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EL ENFOQUE ESTRATÉGICO DE UNA REVOLUCIÓN CONCRETA: ACELERAR MIENTRAS SE AGUARDA, BOB AVAKIAN


Pasaje de la sección:
III. El enfoque estratégico de una revolución concreta


Haga clic aquí para leer la obra completa en inglés.

Nota de la redacción: A continuación presentamos un pasaje en español de la importante obra nueva de Bob Avakian, La ciencia, la estrategia, la dirección para una revolución concreta, y una sociedad radicalmente nueva en el camino a la verdadera emancipación(en inglés). Además de los pasajes que ya se han posteado en www.revcom.us, de cuando en cuando publicaremos otros pasajes en www.revcom.us y en el periódicoRevolución. Que estos pasajes sirvan para alentar e inspirar el mayor estudio de la obra en su conjunto, la que se puede descargar en inglés en www.revcom.us y que se publicará en forma de libro.

Este pasaje es del Capítulo III, "El enfoque estratégico de una revolución concreta", de la sección titulada "Acelerar mientras se aguarda".

Acelerar mientras se aguarda

Bien, esto lleva al punto de “acelerar mientras se aguarda” — el cual es otra cosa que todos pueden repetir, pero ¿qué significa y tiene en verdad alguna importancia? Esa formulación es de Mao. Durante la guerra contra Japón, sobre la cual hablé anteriormente, Mao dijo que la resistencia china —militar en ese caso— a la agresión y ocupación japonesas, no contaba con la base necesaria para pasar directamente a la ofensiva, para expulsar a los japoneses. Había que luchar, durante cierto período, a la defensiva; había que evitar enfrentamientos importantes que pudieran haber sido decisivos en términos de la resolución final de todo. En esa situación, Mao usó la formulación: acelerar mientras se aguarda — mientras se aguardaban cambios en la situación internacional, en ese caso. En otras palabras, al estallar la Segunda Guerra Mundial, comenzó una lucha más grande contra Japón, o en la cual Japón estaba involucrado — sobre todo, la contradicción interimperialista entre Japón, Alemania e Italia, por un lado, y por el otro Estados Unidos y Gran Bretaña (y Francia, más o menos). (Digo que Francia más o menos porque Alemania había ocupado a Francia, dejándola dividida en dos partes, por lo que no podía combatir mucho durante la mayor parte de la guerra.) Bueno, sin entrar en todos los detalles, Mao se refería a esto: librar la guerra de resistencia contra la ocupación japonesa, acelerando mientras se aguardaban cambios en la situación internacional.

Ahora, obviamente no sólo hemos adoptado eso, sino que lo hemos adaptado; no libramos una lucha militar en estos momentos y no esperamos cambios en la situación internacional de la misma manera que fue el caso en China — aceleramos mientras se aguarda el desarrollo de las cosas hacia una situación revolucionaria, lo que obviamente implica toda la dimensión internacional, por las razones que discutí anteriormente referente al hecho de que el sistema mundial es lo decisivo en últimas instancias. Pero el significado de esto se relaciona a los “tres a preparar” que hemos venido popularizando —trabajamos para preparar el terreno (sentar las bases es otra forma de decirlo), para preparar a las masas populares y para preparar a la vanguardia— y el aspecto de acelerar se refiere a que, en el contexto de todas las contradicciones objetivas ante nosotros, trabajamos para acelerar el desarrollo de las cosas hacia un situación revolucionaria concreta. Eso se concentra en la formulación de los “tres a preparar”, de modo que si se desarrolla una situación revolucionaria, o cuando se desarrolle, estaremos en la mejor posición posible para jugar el todo por el todo en ese momento. Vamos acelerando mientras se aguarda. No simplemente se aguarda la llegada de “un buen día” cuando podemos empezar a dedicarnos seriamente a hablar con la gente acerca de la revolución, o cuando podemos dejar de usar la palabra simplemente por decirlo como hacen los demás y podemos empezar a usarla “en verdad”, signifique eso lo que signifique — algo que, repito, sería criminal.

