¡VIVA EL PUEBLO SIRIO!
¡FUERA IMPERIALISTAS YANQUI Y RUSO!
El imperialismo yanqui, administrado por el gobierno de Donald Trump, lanzó cerca de 60 misiles tomahawk, desde buques de guerra en el Mar Mediterráneo hacia una base aérea del Ejército Sirio, ubicada en la provincia de Homs. Estos ataques han despertado el repudio de las masas de todo el mundo, atizando el odio hacia la guerra de rapiña imperialista.
La decisión de atacar el territorio sirio se presenta bajo la excusa, de ser una respuesta al ataque con armas químicas, que supuestamente el gobierno sirio de Al Assad, perpetró en la ciudad siria de Jan Shijún, donde el resultado fue más de 80 personas muertas.
Pero esto es sólo una excusa, a los imperialistas de poco le importa el sufrimiento de la población siria. Es decir, Estados Unidos la atacaría de todas formas. Donlad Trump tiene como misión desarrollar y profundizar la política imperialista yanqui que se viene presentando gobierno tras gobierno. ¿En qué consiste esta política imperialista? En administrar el creciente saqueo y explotación a los pueblos del mundo al tiempo que intentan evitar la lucha revolucionaria de los pueblos.
LA REVOLUCIÓN ES INEVITABLE
El mundo está dividido en dos:
Por una parte los pueblos oprimidos por las potencias imperialistas, sometidos a la condición de colonias y semicolonias.
Por otra parte las potencias imperialistas que oprimen a los demás países del mundo, convirtiéndolos en sus colonias y semicolonias.
Es decir, las potencias imperialistas son los verdaderos parásitos del mundo, que viven de chupar la sangre de las naciones oprimidas, como nuestro país, que a pesar de tener muchas riquezas, su población vive en la pobreza.
Así, la principal contradicción que existe es la contradicción entre naciones oprimidas y potencias imperialistas. Las masas de las naciones oprimidas luchan por democratizar el país y desarrollar la industria nacional. Pero esto solamente puede resolverse expulsando al imperialismo y barriendo a las clases sociales que le sirven a nivel local: los grandes terratenientes y los grandes burgueses.
Sin embargo, como el imperialismo atraviesa su crisis final, las distintas potencias pugnan entre sí para conquistar nuevos colonias y semicolonias. Pero en un mundo donde las colonias y las semicolonias ya se encuentran repartidas, la única forma de conquistar nuevas colonias y semicolonias es quitándoselas a otra potencia imperialista. Esta es la forma en que las rapiñas se repartieron el mundo en las dos guerras mundiales y esa es la forma en que planean hacerlo ahora.
Sin embargo, la primera guerra mundial tuvo como resultado la Revolución Rusa y la Segunda guerra mundial tuvo como resultado la Revolución China. De la misma manera una tercera guerra imperialista desatará más aún nuevas guerras populares y luchas de liberación nacional. Esto lo saben los imperialistas, pero dado su carácter y la crisis final en la que están inmersos, no tienen alternativa. Así es que o la revolución impide la guerra o la guerra desata la revolución. Como sea, la revolución es inevitable.
SIRIA ES ARENA DE DISPUTA
El 2013 los imperialistas estadounidenses, estrecharon el cerco sobre Siria, alegando que el gobierno de ese país usó de armas químicas en contra de su población, en un ataque que dejó más de 1.400 personas muertas. En esa ocasión un equipo de inspectores de la ONU fue a Siria para investigar, pero incluso antes de que hubieran presentado su informe, Obama ya tenía lista la invasión militar.
La invasión militar yanqui tenía por objetivo encabezar a las fuerzas “rebeldes” que buscan desestabilizar el gobierno de Al Asad y así desplazar al imperialismo ruso, que es el que está detrás del gobierno sirio.
La conquista de Siria era parte del plan imperialista yanqui, que se enmarcó dentro de lo que se denominó como primavera árabe, donde fue desplazado el imperialismo ruso de Libia, Egipto y Túnez. Siria, como las demás colonias y semicolonias forma parte del botín que los imperialistas se disputan.
Finalmente, para el año 2015 se imponía el gobierno de Al Asad y como consecuencia Siria quedó bajo la ocupación militar de Rusia, que patrullaba especialmente la zona industrial de Tartus, donde se encuentran cientos de refugiados de Alepo y de Homs.
El 14 de marzo del 2016 Rusia anunció el retiro de tropas de Siria, pero esto no se llevó a cabo, con lo que el gobierno de Al Assad perdió toda credibilidad y el apoyo de gran parte de sus adherentes. Para salir al paso, el gobierno sirio, diez días más tarde, envió tropas a atacar la ciudad de Palmira (rica en yacimientos petrolíferos), que según dijo estaba bajo el control del Estado Islámico. Pero pronto se supo que la maniobra dirigida por militares rusos se llevó a cabo cuando el Estado Islámico ya había abandonado sus posiciones, es decir, en un intento de presentar a la población acciones militares victoriosas, el gobierno bombardeó posiciones donde no había resistencia.
Esto refleja que el gobierno sirio atraviesa una crisis de credibilidad y que ha perdido a parte importante de sus adherentes, quienes lucharon por ver a Siria liberada de los yanquis (pero también de los rusos).
Hoy, el imperialismo yanqui, aprovecha este descontento de la población, para capitalizar una nueva invasión que termine desplazando al gobierno títere ruso y en su lugar poner a un gobierno títere yanqui.
Ese el papel de Trump, continuar el saqueo que Obama dejara inconcluso. Es por eso que ha sido nombrado como presidente, porque es quien aparece como más eficiente a la hora de defender los intereses imperialistas yanquis en contra de los pueblos del mundo y de la población siria en particular.
Es mentira que a Trump y a los imperialistas les importe el sufrimiento de la población civil. Estas no son más que patrañas para ganarse a los sectores que en forma justa luchan contra los gobiernos que los oprimen.
Siria es una semicolonia rusa y su liberación no será obra de los imperialistas yanquis ni de ninguna otra potencia imperialista, su liberación será obra del pueblo sirio, encabezado por la clase obrera en férrea alianza con el campesinado pobre. Solamente así, el pueblo Sirio podrá avanzar hacia una verdadera democratización, que ponga fin a la opresión imperialista, la semifeudalidad y el capitalismo burocrático.
Hoy, la invasión a Siria, ha despertado una gran ola de indignación de las masas sirias, que necesariamente desarrollarán la lucha armada, defendiendo su derecho a existir. Corresponde a todas las personas democráticas y revolucionarias, apoyar la lucha antiimperialista de liberación nacional.
¡Viva la lucha del pueblo sirio!
Periódico El Pueblo, Chile
https://periodicoelpueblo.wordpress.com/2017/04/09/viva-el-pueblo-sirio-fuera-imperialistas-yanqui-y-ruso/