¡Abajo la nefasta Ley 50!
Este 17 de septiembre, más de medio centenar de obreros vinculados a la empresa Unión Temporal Fes tomaron la decisión de erguirse para defender sus derechos; así nació en Cali el Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores de Servicios Públicos (Sinaltrasep), que agremia a los trabajadores del sector de los servicios públicos, especialmente a los trabajadores tercerizados.
La Unión Temporal Fes presta los servicios de lectura de contadores, revisión y reparto de facturas para las Empresa Municipales de Cali (Emcali), tanto en Cali los municipios periféricos de Yumbo y Puerto Tejada. Así pues, es una de las tercerizadoras a través de las que se privatizan las empresas de servicios públicos y se precariza cada vez más las condiciones de contratación de la clase obrera.
Aunque en apariencia la Unión Temporal Fes existe desde 2020, muchos de los obreros que allí laboran vienen trabajando para Emcali desde hace más de 5 años, a través de Sinteco y DEL TEC; esta última se quedó con la concesión para prestar los servicios a Emcali desde el 2020, pero bajo una nueva persona jurídica a nombre de Unión Temporal Fes. Entonces, la empresa en apariencia es nueva, pero realmente es la típica estrategia de cambiar de nombre después de cierto tiempo.
Los jóvenes obreros de dicha empresa con valentía tomaron la decisión de agremiarse, pues ya venían preparando un pliego donde se exigiera aumento de salarios, disminución de la carga laboral y descansos dominicales. Ante su arrojo, la empresa respondió como bien sabe hacer: el mismo 17 de septiembre despidió a 16 obreros buscando así dar escarmiento.
Pero los trabajadores de esta tercerizadora ya están cansados de las malas condiciones laborales, por ello vienen adelantando una lucha abierta y directa contra la empresa, exigiendo no solo el reintegro de los 16 compañeros despedidos, sino también contratos a término indefinido y acabar con los contratos a tres meses, contratación directa con Emcali, aumento de salarios, disminución de la carga laboral y derecho al descanso dominical.
La rebeldía de estos jóvenes, su lucha contra la injusticia, es un ejemplo de mucho valor para la clase obrera colombiana; en especial para los millones de obreros temporales, con contratos de tres y cuatro meses, con bajos salarios y excesiva carga laboral. Eso sí, todo muy amparado por la ley burguesa, porque bien lo decía Marx: «El Gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa».
La rebeldía de estos jóvenes es una muestra más del ímpetu y la fuerza de la juventud proletaria que no está dispuesta a seguir soportando la humillación y se lanza a la conquista de sus derechos. Un amplio porcentaje de los hombres que laboran para la Unión Temporal Fes son jóvenes que no superan los 30 años; la mayoría de ellos pertenecen a los barrios más marginados por el Estado, como son los del oriente de Cali, donde el movimiento popular tuvo una fundamental participación durante los meses más activos del gran paro nacional desde el 28A.
Estos obreros son un ejemplo palpable de que es posible y necesario que los trabajadores tercerizados se organicen para la lucha. Además, por tratarse de obreros de empresas que tercerizan las labores de las empresas públicas, con lo que paulatinamente se va contribuyendo a la disminución de los trabajadores con contrato directo y se va profundizando la privatización de los servicios públicos, es primordial que el movimiento obrero y el movimiento sindical, sobre todo el más revolucionario, responda inmediatamente con la solidaridad, no solo económica sino en los hechos, de forma presencial, con la lucha y con asesoría jurídica en los casos que sea necesario.
Así mismo, las organizaciones sindicales independientes y revolucionarias deben dirigir sus esfuerzos para acelerar la sindicalización de todo el proletariado que está sometido a los vejámenes de la superexplotación a través de contratistas y tercerizadoras, más cuando con la ley burguesa se ha engañado al proletariado haciéndole creer que no es posible organizar a los contratistas para conquistar sus derechos.
La lucha emprendida por estos jóvenes obreros, una vez más, pone a la orden del día la importancia y la necesidad de organizar pronto el Paro General Indefinido, un paro en el que los obreros tercerizados, organizados y dirigidos de forma revolucionaria en asambleas de fábrica y empresa paren toda la producción. Una Huelga Política de Masas que movilice a todo el proletariado para derribar por la fuerza al régimen de Duque y que juntos constituyamos un Gobierno de obreros y campesinos que lo dirijan todo. Un Gobierno de transición que no es el Estado socialista por el que luchamos los comunistas revolucionarios, pero que es el indicado para alcanzar las reivindicaciones del Programa Inmediato entre las cuales se encuentran:
¡Contra el hambre!
• Alza general de salarios, subsidio a los desempleados y subempleados.
• No más despidos y cierre de empresas. Empleo formal, estabilidad laboral y acabar la tercerización e intermediación laboral. Abolir la ley 50 de 1990 y el Decreto 1174.
• No más nuevas y leoninas reformas laborales, pensionales y tributarias.
• Congelar el precio de los servicios públicos. Rebajar y congelar el precio de la gasolina y acabar con la privatización de las vías y sus cobros de peajes.
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