Nariño, la expresión ideológica y política del mercantilismo en medio de una sociedad predominantemente feudal.
Autor: Ulises Casas Jerez [casasulises@hotmail.com].
Crítica Política Numero: 189.Fecha: 11 de Abril de 2010.
Es importante dilucidar el papel histórico que jugaron quienes estuvieron al frente del movimiento independientista de América desde el punto de vista de la interpretación materialista dialéctica de la Historia; de no ser así se sigue considerando que son los próceres los que hacen la Historia.
Antonio Nariño representa en Colombia un anticipo de la expresión ideológica y política de los sectores mercantiles en germen; de ahí que fuese el Precursor que mayores enemigos tuvo y el que mayormente sufrió la represión del régimen colonialista español.
Desde que hace presencia política, Nariño asume una actividad fundamentalmente mercantil; en efecto, hijo de un rico comerciante de Santa Fe de Bogotá, ingresa al campo administrativo del Estado como Tesorero, nombrado por el mismo Virrey. Como tal, no deja la caja inmóvil sino que toma como tarea fundamental aumentarla invirtiendo en el mejor negocio del momento, la exportación de quina.
Todos los dirigentes criollos pertenecen a la nobleza feudal heredada de la España monárquica; pero no todos los criollos se encuentran en los mismos estratos económicos, sociales, políticos y culturales; en ese mosaico de personajes solo Nariño se ubica socialmente en el sector del comercio; los demás son nobles aristócratas que viven de sus grandes extensiones de tierra en donde campesinos y siervos generan sus rentas y ellos se dedican a las labores intelectuales de diversa índole: ahí tenemos a Camilo Torres, a Francisco José de Caldas y otros más, menos representativos; Torres, en su famoso “Memorial de Agravios” no plantea independencia alguna sino que se ingrese a las Cortes Españolas una representación política de las colonias. El mismo podría ser uno de esa representación.
Nariño traduce y difunde “Los Derechos del Hombre”, documento elaborado por Galart de Monjoi, en el cual se expresa los intereses de la burguesía europea en trance ya de romper la institucionalidad feudal monárquica y teocrática; en Europa, ese documento tenía plena validez histórica; en América no la podía tener y Nariño es llevado a la cárcel. Su fuga al llegar a España es aprovechada para intercambiar ideas con personajes tanto americanos como europeos que representaban los intereses de la revolución liberal burguesa, triunfante en la Revolución Francesa de 1789. Vuelve Nariño a Colombia de incógnito difundiendo su pensamiento por diversos lugares de Santander pero cae ingenuamente en las garras de la autoridad colonial y es llevado a las mazmorras de Cartagena en donde sufre lo indecible encadenado y con grillos; su fiel hijo Antonio vaga por las calles para obtener la subsistencia para su padre y para sí mismo.
De vuelta a la escena política, luego del 20 de julio de 1810, el bicentenario que se celebra ahora, tiene que enfrentarse a la flor y nata de la aristocracia terrateniente: es Camilo Torres quien representa esa casta y quien traslada el Congreso a Tunja. Nariño inicia un proceso de centralización y enfrenta al Congreso enviando sus tropas para someterlo; pero sus oficiales se entregan al Congreso y nos encontramos con la tropa en camino a la capital, liderada por Baraya. La guerra se desata y Nariño vence para luego encaminarse hacia el Sur en una campaña libertadora enfrentando a las tropas realistas fuertes en Quito. Y lo encontramos vencido luego de algunas batallas victoriosas. Es allí cuando Nariño muestra su valor y su entrega a la causa independientista. Derrotado y tomado prisionero por el ejército realista apoyado por las masas de la región caucana y de Pasto, decide dirigirse al pueblo congregado en la plaza en donde pedía se entregara su cabeza. Luego de un lírico discurso reconociendo el valor del pueblo pastuso, su conciencia de la legitimidad del Rey español, afirma que el general Nariño se sentiría orgulloso de morir a manos de ese pueblo heroico que defendía sus creencias. Y es cuando afirma, luego de ese reconocimiento, textualmente: “…y para que os convenzáis, aquí me tenéis en vuestro poder, yo soy el General Nariño”.
Y es que Nariño es un personaje de esa naturaleza; ya cuando era Presidente en Santa Fe de Bogotá, sus enemigos pagaron un sicario para que le asesinara; sabedor de ello, Nariño ordenó se le dejara entrar al Palacio; una vez en frente de su posible asesino, se paró, le entregó la llave del salón y se sentó a esperar que lo matara. El asesino le dijo: “pero qué hace su Excelencia”. “favorecer su fuga porque Ud. Me va a matar y no quiero que sufra por mi causa”..ante esto el asesino confesó su acción y Nariño le dice: “ahora siéntese Ud. Y hablemos de estas cosas de la Patria” ( Nariño: su vida, sus infortunios, su talla histórica” Jorge Ricardo Vejarano- editado por la Caja Agraria- 1972).
Vuelve Nariño cuando ya la Independencia se iba consolidando y nuevamente sus enemigos le atacan inmisericordemente; ahora están reforzados por abogados y leguleyos de todo orden a los cuales refuerza el vicepresidente Santander. Un Congreso con personajes de esa laya vuelve a atacarlo y él a defenderse para luego ir a morir a Villa de Leyva. Ni siquiera luego de muerto dejó de ser atacado. Es solo cuando se consolida la Independencia y las fuerzas económicas adquieren el dominio político, cuando se le reivindica colocando su nombre a un Departamento, allí en donde fue derrotado por sus habitantes, y luego a numerosas instituciones educativas y de otros órdenes.
Ahora, en este mes de abril se cumple otro aniversario de su nacimiento, el cual fue el 14 de abril de 1765. Quienes interpretamos materialistamente la Historia ubicamos a Nariño en la galería de quienes expresan ideológica y políticamente los sectores económicos y sociales de cada ciclo histórico de la sociedad. Nariño, además de representar el sector mercantil, tiene valores humanistas dado su elevado nivel cultural obtenido por sí mismo y en medio del ambiente histórico universal del momento. Colocó la causa que defendió por encima de sus mismos intereses familiares. Es fundamental conocer su vida para poder dimensionar realmente al personaje. Esta es apenas un muy estrecha síntesis de su personalidad ideológica y política. La Escuela Ideológica tiene como función esta clase de análisis histórico y político de nuestra Historia, enmarcada en la Historia Universal.