“De seguir así, antes de dos años no habrá red pública hospitalaria en Colombia”
Febrero 4 de 2011 Por Nelson Lombana Silva
Causa estupor la manera como el presidente de la república Juan Manuel Santos Calderón, maneja la salud de los colombianos y colombianas. Sin contraer un músculo de su pintoreteado rostro, sanciona decretos ofreciendo todo tipo de gabelas a las “ratas” EPS condenando al paciente a morir en la puerta de hospitales y clínicas por falta de recursos económicos. Bien titula VOZ La Verdad del pueblo en la edición 2574: “Reforma a la salud “Más poder a las EPS”, reportaje concedido por el médico Sergio Isaza Villa, presidente de la Federación Médica Colombiana.
Dicho reportaje es dramático. Muestra el médico la realidad sin ambages. Realidad que corrobora la presidenta de ANTHOC seccional Tolima, la compañera Nelcy Gómez Oliveros. Esta líder sindical por más de 25 años es auxiliar de enfermería, madre cabeza de familia, desde 1988 comenzó a ser parte de la junta directiva de este sindicato. Su bachillerato lo hizo con énfasis en lo social, prefiriendo siempre el trabajo comunitario y la lucha sindical. Pasa a la historia como la primera mujer en asumir esta alta distinción sindical en esta seccional.
Es una mujer sencilla, carismática y entusiasta. Tiene clara la película sobre el enemigo de clase, la burguesía. A pesar de vivir amenazada como cientos de sindicalistas colombianos, se mantiene activa y optimista.
En este reportaje, concedido en su oficina, relata la realidad concreta de la salud en el Tolima en el marco del neoliberalismo y la política de la “seguridad ciudadana” de Santos. Devela la realidad dramática de la red pública hospitalaria y señala: “De seguir así en menos de dos años no habrá red pública hospitalaria en nuestro país”.
Con la política santista las EPS llenan sus alforjas aún más y de paso tienen plena libertad para hacer y deshacer a su antojo. Relata Nelcy Gómez Oliveros que éstas le están adeudando solo al primer hospital regional “Federico Lleras Acosta” de Ibagué, la astronómica suma de algo más de $65 mil millones de pesos. Con esas premisas es que dice que de continuar aumentando la deuda y acabándose los insumos de los hospitales el acabose de la red pública es inexorable, porque este hospital no es el único en el país, pues a su criterio, son prácticamente todos los centros asistenciales los que están viviendo el mismo drama.
Denuncia las amenazas y sostiene que el paramilitarismo sigue campante con la anuencia del Estado. Dice que solo la unidad del pueblo colombiano y la movilización son capaces de reversar la privatización integral y total de la red pública hospitalaria y abrir espacio hacia una democracia real. Le preocupa sobre manera la “quietud” de los pacientes. Llama a la acción, a la organización.
El reportaje completo es el siguiente:
1. El sindicalismo en el neoliberalismo es como una especie en vía de extinción. ¿Cómo analiza usted esta realidad en el país?
El sistema capitalista no le importa sino el dinero, la parte humana se pierde. Prevalece es el capital, forjar capital a costillas, dolor, hambre y miseria de la población. En esas condiciones, es un reto asumir la presidencia de mi organización sindical. Sabemos que la política capitalista globalizadora económica es acabar con los derechos de las diferentes organizaciones sociales, sindicales y campesinas, que tienen como misión luchar por los sectores más desprotegidos; esa política capitalista busca impulsar y desarrollar las multinacionales y transnacionales para sacar provecho unos pocos y la población – que somos la mayoría en este país – nos mantengamos en la miseria y la desprotección social, sabiendo que tenemos una inmensa riqueza natural, tales como medio ambiente, minerales, el agua, energía. Por ser tan rico Colombia es que están detrás de ella una inmensa minoría imperial usando el modelo neoliberal.
2. ¿En qué condiciones recibe usted la presidencia de ANTHOC seccional Tolima? ¿Cuál es la realidad concreta de la salud en este departamento?
