Los retardantes de llama bromados se utilizan para evitar ciertos tipos de daños en los televisores, electrodomésticos y dispositivos electrónicos.
Imagen ilustrativaPixtal / Legion-Media
Partículas de un total de 25 tipos de retardantes de llama bromados (BFR, por sus siglas en inglés) —sustancias químicas tóxicas no reguladas— han sido hallados en la leche materna de decenas de mujeres en EE.UU., según un reciente estudio publicado en la revista Environmental Pollution.
La investigación también ha encontrado por primera vez en la leche materna bromofenoles, una subclase de los retardantes de llama bromados no regulados, que pueden ser neurotoxinas dañinas, especialmente para los niños en desarrollo.
Los BFR se utilizan para evitar ciertos tipos de daños en los televisores, electrodomésticos y dispositivos electrónicos. Además, estos productos químicos se han relacionado con efectos graves para la salud como reducción de la fertilidad y deterioro del desarrollo cerebral.
Los investigadores analizaron muestras de leche de 50 mujeres lactantes en EE.UU., y los resultados mostraron que todas contenían algún nivel de sustancias químicas retardantes de llama, pese a que han disminuido desde la última vez que se midieron hace 20 años.
En las muestras tomadas en la costa noroccidental estadounidense, se encontraron 25 retardantes de llama bromados, incluyendo nueve éteres de difenilo polibromados (PBDE, por sus siglas en inglés), en niveles un 70 % más bajos que los registrados en esa región hace 20 años.
Sin embargo, el estudio confirmó la presencia de bromofenoles —que se usan para reemplazar los PDBE— en el 88 % de las muestras analizadas de leche materna. Aunque las dos sustancias químicas son estructuralmente similares y se emplean para el mismo propósito, los bromofenoles no están regulados y se sabe muy poco sobre su toxicidad.
Hallazgos "preocupantes"
La coautora de la investigación y toxicóloga de Toxic Free Future (una organización que impulsa leyes y responsabilidad corporativa para la protección de la salud), Erika Schreder, calificó estos hallazgos de "preocupantes" y ha pedido regulaciones gubernamentales para poner fin al uso de estos productos químicos, así como para que se busquen alternativas más seguras.
Algunas formulaciones de los retardantes de llama bromados fueron retirados del mercado en la década de 1970 porque eran muy tóxicos.
Muchos de estos compuestos están relacionados con el deterioro de la memoria, de las habilidades motoras, la disminución de la atención, el aumento de la impulsividad y bajos niveles de inteligencia en los niños. Algunas de las sustancias químicas también pueden ser cancerígenas. Las personas quedan expuestas a los BFR cuando los químicos se desprenden de los plásticos, se convierten en polvo y se inhalan o ingieren, recoge The Guardian.
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