Pero, mientras aceleramos, aguardamos. Aguardar es parte de la formulación, es parte de la contradicción, es parte de la estrategia. ¿Por qué aguardamos? ¿A quéaguardamos? No aguardamos a que llegue Godot. No aguardamos a que intervenga algún deus ex machina (una fuerza parecida a un dios, que es externa a las contradicciones del mundo material) para crear, ay, por fin, una base para hacer la revolución. Ni siquiera esperamos o aguardamos a que “el gran dios, las masas” salgan para crearnos una situación revolucionaria — “Ah, cuando las masas estén listas, pues todo estará perfecto; éstas van a querer una revolución, y nos vendrán todos y nos dirán: ‘Por favor, diríjanos para hacer una revolución’”. Si pensamos que eso va a ocurrir, pues vamos a estar muy decepcionados. Se puede pensar: “Simplemente no es justo, hemos estado en las calles desde 1996 con el Día Nacional de Protesta contra la brutalidad policial, la represión y la criminalización de un generación. Ahora muchas personas hablan de la brutalidad y el asesinato policiales, pero no se nos acercan para decir, ‘Diríjanos por favor’ porque hemos estado aquí por 20 años. Simplemente no es justo”. Bueno, ni modo. Las cosas no funcionan así. Y si pensamos que lo que va a pasar en una revolución —que por fin todos van a acercarse y decir: “Por favor, diríjannos, porque ustedes han estado aquí hablando sobre la revolución desde que no sabemos cuándo”—, pues, olvídelo. Así que no aguardamos algo de esa naturaleza. Pero aguardamos mientras aceleramos. ¿Por qué? Tal vez esto suene, como se dice, contrario al sentido común, como que contradice a sí mismo en un sentido malo, pero no es así. ¿Por qué aguardamos? Porque en realidad vamos en serio para hacer una revolución. Es el mismo principio que Mao recalcó en la situación de China, en la lucha contra Japón. En China se decía: “Tenemos que librar una guerra total contra los japoneses ahora — no podemos sólo llevar a cabo acciones desde una posición estratégicamente defensiva, tenemos que tomar la ofensiva.” Y Mao dijo: si hacemos eso, nos van a aplastar. Al leer los escritos militares de Mao sobre la resistencia contra Japón, se verá eso una y otra vez: No podemos tomar la ofensiva estratégica inmediata contra Japón, no tenemos la base ni las fuerzas para hacerlo en este momento. Si hacemos eso, nos van a aplastar. Así que si vamos en serio para derrotar a Japón, habrá que luchar a la defensiva estratégica durante una etapa entera para poder llegar al punto en que sea posible tomar la ofensiva. Si se trata de simplemente arremeterse y lanzarse a la ofensiva inmediata, nos van a aplastar, porque nuestras fuerzas todavía son pocas y débiles en comparación con esa poderosa fuerza colosal que todavía lo es Japón.

Así que aguardar es parte de tener seriedad, siempre y cuando se combine con acelerar. ¿Por qué no simplemente dar el salto y lanzar algunas acciones que nos hagan sentir bien ahora mismo? Existe una atracción, una tentación, que nos jala en esa dirección si vamos con seriedad acerca de esto. Pero si hiciéramos eso, sería porque en realidad no vamos en serio para hacer una revolución. Si simplemente lo iniciáramos de esa manera, nos aplastarían, con horribles consecuencias para la revolución y para las masas populares que de hecho con tanta urgencia necesitan esta revolución.

Bueno, fíjese, en “Sobre la posibilidad” se plantea un punto —y quiero recalcarlo porque es importante no interpretarlo mal y vulgarizarlo de una manera social-pacifista (socialista en nombre pero pacifista en contenido)— si se lee “Sobre la posibilidad”, y es el caso también con la Constitución para la Nueva República Socialista, se trata de una declaración escrita con muchodetenimientoy mucha precisión, y no es una especie de ejercicio intelectual, sino dado que trata muchas diferentes contradicciones, incluida la existencia del enemigo y lo que ese enemigo hará si uno actúa o habla con necedades. En un pasaje, “Sobre la posibilidad” recalca algo que también está en el documento “Puntos esenciales de orientación revolucionaria — en oposición a los alardes y poses infantiles y las tergiversaciones de la revolución”:49 Si intentamos implementar una estrategia como la guerra de guerrilla urbana —si intentamos emprender una lucha armada con el fin de hacer caer el presente sistema cuando no existen las condiciones para hacerlo— pues, eso será una estrategia que solo terminará sustituyendo a las masas populares, porque no activará y no podrá activar a las masas populares, y sólo nos aislará y aplastará antes de que podamos atraer la participación de las masas populares en tal lucha armada. Al mismo tiempo, “Sobre la posibilidad” recalca deliberadamente que tal caso es distinto a que las masas populares se levanten espontáneamente en contra de sus opresores o se defiendan en una situación determinada. Cualquier persona que tenga una orientación buena debería tener las bases de entender por qué están justificados esos actos de la gente. (Parafraseo lo escrito en el documento “Sobre la posibilidad de la revolución”, en que todo se expone con mucha precisión, y las personas pueden y deberían estudiar ese documento con detenimiento.) No se puede recurrir al hecho de que en estos momentos no podemos pasar a la forma de lucha que se usó en China para oponer resistencia a Japón — no se puede recurrir a eso para decir, cada vez que las masas populares se levanten: bueno, ésa no es la estrategia correcta.

