1. Superar al fracaso climático colectivo, principal desafío de la COP25
Pequeños pasos ciudadanos marcan tal vez el camino a seguir
La COP25 se desarrolla en medio del fracaso colectivo que ha representado el Acuerdo de París (2015): no ha impedido el recalentamiento global ni la mayor concentración de CO2 en la atmósfera en 3 millones de años. Pequeños pasos marcan tal vez el camino a seguir.
Eduardo Martínez de la Fe
Del 2 al 13 de diciembre se desarrolla en Madrid la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, también conocida como la 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25).
Esta conferencia es la última antes de la aplicación de los Acuerdos de París, adoptados en diciembre de 2015, en el marco de la COP21: en esa conferencia, 195 países firmaron el primer acuerdo vinculante mundial sobre el clima.
El Acuerdo de París, que entrará en vigor en 2020, estableció un plan de acción mundial que pone el límite del calentamiento global por debajo de 2ºC (en relación con la temperatura media global anterior a la revolución industrial) e incluso acordó limitar ese aumento a 1,5°C, con la finalidad de reducir el impacto del cambio climático.
La COP25 iba a celebrarse en Chile en las mismas fechas, pero debido a la situación de inestabilidad política planteada en el país durante el mes de octubre, la sede se trasladó a Madrid.
Es la primera vez desde que se creó la COP, hace un cuarto de siglo, que una edición de esta conferencia tiene que cambiarse de sede. En realidad, la COP25 debía haberse celebrado en Brasil, pero el actual presidente Bolsonaro renunció a acoger la conferencia climática y Chile recogió el guante. Los tropiezos políticos han marcado esta cita con el desafío ambiental.
Importante momento climático
La conferencia coincide en el tiempo, además, con los crecientes movimientos sociales a favor de tomar medidas urgentes para contener el calentamiento global, así como con los reiterados llamamientos de los científicos, el último hace dos semanas, para alertar de los graves peligros que acechan al planeta y a nuestra especie debido al cambio climático.
Asimismo, coincide con importantes eventos de la agenda climática: la entrada en vigor de los Acuerdos de París, y el 25º aniversarios de la puesta en marcha de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC)
La CMNUCC fue creada en 1994, después de la cumbre de Rio, con la finalidad de reforzar la conciencia pública, a escala mundial, del cambio climático y sus desafíos.
El año que viene se perfila además como un momento crítico para la reacción ante el calentamiento global, ya que se comprobará si las instituciones políticas responsables de los rumbos de la civilización completan los primeros 100.000 millones de dólares para el Fondo Verde para el clima.
Este fondo fue creado por la CMNUCC como mecanismo para financiar la lucha contra el cambio climático por parte de los países en desarrollo, principalmente mediante el apoyo de los fondos privados de inversión, lo que ha cuestionado la viabilidad de la iniciativa. La COP25 despejará tal vez esta incógnita.
37 años ya
La COP25 culmina un proceso de diferentes esfuerzos para combatir el calentamiento global, comenzados en 1992 con la cumbre de Río, una de las cumbres de la Tierra organizadas por la ONU, que consagró hace 37 años el criterio del desarrollo sostenible.
A la cumbre de Río siguió en 1995 el Protocolo de Kioto, firmado en 1997, que obligaba a los países desarrollados a cumplir objetivos para la reducción de emisiones de efecto invernadero.
El primer período de compromiso del Protocolo de Kioto comenzó en 2008 y finalizó en 2012. El segundo período de compromiso empezó el 1 de enero de 2013 y terminará en 2020, sin efectos significativos.
El Acuerdo de París, y más tarde la firma, el Día de la Tierra de 2016, de todas sus cláusulas por 175 líderes mundiales en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, situó los compromisos políticos por el cambio climático en el mayor nivel diplomático jamás alcanzado.
La COP23 que se celebró hace dos años en, Alemania, sentó las bases para la aplicación del Acuerdo de París de 2015, pero constató al mismo tiempo las dificultades para su cumplimiento.
Esta sensación se confirmó este año a todos los efectos, tanto por parte de la Organización Meteorológica Mundial, como del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).
La OMM denunció en septiembre que el calentamiento global se había disparado en todos los frentes, mientras que el IPCC advirtió hace dos semanas que el Acuerdo de París ha sido un fracaso colectivo.