La situación es grave y la causa es el modelo del cual venimos hablando. El capitalismo neoliberal se ha empecinado en acabar las empresas públicas, en el caso de la salud no es la excepción. Se comenzó con la “famosa” reestructuración que es sacar trabajadores con el único objetivo de acabar con las organizaciones sindicales porque estamos pendientes de que se manejen bien y les preste una atención adecuada a los usuarios. Hoy sabemos que el sistema de salud lo único que le importa es manejar dinero, más no manejar con humanismo a la población. Por eso es que vemos constantemente “paseos de la muerte”, donde en una determinada región no hay cama disponible y ponen al paciente para un lado y para el otro. Se complica la salud del paciente o muere primero que ser atendido dignamente.
Son hechos que la población se queda callada, no protesta, no se moviliza. Se da constantemente con las consultas programadas, el tratamiento de alto diagnóstico, que las EPS los mandan de un lado para otro, mediante una tramitología que hace prácticamente imposible ser atendido oportunamente. La salud de este país se maneja como simplemente prestar servicios públicos y no como un derecho humano fundamental. Repito: el neoliberalismo busca acabar con la red pública, llámese como se llame. La red pública de salud de Chocó y de Barranquilla, por ejemplo, fue transferida a la red privada, es decir, a las EPS, quienes manejan la salud con criterio económico arrojando diariamente ganancias exorbitantes pero para unos pocos, en detrimento de la salud del pueblo colombiano.
Un ejemplo sencillo: usted tiene una tienda. Fía. Si la gente no le paga para usted volver a surtirla, pues ésta quiebra. Exactamente eso está sucediendo con la salud pública: Los hospitales prestan el servicio a las diferentes EPS, llámense urgencias, hospitalización, cirugías, etc, etc. El hospital tiene que tener todos los insumos, incluyendo personal para atender cualquier contingencia inmediatamente. Pero, resulta que las EPS no pagan oportunamente, someten al hospital a todas unas exigencias y demoras, haciéndolos colapsar tal como la tienda del ejemplo que venimos considerando. Una cirugía programada dura por lo menos cinco, seis y más meses. El pobre paciente detrás de la EPS que autorice la operación, pero en Colombia a la clase dirigente no le importa nada de eso y el pueblo no reacciona como debería reaccionar. Solo reaccionan las organizaciones sindicales y por eso nos quieren acabar totalmente. Esa es la realidad.
3. El hospital Federico Lleras Acosta, el más importante del Tolima y uno de Colombia, siempre se ha acariciado la posibilidad de privatizarlo. Hay una deuda abultada actualmente. ¿Cuánto suma esta deuda y cuáles son las perspectivas de salvarlo de la privatización?
El hospital Federico Lleras Acosta es una empresa social del Estado que maneja tercero y cuarto nivel de atención. En la actualidad la mayoría de EPS le deben una suma que asciende a más de 65 mil millones de pesos. Entre los deudores están algunas aseguradoras, la misma secretaria departamental, la secretaria municipal de Ibagué, los diversos municipios del departamento, secretarias municipales y departamentales de otras regiones, por ejemplo, Quindío, Armenia, Risaralda, Chocó, Valledupar, los llanos, etc. A pesar que se ha hecho lo imposible porque paguen no ha sido posible y si lo hacen, lo hacen a cuentagotas, en muchos casos. Nos ha tocado demandar pero no ha sido posible porque los entes de control no son consecuentes con su tarea. Creo que a ellos no les duele lo que está sucediendo en el Federico Lleras Acosta, lo mismo a la súper intendencia nacional. En esas condiciones, habría que decir que el Hospital podría colapsar en cualquier momento, se están acabando los insumos, el personal está cansado con las cooperativas donde a algunas les deben tres y cuatro meses de salario y a los de planta también entramos a sufrir esas consecuencias.
4. ¿Cuál es la realidad hoy del hospital Federico Lleras Acosta y demás hospitales del departamento?