Tuve una experiencia directa con eso, en otra época. Me acuerdo que se dio una situación en San Francisco, en los años 1960, en que los cerdos policías irrumpieron en la oficina del Partido Pantera Negra (PPN) en San Francisco y acribillaron la oficina. Frente a eso la gente de los vecindarios aledaños —centenares, tal vez miles de personas— tomaron las calles e hicieron una rebelión; pero los Panteras Negras le dijeron a la gente que desocuparan las calles y asistieran a una reunión más tarde. Cuando hablé con los líderes de los Panteras y objeté, diciendo que su respuesta estaba mal, ellos la justificaron, diciendo: “Esa rebelión fue una forma de lucha espontánea y nosotros no representamos la espontaneidad.” Bueno, ¿saben qué? Cientos, hasta miles de personas estaban en rebelión en las calles — pero solo 25 personas llegaron a la reunión. No tenía sentido. Eso no se hace cuando las masas populares se alzan. ¿Me entienden? Eso no se hace.

Ese punto es distinto al principio importante de que nuestra propia acción no puedesustituir a las masas populares. Si actuamos como una fuerza que pretende sustituir a las masas populares, o si seguimos una estrategia que hace que sea fácil contenernos y matarnos antes de que siquiera se pueda activar la participación de las masas populares en nuestra lucha, pues lo que hacemos es incorrecto. Es preciso tener las condiciones indicadas, las condiciones necesarias. Fíjese, las personas que necesitan con urgencia una revolución, ni siquiera van a apoyar algo que causa que les caigan cosas gruesas, a menos que estén convencidas de que es muy necesario y vale el sacrificio. Ahora, para ser claro, no se trata de una fórmula para ir a la cola de las masas — se trata de la importancia de ser científico. Así que, aguardarse —repito, tal vez esto suene, como se dice, contrario al sentido común, o una ironía— pero aguardar es parte de tener seriedad,si se combina con acelerar. Pero tenemos que captar lo que significa, y lo que no significa, decir que ahora no es el momento de tomar la ofensiva. No lo es — pero hay una diferencia entre nosotros, como fuerza consciente de vanguardia, y las acciones espontáneas de las masas; y es preciso tener la capacidad de reconocer y tratar esa contradicción de una manera correcta, y no de la manera en que lo hizo el PPN en esa situación de otra época, porque ellos mataron la lucha de las masas en esa situación. Así que quiero recalcar ese punto.

Algunos dirán: “Ah, ustedes nada más aguardan”, lo que tergiversa nuestra orientación estratégica. No, no nada más aguardamos. Aceleramos mientras se aguarda, pero el aspecto de aguardar es parte de un enfoque estratégico y serio. Aquí uso una analogía —para quienquiera que escuche, uso una analogía, porque se trata de un camino distinto, una estrategia distinta, distintas formas de lucha, etc.— es análogo a por qué Mao dijo que no podemos tomar la ofensiva inmediata. Tenemos que esforzarnos contra los límites de la situación objetiva y transformarla al mayor grado posible en cada punto; pero si intentamos hacer caso omiso de las condiciones objetivas, o simplemente desconocerlas arbitraria e intencionadamente, y actuar como si imperaran unas condiciones completamente distintas, cuando no es así, pues ése es el camino al aplastamiento. Eso también es traicionar a las masas populares. Por lo que lo importante es acelerar mientras se aguarda.

En este momento no tengo tiempo para adentrarme en todo esto, pero sí quiero recomendar, como se ha hecho anteriormente, que se lean los primeros seis párrafos de la segunda parte de Hacer la revolución y emancipar a la humanidad50, sobre esta misma cuestión de acelerar mientras se aguarda y lo que significa, y de entender correctamente la relación entre lo que hacemos y el desarrollo de la situación objetiva — cómo trabajamos para transformar la situación objetiva en la mayor medida posible, y tan rápidamente que sea posible, mientras, al mismo tiempo, reconocemos que existen fuerzas mayores en operación. Están las contradicciones del sistema mismo, y hay diferentes fuerzas de clase —la clase dominante y las diferentes fuerzas de la clase media, etc.— que también trabajan para cambiar las condiciones objetivas de acuerdo a la manera en que ven sus intereses. Todo eso es parte de lo que trabajamos para afectar — pero trabajamos hacia un objetivo muy específico: llegar al momento en que sea posible y correcto jugarse el todo por el todo para tomar el poder. Aquí no voy a entrar en mayores detalles, porque no tenemos tiempo ahora, pero les insto mucho a volver a esos seis párrafos al comienzo de la segunda parte de Hacer la revolución y emancipar a la humanidad y a forcejear con éstos, porque están integralmente relacionados con la orientación correcta y el enfoque estratégico de acelerar mientras se aguarda.

