Qué ha pasado en las negociaciones
Prensa Fecode
Las negociaciones como tal entre Fecode y el Gobierno Nacional comenzaron el miércoles 18 de marzo, cuando se llevó a cabo la instalación formal de la Comisión negociadora. En la mesa del Gobierno, además del Ministerio de Educación, tienen cabida delegados de la Función Pública, del Departamento Nacional de Planeación y del Ministerio de Hacienda.
Ese día, Fecode presentó su pliego y el gobierno, por su parte, explicó el Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018 y quedó en estudiar la propuesta que ofrecería sobre nivelación salarial. Sobre este aspecto es necesario hacer una aclaración relevante. Como punto de partida, se consideraron tres estudios. El del CID de la Universidad Nacional, que dice que en promedio hay un déficit del 19% de los salarios del magisterio frente a los demás trabajadores al servicio del Estado; el del Observatorio Laboral del Ministerio de Educación que manifiesta que la deficiencia está entre el 18% y el 22%; y el último, que es el de la Fundación Compartir, también en 18%. No obstante, Fecode contrató su propio estudio, con un equipo de trabajo de la Facultad de Economía de la Unal, el cual señala que la diferencia salarial alcanza el 28.32%.
El 27 de marzo, la comisión negociadora del gobierno hizo finalmente una propuesta de un 10% para la nivelación salarial. En la siguiente reunión, el martes 7 de abril, la comisión de Fecode le confirmó al gobierno que la propuesta del 10% no está de acuerdo con los resultados de los estudios realizados y, por lo tanto, no es viable para el magisterio colombiano. Ese mismo día, el presidente de Fecode, Luis Grubert Ibarra, se reunió con la ministra de Educación, Gina Parody. De aquí lo único que salió fue un compromiso de parte de ella en asistir a algunas reuniones siguientes, comenzando por la del jueves siguiente, 9 de abril.
Efectivamente, ese jueves, la presencia de la ministra fue para ratificar la posición del ministerio en relación a la propuesta de 10% nivelación salarial. Luego, el 10 de abril, el gobierno le dio un no rotundo a cada uno de los puntos solicitados por el magisterio colombiano. Frente tanta dilación y negativa, el Comité Ejecutivo de Fecode tomó la decisión de definir el 22 de abril como hora cero para el Paro Nacional. El proceso continuó a la expectativa de un cambio de posición de la contraparte.
Puro bla, bla, bla..
El 13 de abril, el Gobierno Nacional expuso su propuesta económica en la mesa estatal para el aumento salarial del presente año de todos los trabajadores al servicio del Estado, que sería de 3% y, como “acto de bondad” subiría a 3.66%. La Corte Constitucional ha ratificado que el aumento anual no puede ser inferior al IPC del año anterior (3.66% fue el del 2014), entonces, en realidad no hubo propuesta. La petición del sector estatal corresponde al 9% más el IPC.
El martes 14 de abril se llegó al primer y único acuerdo: el artículo de concurrencia de deudas como está establecido en el Plan Nacional de Desarrollo del 2010. Es de gran importancia, porque obliga al Gobierno a responder por las deudas prestacionales y laborales que tienen con los maestros y maestras. También se presentó otra discrepancia, el Gobierno quiere quitarle a la CNSC el manejo del concurso docente y le propuso a Fecode que lo acompañara en la presentación ante el Congreso. La Federación le dijo que sí, pero condicionó que el sindicato debía tener presencia en el organismo que regule ese proceso, como un árbitro de control. La pretensión del gobierno es manejar el concurso a su antojo para poder hacer politiquería con los cargos, así que no hubo acuerdo.
El 15 de abril, hubo un otro traspié. Se esperaba que el gobierno presentara una nueva propuesta de nivelación salarial, pero se mantuvo en el 10%. Lo preocupante es que no supo responder sobre cuál sería la distribución de ese porcentaje en los cuatro años, porque sí dejaron claro que la nivelación será repartida en el cuatrienio. Tampoco sabe dónde saldrán las fuentes de financiación de este pago. Semejante desconocimiento ha hecho imposible que Fecode presente su contrapropuesta de nivelación.