La realidad hoy, a excepción de Chaparral, está en una crisis económica, están a punto de reventar porque las EPS no solamente le incumplen al Federico Lleras Acosta, sino a todos los hospitales del departamento. Incluso, en todo el país. Nosotros como sindicalistas tenemos que hacer una presión fuerte a este Estado para que le responda a la población. No es posible que la salud siga siendo la cenicienta en Colombia. Siempre a salud hay recortes presupuestales. Estamos informando que de seguir así, en menos de dos años no hay red pública hospitalaria en nuestro país.
Sabemos que el presidente de la república Juan Manuel Santos Calderón lo que busca con sus políticas mezquinas es asfixiarnos económicamente y entregar la infraestructura que ha sido mejorada para entregarla a la empresa privada para que se siga manejando a un costo mucho más elevado. Es claro lo que hizo con sus medidas: Favorecer a las EPS, recortarnos los servicios con éstas. Pero, como si fuera poco habla del auto cuidado, ¿En qué consiste el auto cuidado? Consiste en que cada persona es consciente y debe darse su salud. Por ejemplo, si usted tiene un SIDA y sabía que tenía que tener mecanismos de protección, manejar bien el condón y no lo hizo, el que debe responder es usted y no la EPS, porque se supone que usted sabía perfectamente. Eso es gravísimo. Además, aumenta la cuota moderadora, la de copago. Es decir: al ordenar el médico exámenes de laboratorio hay que pagar, le ordena unos rayos X, hay que pagar. De cuatro medicamentos usted tiene que meterse la mano al bolsillo para comprar dos o tres. Así es que primero se muere el paciente que prestarle lo que anteriormente era un derecho fundamental.
5. ¿Cuál es el reto de ANTHOC y de usted como presidenta en el Tolima?
El reto es muy grande. Sucede que adicionalmente a eso dicho hasta ahora, se suma que muchos gerentes llegan a esos cargos a mirar qué se pueden llevar. Nosotros como sindicalistas tenemos que estar muy pendientes, porque la misión sindical es defender la red pública hospitalaria, velar porque se preste una adecuada atención al usuario y defender los derechos de los trabajadores. Es un reto bastante grande. Sabemos que Santos tiene la misión de entregar la red pública hospitalaria a los particulares, nuestra tarea es impedirlo, por eso llamamos al usuario, campesinos, indígenas y comunidad en general a defender nuestra lucha, que es la lucha del pueblo en defensa de sus intereses. Se trata de reaccionar ante la ley 100 y todos sus decretos reglamentarios porque son nocivos y atentatorios, van contra la salud de los colombianos. Sin salud nada podemos hacer. Por eso la reflexión es el llamado a la unidad y a aportar un granito de arena para cambiar el sistema. Lo podemos hacer.
En las próximas elecciones hay la posibilidad de comenzar a hacer realidad el cambio. Se va a presentar la séptima papeleta. ¿Qué es? Las diferentes organizaciones sindicales y populares vamos a exigir que se cambie el modelo de ley 100 por un sistema donde la salud vuelva a ser un derecho fundamental.
6. Durante los últimos días han vuelto las amenazas contra la dirigencia sindical nacional y regionalmente. ¿Cómo analiza esta realidad dolorosa?
Es uno de los mecanismos que usa la represión en este país por el simple hecho de pensar distinto al Estado y soñar con derechos reales para todos y todas. Uno sabe que existen medios oscuros para acallarlo y acallar las organizaciones populares. Existen los paramilitares, no han dejado de funcionar, ni han entrega las armas, siguen en lo mismo, llámese águilas negras, autodefensas, llámese como se llame. Es un medio que utiliza este gobierno y los gobiernos anteriores, para acallar a la población. Eso lo van a seguir utilizando. Es decir, utilizar el miedo y el terror para acallar el pueblo.