Señalaré lo siguiente — una analogía con algo que dijo Lenin que se discute a comienzos de la segunda parte de Hacer y emancipar: Lenin analizó que en los países imperialistas, el imperialismo ha utilizado su botín para sobornar a ciertos sectores de la clase obrera; y dijo: nadie puede decir con certeza qué posición esos sectores "aburguesados" y más acomodados de la clase obrera tomarán cuando ocurra la revolución. Nadie puede decir precisamente, insistió — veremos cuando surja ese momento en concreto. En esos seis párrafos, esta formulación —“nadie puede decir precisamente”— se usa específicamente para precisar que no se sabe, al trabajar en torno a las cosas, hacia dónde irá todo al final. Ese punto también se señala en la declaración sobre la estrategia (“Sobre la estrategia para la revolución”51): no se sabe a qué llevarán las “sacudidas” en la sociedad. Los levantamientos de las masas, por ejemplo — no se sabe de qué caldo sería posible que éstos llegaran a ser parte. Pero lo que sí se sabe es que en cada situación hay que trabajar para hacer avanzar las cosas tan lejos como sea posible, tan rápido como sea posible, hacia el objetivo de la revolución, y como resultado en cada situación consolidar las fuerzas para la revolución al máximo grado posible, de modo que así se hayan hecho avances y, como dice la declaración sobre la estrategia, se encuentre en un plano más alto desde el cual desarrollar más trabajo hacia el objetivo de la revolución.

Bueno, mencioné anteriormente que me asombra constantemente las maneras en que se puede tergiversar las cosas para convertirlas en revisionismo. Al usar una formulación para explicar y concentrar algo para las personas, se distorsiona para que signifique otra cosa distinta. Se informó que, en una discusión sobre este punto (de que nadie puede decir precisamente hacia dónde irán las cosas en el trabajo para hacer avanzar las cosas hacia la revolución), de hecho una persona lo interpretó así: “Bueno, nadie puede decir, así que básicamente salimos no más a hacer lo que podamos, y no podemos decir en realidad si eso llevará a algo”. ¡No! Eso no es lo que significa. El significado es todo lo contrario. Nadie puede decir de antemano que existen “x” límites a qué tan lejos las cosas pueden ir. Este es el punto que se recalca. Es muy frustrante, tengo que decirlo, que, al parecer, las cosas se reformulen para constituirse en el revisionismo, demasiadas veces —para convertirse en una receta para someterse a las condiciones objetivas— cuando el tema es cómo trabajar para transformar las condiciones objetivas al máximo posible, y no, de antemano, o en momento alguno, poner límites arbitrarios a dónde todo podría ir. No sabemos donde todo podría ir, porque ocurren demasiadas cosas en el mundo y no podemos calcular todo eso perfectamente en cualquier momento dado. No se sabe hacia dónde todas esas cosas irán. Una cosa lleva a otra — interactúa con otra — lleva a otra — y quizás va por ciertos caminos y después ya no va más... y luego tal vez sí vaya. De eso se trata: no deberíamos poner límites arbitrarios a qué tan lejos irá algo en un momento dado, a la vez que no deberíamos simplemente adelantarnos prematuramente a los acontecimientos en cualquier momento dado. Esa es otra contradicción que tenemos que manejar correctamente.

Es difícil navegar estas aguas. Fíjense, la mitología griega habla de Escila, un peñasco peligroso, y Caribdis, un remolino igualmente peligroso; había poca distancia entre los dos y los barcos tenían que navegar por entre ese angosto estrecho. Si navegara demasiado para un lado, se chocaría con el terreno pedregoso y se naufragaría; si navegara demasiado para el otro lado, se caería en el remolino. Bueno, tenemos que hacer frente a muchas cosas. Quiero decir, ni el uno ni el otro caso — ¡no queremos terminar en ninguno de dichos casos! Al hacer la revolución, hay que navegar por cosas de esa índole todo el tiempo, y no siempre se hará de la mejor manera posible, pero tenemos que esforzarnos por manejarla de la mejor manera que podamos, no sólo individualmente, sino colectivamente, llevando lucha mutuamente, de las maneras apropiadas, por los canales apropiados, con el espíritu apropiado, para poder aprender a hacerlo mejor — aprender de nuestros errores, pero también aprender de nuestros avances y proseguir sobre esa base.