Última oportunidad
En este contexto, la COP25 puede resultar decisiva para la corrección del rumbo que nos conduce a la catástrofe climática, pero en cualquier caso sus efectos difícilmente serán suficientes para corregir el calentamiento global.
Será la ocasión de comprobar si, finalmente, la comunidad internacional pasa a la acción y adopta medidas drásticas para reducir las emisiones de efecto invernadero, y presenta planes de acción que puedan desencadenarse a partir de 2020, tal como exige el IPCC.
De todas formas, el hecho de que las concentraciones de CO2 en la atmósfera superen ya los niveles que tuvo nuestro planeta hace tres millones de años, mucho antes de que comenzara la gran aventura humana, a pesar de los Acuerdos de París, no permite albergar muchas esperanzas de una reacción política consecuente con los desafíos climáticos.
Empresas irresponsables
La irresponsabilidad ante el cambio climático no es solo política. The Guardian ha revelado que veinte multinacionales, que han estado explotando las reservas mundiales de carbón, petróleo y gas durante décadas, son las responsables de más de una tercera parte de las emisiones de efecto invernadero que han originado la presente crisis climática.
Con un agravante: han seguido contaminando a pesar de ser conscientes del impacto devastador de la industria en el planeta, añade el periódico británico.
Chevron, Exxon, BP y Shell, y compañías estatales como Saudi Aramco y Gazprom figuran entre esa veintena de empresas ecocidas.
En España, según el Observatorio de la Sostenibilidad, ENDESA es la empresa más contaminante: expulsa a la atmósfera el 23% de las emisiones industriales y el 9% de las totales.
El informe señala también que las empresas que más han contribuido al calentamiento global en España en 2018, además de ENDESA, han sido REPSOL, Naturgy, EDP, ArcelorMittal, CEPSA, Viesgo, Iberdrola, CEMEX, Lafarge-Holcim y Cementos Portland.
Ninguna de estas empresas está llamada a declarar en la COP25. Y la reciente declaración de emergencia climática por parte del Parlamento Europeo, de poco va a servir si las instituciones políticas no atajan la crisis medioambiental con todos los recursos legales a su disposición.
Ejemplos simbólicos
Lo único que queda por hacer, ante la pasividad política y empresarial, es intensificar las acciones para mitigar los efectos del cambio climático. Además de las movilizaciones sociales y científicas, hay episodios elocuentes a imitar.
La Universidad de Ginebra, por ejemplo, ha decidido reducir a la mitad, antes de 2030, las emisiones de CO2 derivadas de los desplazamientos en avión de sus investigadores y profesores.
Otro ejemplo a imitar: los científicos de la Universidad de Manchester están creando un plan para ayudar a los grupos musicales y estrellas del pop a tocar en directo y recorrer el mundo sin contribuir al cambio climático.
El Club Nuevo Mundo, creado por Tendencias21, ha elaborado también un informe que recoge 34 medidas prácticas que se pueden aplicar en municipios y comarcas de España y el mundo para reducir la huella ecológica y sensibilizar a la sociedad del calentamiento global.
Pequeños pasos como estos marcan, tal vez el, camino a seguir.
Fuente:
2. Comienza la COP25 con la esperanza de reforzar los compromisos climáticos
Esta mañana ha quedado inaugurada la Cumbre del Clima (COP25) con la asistencia de medio centenar de jefes de Estado. Hasta el próximo 13 de diciembre, el evento será un punto de encuentro de los representantes de 196 países para seguir mejorando las medidas que pongan fin a las emisiones de gases de efecto invernadero.
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El presidente saliente de la COP24, el polaco Michal Kurtyka, ha pasado a primera hora de esta mañana el relevo a su sucesora de este año, la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, que preside la conferencia de este año / COP25CL
En menos de un mes, España ha organizado una Cumbre del Clima que espera acoger a 25.000 personas desde hoy hasta el próximo viernes 13 de diciembre. Con un coste estimado de 50 millones de euros y miles de personas trabajando durante las últimas semanas, la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) ha dado hoy el pistoletazo de salida con un objetivo claro: que los países alcancen mayores compromisos en la lucha climática y se implementen todas las decisiones del Acuerdo de París.
