El clásico doble discurso de la Casa Blanca: avala crímenes de lesa humanidad, sistemáticamente viola el derecho internacional, aplaude el genocidio y la destrucción de los asentamientos palestinos, financia al nazi Netanyahu, pero al mismo tiempo dice que procede en tal sentido para proteger los derechos humanos
Carlos Fernández-Vega
▲ Palestinos pasan el domingo frente a puestos de víveres en una calle de Rafah, en el sur de la franja de Gaza. Los musulmanes se están preparando para las celebraciones del Ramadán en medio de batallas entre el ejército de Israel y el grupo Hamas.Foto Afp
Tras avalar más de 31 mil asesinatos –especialmente de niños y mujeres–, canalizar miles de millones de dólares en financiamiento y armas al genocida gobierno de Israel y avalar crímenes de guerra, el presidente Joe Biden parece que ya se dio cuenta de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, está perjudicando a su país por la forma en que aborda la guerra contra Hamas en Gaza.
Al mandatario estadunidense sólo le llevó cinco meses registrar, si en realidad lo hizo, la política genocida de Netanyahu y considerar que ha sido un grave error de su gobierno vetar todas las iniciativas de cese el fuego inmediato y humanitario en Gaza en el seno del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, la más reciente, que no la única, con 13 votos a favor de tal acción, la abstención de Reino Unido y la tajante negativa de la Casa Blanca.
El gobierno estadunidense avala la masacre en Gaza, pero al mismo tiempo (en plena campaña electoral) supone que lanzando paracaídas con víveres –que más tarda en hacerlo que el ejército israelí en destruirlos, incautarlos o asesinar a los receptores– para evitar la hambruna, con muertes por inanición todos los días, quedará muy bien parado ante la comunidad internacional (la mayoría de las naciones son cómplices de la Casa Blanca).
Es el clásico doble discurso de la Casa Blanca: avala crímenes de lesa humanidad, sistemáticamente viola el derecho internacional, aplaude el genocidio y la destrucción de los asentamientos palestinos, financia al nazi Netanyahu, pero al mismo tiempo dice que procede en tal sentido para proteger los derechos humanos.
Entre los más recientes informes destaca el publicado ayer por La Jornada: Cinco meses después del inicio de la guerra, en Gaza 80 por ciento de las viviendas quedaron inhabitables y 120 mil familias padecen hambruna, además de que ascienden a más de 30 mil millones de dólares los daños provocados por los bombardeos de Israel, informó el gobierno de la franja de Gaza, citado por Al Jazeera. Tras este tiempo de guerra, los palestinos en la franja no tienen refugio ni comida y la destrucción causada por Israel en el enclave costero desde el 7 de octubre asciende a 30 mil millones de dólares debido al daño causado a los hogares, las instalaciones y otras infraestructuras, incluidos caminos y redes de electricidad, agua y alcantarillado.
Algo más: para el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, la reconstrucción de la ciudad podría costar más de 90 mil millones de dólares. He pedido a las instituciones de este país que evalúen el costo de una reconstrucción de Gaza y nos hemos dado cuenta de que superará esa cantidad, sólo para que recupere su estructura básica y vuelva a convertirse en un lugar habitable.
Pero la masacre continua: Médicos palestinos denunciaron que el ejército israelí mató ayer a varias personas al abrir fuego contra una multitud que aguardaban la llegada de camiones con ayuda humanitaria, al este y al oeste de la franja. Acaban de llegar al hospital de Al Shifa varios cadáveres que recibieron los disparos de aviones no tripulados de Israel cuando esperaban la llegada de los camiones (con alimentos). Este ataque tuvo lugar apenas Israel terminó una investigación interna sobre un incidente similar ocurrido el pasado 29 de febrero. Según las autoridades gazatíes, en esa ocasión militares israelíes abrieron fuego contra otra multitud que aguardaba ayuda en el sur de Gaza, con un saldo de 118 personas muertas y 760 heridas”.
Desde el inicio de la nueva etapa del conflicto, a principios de octubre del año pasado, Joe Biden dijo que su gobierno apoya a Netanyahu de forma sólida como una roca y es inquebrantable, para lo cual anunció un paquete de ayuda militar por 14 mil millones de dólares (que se suman al permanente financiamiento de Estados Unidos a Israel), de tal suerte que las armas no han dejado de fluir. Pero ahora cree que con unos cuantos paracaídas con alimentos y declaraciones públicas de ínfima credibilidad las fuerzas enfrentadas se equilibran, cuando en realidad sólo promueve y protege crímenes de guerra. Una vergüenza.
Y para dejar en claro la relevancia que Netanyahu da a las palabras de Biden, ayer Israel bombardeó de nueva cuenta Gaza, causando decenas de muertos.
Las rebanadas del pastel
Dicen por ahí que las campañas electorales con miras al 2 de junio de 2024 formalmente se iniciaron 11 días atrás, aunque hasta ahora no hay registro alguno de que ello sea cierto. Por el contrario, lo único que se observa es caldo sin albóndigas.
Twitter: @cafevega
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