Descubren el alarmante impacto de la obesidad en las funciones cerebrales
Un extenso estudio llevado a cabo en Estados Unidos descubrió que personas obesas presentan una menor actividad cerebral y un reducido flujo sanguíneo en todas las regiones del cerebro.
"Este estudio muestra que el sobrepeso o la obesidad impacta seriamente la actividad cerebral y aumenta el riesgo de enfermedad de Alzheimer, así como de muchas otras condiciones psiquiátricas y cognitivas", explicó el médico Daniel Amen, autor principal de la investigación, citado por Science Daily.
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En el marco de esta que fue una de las mayores investigaciones en relacionar la obesidad con la disfunción cerebral, los científicos analizaron más de 35.000 imágenes obtenidas a través de exámenes de tomografía computarizada de emisión monofotónica (SPECT) realizados a más de 17.000 personas.
El objetivo del estudio era medir el flujo sanguíneo y la actividad cerebral y compararlos con el peso corporal de los individuos. Un flujo sanguíneo cerebral bajo es el principal predictor de que una persona desarrollará la enfermedad de Alzheimer en el futuro. También se asocia con depresión, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), trastorno bipolar, esquizofrenia, adicción, suicidio y otras afecciones, detalló el medio.
Los científicos descubrieron que el flujo de la sangre en el cerebro se reduce progresivamente en prácticamente todas las regiones del cerebro lo más obesos sean los individuos. Eso se observó tanto cuando los participantes se encontraban en estado de reposo, como cuando realizaban una tarea de concentración.
Para el médico y académico George Perry, editor de la revista Alzheimer's Disease, entender que la enfermedad de Alzheimer está relacionada con el estilo de vida y "es la suma de toda una vida" puede ser considerado "el avance más importante de la década".
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Los científicos "proporcionan evidencia convincente de que la obesidad altera el suministro de sangre al cerebro, encogiendo el cerebro y promoviendo la enfermedad de Alzheimer. Este es un gran avance porque demuestra directamente cómo responde el cerebro a nuestro cuerpo", apuntó Perry.
La investigación destaca la necesidad de abordar la obesidad como un blanco en las intervenciones diseñadas para mejorar la función cerebral, ya sean iniciativas para la prevención de la enfermedad de Alzheimer o intentos de optimizar la cognición entre los miembros más jóvenes de la población.
Según Amen, pese a que los resultados encontrados en el marco del estudio son preocupantes, las funciones cerebrales pueden ser mejoradas a través de la adopción de una dieta equilibrada y ejercicio regular.
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