La crisis financiera y el empleo
Alfonso Gómez Méndez
01-04-09
Tres de los slogans básicos del actual Gobierno (seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social) estaban orientados a estimular la economía, y por esa vía, resolver, entre otros, el desempleo como uno de nuestros problemas estructurales.
De alguna manera, se le vendió al país la ilusión de que habíamos despegado una economía, que se decía había estado aletargada en los años anteriores. Por eso, cuando estalló la llamada 'crisis financiera' que como lo han señalado varios analistas es en el fondo una crisis del modelo económico, el Gobierno se apresuró a decir que la economía colombiana estaba 'blindada'.
En su momento, se presentó como un despegue el crecimiento del 8 por ciento del PIB. No se dijo que eso era el resultado del aumento de los precios internacionales del carbón, petróleo y gas, y no de medidas económicas internas. Aún en ese momento no hubo una reducción significativamente paralela del desempleo. Un estudio publicado por PORTAFOLIO nos colocaba con la más alta cifra de desempleo en la región.
La pregunta que todo el mundo se hace, es cómo afrontar ahora el problema del empleo frente a la crisis. No hay formulas mágicas, pero se deben utilizar estrategias distintas a las ensayadas hasta ahora.
Este Gobierno les dio todas las gabelas a los capitalistas mediante las reformas tributarias que adoptó, mientras crecía mucho el desempleo abierto y el desempleo informal, a pesar del mayor crecimiento económico del país. A Uribe parece que no le importa la pobreza ni el desempleo, que ya suman más de 3 millones de colombianos. Más aún, el Gobierno se ferió en los últimos cuatro años los ahorros del Fondo de Hidrocarburos que los Gobiernos anteriores habían acumulado, gracias al esfuerzo de todos los colombianos.
Pero lo que más llama la atención es el hecho de que el actual Gobierno no tiene ningún plan para enfrentar el creciente desempleo que va a tener nuestro país.
El Ministro de Hacienda se dedica solamente a decir que "estamos blindados". Y eso no es cierto. Creo que Colombia es uno de los pocos países del mundo que hasta ahora no ha adoptado un plan creíble y sustentado para hacerle frente a la crisis mundial. Por lo menos, debido a lo que hicieron los gobiernos anteriores, tenemos un sistema financiero más fuerte y una alta disponibilidad de reservas internacionales para utilizarlas en esta crisis.
Para afrontar el inevitable problema del mayor desempleo que se nos viene es necesario que el Banco de la República haga un esfuerzo adicional de disminución en las tasas de interés, y que ello se refleje en créditos más abundantes y baratos del sistema financiero.
En todo caso, propongo llevar a cabo un vigoroso programa de gasto público concentrado en proyectos de vivienda social, infraestructura, educación y capacitación. Estoy convencido de que tenemos espacio para impulsar el crecimiento mediante un gasto público mayor y más eficiente. Pero eso no se va a lograr nunca con las populistas ofertas semanales de Uribe en los consejos comunitarios ni con un Departamento Nacional de Planeación que, cuyas actuales funciones deben ser profundamente rediseñadas.
El Comité de la Internacional Socialista para América Latina propuso recientemente en Guatemala, que las medidas deben apuntar a que no se afecte ni el empleo ni a los sectores más pobres de la población.
La 'crisis' entonces, no es solamente 'financiera', sino de todo un modelo económico.
Como se ha planteado en el seno de la Internacional Socialista -a la cual está afiliado el Partido Liberal- se requiere, repensar el papel del Estado y rescatar el valor de la política.