Reportan que funcionarios de Trump presionaron a organismos de inteligencia para vincular el covid-19 con laboratorios chinos
La inteligencia de EE.UU. refutó este jueves una teoría conspirativa y afirmó que el nuevo coronavirus "no es artificial ni genéticamente modificado".
Desinfección del Gran Teatro Qintai de Wuhan (Hubei, China), 2 de abril de 2020.Aly Song / Reuters
Fuentes anónimas de The New York Times, que incluyen a funcionarios en actividad y a otros que dejaron de trabajar para el Gobierno estadounidense, aseguran que altos cargos de la Administración de Donald Trump han presionado a las agencias de inteligencia de EE.UU. para que busquen pruebas de la teoría –hasta hoy sin fundamentos– de que el nuevo coronavirus se originó en un laboratorio gubernamental de la ciudad china de Wuhan.
Algunos interlocutores del periódico expresaron preocupaciones de que esta presión pueda distorsionar las evaluaciones relacionadas con el virus y servir como arma política en las relaciones con China. En concreto, las fuentes de The New York Times señalaron al secretario de Estado, Mike Pompeo, como la persona que "ha tomado la iniciativa" de insistir en que las agencias de inteligencia obtengan más información.
Otros funcionarios que se han empeñado en la búsqueda de evidencias para demostrar el supuesto vínculo del virus con un laboratorio chino incluyen a Matthew Pottinger, asesor adjunto de Seguridad Nacional, quien reportó sobre los brotes del SARS-CoV-2 como periodista en China, y a Anthony Ruggiero, jefe de la oficina del Consejo de Seguridad Nacional, que rastrea armas de destrucción masiva.
Trump afirma estar seguro de que el covid-19 se originó en un laboratorio de Wuhan
Pottinger supuestamente ha presionado desde enero a las agencias de inteligencia para "obtener información que pudiese respaldar cualquier teoría de origen vinculada a un laboratorio", y Ruggiero, "durante una videoconferencia realizada en enero, expresó su frustración de que la CIA no pudiera respaldar ninguna teoría sobre el origen del brote", escribe el periódico.
La Oficina del director nacional de Inteligencia de EE.UU. refutó este jueves una teoría conspirativa, y afirmó que el nuevo coronavirus "no es artificial ni genéticamente modificado", pero señaló que siguen estudiando la hipótesis de Trump de que podría ser producto de un accidente en un laboratorio de China.
"La Comunidad de Inteligencia coincide con el amplio consenso científico de que el virus del covid-19 no fue fabricado ni modificado genéticamente por el hombre", afirmó el organismo en un comunicado. "La CI seguirá estudiando rigurosamente la información de Inteligencia que siga surgiendo, para determinar si el brote comenzó debido al contacto con animales infectados o si fue resultado de un accidente en un laboratorio en Wuhan", agregó.
La Inteligencia de EE.UU. asegura que el covid-19 no fue creado por el hombre, pero no descarta la hipótesis del laboratorio
El nuevo coronavirus "no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente", según la Oficina del Director de Inteligencia Nacional.
Bing Guan / Reuters
Las agencias de Inteligencia de EE.UU. han concluido que el coronavirus "no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente", aunque siguen intentando averiguar si el origen de la pandemia se debe al contacto con animales infectados o a un accidente en un laboratorio chino.
"La Comunidad de Inteligencia también está de acuerdo con el amplio consenso científico acerca de que el virus del covid-19 no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente", reza el comunicado la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, el centro de intercambio de información para la red de las agencias de espionaje estadounidenses, recoge AP.
"La CI continuará examinando rigurosamente la información y la inteligencia que vaya surgiendo para determinar si el brote comenzó por el contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente en un laboratorio en Wuhan", añade el documento.
El comunicado de la Inteligencia llega en un momento en el que presidente de EE.UU., Donald Trump, y otros altos cargos promocionan la teoría aún no probada de que un laboratorio de enfermedades infecciosas en Wuhan podría haber sido la fuente de la pandemia, que ya ha dejado más de 220.000 muertos en todo el mundo.
China bajo presión
Hace dos semanas, China se convirtió en víctima de varias acusaciones en relación al origen y las fases tempranas de la propagación del virus. El 14 de abril, el Comité de Seguridad Nacional del Senado estadounidense lanzó una investigación sobre cómo se inició la pandemia. En una entrevista, el presidente de este comité, Ron Johnson, llegó a sugerir que el patógeno podría proceder de un laboratorio chino.
El día siguiente, Donald Trump, quien ha acusado repetidamente al país asiático de ocultar información sobre el brote, afirmó que el número real de muertes por el covid-19 en Wuhan era más alto que el que indican las cifras oficiales. El 18 de abril, el inquilino de la Casa Blanca amenazó a China con "consecuencias" si llegara a demostrarse que Pekín fue "conscientemente responsable" de la pandemia del coronavirus.
La semana pasada, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, también acusó a China de no reportar a tiempo sobre el brote a la Organización Mundial de Salud (OMS). Según el funcionario, el gigante asiático no informó sobre la propagación comunitaria del virus "durante un mes, hasta que estuvo en todas las provincias dentro de China".
La sospecha del laboratorio
Entretanto, según The New York Times, altos cargos de la Administración Trump, incluido Mike Pompeo, habrían presionado a las agencias estadounidenses de espionaje para que busquen evidencias que respalden la teoría de que un laboratorio en Wuhan fue el origen del brote.
Sin embargo, la mayoría de las agencias de inteligencia se muestran escépticas ante la posibilidad de que pueda encontrarse alguna evidencia concluyente en este sentido, mientras los científicos que han estudiado la genética del coronavirus sostienen que lo más probable es que saltara de animal a humano en un entorno distinto a un laboratorio, indica la publicación, que cita fuentes oficiales activas o ya retiradas.
"No somos el cómplice del virus"
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, instó la semana pasada a EE.UU. a dejar de culpar a Pekín por la pandemia. "No somos el culpable ni el cómplice del virus", aseguró el vocero en rueda de prensa.
Este lunes, el Ministerio de Exteriores del gigante asiático aseguró que Pekín es "víctima" de la desinformación que rodea el brote del covid-19 y, al mismo tiempo, se preguntó si Washington "está escondiendo algo" a su población.
Fuentes: