Obama y Clinton dice, "Ya cálmense", Pero decenas de miles se rebelan en las calles
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Periódico Revolución
revcom.us
A raíz de la elección de Donald Trump, los principales creadores de opinión en los medios de comunicación (es decir, de la clase dominante) retratan al régimen de Trump entrante como una legítima "transición pacífica de poder". Dicen que eso es esencial para lo que hace que Estados Unidos tenga "grandeza". Efectivamente, "normalizan" el fascismo.
Pero en las calles, en las escuelas secundarias y en las universidades, en las grandes ciudades y pueblos pequeños, en las vigilias y en las confrontaciones férreas, la gente no acepta que se trata de la normalidad de costumbre. La gente se niega a aceptar las ominosas implicaciones de una presidencia fascista. Muchos miles han marchado en Nueva York, Los Ángeles, Seattle y Oakland. En Portland, manifestantes desafiantes se han tomado las calles durante cuatro días seguidos ante el spray de pimienta y las balas de goma de la policía. La gente se niega a aceptar la guerra de Trump contra los inmigrantes. Se niegan a aceptar su obscena celebración de los prejuicios, la ignorancia y el odio hacia aquellos que no cuadran en la cultura imperante de la supremacía blanca y el patriarcado.
Miles y miles han marchado hacia Trump Tower en Nueva York y Chicago. Los letreros dicen "El amor triunfa sobre el odio". Los coros de "No es nuestro presidente" y "¡Al carajo Donald Trump!" interrumpen la actividad de costumbre. Las autopistas han sido bloqueadas en Los Ángeles, Miami, Atlanta y Iowa City. Cientos de estudiantes de las escuelas secundarias de Phoenix se salieron de clases. Marcharon al capitolio del estado coreando, "¿Quién es Donald Trump? ¡No es nuestro presidente!" y "¿De cuál ciudad? ¡Nuestra ciudad!" Miles de estudiantes de secundaria en California, Colorado y Washington y cientos en Iowa han salido en protestas. Las grandes y enojadas manifestaciones contra Trump se iniciaron inmediatamente en los campus universitarios, especialmente en la Costa Oeste, pero también en escuelas como la Universidad de Pittsburgh, la históricamente negra Universidad Fisk en Tennessee y la Universidad de Texas en Austin. En Cincinnati, una marcha anti-Trump con un componente significativo de activistas de derechos LGBT convergió en las calles con gente, principalmente de la comunidad negra, que protestaba contra la negativa de un jurado a condenar al cerdo policía que mató a Samuel DuBose.
Voces con influencia, incluyendo el clero, y la gente en las comunidades del arte y del entretenimiento, toman posición y alzan la voz. Entre ellos, en Nueva York, Lady Gaga, Mark Ruffalo y Cher, que se unieron a las protestas en la noche de las elecciones fuera de Trump Tower. Jennifer Lawrence tuiteó: "Dejen que esto sea el fuego que ustedes no tenían antes... Si eres inmigrante, si eres una persona de color, si eres LGBTQ +, si eres mujer, ¡no tengas miedo, que hagas mucho ruido!" Y el columnista del New York Daily News Shaun King escribió: "No. No debemos esperar a ver lo que haga una administración de Trump. Deberíamos organizar nuestra resistencia ya".
Los estudiantes de la Universidad Americana en Washington, D.C. quemaron banderas estadounidenses, al igual que los manifestantes en Atlanta, donde el New York Times informó que los manifestantes "revisaron el lema de campaña de Trump con el coro: ‘Estados Unidos nunca ha tenido grandeza’".
En Cleveland y Chicago, los comunistas revolucionarios, es decir, los revcom, y algunos otros se han enfrentado en las narices a los hinchas de Trump.
En medio de todo lo anterior, el mensaje de revcom.us, "En nombre de la humanidad, nosotros nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista", lo han hecho suyo amplios sectores de personas de diverso origen social, y su papel ha sido crucial. Es necesario que se difunda mucho más ampliamente.
Se deslindan las líneas de la batalla... Grandes interrogantes están a debate...
Decenas de miles, en este mero momento, están de pie. Están motivados tanto por el sentido de la magnitud de lo que significa el ascenso de Trump, como por negarse a aceptar los crímenes de odio ya cometidos a raíz de las elecciones, como los asaltos a mujeres musulmanas y los ataques a los inmigrantes.
La respuesta a la elección de Trump, por su magnitud, su determinación y su amplitud, no tiene precedentes en la historia contemporánea de Estados Unidos, desde la guerra de Secesión, lo que es muy importante y positivo. Tiene que seguir y extenderse. Al mismo tiempo, todos necesitan determinar cómo se propague y se exprese de manera más organizada.
Y es necesario que los centros de resistencia se transformen en escenas en las que la gente discute y debate en serio lo que engendró a un Trump y cómo rebasar los límites de un sistema que legitima y dicta no sólo unas "opciones " como ésta, sino también valores como éste.
http://revcom.us/a/465/la-clase-dominante-dice-donald-trump-es-el-presidente-ya-calmense-es.html