Hay diferencias genéticas importantes entre las células sanguíneas y las de otras clases
En lo concerniente al ADN, cada célula es esencialmente idéntica a las del mismo individuo. (Foto: McGill U.)
(NC&T) Este descubrimiento puede socavar la credibilidad de numerosos estudios genéticos a gran escala realizados en los últimos 15 años; estudios que supuestamente aislaron las causas de la incidencia de diversas enfermedades humanas.
Excepto en casos de cáncer, es difícil o hasta imposible tomar muestras de tejidos enfermos de pacientes vivos. Por lo tanto, la gran mayoría de muestras genéticas usadas en los estudios a gran escala provienen de la sangre. Sin embargo, si, tal como parece, resulta que las células de la sangre y las de los tejidos no son idénticas genéticamente, se demostraría que estos ambiciosos y costosos estudios de asociación genómica han arrastrado errores desde su planteamiento.
Este descubrimiento emerge de una investigación sobre las causas genéticas subyacentes en el aneurisma de aorta abdominal. El estudio lo han dirigido los doctores Bruce Gottlieb, Morris Schweitzer, y Lorraine Chalifour, y ha contado también con la labor de expertos de la Universidad McGill y del Instituto Lady Davis para la Investigación Médica, afiliado a la misma. Los investigadores se habían centrado en el BAK, un gen que controla la muerte celular.
Lo que encontraron los tomó por sorpresa.
En lo concerniente al ADN, cada célula es esencialmente idéntica a las del mismo individuo. (Foto: McGill U.)El aneurisma de aorta abdominal es una de las pocas enfermedades vasculares donde se extraen muestras de tejido como parte de la terapia al paciente. Cuando compararon entre sí las muestras de sangre y del tejido, los investigadores descubrieron diferencias muy importantes entre los genes BAK en las células sanguíneas y en las células de tejidos distintos provenientes de los mismos individuos, con el supuesto "disparador" de la enfermedad residiendo sólo en el tejido, y no en la sangre. Es más, las mismas diferencias resultaron evidentes después en las muestras obtenidas de individuos sanos.
Para bastantes enfermedades, generalmente el personal médico sólo examina la sangre del paciente. A la hora de determinar los factores de riesgo genéticos para, por ejemplo, una enfermedad cardiaca, se ha asumido desde hace mucho tiempo que la sangre les dirá a los especialistas qué está ocurriendo en el tejido. Ahora, esta estrategia, a la luz de las conclusiones del nuevo estudio, podría no ser tan fiable como se creía.