La COP25 da hoy el pistoletazo de salida con un objetivo claro: que los países alcancen mayores compromisos en la lucha climática
A la ceremonia de apertura que se ha celebrado a lo largo de la mañana han acudido todos los países del mundo con al menos 50 jefes de Estado y de Gobierno de diferentes países y máximos representantes de instituciones internacionales como el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) con su presidente Heosung Lee. Ha sido el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, el encargado de inaugurar la COP25, junto al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
“¿Realmente queremos ser recordados como la generación que enterró su cabeza en la arena, que jugueteó mientras el planeta ardía? La otra opción es el camino de la esperanza. Un camino de resolución, de soluciones sostenibles”, ha señalado Guterres en su intervención. El secretario general de Naciones Unidas espera que en los próximos meses haya una clara “demostración de una mayor ambición y compromiso que muestre responsabilidad y liderazgo” por parte de los países.
Sánchez se ha mostrado en su discurso esperanzado de que esta cumbre marque un antes y un después y que sea la clave de la emergencia climática. “Hoy solo un puñado de fanáticos niegan la evidencia. No hay mas alternativa que actuar con hechos”, ha asegurado el presidente en funciones.
“Estamos en situación de crisis real. Los informes del IPCC indican que los impactos son mucho más graves que lo que se pensaba antes”, ha apuntado Lee en el plenario inaugural, quien también ha insistido en que se tomen medidas urgentes.
Una cumbre presidida por Chile y acogida por España
Antes del acto de inauguración, el presidente saliente de la COP24, el polaco Michal Kurtyka, ha pasado a primera hora de esta mañana el relevo a su sucesora de este año, la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, que preside la conferencia de este año.
“Tengo mucha confianza en esta nueva COP. El espíritu de cooperación y colaboración está presente desde el minuto cero. Gracias España”, ha agradecido Schmidt en el acto antes de dar paso a una retransmisión grabada del presidente chileno Sebastián Piñera, que no ha podido asistir a esta cita internacional.
Piñera no ha dejado de agradecer a España por su comprensión y generosidad y ha afirmado que la lucha climática en su país es firme. “La humanidad sabrá superar esta crisis climática”, ha declarado, pero se necesitan compromisos climáticos mucho más ambiciosos y urgentes. “Llegó el tiempo de la acción”, ha recalcado.
Chile tuvo que cancelar la celebración de la COP25 en su país tras el estallido de una profunda crisis social, pero a pesar de ello, el país latinoamericano mantiene la presidencia de este acontecimiento internacional.
La Cumbre del Clima, cuyo lema es “Tiempo para actuar”, muestra en Madrid una clara sensación de urgencia para la acción
“No renunciamos a la convicción profunda de la relevancia que tiene para los ciudadanos de Chile y del mundo dar la batalla con sentido de urgencia por una acción climática ambiciosa, con una transición justa y con un enfoque especial en el impacto de las políticas para las personas y los países más vulnerables”, ha añadido la ministra chilena.
Esta es la COP de Chile, “es quien ha organizado esta cumbre y ha impulsado iniciativas como Alianza para la ambición climática. El éxito será sobre todo y ante todo de Chile”, ha manifestado el presidente del Gobierno español.
Más acción y ambición climática
La Cumbre del Clima, cuyo lema es “Tiempo para actuar”, muestra en Madrid una clara sensación de urgencia para la acción. Durante estos días, los Estados miembro buscarán la implementación efectiva del Acuerdo de París e impulsar la ambición con foco en las personas, permitiendo por primera vez incluir a gobiernos locales y regionales, y al sector privado como agentes fundamentales de las transiciones sociales y económicas necesarias en la lucha contra el cambio climático.
“La COP25 es la primera cumbre de un nuevo ciclo. Ya contamos con un marco de Gobernanza Global: el Acuerdo de París y su Libro de Reglas, acordado el pasado año en Katowice (COP24). En Madrid las negociaciones climáticas entran en una fase diferente, en la que el foco estará en lograr una acción climática más ambiciosa por parte de todos, ya que lo que tenemos sobre la mesa no es suficiente para evitar que la temperatura aumente más de 1,5 ⁰C, ni tan siquiera más de 2 ºC”, ha manifestado Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica en funciones.
