Sponsor

Recent

EL NUEVO CONSENSO DE WASHINGTON

Debemos resistir y rechazar las derivas militaristas e imperialistas que siempre existen en las “cuestiones de Estado”.
Ante la imposibilidad de rupturas más radicales hemos empezado a transitar por el camino de una suerte de vuelta al keynesianismo militar que dominó el mundo después de la Segunda Guerra Mundial

Xan López

Joe Biden pronuncia un discurso desde el 'think tank' Brookings, el 8 de mayo de 2018, en Washington, DC.- AFP

El neoliberalismo lleva un tiempo enfermo. Según Jake Sullivan, el Consejero para la Seguridad Nacional de Joe Biden, debemos esforzarnos para que la enfermedad sea terminal. Así lo comunicó al mundo el pasado 27 de abril en un discurso desde el think tank Brookings. Durante una media hora larga, leyendo y sin aparentemente improvisar demasiado, representó lo que probablemente sea la demolición más sistemática de la doctrina neoliberal que haya realizado un alto cargo del gobierno de Estados Unidos hasta la fecha. Merece la pena hacer un breve repaso a su análisis, en sus propias palabras, antes de aventurarnos a una evaluación preliminar de sus promesas y puntos ciegos.

Según Sullivan su país se enfrenta a cuatro grandes retos, en buena medida resultado de demasiadas décadas de políticas económicas equivocadas. El primer reto es el “vaciado” de la base industrial estadounidense. La deslocalización de cadenas de suministro en nombre de la “eficiencia de mercado” prometía aumentar la capacidad exportadora, pero sólo consiguió exportar trabajos y sobredimensionar el sector financiero en detrimento de otros sectores productivos. Se debilitó la capacidad estratégica de reacción ante catástrofes, naturales o no, y la crisis financiera y pandémica “puso al descubierto los límites de los principios [neoliberales]”. La tesis de que los mercados siempre asignan el capital de la forma más eficiente y productiva, por lo tanto, es falsa.

El segundo reto es de tipo geopolítico y de seguridad. Durante mucho tiempo se pensó que la integración económica llevaría a la convergencia social y de valores, pero ese mismo tiempo ha mostrado de nuevo que esta tesis es fundamentalmente falsa. La integración de las economías de “no-mercado” (un término de Sullivan) en el orden mundial no les hizo abandonar sus objetivos de influencia regional, o su determinación de subsidiar “masivamente” sectores industriales tradicionales y de nueva generación. La dependencia excesiva con estas economías, en momentos de crisis, se vuelve “verdaderamente peligrosa”, porque en ausencia de esa “convergencia de valores” se depende de países competidores y potencialmente enemigos.

El tercer reto es el de la crisis climática y su amenaza a “las vidas y las formas de vida”. En el momento de la toma de posesión de Biden, según Sullivan, no existía ningún camino evidente para una transición energética eficaz y justa. Para la administración la solución pasa por recuperar una política industrial agresiva y activista, que facilite la innovación, reduzca costes y cree empleos. Pretende así cortar el nudo gordiano del aparente conflicto entre crecimiento y transición ecológica.

Por último, está el reto de la desigualdad y el daño que ésta causa a la democracia. De nuevo, cae un mito neoliberal: la teoría era que las ganancias del crecimiento globalizador serían inclusivas, pero la realidad es que éstas “no llegaron a un gran número de trabajadores […] La clase media estadounidense perdió terreno, mientras que a los ricos les fue mejor que nunca”. Si a esto sumamos años de economía trickle-down, rebajas fiscales regresivas, austeridad, concentración empresarial desbocada y ataques constantes contra los sindicatos, tenemos un golpe que ha “erosionado los cimientos socioeconómicos de cualquier democracia fuerte”.

El reto, en conjunto, es gigantesco. Un experimento que empezó como desregulación y rebajas fiscales a los ricos ha terminado horadando la capacidad industrial estadounidense, debilitando su posición internacional, poniendo en jaque su sistema democrático y mermando su capacidad de reacción ante una serie de shocks (climáticos, pandémicos, geopolíticos, …) que no tienen visos de amainar. Durante años algunos nos preguntamos si en algún momento el diseño de Estado neoliberal (porque el neoliberalismo es un diseño específico de Estado, no la ausencia del mismo) entraría en contradicción con las exigencias de la seguridad nacional, si el desmantelamiento de cierto tipo de capacidad estatal se vería como un peligro existencial. Hemos necesitado una suerte de cuádruple amenaza climática, pandémica, geopolítica y neofascista, pero a día de hoy podemos decir que la respuesta es un rotundo sí.

En un primer nivel la respuesta estadounidense a esta coyuntura parece implicar una victoria casi absoluta de las críticas progresistas a la larga noche neoliberal. Según Sullivan el núcleo de su propuesta se basa en construir, y hay pocas cosas que se queden en el tintero: construir capacidad a través de una política industrial moderna, construir resiliencia, construir inclusión social en casa y en todo el mundo, construir bienes públicos, construir un sistema económico internacional que beneficie y dé oportunidades a las clases trabajadores y medias de todo el mundo … Para este frenesí constructor se usarán algunas medidas que ya existen, y que previsiblemente se potenciarán, como las políticas industriales de las leyes IRA y CHIPS (más de un billón con b de financiación en conjunto), o el intento de establecer un tipo impositivo mínimo del 15% a las empresas multinacionales. También otras que por ahora solo son promesas, como el abandono de los acuerdos de libre comercio tradicionales por otros que tengan en cuenta “las emisiones de gases de efecto invernadero, la sobrecapacidad […] y los valores sociales, incluyendo las condiciones laborales”, o la transformación de los bancos multilaterales de desarrollo, incluyendo el Banco Mundial, en verdaderos gigantes del desarrollo internacional, con billones (de nuevo con b) de inversión para infraestructura y lucha contra el cambio climático.

Un segundo nivel de análisis de esta propuesta la problematiza, pero también explica en buena medida cómo es posible un giro aparentemente tan radical en el pensamiento estratégico de parte de las élites de Estados Unidos ¿Por qué ha sido un Consejero para la Seguridad Nacional el encargado de exponer una nueva doctrina económica? El propio Sullivan comienza su discurso disculpándose por hablar de un tema que supuestamente no es el suyo, una excusatio non petita significativa. La realidad es que en ningún lugar las fuerzas progresistas y populares, por sí mismas, han sido capaces de liderar en solitario esta superación del neoliberalismo. La tarea, por lo tanto, ha recaído en una coalición de intereses más diversa y problemática, que incluye a elementos conservadores y del establishment de la seguridad del Estado. La integración de cuestiones como la crisis climática, la fragilidad de las cadenas de suministro o el auge del neofascismo como cuestiones de seguridad nacional ha sido lo que ha permitido forjar una mayoría contra-neoliberal suficiente a nivel legislativo en Estados Unidos. por primera vez en muchas décadas. Dada la debilidad histórica del movimiento obrero y popular después de décadas de neoliberalismo, de hecho, puede que esta perspectiva sea ahora mismo el único núcleo vertebrador posible de la transición energética y económica realmente existente que ocurra en el corto plazo. La socialdemocracia post-neoliberal, si ocurre, será inicialmente una socialdemocracia de guerra y por la seguridad.