Pasando a otro tema, he aquí unas importantes cuestiones relacionadas a la estrategia. Como dije, no voy a hacerlo todo aquí —todo el trabajo— parte de esto será en la forma de preguntas para que la o el lector reflexione y forcejee con ellas.

Revcom.us publica dos párrafos regularmente, que también se encuentran en Lo BAsico3:30: “Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución”. Una vez más, se trata de algo en que el lenguaje se ha escogido con mucho detenimiento y el contenido se ha formulado con la mayor precisión posible. A continuación, el primer párrafo:


En cada momento, tenemos que estar buscando las concentraciones importantes de las contradicciones sociales y los métodos y las formas que puedan fortalecer la conciencia política de las masas, así como su capacidad combativa y organización para emprender la resistencia política contra los crímenes del presente sistema; que para una cantidad cada vez mayor de personas, puedan darle vida a la necesidad y la posibilidad de un mundo radicalmente diferente; y que puedan fortalecer la comprensión y la determinación de las masas avanzadas de inclinaciones revolucionarias en particular de modo que asuman nuestros objetivos estratégicos como cosas por las cuales luchar de manera enérgica y hacia las cuales aspirar, y no solamente como metas (o ideales) lejanos y en esencia abstractas.

Se observará que lo subrayo para recalcar ciertas cosas. Así que volvamos a la primera parte de ese párrafo: “En cada momento, tenemos que estar buscando las concentraciones importantes de las contradicciones sociales...”. Eso se refiere a las cosas como las que se formulan en los “5 Altos” publicados regularmente en el sitio web revcom.us. Estos “5 Altos” representan las concentraciones importantes de contradicciones sociales que el presente sistema no es capaz de resolver, y mucho menos resolver de una manera que corresponda a los intereses de las amplias masas populares y, en última instancia, de la humanidad en su totalidad. Bueno, ¿por qué recalco esto? Una persona que criticaba ese enfoque preguntó: “¿Por qué quieren buscar las concentraciones importantes de grandes contradicciones sociales? ¿Por qué no hacemos algo que tenga implicaciones reales para la gente ahora mismo? ¿Por qué no hacemos lo que hicieron los Panteras Negras, ofreciendo un programa de Desayunos para los Niños y dándoles comida?” Bueno, en la historia del Partido Pantera Negra, cuando implementó programas como los Desayunos para Niños, éstos no necesariamente tenían que ser así, pero de hecho llegaron a ser parte de ir en la dirección del reformismo. Eso fue parte de una tendencia que más tarde se formuló en una línea básica —“sobrevivir a la espera de la revolución”— o sea, que lo que se dedicaban a hacer era satisfacer las necesidades de la gente bajo el presente sistema mientras simplemente se aguardaba pasivamente el día en que se pudiera hacer una revolución. Pero había dos cosas erróneas en esa experiencia, dos cosas erróneas muy grandes. Uno, no es posible satisfacer las necesidades de la gente bajo el presente sistema; si fuera posible, ¿por qué trabajar por una revolución, con todo lo que eso implica? No es posible satisfacer las necesidades de la gente en el presente sistema. Eso no quiere decir que no es importante prestar atención a las necesidades de la gente. Pero no va a ser posible satisfacer las necesidades de las masas populares que son explotadas y oprimidas en el presente sistema, ni siquiera sus necesidades muy básicas como comida, vivienda, etc. Y segundo, al tratar de hacerlo, se guarecerá en eso, bajará la vista y se hundirá en las condiciones del momento, y se abandonará la importancia de hacer preparativos para una revolución. Así que lo que se recalca aquí en esos dos párrafos (“Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución”), en oposición a un enfoque reformista de dicha índole, es la importancia de buscar las grandes contradicciones sociales en torno a las cuales se puede movilizar a la gente y las cuales afectarán las profundas grietas del sistema —como las fallas geológicas en un terremoto— las profundas contradicciones que están en la mera base de el presente sistema y las cuales, si la gente se moviliza en torno a ellas, empezarán a ensanchar las fisuras en todo el sistema y crearán condiciones más favorables para hacer caer el sistema en concreto y reemplazarlo con algo mucho mejor. Por eso el párrafo dice que tenemos que buscar las concentraciones importantes de las contradicciones sociales.