El siguiente lunes, 20 de abril, el gobierno debía llevar cifras más específicas y un modelo de consecución de los recursos. Aquí lo que planteó fue sacar los dineros para la financiación de la nivelación salarial del Sistema General de Participaciones, lo cual estaría sujeto a aprobación en el Congreso. Y es muy poco probable que eso se logre; el SGP está “hasta el techo”.
Para Fecode, esta reforma debe ser incluida en el proyecto de ley del Plan Nacional de Desarrollo. Sólo así habría seguridad en el sustento económico para que esta sea efectiva.
Otro punto en la mesa ese día fue el nuevo modelo de ascenso para los docentes del 1278. La comisión gubernamental busca constituir una nueva comisión que analice esta temática a futuro. Fecode aclaró que la comisión de trabajo ya es la Comisión Negociadora y se requiere una solución real pronta. En salud, hay un planteamiento similar, posponer todo a comisiones. La experiencia indica que el verdadero objetivo es dilatar estos temas hasta su congelamiento.
El cambio en el sistema de evaluación para los educadores y educadoras del 1278 es una urgencia y no admite más demoras. Se necesitan criterios que estimulen la capacitación del docente no que coarten su derecho a ascender.
Para finalizar, ofrecieron una “bonificación” a los educadores del 2277, pero si y sólo si se retiraban del servicio. Su objetivo no es más que dividir a los maestros de ambos estatutos, porque la supuesta bonificación es una trampa para que salgan con un salario menor de llegarse a aprobar puntos como la nivelación salarial.
En resumen, solo ha sido bla, bla, bla…
Un gobierno que no valora a sus maestros
Desde el día de la radicación del pliego, el magisterio se ha enfrentado a un gobierno indiferente. La ministra de Educación ha asumido una actitud déspota. No estuvo presente para recibir a la comisión del Ejecutivo el día de la radicación del pliego, quiso dilatar el inicio de las negociaciones metiendo un sindicato como ‘caballo de Troya’ para sabotearlas, nombró una comisión de asistentes, sólo se ha sentado una vez en la mesa para decir que no y en reiteradas ocasiones ha desestimado el poder de convocatoria de la Federación (llegó a decir que sólo la mitad del magisterio estaba en el paro).
El día de la hora cero, la Ministra salió a los medios con una actitud amenazada y hostigante. Habló de descontar días no laborados, que no negociaría durante el paro y que retiraba todas las propuestas hechas en la mesa. Fecode pregunta ¿el gobierno negocia en La Habana con las Farc a pesar de los atentados y muertes durante el proceso, pero no con los maestros que están protestando en paz?
Lo más descarado fue sostener una y otra vez que el salario promedio de los maestros en Colombia es de 2’500.000. No hay forma de saber de dónde sacó esa cantidad falso, quizás está convencida de porque esa cifra está en la mitad de la tabla salarial del estatuto 1278, entonces es el promedio de la tabla.
Los casos de los maestros que la refutan se cuentan por montones. La realidad es que el salario promedio de los docentes está alrededor de 1.500.000 de pesos, menos descuentos queda en 1.200.000 pesos aproximadamente.
De las otras afirmaciones de la Ministra también se puede desmentir que el sistema de salud es “privilegiado”, a los maestros les niegan la atención de urgencias en la puerta de los hospitales y demoran meses para conseguir una cita con el especialista. Tras las 6 horas laborales en el colegio, deben compensar en casa corrigiendo textos, calificando exámenes, preparando clases, revisando cuadernos, etc. Entonces, tales declaraciones confirman un desconocimiento de la ministra Gina Parody del sector que maneja.
