Manuel Rosales: Peripecias de un “baluarte de la democracia” Atilio A. Boron
Lima acaba de informar que le otorgó el asilo político, probando que Alan García sigue siendo muy amigo de sus amigos (entre ellos de otro fugitivo, Carlos Andrés Pérez) aunque esta desdichada decisión lesione seriamente el prestigio internacional del Perú y debilite su poder de negociación en el litigio que mantiene con Chile, en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por la revisión de los límites marítimos. La noticia se dio a conocer un par de días después que desde el sitio web de la INTERPOL se anunciara que el distinguido prohombre de la oposición antichavista está siendo activamente buscado por cargos de corrupción y enriquecimiento ilícito durante su desempeño como Gobernador del Estado de Zulia entre 2004 y 2008, es decir, por la comisión de delitos comunes y no precisamente por ser un campeón de la democracia. En esa misma comunicación la INTERPOL aclara que “la ‘Notificación Roja’ fue emitida porque la solicitud del gobierno bolivariano reúne los requisitos establecidos por los reglamentos de la organización que prohíben expresamente cualquier acción de carácter político, racial, religioso o militar.” Por lo tanto, la persecución política, invocada por los grandes medios para fustigar al gobierno de Chávez y adoptada por el gobierno peruano para otorgar el asilo político carece totalmente de fundamento para la INTERPOL. Se trata, lisa y llanamente de un caso más de enriquecimiento ilícito y corrupción gubernamental, como lo comprueban irrefutablemente los antecedentes suministrados por Caracas a esa organización. De no haber sido así la INTERPOL jamás habría emitido esa orden de captura.
|
LLAMADO DESDE EMANCIPACIÓN OBRERA para el 1° DE MAYO DE 2024
Suenan sin parar los blasones de la nobleza payanesa, los cánticos traquetos de las mafias del narcotráfico desde Antioquia, pasando por el Valle del Cauca, Santander y el Caribe; los corceles de los hacendados que financiaron ayer y hoy al paramilitarismo en todos los departamentos del centro andino, el Caquetá y las llanuras orientales y la costa Caribe; todos a una se retuercen y lanzan desde sus puercos hocicos llamaradas que amenazan con quemar los sueños de emancipación de la pobrecía y de todos los oprimidos de esta Colombia humillada por siglos , vilipendiada desde siempre por los colonizadores y las oligarquías criolla s que miran con rabia el riesgo de llegar a perder el poder en manos de rebeldes que en juntanza esquiva intentan comprender que ello es posible. Secundarias resultan las contradicciones al interior de la variopinta juntanza que acompaña al Gobierno del Cambio , porque de no ser así, una noche muy oscura se avecina para los sectores populares, y su sangre po