A continuación, el segundo párrafo dice:


Es necesario que el objetivo y orientación sea el de llevar a cabo el trabajo que, junto con el desarrollo de la situación objetiva, pueda transformar el terreno político, de modo que en un sentido agudo y activo en toda la sociedad se ponga en tela de juicio la legitimidad del orden establecido y el derecho y la capacidad de la clase dominante de gobernar; de modo que la resistencia a este sistema cobre cada vez más amplitud, profundidad y determinación; de modo que se fortalezcan muchísimo el "polo" y la fuerza de vanguardia organizada del comunismo revolucionario; y de modo que, en el momento decisivo, esta fuerza avanzada pueda liderar la lucha de millones y decenas de millones de personas para hacer la revolución.

Fíjese que no dice: “esperar a que se desarrolle la situación objetiva”. Dice: “llevar a cabo el trabajo que, junto con el desarrollo de la situación objetiva...” — en otras palabras, junto con sucesos que se dan que son más grandes que lo que podemos afectar en un momento dado por medio del trabajo y la lucha que llevamos a cabo. Trabajamos en torno a las cosas, para afectarlas lo más que podamos, pero también ocurren cosas más grandes, que van más allá de lo que podemos afectar en algún momento dado. Por lo que llevamos a cabo trabajo que, junto con el desarrollo de la situación objetiva, acelera el desarrollo de las cosas hacia una situación revolucionaria.

Bueno, ya lo he dicho muchas veces, al tratar puntos importantes que están bajo discusión, pero vale la pena repetirlo una vez más con relación a esos dos párrafos: concentra muchísimo esa declaración, la que se publica regularmente en revcom.us y también se halla en Lo BAsico 3:30. Por lo que esa declaración, y sus varios pasajes y su totalidad, es algo que hay que volver a estudiar repetidamente, como guía y además como vara para medir la manera —o cuándo— nosotros, en nuestras responsabilidades particulares y en conjunto, hacemos trabajo concreto en los preparativos para una revolución concreta.

Y eso, obviamente, se relaciona estrechamente a la declaración más extensa que el Partido publicó, “Sobre la estrategia para la revolución”. Así que, con relación a eso, he aquí unas preguntas más:

Al reflexionar sobre lo que esta declaración (“Sobre la estrategia para la revolución”) dice con respecto a acelerar mientras se aguarda, y en particular sobre las “sacudidas” en la sociedad (y en el mundo), ¿qué relación guarda eso, por un lado, con los seis párrafos al comienzo de la segunda parte de Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, que ya mencioné, y qué relación guarda con el contenido de lo que acabo de citar, “Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución”?

¿En qué medida, en nuestro trabajo para contribuir a la revolución, volvemos a leer constantemente esa declaración sobre la estrategia (y también “Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución”) como guía y vara, y qué impresión tenemos al respecto, por lo que se refiere al respectivo enfoque más en general de las personas en el Partido y en el movimiento para la revolución, y alrededor de los mismos?

Eso me lleva al siguiente punto, y a otras preguntas: “Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución” — esa formulación es un eje del enfoque estratégico de la revolución que sostiene el Partido, y el trabajo del Partido la populariza. ¿Cómo vemos las relaciones dialécticas, contradictorias, que eso entraña — las contradicciones entre los dos aspectos de eso (luchar contra el poder, y transformar al pueblo) y, a su vez, la relación que todo eso guarda con preparar la base para una revolución?

Se tratan de preguntas para ponderar profundamente y con las cuales bregar.
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49. “Puntos esenciales de orientación revolucionaria — en oposición a los alardes y poses infantiles y las tergiversaciones de la revolución”, Revolución #102, 23 de septiembre de 2007. Se puede descargar en revcom.us y también se incluye en Revolución y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos, un folleto deRevolución, 1º de mayo de 2008. [regresa]

50. Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, Segunda parte: “Todo lo que hacemos tiene que ver con la revolución”, se inicia con los siguientes 6 párrafos:


“El qué hacerismo enriquecido”

Acelerar mientras que se aguarda — no someterse a la necesidad

Ahora quiero hablar sobre el “qué hacerismo enriquecido” y su papel en forjar un movimiento revolucionario y comunista. Quiero empezar con un repaso de unos puntos importantes relacionados a la orientación y enfoque estratégico generales de “acelerar mientras que se aguarda” el desarrollo de una situación revolucionaria en un país como Estados Unidos.