En esta confluencia compleja de intereses está el mayor peligro de nuestro presente. La mayor preocupación en parte de la izquierda es que una transición energética acelerada implique necesariamente el enriquecimiento relativo de los poderes financieros establecidos, de algunas grandes empresas, que lideren esa transición y se beneficien enormemente de una eliminación pública del riesgo asociado a la inversión privada (el derisking popularizado por Daniela Gabor). Ante una crisis existencial y la atrofia del músculo estatal este sea seguramente un sacrificio inevitable, el infame mal menor. Nuestra verdadera preocupación debería ser el subtexto detrás de este Nuevo Consenso de Washington: volvamos a la era de la política industrial y la redistribución económica, pero solo si Estados Unidos está en el centro de esta transición. Adam Tooze lo expone de forma cristalina en una pieza sobre un otro discurso reciente de Janet Yellen, secretaria del Tesoro y seguramente la mujer más poderosa del mundo a día de hoy: la oferta estadounidense de un nuevo sistema mundial de crecimiento inclusivo descansa sobre la premisa de que nada de lo que ocurra ponga en peligro su posición de primus inter pares. Animan a todo el mundo a seguir sus pasos, especialmente a sus aliados (sabe Dios que Alemania suele necesitar ese empujón), pero defenderán sus intereses sin miramientos (“unapologetically”). Quieren un nuevo orden mundial de inversión y desarrollo que comparta las tecnologías necesarias para sociedades resilientes a todos los niveles, pero dicen que ante el “pequeño número de países que buscan retarnos militarmente”, y alrededor de ciertas tecnologías clave, “construiremos vallas altas para jardines pequeños”. ¿Qué ocurrirá si esta tensión entre inclusión y dominación no es sostenible? ¿Si China decide no aceptar que otros dicten hasta dónde puede llegar? Estos discursos no son el lugar para decirlo abiertamente, ni siquiera para admitir que esto sea posible, pero no es difícil imaginarlo.

Llevamos muchos años luchando por transformaciones rápidas de nuestras sociedades, que lleguen a tiempo para superar la enorme crisis ecosocial en la que ya vivimos. Ante la imposibilidad de rupturas más radicales hemos empezado a transitar por el camino de una suerte de vuelta al keynesianismo militar que dominó el mundo después de la Segunda Guerra Mundial. En el discurso de Sullivan hay referencias explícitas a ese orden mundial, al Plan Marshall, a figuras como Kennedy (el artífice de la misión a la Luna). Ante la amenaza de la crisis climática y de la barbarie neofascista aquí hay elementos que debemos apoyar, en esta crisis tampoco existen espectadores inocentes. De la misma manera, y con la misma fuerza, debemos resistir y rechazar las derivas militaristas e imperialistas que siempre existen en las “cuestiones de Estado”. La confrontación de bloques geopolíticos como única justificación posible para la inversión pública. Ha vuelto la política con mayúsculas cuando más la necesitábamos, y por ello deberíamos respirar aliviados. Pero la política, siempre, es lucha de potencias monstruosas.

Por, Xan López. miembro de Contra el diluvio y del colectivo editorial de Corriente Cálida

___________
Fuente: 
Público

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios

LO MÁS VISTO

INQUIETUD EN EL CARIBE

EL CARIBE SE ENFRENTA A DOS OPCIONES: UNIRSE AL INTENTO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE INTIMIDAR A VENEZUELA O CONSTRUIR SU PROPIA SOBERANÍA Vijay Prashad elviejotopo.com 2 diciembre, 2025  El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha autorizado la entrada del USS Gerald R. Ford en el Caribe. Ahora se encuentra al norte de Puerto Rico, uniéndose al USS Iwo Jima y a otros activos de la Armada de los Estados Unidos para amenazar a Venezuela con un ataque. La tensión es alta en el Caribe, con diversas teorías sobre la posibilidad de lo que parece ser un asalto inevitable por parte de los Estados Unidos y sobre la catástrofe social que tal ataque ocasionaría. La CARICOM, el organismo regional de los países del Caribe, emitió un comunicado en el que afirmaba su opinión de que la región debe ser una “zona de paz” y que las disputas deben resolverse de forma pacífica. Diez exjefes de Gobierno de los Estados del Caribe publicaron una carta en la que exigían que “nuestra región n...

LOS ADULTOS CON DISLEXIA PROCESAN LA INFORMACIÓN VISUAL DE FORMA DIFERENTE A LOS LECTORES HABITUALES

Un estudio revela que las diferencias en el procesamiento visual en la dislexia se extienden más allá de la lectura Los hallazgos respaldan la hipótesis de la disfunción visual de alto nivel. Eric W. Dolan psypost.org/11 de diciembre de 2025 Una nueva investigación publicada en Neuropsychologia proporciona evidencia de que los adultos con dislexia procesan la información visual de forma diferente a los lectores habituales , incluso al ver objetos no textuales. Los hallazgos sugieren que los mecanismos neuronales responsables de distinguir entre elementos específicos, como rostros individuales o casas, son menos activos en el cerebro disléxico. Esto implica que la dislexia podría implicar diferencias más amplias en el procesamiento visual, más allá de las conocidas dificultades para conectar los sonidos con el lenguaje. La dislexia es un trastorno del desarrollo que se caracteriza por dificultades significativas para aprender a leer y escribir. Estas dificultades persisten a pesar de ...