El gobierno tampoco ha mostrado una mejor postura. Las sesiones de las negociaciones han sido para reiterar que no se puede conseguir nada porque no hay plata. Al mismo tiempo, la ministra sale en los medios ofreciendo ‘bonificaciones económicas’ a los colegios que apliquen la Jornada Única o hablando de auxilios a los maestros que mejoren el puntaje en las Pruebas de sus instituciones. Ni hablar de las campañas publicitarias a gran escala para promover las políticas con tabletas que después les quitan a los estudiantes. Entonces, sí hay plata.
Ese ambiente adverso rodea a los diálogos entre Fecode y el Gobierno Nacional. Por un lado un gobierno que no ofrece nada y dilata las negociaciones. Por el otro, una ministra que prefiere mentir a dialogar.
Una lucha por la defensa de la educación pública
La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación radicó un Pliego de Peticiones al Ministerio de Educación el 26 de febrero pasado. Desde entonces, los maestros y maestras de Colombia han rodeado a su Federación. Educadores del 1278, 2277, etnoeducadores y orientadores están juntos por una misma causa.
A propósito, Fecode les envía a los directivos docentes un mensaje de solidaridad y firmeza en torno a las negociaciones. Les recuerda que ellos siguen siendo docentes y puntos del pliego como la salud terminan afectándoles también. Entonces, los invita a no ser los gendarmes del gobierno y a actuar en derecho, en correspondencia con las Sentencias de la Corte Constitucional C-110 de 1994 y C-238 de 1997, según la cuales, no son los responsables ni están obligados a informar quiénes están participando en este justo paro.
El Paro Nacional del Magisterio inició el 22 de abril con movilizaciones y actividades en toda Colombia. El respaldo de los maestros y maestras con la causa ha sido absoluto. Todas las jornadas convocadas por Fecode han sido masivas (26 de febrero, 19 de marzo, 25 y 16 de abril) y han recibido el respaldo de otros sectores, como estudiantes universitarios, salud, justicia y de la Central Unitaria de Trabajadores.
Existe un compromiso de parte del magisterio en aportar a mejorar la calidad de la educación colombiana, sólo que no se puede si no hay inversión. A la vez, los docentes ven una oportunidad histórica para que la profesión docente sea tratada con respeto y sea remunerada de acuerdo a su importancia para la sociedad.
La movilización del miércoles en Bogotá fue apoteósica. Pese a que era ‘Día sin carro’, por lo cual había dificultades de trasporte, los maestros estuvieron puntuales en la cita en la Plaza Santamaría. Desde allí un continente de educadores y educadoras marcharon hasta el Ministerio de Educación, donde se concentraron por espacio de dos horas. La gran avenida 26 estuvo llena y sólo con maestros de Bogotá.
En el resto del país, la respuesta fue igual. Las capitales de los departamentos reportaron sendas marchas. El jueves y el viernes, el paro continuó con asambleas informativas que estuvieron seguidas por movilizaciones.
El magisterio cuenta con el respaldo de los estudiantes, quienes son conscientes de la necesidad e importancia de esta lucha. Son muchos los mensajes de respaldo que se han recibido a través de las redes sociales y su compañía en las marchas ha sido fundamental. También, senadores, representantes y la comunidad está apoyando a sus maestros.
Uno de los principales puntos del Pliego de Peticiones es el aumento del PIB a 7.5% para educación. También jornada única con dotación, material educativo, alimentación, trasporte y demás condiciones que aseguren un ambiente de aprendizaje óptimo para los y las estudiantes. Y un preescolar de tres grados garantizado por el Estado. Por eso, el país se está volcando del lado del gremio docente, porque reconoce la trascendencia de la lucha.
Este lunes será la Gran Toma a Bogotá, donde se espera la asistencia de delegaciones de todos los departamentos que se articularán con el Distrito. Con los días, la unidad del magisterio se fortalece y el espíritu de lucha crece. Fecode resalta que los maestros y maestras están dando un paso trascendental que puede conseguir una victoria histórica.
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