Anteriormente, hablé del punto de vista y enfoque revisionista del “realismo determinista”*** que, entre otras cosas, implica un enfoque pasivo acerca de la realidad objetiva (o la necesidad objetiva), que ve el factor objetivo como algo puramente objetivo —y puramente “externo”, por así decirlo— y no capta la relación dialéctica viva entre los factores objetivo y subjetivo y la capacidad de éste (el factor subjetivo — las acciones conscientes de la gente) de afectar y transformar al primero (el factor objetivo — las condiciones objetivas). Mejor dicho, ese “realismo determinista” no capta la orientación esencial, y la posibilidad, de transformar la necesidad en libertad. No capta, por lo menos no capta plenamente, el aspecto contradictorio de toda la realidad, lo que incluye la necesidad ante la cual uno se encuentra en todo momento. Por lo tanto, una de las características esenciales del “realismo determinista” es que descarta como “voluntarismo” cualquier comprensión dialéctica de la relación entre los factores objetivo y subjetivo, y ve las cosas de una manera muy lineal, no diferenciada, esencialmente uniforme y sin contradicción, en vez de verlas de una manera viva y dinámica y en su movimiento y cambio.

Pero claro, es necesario no caer en el voluntarismo. Y hay muchas maneras diferentes mediante las cuales se puede expresar ese voluntarismo, que llevan a varios tipos de errores y desviaciones (por lo general “ultraizquierdistas”), por así decirlo —entre ellos en la forma de ceder a los impulsos infantiles o aventureristas—, todo lo cual también es muy dañino. Pero —particularmente en una situación prolongada o alargada en la cual las condiciones objetivas para la revolución (o sea, para la lucha total por tomar el poder) todavía no han surgido— sin lugar a dudas el mayor peligro, que esa situación objetiva refuerza, es ese tipo de realismo determinista que no capta correctamente la relación dialéctica entre los factores objetivo y subjetivo, y los ve como estáticos, no dialécticos e inalterables.

Es cierto que no podemos, solo por nuestra voluntad o aun nuestras acciones, transformar las condiciones objetivas de una manera cualitativa — en una situación revolucionaria. Eso no lo podemos hacer simplemente con nuestras acciones o nuestra respuesta a las condiciones objetivas mediante nuestra iniciativa consciente. Por otro lado, una vez más una frase de Lenin tiene aplicación importante en este caso. Con respecto a la aristocracia obrera —los sectores de la clase obrera en los países imperialistas sobornados, no en pequeño grado, con el botín de la explotación y saqueo imperialistas del mundo entero, y en particular de las colonias— Lenin dijo que nadie puede decir con certeza qué posición tomarán esos sectores “aburguesados” de la clase obrera en el momento de la revolución —cuáles estarán del lado de la revolución en el momento de la verdad y cuáles estarán del lado de la contrarrevolución—, nadie puede decir precisamente cómo se va a desenvolver todo eso, insistió Lenin. Al aplicar ese mismo principio, podemos decir que nadie puede decir precisamente lo que la iniciativa consciente de los revolucionarios podría ser capaz de producir, al repercutir en la situación objetiva en un momento dado — en parte porque nadie puede predecir todas las otras cosas que todas las diferentes fuerzas del mundo van a hacer. En un momento dado nadie puede entender todo eso. Podemos identificar tendencias y patrones, pero también existe el papel del accidente tanto como de la causalidad. También está el hecho de que aunque los cambios en lo que es lo objetivo para nosotros no se darán enteramente, y quizás ni siquiera principalmente, debido a nuestro “trabajo” para afectar las condiciones objetivas (en un sentido directo, uno a uno), sin embargo nuestro “trabajo” para afectarlas puede generar ciertos cambios dentro de un marco dado de condiciones objetivas y además —en conjunción con una “mezcla” y como parte de la misma, junto con muchos otros elementos, como las otras fuerzas que afectan la situación objetiva desde sus propios puntos de vista— eso podría, en ciertas circunstancias, ser parte de la combinación de factores quesí llevan a un cambio cualitativo. Y, repito, es importante recalcar que nadie puede saber exactamente cómo se desenvolverá todo eso.

La revolución no se hace por medio de “fórmulas” ni actuando de acuerdo a unas nociones e ideas preconcebidas estereotípicas — es un proceso mucho más vivo, rico y complejo que eso. Pero es una característica esencial del revisionismo (el falso comunismo que ha reemplazado a una orientación revolucionaria con una orientación gradualista y, en última instancia, reformista) decidir y declarar que hasta que intervenga una deus ex machina —un FACTOR EXTERNO parecido a un dios—, no puede haber ningún cambio esencial en las condiciones objetivas y que lo máximo que podemos hacer, en todo momento, es aceptar el marco dado y trabajar dentro de éste, en vez de (como lo hemos formulado muy correctamente) esforzarnos constantemente contra los límites del marco objetivo y procurar transformar las condiciones objetivas al máximo grado posible en todo momento, mientras nos mantenemos siempre tensos ante la posibilidad de que diferentes factores se combinen y produzcan (o creen la posibilidad de producir) una cualitativa y concreta ruptura o salto en la situación objetiva.

