La crisis migratoria y las tensiones diplomáticas con Estados Unidos han puesto de relieve la determinación de los países latinoamericanos de defender los derechos de sus ciudadanos y oponerse a políticas consideradas injustas y punitivas
“No somos colonia de nadie”
La redacción de l'AntiDiplomatico
La cuestión migratoria y las políticas de deportación de Estados Unidos han desencadenado una fuerte reacción de los países latinoamericanos, con Colombia y Honduras a la vanguardia en la defensa de los derechos de los migrantes y contrarrestar las medidas adoptadas por la administración Trump. La situación ha provocado una escalada de tensiones diplomáticas, con repercusiones económicas y políticas que están remodelando las relaciones entre Washington y sus vecinos del sur.
Colombia: detener las deportaciones militares y enfrentarse a Trump
El gobierno colombiano, encabezado por el presidente Gustavo Petro, confirmó que ha superado un "impasse" con Washington en el tema de las deportaciones de ciudadanos colombianos desde Estados Unidos. Sin embargo, Petro mantuvo una posición firme: se negó a permitir el aterrizaje de dos aviones militares estadounidenses que transportaban a ciudadanos colombianos deportados, calificando la práctica de "inhumana" y contraria a la dignidad de los migrantes. “No somos colonia de nadie”, declaró el presidente, subrayando que los colombianos deportados deben ser tratados como sujetos de derechos y no como delincuentes.
En respuesta a la decisión de Petro, la administración Trump impuso un aumento del 25% en los aranceles aduaneros a los productos colombianos, amenazando con elevarlos al 50% si Colombia no aceptaba las deportaciones. Petro, por su parte, anunció medidas de represalia, aplicando aranceles del 50% a los productos estadounidenses importados a Colombia. El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, reiteró que el país seguirá garantizando condiciones dignas a los ciudadanos deportados, incluido el uso del avión presidencial para facilitar su regreso. Aunque luego el gobierno de Petro dio marcha atrás y decidió aceptar la repatriación de los migrantes colombianos. En un comunicado oficial difundido por el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, se indicó que “hemos superado el impasse con el gobierno de Estados Unidos”. Murillo también dijo que él y otros funcionarios viajarán a Washington en los próximos días para sostener reuniones de alto nivel y dar seguimiento a los acuerdos conjuntos que derivaron en el intercambio de notas diplomáticas entre ambos gobiernos.
Honduras: Xiomara Castro llama a la CELAC a actuar unidamente
Mientras tanto, la presidenta hondureña, Xiomara Castro, ha convocado a una reunión urgente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para abordar la crisis migratoria y las políticas estadounidenses. La reunión, prevista para el 30 de enero en Tegucigalpa, contará con la participación de varios jefes de Estado, entre ellos el presidente colombiano Gustavo Petro. Los temas centrales serán la migración, el medio ambiente y la unidad latinoamericana, con el objetivo de coordinar una respuesta común a las deportaciones masivas y la criminalización de los migrantes.
Castro también amenazó con revisar las políticas de cooperación militar con Estados Unidos, criticando la presencia de bases militares estadounidenses en Honduras sin compensación alguna. "En caso de represalias injustificadas contra nuestros inmigrantes, deberíamos reconsiderar nuestra cooperación militar con Estados Unidos", dijo en X.
Honduran President Xiomara Castro: "In the case of unnecessary reprisals against our migrants, we would have to reconsider a change in our military cooperation policies with the USA — for decades they've maintained military bases on our soil without paying a cent."
Solidaridad regional y condenas a las políticas de Trump
La posición de Colombia y Honduras encontró amplio apoyo en la región. El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, condenó las deportaciones violentas e indiscriminadas de Estados Unidos, calificándolas de "abuso de los derechos humanos" y arma de presión política contra América Latina. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, también expresó su solidaridad con Petro, reiterando la importancia de la unidad latinoamericana y la defensa de la soberanía nacional.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció que el tema de las deportaciones será el tema central de una reunión con su ministro de Asuntos Exteriores, Mauro Vieira, destacando la atención del gobierno brasileño a la crisis actual.
Un frente común por los derechos de los migrantes
La crisis migratoria y las tensiones diplomáticas con Estados Unidos han puesto de relieve la determinación de los países latinoamericanos de defender los derechos de sus ciudadanos y oponerse a políticas consideradas injustas y punitivas. La convocatoria de la CELAC y las declaraciones de solidaridad entre los líderes regionales señalan un compromiso renovado con la unidad y la cooperación en un momento de desafíos comunes. Mientras la administración Trump continúa aplicando políticas migratorias agresivas, América Latina parece decidida a resistir y encontrar soluciones colectivas para proteger a sus ciudadanos y preservar la dignidad humana.
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