Once países condenan ley migratoria de Arizona
La tercera Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamentos, en Ginebra (Suiza), se cerró ayer con una condena. Once países firmaron una declaración, propuesta por Ecuador y México, que rechaza la Ley SB 1070 de Arizona, la cual consideran que tiene un “espíritu racista, xenófobo y contrario a la inmigración de cualquier tipo”.
Los otros signatarios que se sumaron a la declaración fueron los representantes de Uruguay, Panamá, Bolivia, Guatemala y Cuba, además de Turquía, Senegal y Micronesia.
“Presentamos nuestra fuerte condena y profundo rechazo a tal ley (...) Lamentamos que tenga un espíritu racista, que vaya en contra de la inmigración en general y de los migrantes irregulares en particular”, indicó el texto suscrito por los parlamentarios.
Desde Ginebra (Suiza), el segundo vicepresidente de la Asamblea de Ecuador, Rolando Panchana, manifestó ayer a El Telégrafo que esta es una declaración que muestra preocupación por la ley y el rechazo al contenido de la misma por considerarla racista.
“En mi discurso la califiqué, además, de absurda, porque no era posible que seamos capaces de propiciar un encuentro, donde en la misma sala estemos legisladores de todas las razas y lenguas, de todos los rincones del mundo (...) y que haya un espacio en el planeta donde se criminalice la migración, y se estigmatice como criminal a alguien solo por ser diferente. Eso no puede ser”, enfatizó.
Panchana agregó que la propuesta surgió de un desayuno en la casa del Embajador de México, en Suiza, con otros parlamentarios de Latinoamérica, entre ellos Ecuador, México y Chile. “La idea original de México era que en la conferencia se haga una mención sobre este tema, pero yo propuse que se haga una declaración aparte de los países latinoamericanos. Finalmente esa idea fue acogida e hicimos la declaración conjuntamente”, agregó.
La ley SB 1070 -promulgada el pasado 23 de abril por la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, y que entraría en vigencia el 29 de julio, declara la inmigración ilegal como un delito estatal por primera vez en la historia de Estados Unidos.
Ante ello, el Gobierno de Barack Obama impugnó el 6 de julio la mencionada legislación argumentando que la Constitución y la ley federal estadounidense no permiten el desarrollo de una mezcla de políticas migratorias estatales y locales.
Se estima que en Arizona viven alrededor de 460.000 indocumentados, la mayoría de ellos mexicanos, mientras que en todo Estados Unidos hay cerca de 11 millones de inmigrantes sin papeles.
Al finalizar el encuentro, que congregó a representantes de 132 países, el vicepresidente del Parlamento de México, Felipe Solís, agradeció a los signatarios su colaboración en la lucha por la derogación de la ley, a la que también calificó de racista.
Además de lamentar el espíritu en contra de la inmigración en general y de la irregular en particular, la declaración reconoce también los “esfuerzos” del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por su compromiso personal en impulsar una reforma migratoria integral.
Según Solís, el bajo número de firmas se debió a que la declaración se preparó ayer en la mañana, cuando ya muchas delegaciones se habían retirado de la conferencia.
Rolando Panchana explicó a este diario que suscribieron la declaración todos los representantes latinoamericanos que acudieron al encuentro, salvo República Dominicana que ya se había marchado.
Sin embargo, el asambleísta ecuatoriano acotó que México se encargará de circular este mismo documento a todos los parlamentos que no enviaron representación al encuentro mundial para pedirles, formalmente, que se adhieran a esta declaración de rechazo a la Ley de Arizona. Quedó a cargo del asunto el presidente del Senado mexicano, Carlos Navarrete, quien leyó ayer la declaración conjunta y expresó el profundo compromiso para defender los derechos humanos de todos, incluyendo los inmigrantes, independientemente de su situación migratoria.
“La solución de fondo es una reforma migratoria (...) que permita la legalización plena (de los migrantes) para que puedan regularizar su permanencia y trabajo allí e incorporarse a la economía norteamericana con plenos derechos y obligaciones”, apuntó el representante de México. (DAE)
Por Redacción Mundo y agencias