La intención del gobierno español y chileno es que la cumbre se convierta en el punto de partida para un año decisivo para la ambición climática. En menos de un año, antes de finales de 2020, los países que se comprometieron con el Acuerdo de París, el primer documento legalmente vinculante y universal por el clima aprobado en 2015 en la capital francesa, deberán actualizar y mejorar sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDCs, por sus siglas en inglés), que muestran sus planes para alcanzar la descarbonización de la economía para 2050.
El objetivo es que sus emisiones disminuyan en coherencia con lo que dice la Ciencia para que a finales de siglo la temperatura global no aumente en 2 ºC, y en el mejor de los casos en 1,5 ºC.
Otro de los puntos importantes y sin duda de los más delicados a tratar en esta COP25 es el sistema de mercados de carbono. El año pasado en la cumbre de Katowice en Polonia se acordó la mayor parte de las pautas de implementación del Acuerdo de París, a excepción del Artículo 6, que pretende proporcionar pautas sobre cómo funcionarán los mercados climáticos internacionales. Es un componente clave de la caja de herramientas económicas del mundo para abordar el cambio climático.
“Espero firmemente que la COP25 pueda acordar las pautas para la implementación del artículo 6 del Acuerdo de París. Desafortunadamente, eso no se logró en Katowice. Este acuerdo establecerá una base sólida para la cooperación internacional para reducir las emisiones y permitirá un mayor papel del sector privado en la acción climática”, ha manifestado Guterres.
Según Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el despliege de todas las herramientas de cooperación multilateral es urgente. “La COP25 debe ser la plataforma de lanzamiento para una mayor ambición climática y poner al mundo en un camino transformador hacia bajas emisiones de carbono y resiliencia”, ha señalado.
La COP25 podría convertirse en la punta de lanza para que la acción climática llegue a todos los sectores sociales y económicos
Además, será una reunión clave para lograr un movimiento de acción climática global más inclusivo y justo. “Una plataforma para canalizar las llamadas a la acción y las propuestas que los ciudadanos, especialmente los jóvenes, han expresado masivamente en las calles durante este 2019”, ha añadido Ribera.
La voz de los jóvenes se escucha en Madrid
El ministerio para la Transición Ecológica pretende con la celebración de esta cumbre recoger el impulso manifestado por los más jóvenes durante este último año y espera la llegada en los próximos días de la activista sueca Greta Thunberg, a la cabeza de las protestas juveniles de los últimos meses con el Fridays For Future.
Según la ministra española, la COP25 podría convertirse en la punta de lanza para que la acción climática llegue a todos los sectores sociales y económicos, pero también en un punto de encuentro del movimiento de acción climática.
De hecho, la cumbre estará dividida en dos grandes zonas en la Feria de Madrid donde tendrán lugar decenas de actividades durante estas dos semanas. La zona azul, administrada por Naciones, se celebrarán las sesiones de negociación, así como los actos y eventos paralelos a la agenda oficial de la ONU. En esta área se encontrará también el Pabellón de España.
Es en la zona verde, con un espacio de 3.000 metros cuadrados, donde se quiere facilitar la participación ciudadana. En ella se realizarán actividades con temáticas como la transición justa, la salud, el género, las finanzas sostenibles, la innovación, etc. En total 450 actividades tendrán lugar en siete espacios diferenciados entre el que se encuentra el de los jóvenes.
“Durante las próximas dos semanas trataremos de que en la COP25 se escuchen y permeen las demandas de los jóvenes a elevar la ambición climática. Es la única forma de saldar nuestra deuda social ya no con el futuro, sino con el presente”, ha expresado la ministra en funciones.
En este sentido, el Gobierno de España quiere materializar los mensajes de la calle y la ciencia en esta nueva fase de negociaciones climáticas. El espacio facilitado a los jóvenes será una plataforma de diálogo, sensibilización y participación en la lucha contra la crisis climática.
Fuera de la COP25 y más allá del desarrollo de la cumbre, la sociedad podrá implicarse en actividades organizadas en paralelo para fomentar la concienciación en la acción por el clima en una iniciativa llamada Castellana Verde y que contará con multitud de eventos.
Antonio Guterres ha concluido su intervención diciendo que el camino correcto debe tomarse hoy, no mañana. “Eso significa que se deben tomar decisiones importantes ahora. COP25 es nuestra oportunidad”, ha concluido.
Zona geográfica: Comunidad de Madrid
Fuente:
SINC