TRUMP: DEMENCIA BÉLICA

Envalentonada por el apoyo de sus pares en la ultraderecha latinoamericana, la Casa Blanca sólo puede ser disuadida de consumar su asalto contra Venezuela si la comunidad internacional envía una señal contundente de que la soberanía y la autodeterminación de los pueblos son líneas inviolables https://encrypted-tbn0.gstatic.com/ E l presidente Donald Trump pronunció ayer un discurso a la nación en el que, según se anticipaba, anunciaría su plan definitivo para deponer a su homólogo Nicolás Maduro y establecer un régimen títere en Venezuela. Sin embargo, no hizo ninguna referencia al bloqueo militar que mantiene sobre la nación caribeña: dedicó su inusualmente breve alocución al autoelogio por sus primeros 11 meses de gobierno, durante los cuales, aseguró, salvó a Estados Unidos de la catástrofe económica, de la “invasión” de migrantes y lo puso en la ruta hacia “un auge económico como el mundo nunca ha visto”, por lo que “todos y cada uno de los líderes extranjeros con quienes habla” le...

EL ACTO DE PIRATERÍA MÁS DESCARADO DEL IMPERIO. "NOS QUEDAREMOS CON LOS 2 MILLONES DE BARRILES": TRUMP

DOSSIER: 1. En operativo armado, EU incauta barco con petróleo de Venezuela 2. El robo descarado de buque, acto de piratería internacional: Caracas 3. Petro será el siguiente: el magnate 4. Trump: el contexto de las agresiones   5. Rusia: Estados Unidos actúa como Los Piratas del Caribe 6. El PTC rechaza la embestida de Trump contra Venezuela, Colombia y toda la región   *** 1. En operativo armado, EU incauta barco con petróleo de Venezuela    La intervención ocurrió frente a las costas del país bolivariano, detalla funcionario // Sube 21 centavos el West Texas tras el anuncio del decomiso   ▲ Imagen tomada del video presentado por el Departamento de Justicia estadunidense sobre el desembarco de tropas de la Marina en el barco que transportaba crudo.Foto Ap Afp, Ap, Reuters y Europa Press jornada.com.mx /11 de diciembre de 2025 Washington. El presidente Donald Trump anunció ayer que Estados Unidos incautó un buque petrolero frente a la costa de Venezuela al esc...

LA FURIOSA MAREA DE LA EXTREMA DERECHA LATINOAMERICANA

La izquierda tendrá que ser audaz y articular un nuevo futuro, pero tendrá que ser uno que surja de su propia historia de luchas y de construcción del socialismo Vijay Prashad , historiador indio observatoriocrisis.com/10 diciembre, 2025  La extrema derecha en América Latina está enojada. Jair Bolsonaro, de Brasil, y Javier Milei, de Argentina, siempre parecen furiosos y siempre hablan en voz alta y de forma agresiva. La testosterona se les sale por los poros, un sudor tóxico que se ha extendido por toda la región. Sería fácil decir que se trata del impacto del neofascismo característico de Donald Trump, pero no es cierto. La extrema derecha tiene raíces mucho más profundas, vinculadas a la defensa de las familias oligárquicas que tienen sus orígenes en la época colonial en los virreinatos, desde Nueva España hasta Río de la Plata. Sin duda, estos hombres y mujeres de extrema derecha se inspiran en la agresividad de Trump y en la entrada de Marco Rubio, un furioso defensor de la ex...

ENTRADA DESTACADA

MÁS ALLÁ DEL INSTINTO

MÁS ALLÁ DEL INSTINTO

La conciencia de la necesidad como umbral dialéctico entre el animal y el humano Revolución Obrera…

Biblioteca Emancipación