerra y la crisis del capitalismo “se esfuma” como por arte de magia, por el arte de la guerra. En este momento tenemos guerra de invasión norteamericana en Irak, tropas norteamericanas y de otros países industriales en Afganistán, conflicto armado entre la India y Pakistán, conflictos en los territorios de la antigua Unión Soviética, conflictos armados en Africa y el “eterno “ enfrentamiento armado entre Palestinos e Israelíes, agravado una vez más, conflicto que involucra a otros países árabes como consecuencia de sus tradiciones históricas y religiosas. En estas condiciones, asistimos a la crisis norteamericana cuyo Congreso votó 700.000 millones de dólares para “recuperar” la crisis financiera, otros tantos millones de dólares para “asistir” a los grandes consorcios de la industria automotriz y se piensa generar empleo para millones de desempleados que llegan ya a un 9% de la fuerza laboral. Toda esta clase de conflictos pueden conducir a un involucramiento de las grandes potencias en esas confrontaciones armadas, lo que llevaría a una guerra de carácter mundial si es que ya no la podemos considerar como tal. Invocaciones como las que viene haciendo el máximos líder del gobierno iraní de “borrar de la faz de la tierra a Israel” fácilmente pueden conducir a una guerra de carácter mundial. La industria armamentista viene creciendo siempre y se aumenta en situaciones como la presente “reanimando”, nuevamente, la economía de las grandes potencias y toda esa producción que rodea esa clase de elementos y productos bélicos. ¿Estaremos en las puertas de una Tercera Guerra Mundial ?. Esta guerra sería de mayor proporción a la última, dado que muchos países en conflicto poseen armas atómicas e instrumentos muy sofisticados de guerra. Una guerra de esa naturaleza “favorecería” a los países dependientes por el aumento en la producción de materias primas y alimentos que demandarían los países en guerra pero, para la Humanidad sería una verdadera catástrofe. Esperamos que se imponga la razón, tan esquiva y huidiza de la ambición por las riquezas. |