Neurociencias
El hallazgo permite predecir cómo reacciona el cerebro ante las dificultades de la vida y anticipar posibles trastornos psiquiátricos
Redacción T21
Las adversidades no solo cambian permanentemente el funcionamiento del cerebro, sino que una reacción neuronal aberrante ante las dificultades de la vida está relacionada con la ansiedad. Importante paso para anticipar eventuales trastornos psiquiátricos.
Un estudio realizado por investigadores del Radboud University Medical Center en los Países Bajos ha demostrado que las adversidades pueden cambiar permanentemente el cerebro.
El estudio, publicado en la revista Nature Neuroscience, descubrió que las personas que habían experimentado traumas en la infancia tenían cambios estructurales y funcionales en el cerebro, incluso décadas después del trauma.
El estudio se basa en los datos de aproximadamente 170 personas, a las que se les ha recogido información sobre las adversidades que han vivido. También se les han realizado escáneres cerebrales a los 25 y 33 años.
Con la ayuda de la inteligencia artificial, los investigadores han descubierto conexiones entre las adversidades y los patrones neuronales. Estas conexiones son muy estables y revelan cómo el cerebro reacciona normalmente a las adversidades y también cuándo esa reacción es anormal.
Han encontrado incluso que un patrón que se desvía de lo normal está relacionado con los síntomas de la ansiedad, que juega un papel central en muchos trastornos psiquiátricos.
MAS RESILIENTES
Sin embargo, el estudio también descubrió que las personas que habían experimentado traumas en la infancia podían desarrollar resiliencia.
La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad de forma positiva, aprendiendo de ella y creciendo como persona. No es una cualidad innata, sino que se puede desarrollar y entrenar a lo largo de la vida.
La resiliencia depende de factores personales, como la personalidad, la autoestima, el optimismo o el sentido del humor, pero también de factores sociales, como el apoyo familiar, los amigos o la comunidad.
La neurociencia ha identificado algunas regiones cerebrales que están implicadas en la resiliencia, como la corteza prefrontal ventromedial, la amígdala o el hipocampo.
Estas regiones están relacionadas con funciones como la regulación emocional, la toma de decisiones, la memoria o el aprendizaje.
La resiliencia se asocia con una mayor actividad y conectividad de estas regiones, lo que les permite procesar mejor la información y generar respuestas adaptativas incluso ante la adversidad.
CAPACIDAD DE SUPERACIÓN
Los autores de la nueva investigación creen que la resiliencia puede explicar por qué algunas personas que han experimentado traumas en la infancia no desarrollan siempre trastornos de salud mental.
Consideran que las personas resilientes pueden desarrollar nuevas formas de lidiar con el estrés y las emociones negativas. También pueden construir relaciones sólidas con los demás que les brindan apoyo y aliento.
El estudio concluye que las adversidades pueden tener un impacto duradero en nuestro bienestar emocional y cognitivo. Sin embargo, el estudio también sugiere que podemos adaptarnos y crecer a partir de las experiencias adversas.
Este estudio muestra que el cerebro no solo se adapta a las adversidades, sino que también las recuerda y las anticipa. Esto puede tener implicaciones para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos psiquiátricos, enfatizan los investigadores.
CARA Y CRUZ DE LA ADVERSIDAD
Por ejemplo, se podría utilizar la inteligencia artificial para identificar a las personas con mayor riesgo de desarrollar estos trastornos y ofrecerles intervenciones personalizadas. También se podría mejorar la comprensión de los mecanismos cerebrales que subyacen a la resiliencia y potenciarlos.
En conclusión, el cerebro es un órgano extraordinario que se adapta constantemente a las circunstancias que le rodean. Las adversidades pueden cambiar permanentemente el funcionamiento del cerebro, pero también pueden ser una oportunidad para desarrollar la resiliencia y mejorar nuestra calidad de vida.
La nueva investigación nos abre las puertas a un mejor conocimiento de cómo el cerebro se enfrenta a las adversidades y cómo podemos ayudarlo cuando nos enfrentamos a las dificultades de la vida.
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REFERENCIA
A stable and replicable neural signature of lifespan adversity in the adult brain. Nathalie E. Holz et al. Nature Neuroscience (2023). DOI:https://doi.org/10.1038/s41593-023-01410-8
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