Sí, en nuestra organización sindical lo han hecho, no es la primera vez; en años anteriores nos marcaron la sede, nuevamente se retoma esa situación de llamadas, averiguando nuestras direcciones, mandándonos pasquines, panfletos por medio de correos amenazándonos, nos maltratan con palabras soeces, que somos terroristas, que somos guerrilleros. Llamadas al celular de un compañero diciéndole que lo van a matar. Sabemos que los entes de control e investigación como la fiscalía no van a hacer nada por descubrir los autores materiales e intelectuales, presentamos la queja para dejar una constancia de que sí existe una política de terror, política que viene de las esferas altas del gobierno, pero que nosotros vamos a seguir en la lucha porque fuimos elegidos para defender los intereses de los obreros y de los trabajadores.
Ibagué, febrero 3 de 2011
Prensa PCC/NL
Es una mujer sencilla, carismática y entusiasta. Tiene clara la película sobre el enemigo de clase, la burguesía. A pesar de vivir amenazada como cientos de sindicalistas colombianos, se mantiene activa y optimista.
En este reportaje, concedido en su oficina, relata la realidad concreta de la salud en el Tolima en el marco del neoliberalismo y la política de la “seguridad ciudadana” de Santos. Devela la realidad dramática de la red pública hospitalaria y señala: “De seguir así en menos de dos años no habrá red pública hospitalaria en nuestro país”.
Con la política santista las EPS llenan sus alforjas aún más y de paso tienen plena libertad para hacer y deshacer a su antojo. Relata Nelcy Gómez Oliveros que éstas le están adeudando solo al primer hospital regional “Federico Lleras Acosta” de Ibagué, la astronómica suma de algo más de $65 mil millones de pesos. Con esas premisas es que dice que de continuar aumentando la deuda y acabándose los insumos de los hospitales el acabose de la red pública es inexorable, porque este hospital no es el único en el país, pues a su criterio, son prácticamente todos los centros asistenciales los que están viviendo el mismo drama.
Denuncia las amenazas y sostiene que el paramilitarismo sigue campante con la anuencia del Estado. Dice que solo la unidad del pueblo colombiano y la movilización son capaces de reversar la privatización integral y total de la red pública hospitalaria y abrir espacio hacia una democracia real. Le preocupa sobre manera la “quietud” de los pacientes. Llama a la acción, a la organización.
El reportaje completo es el siguiente:
1. El sindicalismo en el neoliberalismo es como una especie en vía de extinción. ¿Cómo analiza usted esta realidad en el país?
El sistema capitalista no le importa sino el dinero, la parte humana se pierde. Prevalece es el capital, forjar capital a costillas, dolor, hambre y miseria de la población. En esas condiciones, es un reto asumir la presidencia de mi organización sindical. Sabemos que la política capitalista globalizadora económica es acabar con los derechos de las diferentes organizaciones sociales, sindicales y campesinas, que tienen como misión luchar por los sectores más desprotegidos; esa política capitalista busca impulsar y desarrollar las multinacionales y transnacionales para sacar provecho unos pocos y la población – que somos la mayoría en este país – nos mantengamos en la miseria y la desprotección social, sabiendo que tenemos una inmensa riqueza natural, tales como medio ambiente, minerales, el agua, energía. Por ser tan rico Colombia es que están detrás de ella una inmensa minoría imperial usando el modelo neoliberal.
2. ¿En qué condiciones recibe usted la presidencia de ANTHOC seccional Tolima? ¿Cuál es la realidad concreta de la salud en este departamento?
La situación es grave y la causa es el modelo del cual venimos hablando. El capitalismo neoliberal se ha empecinado en acabar las empresas públicas, en el caso de la salud no es la excepción. Se comenzó con la “famosa” reestructuración que es sacar trabajadores con el único objetivo de acabar con las organizaciones sindicales porque estamos pendientes de que se manejen bien y les preste una atención adecuada a los usuarios. Hoy sabemos que el sistema de salud lo único que le importa es manejar dinero, más no manejar con humanismo a la población. Por eso es que vemos constantemente “paseos de la muerte”, donde en una determinada región no hay cama disponible y ponen al paciente para un lado y para el otro. Se complica la salud del paciente o muere primero que ser atendido dignamente.
