Ser deportista en Colombia: un reto difícil de afrontar
“Es lamentable ver el sinnúmero de promesas incumplidas con nuestros verdaderos héroes de la patria”
Por: Sergio Mendoza Gutiérrez
Para el pueblo colombiano es un orgullo ver cómo nuestros deportistas dejan en alto el nombre del país en diferentes escenarios mundiales. Sin duda alguna, los deportistas que pudieron lograr un cupo en los Juegos Olímpicos de Río 2016 poseen las capacidades y el talento para una competencia de tan alto nivel, en donde es de contemplar el carácter y la fuerza. Sin embargo, el deporte es poco patrocinado por las entidades estatales.
Es lamentable ver el sinnúmero de promesas incumplidas por parte de personajes políticos, e incluso del mismo presidente, como también los escándalos por corrupción de dineros que no llegaron a su fin último: ser utilizados en el deporte. Es inquietante que nuestros deportistas solo puedan salir a flote por recursos propios y solo por su arduo trabajo puedan alcanzar la tan anhelada victoria.
No se pueden dejar de lado historias como las de Óscar Figueroa, quien pudo superarse, a pesar de vivir en un ambiente precario y violento, alcanzando el primer oro olímpico en los actuales Juegos Olímpicos. Óscar llenó de orgullo a todo un país en el instante que ganó la presea dorada. La historia de Caterine Ibargüen, también es para resaltar: ha dejado nuestra nación en lo más alto del podio en el salto triple.
Por otro lado, no es aceptable que Coldeportes se vanaglorie de éxitos que realmente no le pertenecen. Por esta razón, he de citar sus arbitrariedades y fallas en el reciente año como lo han sido la espera que tuvo que padecer el ciclista Fernando Gaviria por más de 14 horas en el aeropuerto el Dorado para poder llegar a Brasil, mientras que Clara Luz Roldan ni se manifestó al respecto. A ello se le suma lo que vivió la ciclista santandereana Ana Cristina Sanabria apodada “la hormiguita”, quien en la competencia no tuvo asistencia como tal de Coldeportes ante una posible caída, ni mucho menos quien le pudiera brindar agua para hidratarse. Y como anillo al dedo, terminada la competencia, tuvo que llegar sola junto con su bicicleta al lugar de hospedaje.
Es indignante ver cómo el gobierno nacional ha estado presionando a nuestros talentosos atletas para que le hagan propaganda al plebiscito por la paz, pero a la hora de responder como debería, en unas mejores y óptimas condiciones de respaldo, los deportistas ya no son tenidos en cuenta.
No es un secreto que en Colombia optar por ser deportista y representar a su país es una tarea ardua y difícil por el poco apoyo por parte del estado. El caso de Yuri Alvearo es el mejor ejemplo: la deportista valluna tuvo que optar por la rifa de un pollo para comprar el traje de Judo con el que debutaría en Rio 2016 y llegaría a ganar una merecida medalla de plata.
Es importante destacar que, como colombianos que somos, a veces solo procedemos a criticar las fallas y errores de los demás y no analizamos el duro camino que este individuo tuvo que confrontar para poder alcanzar el triunfo. Así que por qué no enaltecer el esfuerzo y el sacrificio del otro por querer superarse, y más en el ámbito deportivo, en donde es de admirar la valentía y entereza por dejar el nombre de nuestro país en alto ante una precaria ayuda del estado en el deporte.
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Otro ciclista olímpico víctima de la ineptitud de Coldeportes
Fabián Puerta llegó a Río y ningún dirigente lo esperaba. Intentando llegar a la Villa Olímpica se perdió en la ciudad
Por: Sergio Camacho
Fabián Puerta es uno de los cinco ciclistas de pista más importantes del mundo. Sin embargo, cuando llegó a Brasil, después de haber pasado 15 horas esperado en un aeropuerto, lo esperaba un control anti-doping sorpresa. Preocupado esperaba que algún dirigente colombiano lo respaldara, pero no fue así: no había nadie. Así que, sin conocer la ciudad, fue trasladado al otro lado de Río de Janeiro . Sin descansar, sin nadie que lo defendiera, se sometió a los exámenes de rigor. Cinco horas después intentó llegar a dormir por fin en la Villa Olímpica, con tan mala suerte que, en el regreso, se perdió en Río de Janeiro.
Por culpa de la inoperancia demostrada en los tres meses de mandato de Clara Luz Roldán, un deportista de primer nivel fue sometido a 48 horas de insomnio. Los resultados ya son palpables: Fabian Puerta fue eliminado por un chino mucho antes de lo que se esperaba. Mañana Fernando Gaviria, quien también fue víctima de la inoperancia de los directivos, espera, habiendo perdido un día completo por culpa de las conexiones de su vuelo, conseguir medalla para Colombia. La va a tener difícil. En un deporte tan extenuante como el ciclismo es importantisimo recuperar fuerzas, sin embargo ni Gaviria ni Puerta tuvieron los cuidados que necesitaba.
Nuestros deportistas definitivamente ganan a pesar de nuestros directivos. Si les dieran la importancia que se merecen, ¿cuántos logros conseguiríamos?
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El día que César Augusto Londoño irrespetó a Caterine Ibargüen
“¿Hasta cuándo vamos a permitir que periodistas como Londoño promuevan, con su actitud, el racismo y el acoso a las mujeres?”
Por: Mábel Ortega
El machismo de César Augusto Londoño quedó evidenciado el día que, después de ganar la medalla de plata en las olimpiadas de Londres hace cuatro años, se atrevió a mirar más de lo debido a Caterine Ibargüen. En su condición de mestizo avenido en blanco, empezó a ningunear a la campeona refiriéndose a lo destapada que estaba, a sus piernas largas, perfectas y después, para acabar de completar, el atrevido le preguntó a Ibargüen quién era su “machucante”. Así, a secas, sin que se sonrojara. Aún no entendemos cómo Caterine se aguantó las ganas de cruzarle la cara con un puñetazo.
César Augusto, a sus 60 años, no madura. Aún sigue siendo el sardino inexperto de la polémica. No puede ser que haya esgrimido su machismo y racismo latente en una intervención tan desafortunada. Ibargüen lo tiene vetado, no le da entrevistas y si se lo encuentra, no lo saluda.
¿Para cuándo las organizaciones sociales colombianas van a permitir que individuos como César Augusto Londoño, con sus intervenciones, promuevan el racismo y el acoso a las mujeres? ¿Hasta cuándo los periodistas van a entender que ellos no son nada, que no le han ganado a nadie y que si les pagan un sueldo es porque hablan sobre campeones reales, heroínas como Caterine Ibargüen?
Gracias, César Augusto, por hacernos caer en cuenta de lo primario que es el periodismo deportivo colombiano.
Acá el audio completo de la entrevista:
http://www.las2orillas.co/el-dia-que-cesar-augusto-londono-irrespeto-a-catherine-ibarguen/