Así que esto es un punto básico de orientación en la aplicación del materialismo y la dialéctica al proceso de acelerar mientras que se aguarda el surgimiento de una situación revolucionaria. No se trata simplemente que, en un sentido moral abstracto, sea mejor acelerar y no solo aguardar —aunque, claro, sí lo es— pero esto tiene que ver con una concepción dinámica del movimiento y desarrollo de la realidad material y de la interpenetración de diferentes contradicciones y la verdad de que, como Lenin recalcó, todos los límites en la naturaleza y la sociedad, aunque sean concretos, son condicionales y relativos, y no absolutos. (Mao también recalcó ese mismo principio básico al señalar que dado que la variedad de las cosas es inconmensurable y las cosas están interrelacionadas, lo que es universal en un contexto es particular en otro contexto). La aplicación de este principio al tema en cuestión subraya que solo en el sentido relativo, y no absoluto, las condiciones objetivas son “objetivas” para nosotros — lo son, pero no en el sentido absoluto. Y, además de eso, lo que es externo en una situación dada puede pasar a ser interno, como resultado del movimiento —y los cambios producidos por el movimiento— de las contradicciones. Por lo tanto, si uno ve las cosas de una manera lineal, por ende sólo va a ver las posibilidades que están directamente en frente — es como si uno se tiene puestas las anteojeras. Por otro lado, si uno ve las cosas con un enfoque correcto, dialéctico materialista, reconoce que pueden suceder muchas cosas no esperadas y siempre tiene que mantenerse tenso ante esas posibilidades mientras trabaja sistemáticamente por transformar la necesidad en libertad. Repito, ése es un punto básico de orientación.

***La primera parte, “Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués”, que se puede descargar en revcom.us, y la entrega de la primera parte, “El marxismo como ciencia — En oposición al materialismo mecanicista, el idealismo y la religiosidad”, Revolución #109, 18 de noviembre de 2007, hablan del tema del “realismo determinista”.

51. “Una declaración del Partido Comunista Revolucionario: Sobre la estrategia para la revolución”, Revolución #224 en línea, 12 de febrero de 2011. Se puede descargar en www.revcom.us.

http://revcom.us/avakian/science/ba-ciencia...revolucion-pasaje-3-acelerar-mientras-se-aguarda.html

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Las EPS renuncian a conformar sus propias redes, una medida que el Gobierno ha considerado esencial desde el inicio del debate sobre la reforma del sistema de salud...  ...Además de la transformación de las EPS, el acuerdo también contempla la presentación de un proyecto de reforma a la salud más corto y conciso, centrado en aspectos clave como el fortalecimiento de la atención primaria, la conformación de redes prestadoras, la implementación de un sistema digital y la formalización del talento humano en salud... Por: Katerin Erazo, Periodista En un hito sin precedentes para el sistema de salud colombiano, el Gobierno Nacional y las Entidades Promotoras de Salud (EPS) han cerrado un acuerdo trascendental que promete transformar radicalmente la atención médica en el país. Después de intensas negociaciones que se han desarrollado durante varios días, finalmente se ha alcanzado un consenso que representa un punto de inflexión en la búsqueda de soluciones para los desafíos persistentes qu

EL CIELO PROTECTOR DE LA TIERRA TIENE AL MENOS 3.700 MILLONES DE AÑOS

GEOFÍSICA Un grupo de científicos halla en rocas de Groenlandia la señal más antigua del campo magnético terrestre La coautora de la investigación, Athena Eyster, junto a una porción del cinturón de rocas verdes de Isua en el que se aprecian vetas alternativas de cuarzo (las blancas) y magnetita que conserva la señal magnética.CLAIRE NICHOLS MIGUEL ÁNGEL CRIADO 24 ABR 2024 - 22:20 COT En el suroeste de Groenlandia, rodeado de hielo milenario, se encuentra el cinturón de rocas verdes de Isua. Es la formación litológica más antigua y mejor conservada del planeta. En estas piedras, según algunos estudios cuestionados, quedaron grabadas las primeras muestras de vida hace 3.700 millones de años. Ahora, un grupo de científicos asegura haber encontrado en el mismo lugar y de la misma época, la señal más primitiva del campo magnético terrestre, una especie de cúpula que protege la Tierra y toda la vida que alberga de la radiación exterior. Aunque la ciencia va algo a tientas en esto, se ha teo

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