Defender la Unidad sin concesiones
Mayo 7 de 2011 | 07:05 AM. | Noticias
Por: Gabriel Becerra Y. Noticias Pacocol
Sin lugar a dudas la detención del Senador Iván Moreno Rojas por orden de la Corte Suprema de Justicia, y la noticia de última hora sobre la suspensión por tres meses del Alcalde Mayor por parte de la Procuraduría, tendrá efectos en las perspectivas políticas del PDA. La decisión ha sido ante todo política; el Santismo a través del reaccionario Procurador pasa la cuenta de cobro al Polo utilizando las investigaciones sobre contratación en Bogotá, mientras es indiferente a la corrupción que carcome al Gobierno Nacional.
En un periodo pre electoral el objetivo principal e inmediato que se propone la derecha, es utilizar al máximo todos los escándalos sobre contratación de la administración distrital para afectar la autoridad política y la influencia electoral de la izquierda, sobre todo en Bogotá. Buscan con su falsa moral y con verdades a medias, engañar, confundir y desmoralizar al mayor número de ciudadanos que han venido respaldando al Polo. A esa política de la derecha y del oportunismo nonos sumamos.
Como ya lo hemos expresado en anteriores ocasiones y en el contexto del respeto al debido proceso, quienes se encuentren comprometidos en hechos de corrupción deberán responder jurídica y políticamente por sus actos. La justicia tiene el deber de perseguir y castigar a la mafia que aprovechando la política privatizadora del neoliberalismo ha venido robándose el erario público, sin importar en que partido militen. Pero ese no es el objetivo de un Procurador camandulero que persigue y no actúa en derecho.
Delincuentes como los primos Nule que crecieron de la mano de las cúpulas de los partidos tradicionales desde la presidencia de Cesar Gaviria con su padre como ministro de Minas, llegando al Distrito de la mano de Peñaloza y Mockus, con sus primeros contratos en el Acueducto, y su gran salto durante los ocho años de Uribe, no pueden ser ocultados con las recientes denuncias que buscan desprestigiar al Polo, movimiento que entre otras cosas no fue tenido en cuenta por el Alcalde Mayor en la administración de las principales responsabilidades y políticas de la ciudad.
El hecho que el PDA no haya salido a sumarse al coro de la derecha que busca obligarlo a que actúe conforme a sus intereses, no significa que sea condescendiente con la corrupción del sistema o que no tome medidas, en el marco de sus instancias y estatutos, con quienes resulten comprometidos y sean afiliados de la organización. Se equivocan quienes renunciando al Polo, como Gustavo Petro, son instrumentos de los grandes medios para dividirlo a la vez que promueven alianzas y pactos con el Presidente Santos.
La actitud consecuente de la izquierda es defender su unidad sin concesiones. No dejarse manipular ni presionar por la campaña de desprestigio de la derecha y tomar con autonomía y cuando sea necesario, las decisiones que hagan prevalecer el respeto al ideario de unidad y el rechazo a prácticas delincuenciales.
Tantos ataques no son gratuitos, más que los errores y debilidades lo que le preocupa a la derecha, es que se mantenga y se consolide una alternativa política de poder que ponga en riesgo sus planes de continuismo. Y el Polo hace parte de ese torrente de experiencias alternativas que se construyen para cambiar el gobierno y el poder en el país; los debates de sus parlamentarios en el Congreso de la República denuncian las políticas antisociales y privatizadoras de la clase dominante; su voz se diferencia de los canticos triunfalistas de la guerra arrasada y reclaman una salida política al conflicto armado; su presencia sindical, universitaria, juvenil, resiste y se moviliza a favor de los cambios en las políticas estatales; como lo afirma el encabezamiento de la declaración política expedida hace unos meses en la reunión de la Dirección Nacional: “Pese a todos los esfuerzos por disolver y acabar el PDA, hoy reafirmamos su vitalidad y entereza”.
Gabriel Becerra Y