Son hechos que la población se queda callada, no protesta, no se moviliza. Se da constantemente con las consultas programadas, el tratamiento de alto diagnóstico, que las EPS los mandan de un lado para otro, mediante una tramitología que hace prácticamente imposible ser atendido oportunamente. La salud de este país se maneja como simplemente prestar servicios públicos y no como un derecho humano fundamental. Repito: el neoliberalismo busca acabar con la red pública, llámese como se llame. La red pública de salud de Chocó y de Barranquilla, por ejemplo, fue transferida a la red privada, es decir, a las EPS, quienes manejan la salud con criterio económico arrojando diariamente ganancias exorbitantes pero para unos pocos, en detrimento de la salud del pueblo colombiano.
Un ejemplo sencillo: usted tiene una tienda. Fía. Si la gente no le paga para usted volver a surtirla, pues ésta quiebra. Exactamente eso está sucediendo con la salud pública: Los hospitales prestan el servicio a las diferentes EPS, llámense urgencias, hospitalización, cirugías, etc, etc. El hospital tiene que tener todos los insumos, incluyendo personal para atender cualquier contingencia inmediatamente. Pero, resulta que las EPS no pagan oportunamente, someten al hospital a todas unas exigencias y demoras, haciéndolos colapsar tal como la tienda del ejemplo que venimos considerando. Una cirugía programada dura por lo menos cinco, seis y más meses. El pobre paciente detrás de la EPS que autorice la operación, pero en Colombia a la clase dirigente no le importa nada de eso y el pueblo no reacciona como debería reaccionar. Solo reaccionan las organizaciones sindicales y por eso nos quieren acabar totalmente. Esa es la realidad.
3. El hospital Federico Lleras Acosta, el más importante del Tolima y uno de Colombia, siempre se ha acariciado la posibilidad de privatizarlo. Hay una deuda abultada actualmente. ¿Cuánto suma esta deuda y cuáles son las perspectivas de salvarlo de la privatización?
El hospital Federico Lleras Acosta es una empresa social del Estado que maneja tercero y cuarto nivel de atención. En la actualidad la mayoría de EPS le deben una suma que asciende a más de 65 mil millones de pesos. Entre los deudores están algunas aseguradoras, la misma secretaria departamental, la secretaria municipal de Ibagué, los diversos municipios del departamento, secretarias municipales y departamentales de otras regiones, por ejemplo, Quindío, Armenia, Risaralda, Chocó, Valledupar, los llanos, etc. A pesar que se ha hecho lo imposible porque paguen no ha sido posible y si lo hacen, lo hacen a cuentagotas, en muchos casos. Nos ha tocado demandar pero no ha sido posible porque los entes de control no son consecuentes con su tarea. Creo que a ellos no les duele lo que está sucediendo en el Federico Lleras Acosta, lo mismo a la súper intendencia nacional. En esas condiciones, habría que decir que el Hospital podría colapsar en cualquier momento, se están acabando los insumos, el personal está cansado con las cooperativas donde a algunas les deben tres y cuatro meses de salario y a los de planta también entramos a sufrir esas consecuencias.
4. ¿Cuál es la realidad hoy del hospital Federico Lleras Acosta y demás hospitales del departamento?
La realidad hoy, a excepción de Chaparral, está en una crisis económica, están a punto de reventar porque las EPS no solamente le incumplen al Federico Lleras Acosta, sino a todos los hospitales del departamento. Incluso, en todo el país. Nosotros como sindicalistas tenemos que hacer una presión fuerte a este Estado para que le responda a la población. No es posible que la salud siga siendo la cenicienta en Colombia. Siempre a salud hay recortes presupuestales. Estamos informando que de seguir así, en menos de dos años no hay red pública hospitalaria en nuestro país.
