(NC&T) El estudio fue realizado por Jean Decety, un experto en empatía y neurociencia social, reconocido internacionalmente, y Benjamin Lahey, Kalina Michaslska y Yuko Akitsuki.
Ésta es la primera vez que se ha utilizado un escaneo mediante fMRI para estudiar situaciones que en condiciones normales provocan empatía. Este trabajo ayudará a los psiquiatras y neurólogos a encontrar tratamientos más eficaces para los adolescentes proclives a la agresión y la violencia.
La nueva investigación muestra que algunos impulsos empáticos naturales de los jóvenes agresivos pueden estar deteriorados de un modo que conduce a incrementar la agresividad.
En el estudio, los investigadores compararon jóvenes agresivos de edades entre 16 y 18 años, con un grupo de control de adolescentes sin signos de agresividad anómalamente intensa.
Los jóvenes inusualmente agresivos pueden disfrutar realmente al infligir dolor a los demás. (Foto: 2008 Jupiter Images Corporation)
Los jóvenes fueron examinados mediante fMRI mientras miraban vídeos en los que aparecían personas sufriendo dolor accidentalmente, como cuando les caía un objeto pesado sobre sus manos, e intencionalmente, como cuando una persona pisaba el pie de otra.
Los adolescentes agresivos mostraron una activación específica y muy fuerte de la amígdala y del estriado ventral (un área vinculada a la sensación de gratificación) cuando vieron el dolor infligido en otros, lo que sugiere que sintieron placer al ver el dolor. A diferencia de los adolescentes del grupo de control, en los jóvenes con trastornos de la conducta no se activó el área del cerebro involucrada en la autorregulación.
Los adolescentes del grupo de control actuaron de modo similar a como lo hicieron niños normales de entre 7 y 12 años en un estudio anterior, en el cual Decety y sus colegas, valiéndose de escaneos mediante fMRI, comprobaron que los niños normales sienten empatía de forma natural hacia las personas que sufren dolor.
Los escaneos mostraron que cuando los niños veían animaciones de alguien lastimado accidentalmente, la misma porción del cerebro que registraba el dolor cuando ellos se lastimaban también se resaltaba al ver a otra persona lastimada. Cuando vieron a alguien lastimado intencionalmente, se resaltó la porción del cerebro asociada con la comprensión de la interacción social y el razonamiento moral.
http://www.solociencia.com/medicina/08120303.htm