Sabemos que el presidente de la república Juan Manuel Santos Calderón lo que busca con sus políticas mezquinas es asfixiarnos económicamente y entregar la infraestructura que ha sido mejorada para entregarla a la empresa privada para que se siga manejando a un costo mucho más elevado. Es claro lo que hizo con sus medidas: Favorecer a las EPS, recortarnos los servicios con éstas. Pero, como si fuera poco habla del auto cuidado, ¿En qué consiste el auto cuidado? Consiste en que cada persona es consciente y debe darse su salud. Por ejemplo, si usted tiene un SIDA y sabía que tenía que tener mecanismos de protección, manejar bien el condón y no lo hizo, el que debe responder es usted y no la EPS, porque se supone que usted sabía perfectamente. Eso es gravísimo. Además, aumenta la cuota moderadora, la de copago. Es decir: al ordenar el médico exámenes de laboratorio hay que pagar, le ordena unos rayos X, hay que pagar. De cuatro medicamentos usted tiene que meterse la mano al bolsillo para comprar dos o tres. Así es que primero se muere el paciente que prestarle lo que anteriormente era un derecho fundamental.
5. ¿Cuál es el reto de ANTHOC y de usted como presidenta en el Tolima?
El reto es muy grande. Sucede que adicionalmente a eso dicho hasta ahora, se suma que muchos gerentes llegan a esos cargos a mirar qué se pueden llevar. Nosotros como sindicalistas tenemos que estar muy pendientes, porque la misión sindical es defender la red pública hospitalaria, velar porque se preste una adecuada atención al usuario y defender los derechos de los trabajadores. Es un reto bastante grande. Sabemos que Santos tiene la misión de entregar la red pública hospitalaria a los particulares, nuestra tarea es impedirlo, por eso llamamos al usuario, campesinos, indígenas y comunidad en general a defender nuestra lucha, que es la lucha del pueblo en defensa de sus intereses. Se trata de reaccionar ante la ley 100 y todos sus decretos reglamentarios porque son nocivos y atentatorios, van contra la salud de los colombianos. Sin salud nada podemos hacer. Por eso la reflexión es el llamado a la unidad y a aportar un granito de arena para cambiar el sistema. Lo podemos hacer.
En las próximas elecciones hay la posibilidad de comenzar a hacer realidad el cambio. Se va a presentar la séptima papeleta. ¿Qué es? Las diferentes organizaciones sindicales y populares vamos a exigir que se cambie el modelo de ley 100 por un sistema donde la salud vuelva a ser un derecho fundamental.
6. Durante los últimos días han vuelto las amenazas contra la dirigencia sindical nacional y regionalmente. ¿Cómo analiza esta realidad dolorosa?
Es uno de los mecanismos que usa la represión en este país por el simple hecho de pensar distinto al Estado y soñar con derechos reales para todos y todas. Uno sabe que existen medios oscuros para acallarlo y acallar las organizaciones populares. Existen los paramilitares, no han dejado de funcionar, ni han entrega las armas, siguen en lo mismo, llámese águilas negras, autodefensas, llámese como se llame. Es un medio que utiliza este gobierno y los gobiernos anteriores, para acallar a la población. Eso lo van a seguir utilizando. Es decir, utilizar el miedo y el terror para acallar el pueblo.
Sí, en nuestra organización sindical lo han hecho, no es la primera vez; en años anteriores nos marcaron la sede, nuevamente se retoma esa situación de llamadas, averiguando nuestras direcciones, mandándonos pasquines, panfletos por medio de correos amenazándonos, nos maltratan con palabras soeces, que somos terroristas, que somos guerrilleros. Llamadas al celular de un compañero diciéndole que lo van a matar. Sabemos que los entes de control e investigación como la fiscalía no van a hacer nada por descubrir los autores materiales e intelectuales, presentamos la queja para dejar una constancia de que sí existe una política de terror, política que viene de las esferas altas del gobierno, pero que nosotros vamos a seguir en la lucha porque fuimos elegidos para defender los intereses de los obreros y de los trabajadores.
Ibagué, febrero 3 de 2011
Prensa PCC/NL
